Comportamiento de un Consumidor Inteligente
Por QuackWatch.org

Los consumidores de la salud inteligentes tienen las siguientes características:

1. Buscan fuentes de información confiable. Son apropiadamente escépticos sobre las afirmaciones de los anuncios, de las afirmaciones hechas por los invitados a los programas hablados, y “descubrimientos” reportados en los medios noticiosos. La nueva información, aún cuando es correcta, puede ser difícil de poner en perspectiva sin una guía experta.

2. Mantienen un estilo de vida saludable. Esto reduce las oportunidades de enfermarse seriamente y reduce el costo del cuidado de la salud. Los consumidores prudentes evitan productos del tabaco, comen una dieta balanceada, se ejercitan apropiadamente, mantienen un peso razonable, usan el alcohol moderadamente o no lo usan, y toman precauciones de seguridad apropiadas (tales como usar el cinturón de seguridad mientras manejan).

3. Seleccionan a los practicantes con gran cuidado. Se ha dicho que los médicos de atención primaria típicamente conocen un poquito sobre mucho y los especialistas típicamente conoces mucho sobre un poco. A la mayoría de la gente le iría mejor comenzar con un generalista y consultar a un especialista si un problema necesita un manejo más complejo.

4. Se someten a exámenes sistemáticos y, cuando llega una enfermedad, utilizan cuidados propios y profesionales como sean necesarios. Hay disponibles excelentes libros guía para ayudarnos a decidir cuándo es necesario un cuidad profesional.

5. Se comunican efectivamente. Presentan sus problemas en una manera organizada, hacen las preguntas apropiadas, y se defienden prudentemente cuando es necesario.

6. Cuando un problema de salud se presenta, toman un rol activo en su manejo. Esto demanda comprender la naturaleza del problema y cómo hacer su parte al tratar con él. La gente con enfermedades crónicas, tales como la diabetes o alta presión sanguínea, deben esforzarse en volverse “expertos” en su propio cuidado y utilizar a sus médicos como “consultantes”.

7. Comprenden la lógica de la ciencia y por qué es necesaria la comprobación científica para probar y determinar cuáles teorías y prácticas son válidas.

8. Están alertas de tratamientos que no tienen apoyo científico y una racionalidad plausible. La mayoría de los tratamientos descritos como “alternativos” encajan en esta descripción.

9. Están familiarizados con los aspectos económicos del cuidado de la salud. Obtienen cobertura de seguro apropiada, indagan por adelantado sobre los honorarios profesionales, y compran comparativamente medicamentos y otros productos.

10. Reportan fraudes, curanderismos, y otros crímenes a las agencias apropiadas y oficiales de la ley. La vigilancia del consumidor es un ingrediente esencial de una sociedad saludable.

Cada uno de estos principios es discutido a fondo en la 6ta edición de Consumer Health: A Guide to Intelligent Decisions.