Anuncian avistaje de un ovni gigante

Anuncian avistaje de un ovni gigante

Lo informó la Federación Galáctica de Luz a través de Blossom Goodchild. Mirá el video.

Redacción LAVOZ.com.ar

La Federación Galáctica de Luz, a través de Blossom Goodchild, anunció que durante tres días, a partir el 14 de octubre, podrá realizarse el avistamiento de una gran nave extraterrestre surcando el cielo en la zona del hemisferio sur del planeta.

“Ellos vienen en amor (…) deben escuchar dentro de su alma y encontrar la paz y amor que vienen a darnos”, dice la “iluminada” en un video que subió a YouTube para aclarar las dudas sobre el sorprendente anuncio, que trascendió a través del sitio web chileno Terra.cl.

Exclusivo. Sólo las autoridades terrícolas más importantes podrán ingresar a la nave, llamada “Alabama”, muchas de las cuales ya estarían al tanto de la visita.

En son de paz. El video deja en claro que la llegada de los alienígenas, denominada por Goodchild como el “evento de amor puro”, es “para ayudar a nuestro mundo” y no a destruir, tomar el mando ni asumir el control de nuestro planeta.

“Habrá muchos que lo negarán. Habrá muchos que lo rechazarán. Habrá los que sepan que esto es verdad. Cualquiera que sea usted, que se entienda esto: Les damos a ustedes la oportunidad de capturar en pantalla esta nave particular. No habrá contacto en la forma que les gustaría a los de vuestro planeta. Para esta presentación inicial, presentaremos nuestra nave a ustedes simplemente”, dice un comunicado de la Federación Galáctica de la Luz.

Alerta. En el documento se advierte que todos los intentos destinados a destruir el ovni “serán inútiles” y agrega: “Hasta que podamos demostrarles a ustedes que venimos en amor”.

Invitación. Goodchild, al final del video invita a los terrícolas a “creer en su corazón cuando la nave vega a darnos una vibración superior de amor” y con un “nanu-nanu”, un curioso saludo probablemente común en otras galaxias.

 Fuente: Escépticos de Puerto Rico

Tradicional para usted, científica para “Su Santidad”

Tradicional para usted, científica para “Su Santidad”

La fascinación mundial por el Dalai Lama ha sido bien aprovechada por los mercaderes de la orientalidad mema, sin duda alguna, entre otras cosas presentando al señor de las gafitas y la sonrisa imborrable como adalid de los derechos humanos y la participación democrática (véase la Nota 1).

Abundan, sí señor, las páginas y publicaciones que identifican al budismo tibetano, el lamaísmo, con todo el esoterismo, magia, brujería y misticismo orientales, incluido el producto más rentable que hay: la pseudomedicina o antimedicina basada en supersticiones.

Pero cuando se trata de la salud del jefe del cotarro, del propio Dalai Lama, no vaya usted a creer que se atiende con los médicos tradicionales que promueve, nonono… el Dalai Lama va con los médicos de la horrenda conspiración que difunden a tanto la hora “expertazos” del escaso caletre de Bruno Cardeñosa, el renacido mago yuyu Txumari Alfaro o el enmohecido Paco Porras… “Su Santidad” consume medicinas de ésas que “matan”, según dicen los vendedores de curas milagrosas y cuentos para incautos, y se interna en hospitales donde los médicos lo curan sin acudir al misticismo… ¡para que salga sano y siga vendiendo camamas a un mundo que comulga con ruedas de molino (molino de oraciones, en este caso)!

Así, el diario Público nos relata que “el líder espiritual tibetano” que usa el alias de “El Dalai Lama”, fue sometido a una intervención quirúrgica para extirparle un cálculo biliar en un hospital de Nueva Delhi.

Para reírse uno hasta que se le afloje el ombligo… o hasta que le den ganas de llorar por las víctimas de estos personajes.

Porque no hace tanto, ya en este 2008 de la crisis made in Bushlandia, la Oficina del Tíbet en Nueva York, que presume de ser, ni más ni menos, la “Agencia oficial de Su Santidad el Dalai Lama y el Gobierno Tibetano en el Exilio para las Américas” (véase la Nota 2), aprovechando el viaje para enzarzarse en una sesión de patadas contra la gramática, nos anunciaba muy oronda que el Men Tsee Khang estaría presente en un rimbombante “Simposio Internacional de Medicina Tradicional y Prácticas Contemplativas” en Brasil.

El Men Tsee Khang es el nombre en tibetano del rimbombantísimo Instituto Médico y Astrológico Tibetano de Su Santidad el Dalai Lama cuyos documentos declaran que fue creado (y financiado, ni pregunte cómo) para “conservar y promover las antiguas tradiciones tibetanas médicas y astrológicas”. El mismo sitio nos ofrece el que llaman “tratado fundamental” de las creencias místicas sobre la salud, el rgyud-bzhi, que no se diferencia en nada de los demás tratados precientíficos, incluyendo una forma de diagnóstico que incluye tomar el pulso del paciente, ver su orina y hacerle preguntas. Se supone que esto es mejor que escaneo TAC, una resonancia magnética, un análisis genético y un estudio de la sangre al estilo de los “médicos malvados”.

No obstante, los encargados del Men Tsee Khang afirman que “la medicina tibetana es una ciencia, arte y filosofía que proporciona un enfoque holístico al cuidado de la salud”. La palabra “holístico” es muy usada por distintas formas de mal llamadas “medicinas alternativas” y es un sinónimo muy fashion de “total”, es decir, que atiende “todo” y no sólo los síntomas, aunque uno duda de que tengan idea de qué es “todo” si según ellos, “oficialmente” todo lo que hay en el universo está hecho de cinco protoelementos: tierra, agua, fuego, viento y espacio. Nada del oxígeno, el neodimio ni el ácido desoxirribonucleico, claro.

El instituto, como el resto del budismo-negocio, no da puntada sin hilo, sino que comercializa y exporta una serie de productos, incluidos algunos para el hígado, que al parecer no sirven si usted es el Dalai Lama.

Un resumen de esta historia la escribe en español “Karateka” (un seudojaponés, supongo) en el articulete pomopsamente intitulado “El Tíbet: Medicina de todos los tiempos”. Pase y vea que no me lo estoy inventando.

La “Casa Tíbet México”, que tampoco la lleva muy bien con la gramática, no tenía empacho, sin embargo, en adjudicarle embusteramente el título de “Doctor” a un tal Tseten Namgyal que ha instalado su guarida en México, desplumando incautos con inclinaciones orientaloides mediante “consultas”, cursos, conferencias y demás.

http://4.bp.blogspot.com/_AL5e-almSos/SO-H3gnIcfI/AAAAAAAAAEw/7XCEonsst9U/s400/lamadr2.jpg

Fuente: Escépticos Puerto Rico.

Tradicional para usted, científica para “Su Santidad”

Tradicional para usted, científica para “Su Santidad”

La fascinación mundial por el Dalai Lama ha sido bien aprovechada por los mercaderes de la orientalidad mema, sin duda alguna, entre otras cosas presentando al señor de las gafitas y la sonrisa imborrable como adalid de los derechos humanos y la participación democrática (véase la Nota 1).

Abundan, sí señor, las páginas y publicaciones que identifican al budismo tibetano, el lamaísmo, con todo el esoterismo, magia, brujería y misticismo orientales, incluido el producto más rentable que hay: la pseudomedicina o antimedicina basada en supersticiones.

Pero cuando se trata de la salud del jefe del cotarro, del propio Dalai Lama, no vaya usted a creer que se atiende con los médicos tradicionales que promueve, nonono… el Dalai Lama va con los médicos de la horrenda conspiración que difunden a tanto la hora “expertazos” del escaso caletre de Bruno Cardeñosa, el renacido mago yuyu Txumari Alfaro o el enmohecido Paco Porras… “Su Santidad” consume medicinas de ésas que “matan”, según dicen los vendedores de curas milagrosas y cuentos para incautos, y se interna en hospitales donde los médicos lo curan sin acudir al misticismo… ¡para que salga sano y siga vendiendo camamas a un mundo que comulga con ruedas de molino (molino de oraciones, en este caso)!

Así, el diario Público nos relata que “el líder espiritual tibetano” que usa el alias de “El Dalai Lama”, fue sometido a una intervención quirúrgica para extirparle un cálculo biliar en un hospital de Nueva Delhi.

Para reírse uno hasta que se le afloje el ombligo… o hasta que le den ganas de llorar por las víctimas de estos personajes.

Porque no hace tanto, ya en este 2008 de la crisis made in Bushlandia, la Oficina del Tíbet en Nueva York, que presume de ser, ni más ni menos, la “Agencia oficial de Su Santidad el Dalai Lama y el Gobierno Tibetano en el Exilio para las Américas” (véase la Nota 2), aprovechando el viaje para enzarzarse en una sesión de patadas contra la gramática, nos anunciaba muy oronda que el Men Tsee Khang estaría presente en un rimbombante “Simposio Internacional de Medicina Tradicional y Prácticas Contemplativas” en Brasil.

El Men Tsee Khang es el nombre en tibetano del rimbombantísimo Instituto Médico y Astrológico Tibetano de Su Santidad el Dalai Lama cuyos documentos declaran que fue creado (y financiado, ni pregunte cómo) para “conservar y promover las antiguas tradiciones tibetanas médicas y astrológicas”. El mismo sitio nos ofrece el que llaman “tratado fundamental” de las creencias místicas sobre la salud, el rgyud-bzhi, que no se diferencia en nada de los demás tratados precientíficos, incluyendo una forma de diagnóstico que incluye tomar el pulso del paciente, ver su orina y hacerle preguntas. Se supone que esto es mejor que escaneo TAC, una resonancia magnética, un análisis genético y un estudio de la sangre al estilo de los “médicos malvados”.

No obstante, los encargados del Men Tsee Khang afirman que “la medicina tibetana es una ciencia, arte y filosofía que proporciona un enfoque holístico al cuidado de la salud”. La palabra “holístico” es muy usada por distintas formas de mal llamadas “medicinas alternativas” y es un sinónimo muy fashion de “total”, es decir, que atiende “todo” y no sólo los síntomas, aunque uno duda de que tengan idea de qué es “todo” si según ellos, “oficialmente” todo lo que hay en el universo está hecho de cinco protoelementos: tierra, agua, fuego, viento y espacio. Nada del oxígeno, el neodimio ni el ácido desoxirribonucleico, claro.

El instituto, como el resto del budismo-negocio, no da puntada sin hilo, sino que comercializa y exporta una serie de productos, incluidos algunos para el hígado, que al parecer no sirven si usted es el Dalai Lama.

Un resumen de esta historia la escribe en español “Karateka” (un seudojaponés, supongo) en el articulete pomopsamente intitulado “El Tíbet: Medicina de todos los tiempos”. Pase y vea que no me lo estoy inventando.

La “Casa Tíbet México”, que tampoco la lleva muy bien con la gramática, no tenía empacho, sin embargo, en adjudicarle embusteramente el título de “Doctor” a un tal Tseten Namgyal que ha instalado su guarida en México, desplumando incautos con inclinaciones orientaloides mediante “consultas”, cursos, conferencias y demás.

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Hablemos de magufos

Hablemos de magufos

Muchas veces nos hemos encontrado en la revistas y la televisión descarada y empalagosamente comercial toda una gama de supuestos especialistas en temas de corte fantástico, sobrenatural y paranormal. Los conductores normalmente los presentan como investigadores. ¿Estas personas son realmente científicos y especialistas que informan oportunamente al público y dan información veraz? La respuesta es un rotundo no.

   Desde la perspectiva de los científicos y escépticos, no hay pruebas fehacientes que nos lleven a asegurar que existen fenómenos extraños de corte paranormal como vendrían a ser fantasmas, OVNIs, Percepción ExtraSensorial, etc. Sin embargo, mucha gente no sabe nada de esto y se deja llevar por sus creencias y su fe para aceptar de manera irrefutable cada aseveración que este tipo de personas realiza.

   Si analizamos con calma, para que algo sea aceptado por la comunidad científica, esto debe ser publicado en las revistas científicas especializadas y pasado a través de una feroz crítica de revisores y otros científicos para verificar que lo que se afirman sucede en realidad. Ahora bien, el asunto con los charlatanes mencionados que aparecen en televisión es que nunca publican sus supuestos resultados en las mencionadas revistas, sino que simplemente las presentan en programas televisivos que tienen como objetivo tener mucho raiting. Peyorativamente, a estos sujetos se les llama magufos.

   La palabra magufo hace referencia a toda aquella persona que argumenta realizar investigación alrededor de algún asunto paranormal cuando en realidad no utiliza las metodologías correctas o de plano está mintiendo. La palabra viene a ser una combinación de “mago” y “ufo” (siglas en inglés para OVNI) y fue propuesta originalmente en 1997 en la lista de correo Escépticos por Xoan M. Carreira.  Así pues tomando como ejemplo México, podemos mencionar que gente como Jaime Maussán, Carlos Trejo (o lo que queda de él), Walter Mercado, etc., son magufos.

   La palabra ha sido objeto de aceptación por gran parte de la comunidad hispana, aunque muchos otros escépticos consideran que si queremos ser objetivos, la palabra puede usarse a modo de broma y nada más. Sin embargo, me parece que la elegancia y la imaginería con la que está hecha debería darle un papel más fuerte al grado de perder ese papel peyorativo con el que los escépticos nos referimos a los magufos. En este sentido la prefiero en lugar de repetir la desmoralizadora palabra  de “charlatán”.

evolucion – 1, creacionismo – 0

evolucion – 1, creacionismo – 0

Londres.- La Iglesia Anglicana de Inglaterra pidió hoy disculpas públicas al biólogo inglés Charles Darwin (1809-1882) por haber rechazado hace 150 años su teoría de la evolución, que cuestionó la creencia cristiana de que el hombre fue creado por Dios.

“Charles Darwin: 200 años después de tu nacimiento, la Iglesia de Inglaterra te debe una disculpa por malinterpretarte y por,  además de tener una reacción equivocada, haber animado a otros a no comprenderte tampoco. Tratamos de practicar la antigua virtud de «fe buscando la comprensión» y confiamos en que esto suponga una reparación”.

Con estas palabras, la Iglesia Anglicana pidió disculpas a Darwin por haberse opuesto de manera “excesivamente emocional” a  su teoría de la evolución, publicada en 1859 bajo el título “El origen de las especies por medio de la selección natural”.

La declaración, redactada por el reverendo Malcolm Brown, el director de misión y asuntos públicos de la Iglesia de Inglaterra,  fue publicada en una web – www.cofe.anglican.org-, en la que la propia iglesia anglicana promueve las ideas de Darwin.

Los anglicanos admiten que se dejaron llevar por “un fervor antievolucionista” y que actuaron de una manera “demasiado  emocional y a la defensiva” cuando Darwin expuso las ideas que romperían con la interpretación de la creación del mundo en siete días, tal como está expuesta en el Génesis, y que luego completó en su obra “El Origen del Hombre” (1871), en la que defendió que el hombre desciende de un antepasado común con los simios.

“Las personas y las instituciones cometen errores y los cristianos y la Iglesia no son la excepción. No existe nada en las teorías de Darwin que contradiga las enseñanzas del cristianismo”, afirmó Brown en la declaración, difundida por el diario español El  Mundo.

La Iglesia de Inglaterra señala también que, con su oposición a Darwin, repitió el error cometido por la Iglesia católica en el siglo XVII al obligar a Galileo a retractarse de las teorías copernicanas, según las cuales la Tierra giraba alrededor del Sol,  y no al revés, como sostenían las teorías de Ptolomeo, consideradas hasta entonces como ortodoxas.

La disculpa de los anglicanos supone un revés para quienes empiezan a pedir en el Reino Unido que el creacionismo se enseñe  en las escuelas. (Télam)

Fuente: Escépticos Puerto Rico.