El término “aporte” se utiliza en el contexto del espiritismo y la parapsicología para referirse a objetos que supuestamente se materializan durante una sesión de espiritismo. Según los creyentes, estos objetos son regalos o señales enviadas por los espíritus. Desde el escepticismo, los aportes son considerados evidencia de trucos de ilusionismo o manipulación deliberada por parte de los médiums. Fenómenos similares se describen con el término “deporte”, que se refiere a la desaparición de un objeto por medios igualmente presuntamente sobrenaturales.

Origen y uso del término

El concepto de aporte tiene sus raíces en las prácticas del espiritismo del siglo XIX, cuando las sesiones de espiritismo y las manifestaciones físicas de fenómenos supuestamente paranormales eran populares. Los médiums afirmaban que los espíritus podían hacer aparecer objetos como flores, joyas o pequeños artefactos, considerándolos como pruebas tangibles de comunicación con el más allá. Estas prácticas ganaron notoriedad gracias a figuras como los hermanos Davenport y otros médiums famosos de la época, quienes utilizaban habilidades de prestidigitación para impresionar a su audiencia.

El término “aporte” se complementa con “deporte”, que describe la desaparición de objetos durante una sesión. Aunque estas palabras parecen conferir un aire técnico o especializado, no tienen base científica ni se explican por mecanismos naturales verificables. Por el contrario, están asociadas a técnicas de ilusionismo bien documentadas.

Perspectiva científica y escepticismo

Los aportes no han sido demostrados bajo condiciones controladas que excluyan la posibilidad de fraude. Ilusionistas y magos profesionales han mostrado que los fenómenos atribuidos a los aportes son fácilmente reproducibles mediante técnicas de ocultación, prestidigitación y manipulación psicológica. Harry Houdini, uno de los magos más famosos de la historia, fue un crítico declarado de los médiums y dedicó parte de su carrera a desenmascarar fraudes relacionados con aportes y otros fenómenos espiritistas.

Desde el punto de vista psicológico, los aportes y otros fenómenos espiritistas pueden explicarse por la sugestión, el deseo de creer y la susceptibilidad del público a ser engañado. Las sesiones de espiritismo suelen estar cuidadosamente diseñadas para crear un ambiente propicio a la credulidad, combinando iluminación tenue, sonidos inesperados y un guion narrativo que induce a la interpretación sobrenatural.

El interés en los aportes y deportes destaca la necesidad de aplicar un pensamiento crítico frente a las afirmaciones extraordinarias. La ciencia demanda pruebas replicables y controladas para aceptar la existencia de fenómenos que desafían las leyes naturales, y hasta la fecha, los aportes no han superado este estándar.