EFE
París
Los océanos de la Tierra no deben su origen a la actividad volcánica de nuestro planeta, como se creía, sino a la colisión de asteroides gigantes hace millones de años, según el estudio de un experto del Centro Nacional de la Investigación Científica de Francia (CNRS), recogido en la revista “Nature”.

Esas son las conclusiones que ha hecho públicas hoy el CNRS, a tenor de las investigaciones del científico Francis AlbarŠde, quien sostiene que “asteroides gigantes cubiertos de hielo” chocaron contra la Tierra entre 80 y 130 millones de años después de la formación del planeta.

Según la tesis de AlbarŠde, la colisión de estos cuerpos helados extraterrestres provocó además un movimiento de las placas tectónicas que favoreció la creación de los continentes y los océanos, condición probablemente necesaria para la aparición de la vida, indica el CNRS en un comunicado.

Este fenómeno sería también responsable de la formación de la atmósfera, hasta ahora atribuida a los “vapores emitidos durante el amanecer de nuestro planeta”.

Según el investigador francés, esos impactos pudieron también repetirse en Marte, pero “el agua se habría secado antes de llegar a penetrar en profundidad”, mientras que en lo que a Venus se refiere, nadie sabe cuáles eran las condiciones del segundo planeta del sistema solar antes de que una intensa actividad volcánica remodelase su superficie.

Los científicos sostienen que treinta millones de años después de la formación del sistema solar, la Tierra fue objeto de un impacto lunar que dio origen a nuestro planeta y a su satélite.

Sin embargo, dicha colisión no pudo ser responsable de la formación del agua, pues los vientos electromagnéticos y el joven sol “eran todavía demasiado calientes para que el agua y los elementos volátiles se condensaran”, sostiene AlbarŠde.

“La llegada masiva de elementos volátiles a nuestro planeta correspondería a un fenómeno que se desarrolló algunas decenas de años después del impacto lunar”, agregan las explicaciones del CNRS.

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