REINO UNIDO, abril 13.- Cuando hablamos que obsesiones, es bien difícil que se nos venga a la mente el tipo de desorden que padece Robina Hutchings, quien se arranca el pelo desde la infancia.
Las primeras veces que la inglesa fue a consultar por su extraña compulsión le dijeron que pronto se le pasaría. Sin embargo, el mal se agravó. Al llegar a la adolescencia, la mujer estaba prácticamente calva.

El caso, dado a conocer por el Daily Mail, se llama Tricotilomanía, un trastorno crónico de la conducta, muy poco conocido, que lleva a un ansia irrefrenable de arrancarse cabello.

La enfermedad psicológica que tiene impacto tanto estético como social, se trata mediante fármacos y terapia. Según algunos estudios la enfermedad podría tener un origen innato, relacionado con algunos genes defectuosos presentes en algunas personas.

“En un 10 por ciento de los casos, la Tricotilomanía está relacionada con un Trastorno Obsesivo Compulsivo, lo que obliga a hacerlo es un impulso irresistible”, explicó el jefe de Psiquiatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Jerónimo Sáiz.

Robina, junto al urgente tratamiento farmacológico ha tomado la determinación de ponerse extensiones. Ella afirma que con ellas “se siente mucho mejor”.

Fuente