La alucinación de la oración

La alucinación de la oración

Esta vez me tocó muy de cerca observar durante varias semanas a un cuantioso número de personas pedir un milagro a su deidad, para posteriormente tratar de racionalizar el resultado al no recibir la respuesta esperada.

Una sobrina muy querida mía fue víctima de un padecimiento muy agresivo a su muy corta edad y su caso se hizo viral tanto localmente en su ciudad, como en las redes sociales y diarios noticiosos. Su vida pendió de un angustioso hilo durante casi un mes hasta su trágico desenlace. Alrededor de 13 mil personas siguieron de cerca su caso en Facebook y alrededor de 150 mil personas se enteraban por la misma red del estado de salud de la niña. Cientos de miles de personas se enteraron por otros medios noticiosos, impresos y electrónicos.

Fui testigo de como decenas de miles y miles de personas se unieron en oración diariamente, seguramente en las promesas de versículos bíblicos como Marcos 11:24, Juan 14:12-14, Mateo 7:7, Mateo 17:20, Mateo 18:19 y Mateo 21:21, para pedir por la recuperación de mi sobrina. Las personas decían “para Dios no hay imposibles”, “el verdadero médico es Jesucristo”, “estamos seguros y confiados en la misericordia de Dios”.

Sin embargo, las plegarias cayeron en oídos sordos, o mejor dicho, en oídos inexistentes. Para mantenerla con vida, los médicos decidieron amputar ambas manos y ambos pies. Las personas arreciaron sus oraciones. Se hicieron cadenas y cadenas de oración. En un sólo grupo de Facebook se reunían diariamente cerca de 4 mil personas a pedir ya no por su recuperación, sino por su vida. Los comentarios eran en el tono de “Dios no te manda una cruz que no puedas cargar” y “Dios mío, haz el milagro y regresa a esta niña a su casa con sus papás”.

Así pasaron más días de miles de peticiones elevadas al Cielo, y finalmente mi sobrina falleció. El milagro que centenas de miles de oraciones pidieron, no fue concedido.

Ahora las peticiones fueron para los papás y para el alma de la niña. La gente comenzó a racionalizar comentando cosas como “ahora hay un angelito en el Cielo”, “los caminos de Dios son inescrutables”, “ella estará cuidando a sus padres desde el Cielo”, “el milagro se logró porque Dios necesitaba una bailarina como ella en el cielo”, “Dios no se equivoca e hizo su voluntad como se lo pedimos”, “el milagro más grande es volver a ser uno con Él”, “el milagro fue concederle la vida eterna”, “ahora ella estará más feliz” y otras frases similares que a todas luces tratan de darle algún sentido al creyente para ayudarlo a enfrentar la paradoja.

Diariamente hay miles de testimonios de personas que afirman que Dios ha curado cánceres, infecciones, y todo tipo de enfermedades. Lo que los testimonios no suelen contar son los millones de casos diarios que Dios no cura, los casos cuyas plegarias al parecer Dios decidió ignorar. Algunos creyentes entonces prefieren creer que Dios finalmente hace su voluntad y por eso no accedió a las súplicas. Millones de creyentes creen en ese dios creador del Universo, omnipotente y omnisciente ya tiene decidido qué hacer, no va a cambiar su plan maestro que inventó hace millones de años por unas cuantas miles de personas rezando porque así sea ¿acaso los creyentes no comprenden que el plan de Dios debe ser perfecto porque viene precisamente de Dios? Bueno ¿entonces para qué pedir por algo que ya está decidido? Si realmente existiera esta supuesta deidad, su manera de conceder deseos parece ser a veces sí concedo y a veces no concedo, a lo mucho 50:50, como el azar. Si los milagros sólo ocurren en un porcentaje idéntico a la suerte ¿por que las personas siguen creyendo que son milagros?

No importa qué tan inteligente sea una persona, cuando está atrapada en una creencia tan arraigada como su fe en la existencia de una deidad, siempre tenderá a crear racionalizaciones para no perder su fe. Algunas racionalizaciones incluyen:

Dios no concedió mi petición porque no era parte de su plan. Si su Dios tiene un plan divino que es inamovible ¿entonces para que pedir que lo cambie? Sin embargo, los pasajes bíblicos que mencioné al principio claramente dicen al creyente que nada es imposible para Dios y que él concederá lo que le pidas si lo haces con fe. Esto contradice esta racionalización.

Dios necesita permanecer oculto, conceder un milagro así sería demasiado obvio. Esto no pareciera ser el caso si recordamos todos los testimonios Bíblicos que cuentan que Dios partió las aguas del Mar Rojo, que creó los idiomas en un instante, que hizo que una mujer se embarazada sin un espermatozoide, que Jesús hizo milagros reviviendo muertos, sanando enfermos, y que al final murió y a los tres días resucitó. O que tal los miles de millones de testimonios de personas que han afirmado y siguen afirmando que Dios les concedió milagros de lo más increíbles. Todo esto parece anular esta racionalización.

Dice la Biblia que no hay que poner a prueba a Dios. Esta racionalización se anula a sí misma ya que con cada plegaria se pone a prueba a Dios.

logica-de-la-oracionEntonces tenemos la paradoja de que, por un lado, existen millones de personas que creen en un dios que, de acuerdo a su libro sagrado, concede las peticiones de sus fieles, y por otro lado tenemos evidencia de que dicha deidad sólo parece conceder un minúsculo porcentaje de peticiones, equivalente como dije antes, a lo esperado por el azar.

Muchos creyentes creen que la respuesta a esta paradoja es que Dios ignora la mayoría de las plegarias por una razón divina que es desconocida para los seres humanos. Prefieren creer que existe un misterio.

Pero otras personas, las menos, creemos que Dios es imaginario y por lo tanto no puede responder a las plegarias. Esta postura ilumina y descubre el misterio, y soluciona de manera sencilla, natural y elegante el problema y la paradoja.

Hay personas que quizá sin quererlo se colocan en un pedestal de grandeza sobre los demás afirmando que su dios les concedió el milagro pedido, y con esto haciendo al resto de los creyentes no merecedores de tan magna distinción de su dios ¿qué tiene esa persona que no tengan los demás? ¿por qué esa persona merece que su dios le conceda un milagro que a los demás no les concede? Son preguntas que no tienen ningún sentido si optamos por la solución más sencilla: Dios no existe.

Dicen que rezar es hacer nada y pensar que estás ayudando. Don Baker va más allá y dice que rezar es como la masturbación: hace sentir bien a la persona que la practica, pero no hace nada por la persona en que se está pensando.

Mucha gente cree que de alguna manera tiene un poder sobrenatural a su disposición. Te santiguan, te bendicen, te echan la buena suerte. Creen que de alguna manera pueden proteger, aliviar y cambiar el curso de la naturaleza con un movimiento de manos y algunas palabras. El creer tener el don de hacer esos encantamientos los hacen sentirse bien. Los hace sentirse en control en situaciones inciertas. A unos pocos tal vez los haga sentirse poderosos, merecedores y portadores de un poder sobrenatural a la rápida disposición de sus encantamientos. “Pide y te será concedido”. Quizá algunos receptores se sientan incluso confiados y optimistas por haber recibido tales bendiciones, y esa confianza y ese optimismo les puedan servir para enfrentar sus problemas. Eso podría ayudar. Sería como cuando Dumbo voló creyendo que su pluma mágica era la que le daba esa habilidad. Un placebo. Pero al final del día, lo que logremos será únicamente gracias a esa confianza y optimismo, y no gracias a un milagro concedido por un mago inexistente.

Se han hecho estudios para validar las plegarias. Una publicación en la revista The Lancet de un estudio doble-ciego mostró que las plegarias no tuvieron ningún efecto en pacientes que fueron sometidos a intervenciones coronarias y cateterización electiva.  Otro estudio, patrocinado por la Fundación Templeton y publicado en el American Heart Journal, mostró incluso un efecto negativo que se ha especulado que podría ser el resultado de “ansiedad por desempeño” por parte de las personas por las que se está rezando.

Al final del día, todo se resuelve bajo una sola palabra: Fe. Y la fe es ciega. Se trata de creer ciegamente en lo que no tiene evidencia. Se trata de inventar nuestra propia evidencia y tratar de racionalizar para poder sobrellevar nuestras dos realidades, la verdadera y la imaginaria. Si funciona, Dios es grande. Si no funciona, Dios sabe por qué hace las cosas. Se trata de tener una falsa sensación de control, de creer tener el poder de manipular el futuro incierto.

Igual que las bendiciones, las oraciones son para hacer sentir bien a la persona que reza. Y nada más.

Antología Escepticismo a la Mexicana

Antología Escepticismo a la Mexicana

El talentoso estudiante de filosofía de la ciencia Jorge Armando Romo Bonilla ha realizado otro proyecto más para la divulgación del pensamiento crítico a las personas de habla hispana.

Antología Escepticismo a la Mexicana es una colección de textos con la temática del escepticismo científico de diversos autores como Mario Méndez AcostaHéctor ChavarríaLuis Ruiz NoguezHéctor EscobarOscar García, Juan ChíaMartín FragosoLalo MárquezRafael CórdobaSergio de RégulesAdán LermaSergio Ricardo MonjarazIlvatia LópezJosé Cruz Sánchez SánchezNorman CorderoClaudio Pérez de CelisDaniel Galarza SantiagoÁlvaro Caso, y el propio Jorge Armando Romo Bonilla

Con temas como los peligros de las pseudociencias, las supuestas visitas extraterrestres, las terapias alternativas, los fraudes y el escepticismo en general, este nuevo proyecto es de libre descarga y distribución. Por favor apoya a la divulgación del pensamiento escéptico difundiendo esta obra.

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Esta antología es traída por el equipo de sobrenatural.net integrado por Roberto Aguirre, Rafael Córdoba, Sergio Ricardo Monjaraz, Arturo Arriaga, Juan Rivera, José Cruz Sánchez Sánchez, Ilvatia López, Norman Cordero y Lalo Márquez, organizados por Jorge Armando Romo Bonilla, y Daniel Galarza Santiago y Martín Fragoso como miembros invitados.

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Las calaveras de cristal

Las calaveras de cristal

Las calaveras de cristal están cortadas con la forma de una calavera humana, varían en forma, tamaño y tipo de cristal. Algunas son auténticas, talladas por los mayas y otras culturas, mientras que la mayoría que podemos contemplar en la actualidad, fueron talladas recientemente.

La más conocida de estas calaveras de cristal, así como la más misteriosa es el “Cráneo del Destino” o “Calavera del Destino” (Skull of Doom),  supuestamente descubierta por Anne Mitchell-Hedges. Tiene características muy similares a la de una verdadera calavera humana, como dientes y una mandíbula con movimiento.

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Los creyentes en New Age afirman que “hasta ahora no se ha logrado determinar la forma en que fue tallada, ya que se trata de un trabajo imposible de realizar por los más talentosos escultores de su época.” Añaden además que fue “tallada sobre una única pieza de roca de cuarzo, se especula que se se tardaría entre 150 y 300 años en ser terminada.

El investigador paranormal Joe Nickell descubrió que Anna Mitchell-Hedges compró la Calavera del Destino (Skull of Doom) por £400 libras en Sotheby’s en 1943.

De acuerdo a varias fuentes, la calavera de Mithell-Hedges se asemeja superficialmente a las calaveras de piedra hechas por los Aztecas, sin embargo, las de los Aztecas son estilizadas mientras que la de Mitchell-Hedges es más realista con todo y la quijada abatible.

La edad de dicha calavera fue inventada por Mitchell-Hughes junto con mucha otra información que circula alrededor de ella. De hecho, varias personas que participaron en la expedición Lubannatun en la que Anna Mitchell-Hughes de entonces unos 17 años de edad acompañó a su padre adoptivo en 1924 ó 1927 y donde supuestamente encontró la calavera, así como Sidney Burney quien poseía la calavera, afirman que Mitchell-Hedges no encontró la calavera, y que ella jamás la mencionó sino hasta que la compró en Sotheby’s en 1943.

Desde entonces Anna ha continuado el fraude atribuyéndole a la calavera cada vez más propiedades misteriosas. Y también desde entonces misteriosamente han aparecido otras 13 calaveras, algunas con supuestas propiedades paranormales.

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Sin embargo, un estudio de realizado por el Museo Británico en 1996 indica que lo único mágico que poseen estas calaveras es continuar con el secreto de su origen fraudulento. El estudio concluyó que las calaveras fueron hechas en Alemania en los últimos 150 años.

De igual forma, en 1992 el Smithsonian recibió una de las calaveras de cristal de una fuente anónima que dijo que era una reliquia Azteca que había sido adquirida en la Ciudad de México en 1960. Después de analizarla, el Smithsonian concluyó que varias de estas calaveras se originaron con Eugene Boban, un personaje francés que vendía antigüedades en la Ciudad de México entre 1860 y 1880 y que aparentemente había adquirido las calaveras de una fuente en Alemania.

Jane Mac Laren Walsh del Smithsonian concluyó que varias de las calaveras de cristal que existen actualmente en los museos fueron fabricadas entre 1867 y 1886.

Es posible encontrar y comprar calaveras de este tipo directamente desde la tienda en línea del fabricante en Brasil, o bien, desde un distribuidor.

¿Sabes qué es la Homeopatía?

¿Sabes qué es la Homeopatía?

Vamos a dejarlo bien claro:

La Homeopatía no es ciencia. Tampoco es medicina. Es magia. Es fraude.

De hecho está totalmente basada en el concepto de la “magia simpática” (ref 1) que viene desde las creencias de los chamanes cromañones de hace 10-40 mil años que suponían que lo similar afectaba lo similar, por ejemplo: los muñecos de vudú que supuestamente transmiten daño al representado, o el anillo de Saurón de la novela El Señor de los Anillos, que si era destruido de alguna manera afectaría al mismo Saurón.

Pero antes que nada: ¿qué afirma la homeopatía?

Los proponentes de la homeopatía afirman que las enfermedades pueden ser tratadas con diluciones extremas preparadas, por medio de rituales específicos, de una sustancia que produce síntomas similares a la enfermedad. Los remedios homeopáticos usualmente no contienen ni un solo átomo o molécula de dicha sustancia.

Ahora un poco de historia

El término “alopatía” fue acuñado hace 2 siglos por el inventor de la homeopatía, el alemán Samuel Hahnemann, y lo usó para describir todo aquello que no fuera homeopatía, pero principalmente para las técnicas médicas de su tiempo, cuando que se creía erróneamente en la teoría humoral (ref 2). Desde Hipócrates y los antiguos filósofos se había adoptado la creencia de que el cuerpo humano era recorrido por 4 humores: la sangre, la bilis amarilla, la bilis negra, y la flema, y que cada uno de esos cuatro humores estaba relacionado con el temperamento de las personas, con su estado de salud, con los que entonces creían que eran los 4 elementos que componían toda la materia: el aire, el fuego, la tierra, y el agua respectivamente, así como otras correlaciones, incluyendo varios órganos importantes del cuerpo.

El término alopatía inventado por Hahnemann lo tomó de dos raíces griegas: alos = otros, distinto, y pathos = sufrimiento, padecimiento, y lo aplicó para los tratamientos médicos de aquel entonces que utilizaban procedimientos distintos o contrarios a los síntomas percibidos para aliviar los padecimientos. Usó el término alopatía para diferenciar dichos tratamientos de su homeopatía, término que también compuso de dos raíces griegas, homoios = similar y pathos = sufrimiento, ya que sus tratamientos se basaban en el uso de terapias que causaban efectos similares en personas sanas, para aliviar padecimientos que causaban los mismos síntomas correspondientes en personas enfermas.

Las técnicas usadas por los antiguos “alópatas” correspondían a las creencias antipáticas o enantiopáticas que trataban de aliviar los padecimientos con lo contrario. Por ejemplo, en una persona con fiebre, los síntomas eran “templado y húmedo”, y estas “cualidades” correspondían a la sangre, que era uno de los cuatro humores. Entonces los médicos y chamanes del pasado consideraban que había un exceso de sangre en el cuerpo que estaba ocasionando la fiebre, y entonces procedían a hacer una sangría que consistía en cortar una vena para dejar salir un poco de ese supuesto exceso de sangre. Como anexo cultural, les comento que en aquellos tiempos los barberos solían también llevar a cabo estos procedimientos, ya que estaban equipados con navajas y vendajes. Las vendas teñidas de color rojo sangre las lavaban y las ponían a secar enrollándolas en las columnas afuera de sus negocios. De ahí viene el clásico cilindro blanco con rojo de las barberías actuales.

Hahnemann, al igual que los médicos de su tiempo, creía que estos procedimientos sí eran efectivos pero solo temporalmente y que además “dañaban el espíritu” de las personas. Hahnemann, como la mayoría de sus contemporáneos, era vitalista. El vitalismo es la doctrina metafísica de que existe una fuerza, energía o impulso vital no físico que permea toda la vida. Ejemplos de esta creencia es el chi o qi chino, el ki japonés, el prana hindú, etc. En este pensamiento mágico se basa no sólo la homeopatía, sino la gran mayoría de las llamadas terapias alternativas, como la acupuntura, el reiki, la ayurveda, y muchos más.

La medicina actual no tiene nada en absoluto que ver con la descripción de alopatía, y el término es usado solamente por aquellos que están desinformados.

Los ingredientes en la Homeopatía

homeopatiaMucha gente cree que la homeopatía contiene sólo plantas naturales, y si bien esa es una pequeña parte del gran arsenal homeopático, la realidad es que Hahnemann y sus ayudantes probaron (comieron, chuparon, bebieron, masticaron) toda clase de sustancias que se encontraban, desde cortezas de árboles, flores y minerales y el grupo de los sarcodes que incluye estructuras biológicas sanas como colesterol, bilirrubina, urea, ácido úrico y órganos de porcinos, bovinos y humanos sanos, hasta componentes naturalmente tóxicos como la belladona, opio, arsénico, venenos, materiales radiactivos, sustancias desagradables como los que los laboratorios de hoy en día comercializan usando leche y sangre de conejo, excremento de perro (ref 29), y grupos de sustancias como los nosodes que están hechos de productos de enfermedades humanas como el medorrhinum, que es la descarga o pus de la uretra de hombres con gonorrea (ref 3), moco, sangre, heces y partes de piel, así como otro grupo de ingredientes muy curioso llamado imponderables en los que se encuentran cosas tales como la electricidad, tormentas de rayos, rayos-x, y luz de Sol. Incluso hay un producto de los laboratorios Helios en el Reino Unido llamado Berlin Wall y cuyo ingrediente principal es, precisamente, fragmentos del Muro de Berlín, y se usa para aquellos que se sienten oprimidos o que se encuentran teniendo que mediar entre dos partes conflictivas. Este producto no fue “probado” usando el método clásico de Hahnemann, sino que al igual que muchos otros en la farmacopea homeopática, se probó mediante “probación meditativa” que se lleva a cabo por indistintos grupos de homeópatas que se reúnen a veces hasta por años, en los que cada miembro del grupo toma un remedio en particular y entonces procede a meditar sobre sus efectos por un periodo de entre 3 y 5 horas y luego se escribe en un diario homeopático la descripción al mismo modo característico de la homeopatía clásica (ref 31), es decir, qué estado de ánimo tenía, cómo se sintió, qué sintió, qué estaba haciendo cuando sintió, etc.. La probación de el Berlin Wall puede leerse en el diario Prometheus Unbound (The Guild of Homeopaths Journal) Spring 1995, Vol1, No 2.

La probación

A la práctica de probar cada sustancia Hahnemann la llamó “probación”. Tanto él como sus ayudantes iban anotando en un libro que llamó Materia Médica, los efectos que cada una de estas sustancias provocaba en ellos estando sanos, incluyendo su estado mental, social y emocional, entre otros, y consideró que dicho efecto curaría los padecimientos cuyo síntoma principal fuera similar.

Por ejemplo, después de probar (comer) medorrhinum (pus de hombre gonorréico), Hahnemann y sus ayudantes escribieron en Materia Médica todo lo que creyeron relevante y relacionado con el consumo, sin importar que las condiciones psicológicas y sociales de cada uno de ellos no estuviera de ninguna manera relacionadas con la ingesta de la medhorrhinum. De esta forma, entre todos los que probaron esta sustancia reunieron una lista en la que se describieron a sí mismos como con una memoria débil, melancólicos, alguno con pensamientos suicidas, algún otro con miedo a la oscuridad y la sensación de sentir alguien detrás, algunos nerviosos, inquietos, otros con miedo a volverse locos, sensibilidad, exaltación, dificultad para concentrarse, desesperanza de sanar, con mucha prisa, sensación de que el tiempo pasa lento, pérdida del hilo de la conversación, no poder hablar sin llorar, caspa, comezón en el cuero cabelludo, cabello seco, dolor en los ojos, párpados irritados, mucha sed, antojos de licor, sal, dulces, bebidas tibias, intensa comezón en el ano, supuración de humedad fétida, la posibilidad de poder dejar salir el excremento sólo si se recarga uno muy hasta atrás, cólico menstrual intenso, olor a pescado, uretritis, impotencia, prurito intenso en las mujeres, dolor en los ovarios, peor del lado izquierdo o de ovario a ovario, senos fríos, doloridos y sensibles, emisiones nocturnas en los hombres seguidos por una gran debilidad, mucha opresión al respirar, tos seca incesante durante la noche, asma, laringe irritada, sueños de estar bebiendo, posicionarse con las rodillas en el pecho al dormir, querer que le estén echando aire todo el tiempo, y una larga lista más.

En Materia Médica cada remedio homeopático contiene una larga lista similar de lo que en su momento sintió Hahnemann y cada uno de quienes hicieron las probaciones y que hasta el día de hoy es usada por los homeópatas, junto con otras recopilaciones más recientes, para encontrar el supuesto tratamiento que cubre lo que el paciente le describe de su vida al homeópata, para de esta manera “personalizar” supuestamente el tratamiento, basándose en lo que hace dos siglos alguien quizá con problemas psicológicos describió mientras probaba, por ejemplo, un grano de café verde.

El primer índice sintomático recopilado fue Materia Médica, por Hahnemann, pero poco después uno de sus estudiantes, Clemens von Bönninghausen, creó otro repertorio llamado El Libro Terapéutico de Bolsillo (ref 39). Otro repertorio publicado primero en alemán en 1835 por Georg Jahr y luego traducido al inglés tres años después por Constantine Hering, fue Symptomenkodex.

Hahnemann describe claramente en su obra el Organon de la Medicina cómo llevar a cabo las probaciones, y al leerlo podemos apreciar las condiciones y presión que se exigía a los probadores de encontrar alguna sensación. Si al principio no detectaban nada, se seguía aumentando la dosis durante días hasta encontrar algo que anotar. Si durante días sometemos a una persona “delicada, irritable y sensible” a la presión de encontrar algo a algún medicamento, efectivamente la persona logrará encontrar algo, aunque realmente no esté relacionado con lo que está tomando:

“Al experimentar los medicamentos para averiguar sus efectos en el organismo sano, debemos retener en la mente que las sustancias fuertes, llamadas heroicas, son capaces aún en pequeñas dosis de producir cambios en la salud hasta de las personas robustas. Los de poder más suave deben darse, en estos experimentos, en cantidad más considerable; y con el fin de observar la acción de los más débiles, los sujetos en experimentación deben ser personas exentas de toda enfermedad y que sean delicadas, irritables y sensibles […] La persona que experimenta deberá ser fidedigna en extremo y concienzuda, y durante todo el tiempo del experimento evitar todo esfuerzo exagerado mental y físico, toda clase de disipación y pasiones perturbadoras. No deberá tener negocios urgentes que le distraigan la atención; deberá entregarse a una observación cuidadosa de sí misma y nos ser molestada durante ella; deberá estar en buena salud y poseer una dosis suficiente de inteligencia para ser capaz de expresar y describir sus sensaciones en términos exactos. Los medicamentos deben experimentarse tanto en los hombres como en las mujeres, para que revelen también las alteraciones de la salud que producen en la esfera sexual […] el mejor modo de investigar el poder medicinal aún de las sustancias estimadas débiles, y el plan adoptado es dar al experimentador, con el estómago vacío, de cuatro a seis glóbulos muy pequeños diariamente a la trigésima potencia, humedecida en un poco de agua o disuelta en más o menos cantidad de agua y completamente incorporada o dejarle que continúe este método por varios días. Si los efectos que resultan de semejantes dosis son ligeros, puede tomar algunos glóbulos más diariamente hasta que se sean más claros y más fuertes, y más notable la alteración de la salud. No todas las personas son afectadas por un medicamento en un grado de intensidad igual: al contrario, existe una variedad inmensa al respecto, de modo que un individuo aparentemente débil, apenas pueda ser afectado por una dosis moderada de medicamento conocido como muy activo, mientras que otros medicamentos mucho más débiles obran en él con bastante energía. Por otra parte, hay personas muy robustas que manifiestan síntomas morbosos muy importantes debido a medicamentos aparentemente suaves y sólo manifiestan síntomas más ligeros por drogas fuertes. Ahora bien, como esto no puede saberse de antemano, es prudente comenzar en cada caso con una pequeña dosis de la droga, y donde fuese conveniente y necesario aumentar de día en día la dosis, cada vez más […] A menudo basta una dosis muy moderada para el experimento, con tal de que el experimentador esté dotado de una sensibilidad suficientemente delicada y esté muy atento a sus sensaciones.”

Entre homeópatas te veas

remedio-de-papelEntre los mismos homeópatas hay varias discordancias. Por ejemplo, la “homeopatía clásica” usualmente lleva exámenes detallados de la historia de los pacientes y dosis poco frecuentes de un solo remedio mientras la mejoría de los síntomas del paciente se monitorean constantemente. Por otro lado, la “homeopatía clínica” usa combinaciones de remedios para tratar los varios síntomas de un padecimiento.

Hay homeópatas que usan “remedios de papel”, donde la sustancia y la dilución son escritas en pedazos de papel y luego colocadas en el bolsillo del paciente o aseguradas a su ropa con un alfiler, o incluso puestas debajo de vasos con agua que luego el paciente bebe, en los tres casos supuestamente adquiriendo las “energías” de la sustancia activa (ref 40). Así como hay personas que juran sobre la efectividad de la homeopatía tradicional, también hay personas que juran sobre la misma efectividad de la homeopatía de papel. Pero ambas son consideradas igualmente absurdas.

Basándose en esta larga lista de supuestos síntomas no relacionados listados en Materia Médica y en los diversos repertorios de síntomas recopilados desde entonces es como los homeópatas durante siglos y a la fecha recetan los remedios a sus pacientes. Incluso los pacientes mismos pueden recetarse a sí mismos utilizando herramientas en línea (ref 32) tan solo con ir seleccionando los síntomas y condiciones que están experimentando.

La magia simpática

“Similia similibus curantur”, o lo similar cura lo similar, es el motto de la homeopatía y es su primer principio, la Ley de Similares que escribió en su obra El Organon del Arte de la Sanación.

La Ley de Similares está basada en el concepto de la Magia Simpática, también conocida como magia imitativa. Magia, en este caso, se refiere a la magia o hechicería practicada en muchas culturas desde tiempos antiguos. El principio de similitud, también conocido como “asociación de ideas”, ha sido por mucho tiempo parte esencial de la magia y es la creencia que si un cierto resultado sigue cierta acción, entonces esa acción debe ser responsable por el resultado. Entonces, si uno realizara esta acción nuevamente, debemos esperar obtener el mismo resultado.

Por ejemplo, después de que el gallo canta, sale el Sol. Siguiendo las creencias de la magia simpática, el gallo causa que el Sol salga. Entonces, si de alguna manera pudiéramos controlar que el gallo cantara, entonces también podríamos controlar el momento en que el Sol saldría.
Otro ejemplo es el muñeco de vudó, el cual teniendo una semejanza con la víctima, es posible transmitir un daño a distancia a la persona si se daña al muñeco.

Esta correspondencia basada en la idea de que uno puede influir algo basado en su relación o semejanza a otra cosa. Muchas creencias populares con respecto a las propiedades de las plantas, frutas y vegetales son sostenidas por diversos sistemas de sanación, incluyendo la homeopatía, y ven a por ejemplo a la nuez como fortalecedor del cerebro por su semejanza física a este órgano, el jugo rojo de betabel es benéfico para la sangre debido a su color, las raíces de formas fálicas curan la impotencia, etc.

La Ley de Similares de la homeopatía se basa entonces en la creencia de que los efectos que causan ciertas sustancias, al ser usadas en personas enfermas, estas sustancias van a aliviar padecimiento que causan síntomas similares a los efectos de la sustancia.

Magia.

La ilusión de la dilución

homeopata-laoDebido a que muchas de estas sustancias son tóxicas, por seguridad Hahnemann y sus ayudantes experimentaron diluyendo la cantidad que ingerían. Sin embargo, aún cuando reducían cada vez más las cantidades, creyeron notar no solo el mismo efecto que si comieran la dosis completa de la sustancia, sino supuestamente un efecto más rápido y profundo (ref 42).

Este fenómeno, que ya no sucede cuando se manejan análisis rigurosamente científicos con técnicas doble-ciegas (que nadie involucrado sepa qué está probando), plagó la experimentación de Hahnemann y sus ayudantes porque de antemano sabían qué efectos iban a sentir y los esperaban al grado de creer sentirlo. Esto es conocido como el efecto placebo, que es causado por el condicionamiento clásico o Pavloviano, que es una forma de aprendizaje y expectación basada en la experiencia de asociación entre estímulo y respuesta (ref 4).

Hahnemann entonces dió con su segundo principio: la Ley de Infinitesimales, que dice que entre más se diluye un ingrediente activo, mayor será su efectividad.

Sin embargo, si el supuesto efecto observado no desaparece cuando la concentración se reduce a cero, es obvio que el efecto no tiene nada que ver con la sustancia que se está diluyendo.

Un tercer principio en el cual está basada la homeopatía, es la sucusión o dinamización, que no es otra cosa más que agitar vigorosamente 100 veces la dilución, supuestamente causando que la hipotética energía de la sustancia sea soltada por esta y “memorizada” por el agua.

Haneman escribió:

“La dinamización libera la calidad y virtualidad de una sustancia medicinal, liberando estas de la cantidad”
Organon de l’art de guérir.

Pero mejor hagamos homeopatía

Para ilustrar cómo funcionan estas creencias, voy a poner como ejemplo la cafeína. Uno de los efectos secundarios de la cafeína es que provoca dificultad para dormir (ref 5). En la homeopatía, el ingrediente Coffea (Coffea Cruda y Coffea Rosta o café verde y café tostado) supuestamente cura lo similar, es decir, cura el insomnio causado por no poderse desconectar, por ansiedad, por emoción, por alegría, por “exceso de café” (ref 6), etc. Por ejemplo, los laboratorios de homeopatía Boiron USA, uno de los fabricantes más grandes del mundo, comercializan la coffea cruda para curar el insomnio con hiperactividad mental (ref 7).

Hahnemann escribió que él, cuando ingería infusiones hecha con bayas tostadas del cafeto, sentía vértigo, empeorando cuando se ponía a pensar, mejorando si cambiaba de posición, todo le parecía dar vueltas en círculos en la cabeza en un sentido y en otro, con ruidos y posiblemente con dolor en los oídos. A veces soñaba con la muerte o con amigos muertos, pero lo veía con total indiferencia. En la noche le daba calor excesivo y se destapaba, sudaba frío y pegajoso, sobre todo en las palmas de las manos. Tenía una expresión facial de gran ansiedad, palpitaciones, taquicardia, etc. Todo esto lo escribió en su obra (ref 8) y hoy en día los padecimientos que causan cualquiera de lo que experimentó Hahnemann o alguno de sus ayudantes, son tratados por los homeópatas con las recomendaciones de Hahnemann, es decir, con una dilución que contiene como ingrediente activo la sustancia que les ocasionó precisamente esos síntomas (o que creyeron que se los ocasionó) hace dos siglos.

Volviendo al ejemplo del café, de acuerdo a los preceptos de la homeopatía, se ha de diluir la sustancia activa a cantidades infinitesimales, al grado de que en el compuesto final no quede ni una sola molécula de, en este ejemplo, café.

La “dilusión” homeopática

El procedimiento es el siguiente: Se toma una parte de café y se pulveriza. Luego se mezcla 1 parte de café con 99 partes de lactosa, y se pulveriza por una hora. A la dilución de 1:99 los homeópatas le llaman 1C. Este es el típico método Korsakov (más sobre esto más adelante), en el que se diluye de vez por vez de 1:100. El método tradicional es de 1:1. La homeopatía usa 3 sufijos para sus diluciones: X para las diluciones en escala decimal (1X = 10:1) o que 1 parte de ingrediente activo se ha diluido en 10 partes de diluyente. A la escala X también se le llama escala D, de Decimal, de modo que 1X = 1D. La escala C es para la diluciones centecimales (1C = 100:1), y M para las diluciones milesimales o escala LM (también conocidas como potencias quincuagintamilesimales o Q (1M ó 1Q = 1000:1).

A las diluciones se les llama “potencias” y son clasificadas como bajas, medianas y altas. Una potencia baja incluye todo desde Q hasta 12C, una potencia mediana incluye desde 12C hasta 200C y una potencia alta va desde 200C hasta DM, MM, y DMM

Si se desea hacer el preparado más meticulosamente, se toma entonces 1 parte de café por 1 parte de lactosa y a la mezcla resultante de 1:1 se le llama 1X. Cuando se hace este proceso 100 veces, obtendremos también con una dilución de 1C. Si desde este punto continuamos 100 veces más, resultará una dilución de 2C. De la misma manera, si tomamos una parte de la mezcla de 1C del principio, y la trituramos por 1 hora junto con 99 partes de lactosa, también obtendremos una potencia de 2C. Tomemos nuevamente 1 parte de la mezcla anterior y mezclémosla triturándola nuevamente 100 veces más de 1:1 ó 1 vez más de 99:1 y obtendremos una potencia 3C.

Y ahora viene la magia

Vamos a tomar 1 parte de esa mezcla de 3C y la vamos a diluir en 99 partes de algún diluyente, digamos que alcohol etílico o alcohol y agua como “preservador”. Agitamos violentamente la dilución 100 veces en el lapso de un minuto (ref 9) y luego golpeamos 40 veces el tubo de ensayo que la contiene contra una almohadilla de piel o el forro de piel de la Biblia de Hahnemann (ref 10) para que el ingrediente activo “suelte su energía” (recordemos la creencia en el vitalismo y animismo de los tiempos Hahnemann que mencioné arriba).

Este paso de golpear el contenedor de la solución sobre un objeto duro elástico es esencial (ref 11) y se sigue utilizando actualmente tanto de manera manual (ref 12) como de manera automatizada (ref 13).

Al proceso de agitar violentamente la mezcla (o pulverizarla en un mortero entre diluciones) a razón de 100 por minuto, Hahnemann le llamó “Sucusión”, y a la supuesta liberación de la “energía espiritual” de la materia prima, le llamó “Dinamización”. Existen aparatos llamados “Dinamizadores” que automatizan la “sucusión” (ref 14).

El número de Avogadro

semen-homeopaticoUn físico y químico italiano contemporáneo de Hahnemann, Amedeo Avogadro, descubrió que las leyes de química dictan un límite de dilución que puede realizarse sin perder la sustancia original. Este límite, que se conoce como el Número de Avogadro, es de 6.023 a la 10e-23 y corresponde a las potencias 12C ó 24X (102e-4:1 ó 1 parte de ingrediente activo en 10e-24 partes de diluyente) (ref 15). Debido a este “pequeño contratiempo”, Hahnemann explicó que el proceso de “sucusión” hacía que el ingrediente activo dejara una “esencia espiritual” que cura la enfermedad reviviendo la “fuerza vital” del cuerpo (ref 16).

Hasta este punto en el proceso hemos obtenido una mezcla diluida a 4C, o lo que es lo mismo, de 400:1 que es 1 parte del ingrediente activo en 400 partes de diluyente. Si tomamos nuevamente 1 parte de dicha mezcla y realizamos el proceso 100 veces más a un radio de 1:1 obtendremos una potencia de 5C.

El remedio homeopático Coffea Cruda de los laboratorios Boiron tiene una dilución de 30C (ref 17), por lo que necesitaríamos continuar este mismo proceso de dilución 250 veces más. Este remedio homeopático de Boiron, con una dilución clásica de la homeopatía de 30C, supuestamente tiene 1 parte de café verde diluido en 1,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000
partes de diluyente (¡son 60 ceros!) o más o menos una molécula de café en un contenedor de un tamaño 30,000,000,000 veces mayor a la Tierra lleno de diluyente.

Esta locura que creen los usuarios de la homeopatía es como creer que poner una gota de tinta roja en tal contenedor, dispersándola uniformemente, va a pintar mucho mejor que la pintura sin diluir.

Las dilusiones korsakovianas

En 1829, Simon Nicolaievitch von Korsakov, canciller del estado bajo Nicolas I, se ingenió la idea de usar un método de un solo frasco como modo de preparación. No era médico, pero le preparaba los remedios homeopáticos al Tsar. Desarrolló este método para poder reducir el número de frascos que tenía que traer al país.

“Durante una serie de ensayos conducidos para definir el grado de dilución donde la acción cesa en el organismo humano, rápidamente me di cuenta que para hacer diluciones en centesimales, era necesario tener a la disposición de uno una enorme cantidad de frascos y corchos. Por esto, yo quise encontrar un procedimiento más fácil y económico para este fin, y llegué a la idea de usar el mismo vaso varias veces. Después de vaciar los contenidos del vaso (el primero a una dilución de 99 a 1) para que solo una gota quedara en el frasco. Se agrega nuevo líquido al vaso (99 gotas), y esto es repetido hasta que se alcance el grado de dilución deseado. La experiencia muestra que un vaso que ha contenido medicina en solución, aún cuando sea enjuagado, retiene suficiente sustancia en los lados del vaso para impartir completamente las propiedades medicinales a la siguiente dilución.”
– APB (association pharmaceutique belge), compendium d’homéopathie, 1983.

Habiendo consultado a Hahnemann sobre este método, y una vez que el “maestro” dio su aprobación, Korsakov lo desarrolló.

Las diluciones obtenidas de esta forma son llamadas diluciones korsakovianas, ó K (refs 18 y 42).

El sorprendente oscillococcinum

oscilloLos laboratorios Boiron tienen una preparación homeopática muy vendida para los síntomas similares al resfriado común. Su nombre es Oscillococcinum y contiene extracto de hígado y corazón congelados de Anas barbariae (un pato salvaje) diluido a una potencia de 200CK, medida centesimal del método Korsakov.

Los homeópatas venden este producto a quienes presentan síntomas de influenza, gripe, resfriado, y H1N1.

La dilución del oscillococcinum es tan extrema (1 x 10e-400, un 1 seguido por 400 ceros) que, matemáticamente, para poder tener una oportunidad razonable de obtener al menos una molécula del extracto original, el paciente tendría que consumir una cantidad del remedio más o menos equivalente a 10e321 (un 1 seguido por 321 ceros) del número de átomos en el universo observable (que se calcula es de entre 10e78 y 10e82).

De hecho, cuando se le preguntó a la portavoz del Boiron, Gina Casey, si un producto hecho de corazón e hígado de pato era seguro, ella contestó: “Claro que es seguro. No contiene nada.” (ref 19)

La homeopatía funciona como las vacunas ¿o no?

Muy pocas personas que hacen esta afirmaciones saben realmente lo que están diciendo. Suelen ser los usuarios de la homeopatía quienes hacen esta afirmación, sin embargo, esta idea solo aplica para ciertos grupos de sustancias utilizadas en la homeopatía: los nosodes.

La comparación que se hace de los nosodes con la homeopatía es la de que al poner directamente un agente infeccioso o indirectamente con un tejido o supuración de un enfermo en una solución, es posible “inmunizar” a una persona contra dicho agente infeccioso.

Sin embargo, ni las bacterias ni los virus son moléculas, y las llamadas “estructuras cristalinas” del agua que los homeópatas proponen están a una escala mucho menor, órdenes de magnitud menor. No hay forma posible que, por ejemplo, la bacteria del ántrax pueda interactuar con las diminutas moléculas de agua y que quede grabada en esa supuesta memoria.

¿Por qué parece la homeopatía parece funcionar?

Después de miles de millones de años de evolución, los organismos vivos actuales, incluyendo al Ser Humano, han encontrado diversas formas para poder sobrevivir y reproducirse. Nuestro cuerpo es una maravilla natural: nuestro sistema inmunológico está siempre creando anticuerpos para luchar contra los invasores foráneos. En todo momento estamos regenerando y renovando nuestras células, y es posible que nuestro cuerpo se recupere por sí solo del 90% de las enfermedades, de las cuales, muchas son cíclicas y vienen y van por temporadas. Las alergias vienen y van, los resfriados se curan solos después de una o dos semanas, la varicela se comienza a curar a partir de la primera semana, etc. Muchas veces nos recetan medicamentos tan sólo para disminuir nuestros malestares, ya que probablemente nuestro cuerpo se curará efectivamente de la enfermedad.

Además de tener la capacidad para sanarse a sí mismo, nuestro cuerpo puede reaccionar mejor si la persona se siente con más confianza y con un buen humor. Hubo un tiempo en el que se les daba pastillas de azúcar o lactosa con alcohol a las personas sin ningún medicamento tan sólo para mantener a los pacientes contentos creyendo que estaban recibiendo medicamento. Se comenzó a notar que estos pacientes afirmaban que se sentían mejor y algunos incluso parecía que se aliviaban más rápido. Hoy esta técnica se usa como control de efecto placebo en los experimentos clínicos. Y es el mismo efecto que causa en muchos casos la homeopatía.

Quienes han usado alguna vez alguna terapia alternativa, incluyendo por supuesto la homeopatía, probablemente han sentido funcionar el efecto placebo y erróneamente le atribuyen una y otra vez su aparente mejoría a la terapia que están utilizando sin darse cuenta que es su propio organismo el que está curándose a sí mismo y que la terapia sólo está teniendo un efecto sicológico en ellos.

Falacias lógicas

Tanto los médicos homeópatas, los vendedores de homeopatía, y los usuarios de homeopatía creen erróneamente que la homeopatía funciona debido a varios errores de razonamiento.

Hipótesis ad hoc

Una de estas falacias de razonamiento o de lógica es crear una hipótesis ficticia para tratar de explicar por qué parece funcionar la homeopatía si, en efecto, sus remedios no contienen ni una sola molécula de ingrediente activo. Los homeópatas cometen una falacia ad hoc (ref 20) cuando dicen que aunque el agua no tiene ya la sustancia activa, de alguna manera aún no descubierta por la ciencia, el agua puede “recordar” lo que estuvo en contacto con ella, sobre todo después de la dinamización homeopática en la que queda esa “esencia espiritual” del ingrediente activo que se utilizó.

Sesgo de confirmación

Usualmente las personas que creen en las terapias alternativas, tienen una esperanza y confianza en ellas y su opinión está sesgada, de modo que cuando utilizan su terapia, creyendo que esta va a funcionar, tienden a interpretar sesgadamente los resultados, recordando de manera selectiva lo que le pareció positivo, y obviando y olvidando lo que vaya en contra de sus creencias (ref 21). Por ejemplo, de acuerdo a algunas referencias, el Sicólgo Raymond S. Nickerson escribió en su libro de 1998 «Confirmation bias; a ubiquitous phenomenon in many guises», culpa al sesgo de confirmación de los tratamientos médicos ineficaces que se usaron durante siglos hasta la llegada de la medicina científica. Si se notaba mejoría en un paciente, los médicos consideraban el tratamiento como exitoso, en vez de buscar explicaciones alternativas, como que la enfermedad había agotado su curso natural. Esto sigue siendo verdadero aún hoy en día con las terapias alternativas, incluyendo a la homeopatía.

Refuerzo comunal

Sucede también que cuando una idea o concepto es afirmada repetidamente en una comunidad, sin importar si se ha presentado o no suficiente evidencia empírica para respaldarla, con el tiempo se convertirá en una fuerte creencia en la mente de las personas y puede llegar a ser considerada como un hecho real. Frecuentemente la idea puede ser reforzada todavía más por publicaciones en los medios masivos, libros, y otros medios de comunicación. La frase “millones de personas no pueden estar equivocadas” es un indicativo claro de la tendencia común de aceptar sin chistar una idea aceptada comunalmente. En el caso de la homeopatía, sus defensores afianzan más su fe al saber que muchas personas, incluso celebridades y famosos, la utilizan en muchos países del mundo.

Post hoc ergo propter hoc

Los creyentes en la homeopatía hacen una correlación falsa cuando asumen que sintieron mejoría después de tomar homeopatía o alguna otra terapia alternativa, sin detenerse a considerar que quizá la explicación más acertada es que su medicamento científico que estaban tomando al mismo tiempo finalmente terminó haciendo efecto o que su padecimiento está llegando al fin de su curso natural. La falacia post hoc ergo propter hoc describe la falsa creencia de que sólo porque una cosa sucede después de otra, la primera tiene relación directa con la segunda (ref 22).

Pensamiento selectivo

Parte del sesgo de confirmación, el pensamiento selectivo en el caso de la homeopatía hace que tanto el paciente como el doctor refuercen sus creencias seleccionando la evidencia favorable e ignorando lo que esté en contra o no coincida ni confirme sus expectativas.

Falacia regresiva

Cuando un usuario en homeopatía ha creído notar que después de dar homeopatía para tratar la alergia de su hijo, usualmente continúa usándola cada vez que nota que la alergia está peor, y después usualmente esta comienza a disminuir naturalmente. Si para entonces ya comenzó a utilizar su tratamiento homeopático, el usuario atribuirá la mejoría al remedio. Suele suceder que en las ocasiones que el remedio no funcione, el usuario no lo culpará por su ineficacia, sino creerá que no la comenzó a usar a tiempo, no la usó como debiera haberla usado, notará alguna pequeña mejoría perceptible algunos días, o dirá que la medicina científica hubiera funcionado menos efectivamente.

Racionalización y Autoengaño

Los usuarios de la homeopatía y otras terapias alternativas, automáticamente tratan de racionalizar la relevancia, significancia, o importancia de la evidencia opuesta y los argumentos lógicos, convenciéndose a sí mismos de sus creencias creándose una disonancia cognitiva utilizando excusas y explicaciones post hoc (ref 23). Si el proceso se hace conscientemente se conoce como racionalización, y si se hace inconscientemente, como autoengaño.

Validación subjetiva

Siendo parte tanto del autoengaño, la falacia regresiva, y el pensamiento selectivo, este sesgo cognitivo sucede al aceptar como correcta, en algunos casos ciegamente, una afirmación o una información que tenga cualquier significado personal. Una persona cuya opinión es afectada por la validación subjetiva percibirá dos eventos no relacionados como relacionados.

Pensamiento ilusorio

Muchos creyentes en las terapias alternativas interpretan hechos, reportes, eventos, percepciones, etc. de acuerdo a lo que les gustaría que fuera en vez de acuerdo a la evidencia real (ref 24).

¿Homeopatía en bebés y animales?

junge mama gibt ihrem baby globuliMuchas defensores de la homeopatía afirman que el efecto placebo no tiene nada que ver porque ésta funciona incluso en bebés y en veterinaria, es decir, homeopatía en animales. Por supuesto que, no siendo conscientes de que se les está dando medicina, sería imposible que mostrasen mejoría si no saben que están recibiendo tratamiento.

Lo que los seguidores de la homeopatía parecen ignorar, algunos quizá a propósito, es que el efecto placebo no sólo funciona en quien recibe el placebo, sino también en quien lo administra. Por ésta razón es que se crearon los experimentos doble-ciegos, en los que ni el paciente ni el administrador saben qué es lo que están experimentando, o sea, si son el grupo de control recibiendo placebo o el grupo de ensayo que recibirá el producto a probar.

En el caso de la homeopatía en los bebés, en los animales, e incluso en las plantas (ref 25), el efecto psicológico del placebo no opera en el paciente, sino en el papá/dueño/médico del paciente.

Quien aplica la homeopatía está esperando que el tratamiento funciona, y “notan” supuestas mejorías basándose en los errores de razonamiento arriba descritos. Entre más motivado esté la persona que aplica la terapia, mayor será el efecto placebo, sobre todo si su creencia personal está reforzada por haber invertido tiempo, dinero y credibilidad en ella.

También sucede que, a excepción de las plantas, el paciente puede tener una mejoría real derivada del comportamiento y el estado emocional del padre, dueño o médico, quien estará menos ansioso al creer que está aplicando una terapia que en su mente funciona. Los bebés y animales pueden percibir este cambio y ellos mismos se relajan y reducen el estrés que en muchos casos puede complicar los síntomas del padecimiento.

Así mismo, los animales pueden condicionarse a los rituales de terapia y mostrar mejoría derivada no de un medicamento inexistente, sino de la espectativa de alivio (ref 27)

Junto con el tratamiento homeopático, muchas veces el padre/dueño/médico proporciona cuidados y atenciones extras al bebé/animal/planta, como cambios de dieta, patrones de sueño, mayores descansos, etc. que pueden mejorar los síntomas y aliviar más rápidamente el padecimiento.

Similarmente, si el tratamiento homeopático se aplica en conjunto con medicina real, el padre/dueño/médico atribuirá el éxito de la curación a la terapia alternativa en vez de al tratamiento.

Todo esto sin olvidar los reportes condicionados del padre/dueño/médico que dará testimonio de lo que él cree que fue lo que funcionó, también basándose en los errores de percepción y racionalización arriba descritos.

La evidencia anecdótica

Los testimonios anecdóticos son en gran parte una de las razones por las cuales las personas siguen dando validez a la supuesta efectividad de los tratamientos alternativos. Suelen ser en extremo convincentes para muchas personas que creen fácilmente en lo sobrenatural, en lo paranormal, y lo pseudocientífico, aún cuando ofrecen poco o nulo valor para establecer su probabilidad.

Este tipo de evidencia es poco confiable porque las historias contadas son propensas a ser contaminadas por creencias, sesgos y experiencias posteriores, además de que suelen distorsionarse cuando se cuentan una y otra vez. Los eventos se exageran, los detalles se confunden y se pierden, y los tiempos y secuencias se desfasan.

Hay montones de testimonios anecdóticos con los que tratan de respaldar el supuesto funcionamiento de la homeopatía, y que se tomaron como hechos reales sin considerar otras posibles explicaciones:

  • Quizá el paciente nunca estuvo enfermo. Muchos hipocondriacos y personas que se preocupan de manera exagerada por su salud, sufren de padecimientos imaginarios (ref 27)
  • El padecimiento tenía un ciclo de vida natural y el paciente se iba a recuperar de cualquier manera.
  • El paciente, sintiéndose enfermo, se tomó algunos días de descanso del trabajo y dejó algunas otras actividades que lo ayudó a recuperarse.
  • El diagnóstico original estaba equivocado.
  • El padecimiento es cíclico o episódico, de manera que si el paciente comenzó a tomar la terapia homeopática cuando los síntomas estaban en su punto máximo y estos comenzaron a ceder naturalmente, el paciente lo atribuirá a la terapia.
  • Los homeópatas y otros terapeutas alternativos suelen animar a sus pacientes a hacer cambios en sus estilos de vida, tales como una mejor dieta tanto en su calidad como en sus horarios, hacer más ejercicio, descansar y dormir más, beber menos, y otras cosas obvias que casi todos sabemos pero que no hacemos hasta que alguien nos lo dice, y que pueden hacer la diferencia para una recuperación más rápida.
  • El paciente combina la terapia alternativa con medicina real y al final, cuando la medicina lo cura, le atribuye su mejoría a la terapia alternativa.
  • Usualmente las visitas al médico real son breves y el paciente va con la esperanza de recibir una terapia que alivie su padecimiento. Los médicos ven casos de enfermedades cíclicas, de temporada, y de fin natural prácticamente todos los días y saben que el paciente se curará solo. Sin embargo, también saben que lo que menos quieren sus pacientes es que les digan que se vaya a su casa y que eventualmente se le va a pasar, sino que esperan recibir un tratamiento. De modo que el médico suele recetar para los síntomas. En cambio, los homeópatas suelen consultar hasta por más de una hora preguntando sobre el estilo de vida y otras cosas personales del paciente para compararlo con lo que Hahnemann y sus ayudantes escribieron hace 2 siglos atrás, y así encontrar una coincidencia entre las terapias homeopáticas y afirmando que el tratamiento “está personalizado” para el paciente. Esto hace que el paciente tenga mucha mayor confianza y un mejor humor, y se condiciona a sentirse mejor, aún cuando esté tomando solo agua azucarada.
  • Existe también un efecto placebo condicionado que después de aprenderse se vuelve inconsciente. Los pacientes aprenden una respuesta de mejoría a los rituales de tratamiento. Hay varios estudios en los que se muestra cómo en experimentos con ratones a los que por un tiempo se les da un tratamiento, al cambiarse el tratamiento por placebo (agua salina), estos continúan teniendo alguna mejoría (ref 26)
  • Se ha hablado también de otro supuesto efecto placebo inconsciente llamado “fase de respuesta aguda” que se da después de una lesión y que hace que el mismo cuerpo inflame y sensibilice la parte afectada para inmovilizar la lesión y ponernos en alerta para cuidar no hacer más daño en la zona. Una vez que esta fase pasa, el dolor y la inflamación ya no son necesarios (ref 28).
  • Existe un efecto placebo consciente que es el más conocido y mencionado cuando la gente habla de “efecto placebo”: la creencia de que va uno a mejorar, y mejora. Este efecto es real y aún se sigue estudiando.
  • También está el efecto de inversión: las personas que han invertido confianza, tiempo y dinero en un tratamiento, suelen estar muy motivadas en que funcione, al grado de que llegan a convencerse a sí mismas que sí ha funcionado.
  • En muchas ocasiones, los homeópatas recomiendan a sus pacientes dejar su tratamiento médico actual, el cual puede estar causando desagradables efectos secundarios. Suele suceder que se atribuye entonces a la homeopatía una mejoría percibible precisamente de esos efectos secundarios ya que era el tratamiento médico el que lo estaba causando en primera instancia, sin embargo, la enfermedad no se ha curado y el paciente ha dejado de recibir la terapia que lidiaba con esta.

La memoria del agua

memoria-del-aguaDesde que el trabajo de Avogadro, las extremas diluciones en la homeopatía han sido un dolor de cabeza para sus defensores, al grado de que se han inventado todo tipo de supuestas soluciones ad hoc para tratar de explicar su supuesta eficacia, con tal de no aceptar los problemas de razonamiento arriba mencionados.

Una de las teorías más conocidas es la de la supuesta memoria del agua: como es imposible que a esas diluciones exista una molécula del ingrediente activo, entonces lo que debe suceder es que de alguna manera el agua “recuerda” la molécula que estuvo en ella y el efecto que el ingrediente causaba, continúa presente en el agua sola.

Los homeópatas modernos argumentan que durante el proceso de sucusión supuestamente imparte el recuerdo del ingrediente activo y solo el ingrediente activo, ya que ninguna de las impurezas contenidas tanto en el ingrediente como en el agua parecen ser “recordadas” por el vital líquido. Este recuerdo espiritual de la sustancia activa que alguna vez estuvo en contacto con esa agua es lo que supuestamente curaría al enfermo.

A pesar de que esta teoría va en contra de todo lo que actualmente es conocido por la Ciencia, se ha dado la oportunidad a los homeópatas de comprobarla. Una larga lista de publicaciones que a simple vista parecían demostrar esta supuesta memoria del agua, eventualmente han sido refutadas.

La Fundación Educativa James Randi ha emitido un reto a todas los fabricantes de homeopatía y a las farmacias que venden productos homeopáticos a demostrar que la homeopatía funciona y/o que el agua tiene memoria y ofrece un premio de $1 millón de dólares si lo logran (ref 33).

En 1988, el inmunólogo francés Jacques Benveniste publicó un controversial estudio en el prestigioso diario científico Nature describiendo la acción de diluciones extremadamente altas de el anticuerpo anti-IgE que activaron unas células blancas llamadas basófilos, que controlan la reacción del cuerpo a los alérgenos, para producir una respuesta inmune. Los biólogos estaban perplejos por los resultados de Benveniste ya que en la dilución no existía ni una sola molécula del anticuerpo, lo que aparentemente indicaba que el agua de alguna manera transmitía el efecto de estos a pesar de ya no estar presentes.

Como condición para publicar este estudio en Nature, su editor el físico John Maddox pidió a Benveniste que sus resultados fueran reproducidos por laboratorios independientes. El estudio fue publicado eventualmente llevando como autores adjuntos a cuatro laboratorios en Canadá, Italia, Israel y Francia (ref 35).

Después que el artículo fue publicado, se inició una investigación por un equipo que incluía a Maddox mismo, al escéptico James Randi y al experto en fraudes Walter Stewart, quienes con la cooperación del mismo equipo de Benveniste y aplicando estrictos controles para evitar fraudes, no fue posible reproducir los resultados publicados. Desde entonces otros equipos en varias partes del mundo también trataron de reproducir los supuestos efectos sin lograrlo. Sin embargo, el estudio publicado en Nature jamás fue retractado (ref 34).

No obstante no existe evidencia alguna de que el agua tenga memoria, los homeópatas se han enfocado en tratar de explicar cómo es que el agua pudiera tener memoria. Algunas de estas teorías incluyen la hipótesis del sílice, el oxígeno activo, la homeopatía cuántica (ref 36) muy criticada (ref 37) y “matemáticas homeopáticas” que consisten en buscar “comprobar” cómo es que funciona la memoria del agua (aún cuando aún no se ha comprobado que exista), mediante complejas y trucadas ecuaciones matemáticas que ya han sido refutadas (ref 38).

Más estudios sobre Homeopatía

Citando a la NCAHF, se han realizado estudios controlados que han incluido remedios homeopáticos y aunque los resultados no apoyan su uso, algunos ensayos bien diseñados han rendido algunos hallazgos positivos. Sin embargo, varios de estos estudios positivos han sido llevados a cabo precisamente por homeópatas, y sus reportes contienen retórica que refleja un sesgo lo suficientemente fuerte para socavar la confianza en su veracidad. Los mejores de estos estudios deben ser repetidos por investigadores objetivos con análisis independientes de las formulaciones homeopáticas empleadas para asegurarse que no han sido adulteradas con medicamentos activos (fuente).

En 1984, A.M. Scofield concluyó después de una revisión exhaustiva de la investigación experimental sobre homeopatía, que era obvio que, a pesar de tanto trabajo experimental y clínico, no hay suficiente evidencia que sugiera que la homeopatía es efectiva. Esto es debido a malos diseños, ejecuciones, reportes, análisis, y particularmente la falla en repetir los trabajos experimentales que lucen prometedores.

Un meta-análisis más reciente de 107 ensayos controlados sobre homeopatía que aparecieron en 96 reportes publicados también encontró que la evidencia es positiva pero no es suficiente para obtener conclusiones definitivas debido a que la mayoría de dichos análisis son de baja calidad metodológica y por el sesgo de publicación.

Otro análisis continuamente citado por los homeópatas es el de la combinación de resultados y meta-análisis de tres ensayos clínicos controlados y aleatorizados sobre homeopatía para niños con diarrea publicado en Marzo 22 de 2003 por J. Jacobs, W.B. Jonas, M. Jiménez Pérez y D. Crothers, que llegaron a la conclusión de que dichos estudios confirman que los tratamientos individualizados de homeopatía disminuyen la duración de diarrea aguda infantil y sugieren que sean utilizadas muestras más grandes en el futuro de la investigación homeopática para asegurar un poder estadístico más adecuado (ref 45). Sin embargo, los investigadores Altunç U, Pittler MH y Ernst E. revisaron estos tres ensayos junto con otros 323 y concluyeron que la evidencia de los ensayos clínicos rigurosos de cualquier tipo de terapéutica o intervención preventiva para probar la homeopatía para afecciones en niños y adolescentes no es suficientemente convincente para recomendaciones en cualquier condición (ref 46). Más aún, un estudio publicado el 12 de Octubre de 2006 por Jacobs J, Guthrie BL, Montes GA, Jacobs LE, Mickey-Colman N, Wilson AR, DiGiacomo R. sobre la combinación de remedios homeopáticos en el tratamiento de diarrea infantil aguda en Honduras, encontró que no había diferencia significativa en la posibilidad de resolución de los síntomas diarréicos entre los grupos de tratamiento y los grupos de placebo y que la terapia homeopática probada en este estudio no redujo significativa la duración o severidad de diarrea aguda en niños hondureños (ref 47).

Discutiendo sobre homeopatía

Pruébala por ti mismo

evidenciazAl discutir sobre homeopatía con alguno de sus defensores, inmediatamente te vas a ver confrontado con la demanda de que tú mismo hagas la prueba, es decir, que tomes algún remedio homeopático y sientas el efecto por ti mismo. Usualmente argumentarán que mientras no hayas hecho esto, no tendrás derecho a discutir sobre homeopatía. Sin embargo, uno de los puntos en contra de la homeopatía es precisamente que desde el punto de vista científico, la percepción subjetiva de un individuo no es evidencia válida. El que tomes un remedio homeopático y sientas o no sientas algún efecto, es básicamente irrelevante. Incluso, si de todas formas llegas a tomarlo y no sientes nada, y expones tu resultado, probablemente te acusarán de mentir.

Estudia homeopatía

Similarmente, algunos argumentarán que debes estudiar homeopatía para entenderla y poder discutir sobre ella. Sin embargo, desde el punto de vista del creyente, entender es creer, y si no crees, entonces te debe faltar entendimiento.

Hay estudios que avalan su funcionamiento

Como dije anteriormente, sí han habido diversos estudios científicos aparentemente bien diseñados que parecieran avalar la homeopatía. Desafortunadamente, por lo menos para los homeópatas, la falta de poder reproducir los resultados independientemente, los pobres métodos de control, los sesgos con los que se tratan las conclusiones, y muchos otros problemas más, no han permitido que de entre todos resulte suficiente evidencia para sostener a la homeopatía en cualquier modo. Y esto debería de sorprender a una persona racional, ya que 200 años tanto de homeopatía como de avances científico no ha sido suficiente tiempo para encontrar una comprobación válida, sino por el contrario, desde Avogadro a la fecha la Ciencia se ha alejado cada vez más de las teorías homeopáticas al grado de colocarlas en el reino de las pseudociencias.

Steven Novella nos dice que los estudios individuales no son la forma correcta para comprender la evidencia base para ninguna afirmación médica. Las diferencias en metodología, rigor, y fluctuaciones estadísticas asegurarán una dispersión aleatoria de resultados. Mientras tanto, el sesgo del investigador y el sesgo de publicación tienden a sesgar esa dispersión aleatoria hacia un extremo positivo. Por esta razón, si manipulas escogiendo a conveniencia los estudios en cualquier tema que haya sido ampliamente estudiado, podrás encontrar apoyo para cualquier posición que desees tomar. Sólo mediante la revisión sistemática de toda la evidencia en búsqueda en un patrón general, es como podrás ver lo que realmente está diciendo la ciencia (ref 43).

Los estudios clínicos de la homeopatía no son homeopatía

Algunos homeópatas suelen recurrir a desestimar los estudios científicos sobre la homeopatía, argumentando que la mayoría de ellos no son estudios apropiados y que sólo los tratamientos individualizados por un homeópata son homeopatía válida, y no el tratamiento estandarizado en la mayoría de los ensayos clínicos. Sin embargo, los resultados de la homeopatía individualizada son similares a los de la homeopatía estandarizada. Un análisis reciente concluyó que los resultados de los ensayos aleatorizados disponibles sugieren que la homeopatía individualizada tiene un efecto sobre el placebo. La evidencia, sin embargo, no es convincente debido a deficiencias e inconsistencias. Las investigaciones futuras deberían enfocarse en la reproducción de los estudios existentes que parecen prometedores. Los nuevos estudios aleatorizados deben ser precedidos por estudios piloto (ref 44).

La homeopatía no causa efectos secundarios

Esta es una afirmación parcialmente cierta: la homeopatía no causa efectos secundarios porque tampoco tiene efectos primarios más allá del efecto placebo.

Pero no es del todo correcta, ya que los pacientes que prefieren utilizar la homeopatía en vez de la medicina real, se están arriesgando a recibir un diagnóstico y un tratamiento efectivos, pudiendo empeorar así una condición seria.

Conclusión y Recomendaciones

No sólo no existe ninguna base científica que respalde la homeopatía, sino que además los preceptos centrales de la homeopatía están en contra de mucho de lo actualmente conocido en física, química, farmacología, patología, biología, etc.. Si la homeopatía es correcta, entonces mucho de lo que sabemos actualmente está equivocado.

Los remedios homeopáticos no requieren tener los mismos estándares de efectividad que la medicina real. No están aprobados legalmente como medicamentos, sino que se registran y se venden como suplementos alimenticios. Por esta razón encontrarás leyendas que dicen que su consumo es responsabilidad de quien lo toma y de quien lo recomienda (COFEPRIS sobre suplementos alimenticios).

Todos los homeópatas, tanto médicos como “especialistas” (ref 41) y vendedores, operan por debajo de los estándares de la medicina responsable. Si tu médico practica homeopatía, no deberías le deberías confiar tu salud ni la de tu familia.

A pesar de que hay carreras de homeopatía en varias universidades en el mundo y se ha incluido o tratado de incluir a la homeopatía tanto en los servicios de salud pública como en las aseguradoras privadas, esto ha sido por política, nexos, y favores, ya que la homeopatía es científicamente indefendible.

Las terapias alternativas son imanes para charlatanes y defraudadores, y la homeopatía no es la excepción. Poner tu salud en manos de alguien que ha abandonado la razón para dedicarse a la sanación con magia, no parece ser una idea muy inteligente. El cuidado de la salud irracional nunca está libre de peligros y es sumamente irresponsable crear una falsa confianza en los pacientes en una pseudomedicina.

Es difícil que un médico pueda tener confianza simultánea tanto en la homeopatía como en la medicina científica, y por esta razón los médicos que también practican la homeopatía suelen alejarse más de la ciencia para poder conciliar la disonancia cognitiva provocada por el choque entre la ciencia y la pseudociencia, al grado de tener que encontrar racionalizaciones que pueden incluso rayar en lo absurdo. No puede ser seguro colocar nuestra confianza y salud en un médico que cree en fuerzas vitales y el agua con memoria. Mucho menos si ni siquiera es médico.

Si has leído hasta aquí, quizá ahora veas de manera distinta estas mismas afirmaciones que hice en un inicio:

La Homeopatía no es ciencia. Tampoco es medicina. Es magia. Es fraude.

Referencias:

1) http://es.wikipedia.org/wiki/Magia_simp%C3%A1tica
2) http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_de_los_cuatro_humores
3) http://www.herbs2000.com/homeopathy/medorrhinum.htm
4) http://es.wikipedia.org/wiki/Condicionamiento_cl%C3%A1sico
5) http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/002445.htm
6) http://www.abchomeopathy.com/r.php/Coff/sleep
7) http://www.boironusa.com/products/coffea-cruda/
8) http://www.homeovet.cl/BRIONES/Tratado%20de%20Materia%20Medica.pdf
9) http://www.geosalud.com/medicinanatural/homeopatia.htm
10) http://www.naturalworldhealing.com/homeopathyenergytheory.htm
11) Aforismo 270 del Organon de Hahnemann: http://www.homeopathyhome.com/reference/organon/64.html
12) http://www.youtube.com/watch?v=vMK_wLYKpF0
13) Máquina potenciando en los laboratorios homeopáticos Helios del Reino Unido: http://www.helios.co.uk/technical.html
14) http://www.homeocangallo.com/prod-dinamiza.html
15) http://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%BAmero_de_Avogadro
16) http://healthy-ojas.com/systems/homeopathy-principles.html
17) http://www.amazon.com/Boiron-Homeopathic-Medicine-Coffea-Pellets/dp/B00014EK9C
18) http://www.boiron.es/nuestros-medicamentos/productos/1000275001301/oscillococcinum.1.html
19) http://www.usnews.com/usnews/biztech/articles/970217/archive_006221_2.htm
20) http://es.wikipedia.org/wiki/Ad_hoc
21) http://es.wikipedia.org/wiki/Sesgo_de_confirmaci%C3%B3n
22) http://es.wikipedia.org/wiki/Post_hoc_ergo_propter_hoc
23) http://es.wikipedia.org/wiki/Autoenga%C3%B1o
24) http://es.wikipedia.org/wiki/Pensamiento_ilusorio
25) http://www.abchomeopatia.com/homeopatia-para-plantas-agrohomeopatia/
26) http://thoreking.free.fr/zetetique/media/press/McMillan_ThePlaceboEffectInAnimals.pdf
27) http://news.bbc.co.uk/2/hi/health/7001436.stm
28) http://books.google.com.mx/books?id=GDUuMHQO6nMC&lpg=PA45&pg=PA44#v=onepage&q&f=false
29) http://www.helios.co.uk/download/20042011.pdf
30) https://www.helios.co.uk/cgi-bin/store.cgi?action=link&sku=LMBerl&uid=128
31) http://www.biolumanetics.net/cases/BerlinWall.htm
32) http://www.abchomeopathy.com/go.php
33) http://www.randi.org/site/index.php/jref-news/1208-feb5video.html
34) http://www.nature.com/news/2004/041004/full/news041004-19.html
35) http://adsabs.harvard.edu/abs/1988Natur.333..816D
36) http://www.karger.com/Article/Abstract/93662
37) http://scienceblogs.com/insolence/2006/06/30/your-friday-dose-of-woo-its-no/
38) http://scienceblogs.com/goodmath/2007/08/16/bad-homeopathic-differential-e/
39) http://www.worldcat.org/title/boenninghausens-characteristics-materia-medica-repertory-with-word-index/oclc/46785916
40) http://tschinka.wordpress.com/2013/02/15/beyond-homeopathic-paper-remedies/
41) http://training.boironusa.com/ct/basics/
42) http://www.homeodel.com/tout-savoir-sur-homeopathie-en.aspx#historique
43) http://theness.com/neurologicablog/index.php/debating-homeopathy-part-ii/
44) http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/9884175
45) http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/12634583
46) http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17285788
47) http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17034278

Aparece una Cara de Dolor en un testículo

Aparece una Cara de Dolor en un testículo

La que ha sido llamada la “Cara de Dolor” es una imagen que apareció en un ultrasonido testicular que se le practicó a un paciente en un hospital de Canadá, y que por supuesto, ya algunos creyentes dicen que es la cara de Cristo en sufrimiento.


El Dr. Greg Roberts y el Dr. Naji Touma de la Universidad de Queen en Ontario, Canadá, fueron los responsables de este curios hallazgo que les resultó tan cómico e impactante que decidieron enviar la imagen a un diario de Urología, que fue aceptada en Septiembre para la imagen de ese mes de un caso singular.

Bajo el título “La Cara del Dolor Testicular”, los autores escribieron: “Los residentes y el equipo nos sorprendimos de ver la silueta de la cara de un hombre viendo hacia arriba de la imagen, su boca abierta como si la cara vista en el ultrasonido también estuviera experimentando una epidemitis”.

Sin embargo, dijeron que después de una discusión sobre si sería una señal de alguna deidad, tal como Min, el dios Egipcio de la virilidad masculina, terminaron por concluir que fue una “ocurrencia meramente coincidental en vez de una proclamación divina”.

Este es otro ejemplo más de pareidolia.

Afortunadamente para el paciente, el tumor resultó ser divino… digo, benigno.

¿Existe realmente el alma?

¿Existe realmente el alma?

La pregunta sobre ¿qué es el alma? es indubitablemente complicada, pues en su enunciación, ya acepta una existencia a priori de algo intangible e inmaterial que denominamos Alma. Pienso que una mejor formulación sería el planteamiento de la pregunta sobre: ¿Existe o no el Alma?

Aquí, la situación cambia pues, nos pone ante la posibilidad de la duda sobre la existencia o no existencia de este concepto sin afirmar de antemano su realidad.

La noción de alma aparece en toda la historia del pensamiento humano y en menor mayor grado en todas las culturas desde nuestros orígenes allá en el viejocontinente africano hasta la actualidad.

Gran parte de pueblos primitivos, com: los aborígenes australianos, las tribus de la amazonia o el pueblo de los Inuit en Groenlandia (Malaurie, 2007), mantienen viva sus tradiciones y poseen un pensamiento animista. Estas cosmovisiones singulares atribuyen al hombre un alma, y extienden esta noción a todos los fenómenos naturales, que además tienen un comportamiento similar al del hombre, por tanto están dotados de vida, sentimiento y voluntad propia.

Según la Enciclopedia Católica el alma corresponde al principio interno último por el cual pensamos, sentimos, tenemos voluntad y que anima nuestros cuerpos. Es de constitución única para cada persona, indivisible ,indestructible e integradora de todas las experiencias mentales como la conciencia, inteligencia, sentimientos y voluntad.

“Dios la crearía en la fecundación, y ésta abandonaría el cuerpo sólo al morir”.

En términos generales, el alma es considerada un principio de vida interno, que reside en todos los organismos vivos. Posibilita y regula, tanto las funciones físicas como internas, y en el caso de la psicología atribuye una psique, a los organismos con sistemas nerviosos complejos como los mamíferos, siendo la mente una derivación antropocéntrica, individual y derivativa, pues le otorga al otro la posesión de una mente; y en base a esta relación, yo asumo que también tengo una mente propia e individual. Esta interacción esta circunscrita al dominio del hombre, por la acción del lenguaje articulado.

Existe la idea de que el alma actúa sobre el cuerpo del hombre y existe independiente de él, por lo que puede separarse. Con la transición del animismo a una forma más organizada de pensamiento mágico, como la religión y la irrupción de la filosofía moderna, se despojará a los animales de un alma y solo los situará como entidades autómatas dejando la exclusividad del alma únicamente al hombre, que con su capacidad de razonar era el único que podía discriminar el bien del mal y salvar su alma para el paraíso o perderla en el infierno. (Descartes. R) Como los animales eran incapaces de hacer esta distinción, debido a que carecían del atributo de la razón que desde el punto de vista religioso era fundamental para distinguir el bien del mal y con esto salvar el alma se dedujo que necesariamente carecían de una.

Las ideas sobre la existencia de razón en los seres humanos y la fuerza del pensamiento mágico-religioso, condujeron a la elaboración de una teoría del alma o psique en el mundo griego que rápidamente impregnó todos los ámbitos del conocimiento helénico y se constituyó en una verdad incuestionable.

El Alma (psique) aparece como un aliento que mantiene la vida el cuerpo inanimado (Soma) y que se retira al mundo del Hades cuando el hombre muere.

Los dos principales filósofos de Grecia, Platón y Aristóteles, sostuvieron ideas contrapuestas en torno a la teoría del alma. (Martínez-Freire, 2002)

Para Platón el alma pertenece al mundo divino de las ideas, mientras que el cuerpo pertenece al mundo sensible sujeto a los cambios y la corrupción. Es de esta forma que asigna al alma y al cuerpo una naturaleza distinta, por lo que se produce una separación o dualismo cuerpo y alma que influye fuertemente el mundo cristiano y la filosofía moderna.

Para Aristóteles, todos los seres vivos tienen un alma, y él la entiende como forma del cuerpo, que es a su vez es materia del alma, dentro de su concepción hilemórfica. (Ortega y Gasset) Por ello para este filósofo la psicología es una rama de la biología. Esta alma es inteligente y puede separarse del cuerpo. Las facultades psicológicas son atributos de los cuerpos y en los cuerpos.

Frente al dualismo de Platón, Aristóteles sostiene preferentemente un monismo de cuerpo y alma, sentando las bases del dualismo y monismo que se convertirán en el problema mente-cuerpo que desarrollará posteriormente Descartes.

Los griegos no podían considerar algo, como realmente existente, si no estaba compuesto de algún tipo de materia o sustancia. La idea de sustancia es una teorización de la filosofía de la noción de cosa y vasta una breve mirada a nuestro lenguaje para percatarnos que muchas de nuestras definiciones utilizan los conceptos de cosa y sustancia. Es decir, el hombre actual, mantiene todavía una visión aristotélica primitiva al hablar de sustancias y cosas, aún considerando que esta noción es impensable dentro del mundo de las ciencias actuales, principalmentela física o matemáticas.

Esto resulta relevante cuando pretendemos en la actualidad fijar una falsa supremacía de las ideas, en relación a criterios de modernidad y sostener influidos por las ideas sobre la evolución, que nos encontramos en la cúspide de la cadena de la inteligenciade los seres vivos.

¿Es posible mantener la idea de la existencia del alma en el siglo XXI?

Todos los avances modernos en el mundo de las ciencias biológicas como la obstetricia, la neurología y otros campos demuestran que es innecesario mantener el mito del alma como fuente de explicación para la entender al hombre.

Si la base de la vida fuera un “soplo divino” que se otorga en la fecundación sería imposible lograr nuevos seres humanos, pues la vida sería un “Don de Dios”.

La refutación de esto se explica con los avances tecnológicos y la técnica de clonación, que han podido crear un organismo nuevo a partir de cualquier célula del cuerpo a través de las células madres y la modificación del ADN que posibilitan la creación de vida a partir de un organismo vivo, pero que está lejos de crear vida a partir de la materia inerte, por lo menos en este momento.

La bioquímica aporta evidencias contundentes contra la concepción del alma. Si se considera que el alma es un conductor, un piloto del cuerpo, ningún proceso bioquímico podría alterarla. Sólo se intervendría la respuesta del cuerpo ante nuestra voluntad espiritual. Por lo tanto el pensamiento, la conciencia y nuestros procesos psicológicos y/o afectivos no podrían alterarse. La evidencia de muestra que diversas sustancias como el alcohol, las drogas y algunos psicotrópicos generan estados alterados de conciencia, por lo que la distinción entre el alma y el cuerpo se acorta. (Crick, 2000)

La neurología refuta la idea de que la mente sea producto de un alma encarnada que usa al cerebro como interfaz con el universo.

Reflexiones finales

La esperanza de trascendencia, sienta las bases de creencias relacionadas con la muerte y algún tipo de inmortalidad que podrían explicar la existencia del concepto del alma.

Las creencias tienen un profundo componente emocional-afectivo que se basa en lo que se ha aprendido o experimentado en el grupo social de pertenencia y cultura en que se ha nacido. Habitualmente son una forma de mirar, observar y construir la realidad y por sobre todas las cosas se fundamentan en la fe, es decir, en aquella creencia incuestionable que ayuda a interpretar un contenido cognoscitivo de un hecho abstracto o concreto al cual no se le pide demostración ni se exige justificación o fundamento racional. Por lo que son una forma de conocimiento anterior al pensamiento racional.

Existe por tanto una transición de la noción de alma a mente y luego a conciencia, y por el lado del cuerpo, hay una transición del cuerpo a la noción de cerebro.

La influencia de la religiosidad, se ha hecho sentir en la historia del conocimiento construyendo una subjetividad y realidad que debe ser enjuiciada críticamente a la luz de la ciencia y la razón.

La creencia en esta alma inmortal es la más difundida y la más defendida por los creyentes. Estos preferirían renunciar a la existencia de Dios antes que a la inmortalidad del alma. La fuerza de esta creencia radica en su valor explicativo y enfoque argumental tranquilizador, pues resuelve y da esperanza a uno de los mayores problemas que ha enfrentado el hombre durante su historia y que es el encuentro con la muerte, la partida de un ser querido y el miedo a la soledad.

A modo de conclusión: Es en la seguridad de la caverna que imagino a nuestros antepasados acicalándose junto al fuego hecho de ramas y pequeños arbustos recolectados durante el día por las mujeres y niños mientras los hombres adultos enfrentaban un largo día en busca de alimentos en la sabana africana. De pronto uno de los niños que juega junto a sus pares, se da vuelta de improviso al percatase de la llegada de los hombres. Corre ágilmente a recibir a un padre que no llega, y entre la mirada obscura y triste de su madre, comprenden que ya no volverá jamás a ver a aquel hombre fuerte, cuyos brazos lo tomaban fuertemente brindándole seguridad que conoce desde siempre y que a contar de ese momento no va a estarmás. Una pequeña lágrima corre por su mejilla, mientras el corazón se lea prieta y una nueva sensación de soledad e incertidumbre inunda su joven vida.

Bibliografía

  • Crick, F. (2000). La búsquedad científica del Alma. Madrid, España: Debate.
  • Descartes, R. (1989). El discurso del Método. Barcelona, España: Planeta.
  • Malaurie, J. (2007). Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq. v.27 n.2 Madrid. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría.
  • Martínez-Freire, P. (2002). La nueva Filosofía de la Mente. Barcelona, España: Gedisa.
  • Ortega y Gasset, J. (2006). Ideas y Creencias, obras completas, Vol. 5. Revista de Occidente, México.