La cartomancia es una forma de adivinación que utiliza cartas, como las del tarot, para interpretar el futuro, revelar verdades ocultas o proporcionar orientación personal. Esta práctica, cuyo nombre deriva del latín carta (carta) y mantia(adivinación), tiene raíces en tradiciones esotéricas y ha sido popularizada tanto en contextos místicos como en la cultura popular. Desde una perspectiva escéptica, la cartomancia carece de fundamento científico y se basa en interpretaciones subjetivas, el efecto Barnum y la sugestionabilidad de quienes buscan respuestas en las cartas.

Origen y evolución de la cartomancia

El uso de cartas para la adivinación puede rastrearse hasta el siglo XIV, cuando los naipes comenzaron a difundirse por Europa. Aunque inicialmente utilizados para el entretenimiento, algunos grupos esotéricos comenzaron a emplearlos con fines místicos. En el siglo XVIII, el tarot, originalmente un juego de cartas italianas, fue adoptado como herramienta adivinatoria, especialmente tras los escritos de Antoine Court de Gébelin, quien afirmó erróneamente que el tarot tenía orígenes egipcios.

La cartomancia se desarrolló en múltiples formas, desde el uso de cartas tradicionales de baraja francesa hasta sistemas complejos como el tarot, que combina simbolismo alegórico y numerología. Actualmente, sigue siendo popular entre los practicantes de la nueva era, quienes la presentan como una herramienta de autodescubrimiento o como un medio para acceder a “energías universales.”

Perspectiva crítica y explicación científica

Desde el escepticismo, la cartomancia no tiene base en principios verificables y se considera una forma de pseudociencia. Los resultados de las lecturas dependen de la interpretación subjetiva tanto del lector como del consultante, lo que las hace altamente influenciables por varios factores psicológicos:

  • Efecto Barnum: Las afirmaciones vagas y generales realizadas durante una lectura son interpretadas como personales y específicas por el consultante.
  • Sesgo de confirmación: Los consultantes tienden a recordar solo las interpretaciones que consideran acertadas y descartar las que no tienen sentido para ellos.
  • Sugestión y contexto emocional: Los consultantes, especialmente aquellos en situaciones de vulnerabilidad, pueden encontrar consuelo en las narrativas ofrecidas por las lecturas.

Además, las cartas del tarot y otros sistemas utilizados en la cartomancia están diseñados para ser simbólicos y abiertos a la interpretación. Esto permite que el lector adapte las cartas a casi cualquier contexto, creando una ilusión de precisión y relevancia.

Aunque la cartomancia puede ser vista como una forma de entretenimiento o exploración personal, su promoción como una herramienta real de adivinación puede llevar a la explotación emocional y económica de personas vulnerables.