La clariaudiencia es una supuesta habilidad psíquica que permite escuchar sonidos, voces o mensajes que están más allá del rango normal de la audición humana. A menudo, quienes afirman tener esta capacidad aseguran recibir mensajes de los muertos, espíritus o entidades sobrenaturales. Psíquicos como James Van Praagh y John Edward se presentan como clariaudientes y “consejeros del duelo”, afirmando que brindan consuelo a los vivos al transmitir mensajes de sus seres queridos fallecidos. Sin embargo, desde una perspectiva escéptica, la clariaudiencia carece de evidencia científica y se explica mejor mediante fenómenos psicológicos y técnicas de manipulación.

Origen y popularidad

La creencia en la clariaudiencia tiene raíces en el espiritualismo del siglo XIX, cuando las sesiones de espiritismo ganaron popularidad como una forma de conectarse con el más allá. Durante estas sesiones, los médiums a menudo afirmaban escuchar las voces de los muertos y actuar como intermediarios. Esta habilidad fue incorporada posteriormente a la corriente de la nueva era, donde se presenta como una de las muchas formas de percepción extrasensorial.

En la actualidad, figuras mediáticas como James Van Praagh y John Edward han popularizado la clariaudiencia a través de programas de televisión y eventos en vivo, donde realizan lecturas públicas. Estos eventos suelen incluir afirmaciones vagas o generalizadas que las audiencias interpretan como profundamente personales.

Perspectiva crítica y explicación científica

Desde el escepticismo, la clariaudiencia se interpreta como un fenómeno psicológico en lugar de una capacidad sobrenatural. Las experiencias que se atribuyen a la clariaudiencia pueden explicarse mediante:

  1. Sugestión: En contextos como lecturas psíquicas o sesiones grupales, las expectativas y la influencia del entorno predisponen a las personas a interpretar sonidos normales o pensamientos internos como mensajes externos.
  2. Pareidolia auditiva: Es la tendencia del cerebro a interpretar estímulos ambiguos o aleatorios, como ruidos, como patrones significativos, como voces o palabras.
  3. Autoengaño: Algunas personas pueden creer genuinamente que escuchan voces debido a la necesidad emocional de consuelo o conexión, especialmente durante el duelo.
  4. Técnicas de lectura en frío: Los médiums utilizan afirmaciones vagas o generales que se adaptan fácilmente a las experiencias de los oyentes, creando la ilusión de comunicación específica.
  5. Trastornos neurológicos o psicológicos: En casos extremos, las experiencias de clariaudiencia pueden estar relacionadas con alucinaciones auditivas provocadas por condiciones como esquizofrenia o efectos secundarios de ciertas drogas.

La falta de pruebas verificables bajo condiciones controladas refuerza la conclusión de que la clariaudiencia no es una habilidad real, sino un conjunto de interpretaciones erróneas, técnicas teatrales y factores psicológicos.