Cuando los mundos paranormal y real colisionan, las chispas mas brillantes frecuentemente se pueden ver en el sistema judicial. Las opuestos polares de los dos mundos hacen los choques mas aparatosos. En un corte judicial, la evidencia es clave. En el cuarto de juntas la evidencia es escasa y subyugada por testimonios emocionales.
El todo, a lo paranormal no le ha ido bien en las cortes (aunque la pseudo ciencia ha tenido sus intentos, como la histeria de la falsa memoria en el caso de los años ochenta cuando falsamente encarcelaron a varios trabajadores de aquella guardería de niños y les destrozaron sus vidas). También, en un famoso caso en 1986, Judith Haimes, una proclamada psíquica, demando a su doctor y a un hospital alegando que sufrió una reacción alérgica por la tinta utilizada en un escan CAT que se le practico en 1976 y el cual supuestamente le hizo perder sus poderes psíquicos. Un jurado pidió $986,000 dlls de compensación para ella. El juez después dejo a un lado la compensación y el caso se siguió litigando hasta Febrero del 1991 cuando finalmente se dejo sin valor en una apelación.
A pesar de las repetidas afirmaciones de que los psíquicos rutinariamente ayudan a la policía a resolver crímenes, el hecho es que cualquier exactitud que ellos puedan aparentar tener es atribuible a factores tales como atinarle al azar, retroadaptación (que es el hacer muchas predicciones generales y, cuando el crimen sea haya resuelto, apuntar hacia la pequeña minoría que estuvo correcta o que pueda interpretarse como que haya sido correcta), o simplemente pescar información de los reportes noticiosos y oficiales de policía. Los psíquicos frecuentemente hacen desperdiciar tiempo y recursos valiosos a la policía acusando a sospechosos inocentes e investigando situaciones irrelevantes.
Las cortes, con sus énfasis en lógica y racionalidad, no le dan mucho crédito a las afirmaciones psíquicas, ¿y por que deberían de hacerlo? Si no hacen caso de los acusados que afirman escuchar voces dentro de sus cabezas, ¿por que entonces debería ser diferente con aquellos quienes afirman ver visiones o leer las mentes de otras personas? ¿Quien va a querer tener a lectores de auras, astrólogos, y psíquicos asegurándoles a los jueces y a los jurados que sus “sentimientos” y “visiones” dicen que el acusado es culpable? Ya hemos pasado por varios periodos de cacerías de brujas… creo que no necesitamos mas.
Tal vez la policía y los psíquicos se pongan en contacto unos con otros mas frecuentemente cuando los primeros están arrestando a los otros después por fraude.
Las cortes pueden y persiguen a tales defraudadores, y cientos de adivinos y psíquicos han sido arrestados bajo los cargos de fraude, usualmente después de despojar a sus clientes de decenas (y hasta centenas) de miles de dólares.
Algunas personas encuentran a lo paranormal como tentador y asegurador, con sus promesas de poderes ocultos y energías místicas. Pero los poderes psíquicos, si fueran reales, levantarían serias cuestiones éticas respecto a la individualidad, la privacidad, la libertad, y el libre albedrío. El hecho de que tenemos individualidad y privacidad implica fuertemente que el reino paranormal no existe. Por mi parte, soy mas feliz con mi libre albedrío y sin psíquicos capaces de conocer mis pensamientos y mi futuro. Entre mas separados estén los dos mundos, vamos a estar mejor.
Fuente: Pendiente
Hace mucho tiempo que deseaba comentar con alguien lo que veo y escucho, se que es algo fuera de lo normal, pero tambien hay gente que inventa cosas que nunca a visto o escuchado.
siempre que estoy orando, tengo experiencias como estas : hace poco estaba acostada y mi nieto de 13 años estaba a mi lado durmiendo, yo lo vi con ropa de muchos colores saltando al lado de la cama,y sus brazos arriba, demostraba mucha alegria. luego abro mis ojos y lo veo acostado a mi lado.
Ese mismo dia escuche la voz de una de mis hijas en mi oido derecho, dijo : Y AHORA NOS VAMOS.
Esperando consejos alentadores y no burlas como siempre me sucede, me despido dandoles las grasias.
S i tengo respuesta les contare otras vivencias.
paz marcela sandoval