El efecto declive es el fenómeno según el cual las supuestas habilidades psíquicas de un individuo disminuyen a medida que se llevan a cabo más pruebas o investigaciones. Esta idea se basa en la observación de que los sujetos que inicialmente muestran resultados significativamente mejores que el azar en pruebas de percepción extrasensorial (ESP) o psicokinesis (PK) tienden a obtener resultados menos impresionantes en experimentos posteriores, acercándose eventualmente al nivel del azar. Desde el escepticismo, el efecto declive se explica mediante factores estadísticos, psicológicos y mejoras en los controles experimentales, en lugar de un fenómeno paranormal genuino.

Origen del término y explicación parapsicológica

El término “efecto declive” fue acuñado por el parapsicólogo J. Beloff, quien observó que sujetos destacados en pruebas iniciales de ESP o PK, como Pavel Stepanek, eventualmente perdían su “habilidad”. Según Beloff, el efecto declive podría ser una reacción de la naturaleza para “sanar” las supuestas violaciones al orden natural causadas por fenómenos paranormales. Aunque esta explicación refleja una perspectiva especulativa, carece de respaldo empírico y no es aceptada fuera del ámbito de la parapsicología.

Los parapsicólogos también utilizan el término “efecto ascenso” para describir casos en los que los sujetos mejoran en pruebas posteriores. Sin embargo, estas observaciones pueden explicarse mejor mediante fluctuaciones estadísticas y regresión hacia la media.

Perspectiva escéptica

Desde un enfoque científico, existen explicaciones alternativas más plausibles para el efecto declive, que no dependen de supuestas habilidades paranormales:

  1. Regresión hacia la media: En experimentos con resultados al azar, es natural observar fluctuaciones iniciales que parecen sobresalir, pero que eventualmente convergen hacia un promedio estadístico. Esto se debe a que los resultados extremos tienden a ser seguidos por resultados más cercanos al promedio.
  2. Mejoras en los controles experimentales: A medida que se realizan más pruebas, los investigadores suelen implementar protocolos más rigurosos para evitar fugas sensoriales, trampas o errores metodológicos. Por ejemplo, el uso de cartas Zener transparentes en pruebas tempranas de ESP facilitaba la posibilidad de hacer trampa, pero esta opción se eliminó con protocolos mejorados.
  3. Cansancio o pérdida de motivación: La fatiga o la pérdida de interés del sujeto en pruebas repetitivas puede influir en su desempeño, especialmente si inicialmente percibían la experiencia como novedosa o emocionante.
  4. Detección de fraudes: En casos donde los sujetos recurren a engaños, las investigaciones más prolongadas y los controles más estrictos dificultan el uso de trucos, lo que puede llevar a una disminución en los resultados.
  5. Sesgo de confirmación: Los defensores de lo paranormal tienden a recordar los éxitos iniciales y descartar las fallas posteriores, reforzando la percepción de un declive paranormal en lugar de aceptar explicaciones naturales.

Relevancia estadística y científica

El efecto declive no solo ilustra problemas en la investigación parapsicológica, sino también en cómo se interpretan los datos en estudios científicos. Las fluctuaciones iniciales y la regresión hacia la media son fenómenos bien documentados en la estadística, pero pueden malinterpretarse como patrones significativos si no se consideran los principios fundamentales de análisis.

Aunque el efecto declive es citado con frecuencia en la parapsicología como un desafío para los experimentadores, desde el escepticismo se interpreta como una combinación de errores metodológicos iniciales, corrección de estos errores y sesgos cognitivos que nublan el juicio de los defensores de lo paranormal.