by Lalo Márquez | Ago 23, 2007 | Noticias Paranormales y Curiosas
NY Times / Sandra Blakeslee
Usando visores de realidad virtual, una cámara y una vara, los científicos han inducido “experiencias extra-corporales” – la sensación de flotar fuera del propio cuerpo – en personas sanas, de acuerdo a experimentos que se publicarán en la revista Science.
Científicos inducen “experiencia extra-corporal”
NY Times / Sandra Blakeslee
Usando visores de realidad virtual, una cámara y una vara, los científicos han inducido “experiencias extra-corporales” – la sensación de flotar fuera del propio cuerpo – en personas sanas, de acuerdo a experimentos que se publicarán en la revista Science.
Cuando la gente observa una imagen creada de ellos mismos a través de los visores y son empujados en la manera correcta con la vara, sienten como si hubieran dejado su cuerpo.
El estudio revela que “la sensación de tener un cuerpo, de ser un ente corpóreo” es realmente una constucción de múltiples estímulos sensoriales, dijo Matthew Botvinick, profesor de neurociencia en la Universidad de Princeton, experto en mente y cuerpo que no estuvo involucrado en los experimentos.
Usualmente estos impulsos sensoriales, que incluyen la visión, el tacto, el equilibrio y la conciencia de la posición del cuerpo en el espacio trabajan juntos y coordinadamente, dijo el Prof. Botvinick. Pero cuando la información que llega de las fuentes sensoriales no concuerda, cuando salen de sincronía, la sensación de ser un mismo cuerpo se desvanece.
El cerebro, que aborrece la ambigüedad, toma una decisión que puede ser, como muestra este experimento, sentir que se está en otro cuerpo.
La investigación provee una explicación física al fenómeno usualmente relacionado con influencias extra-terrenales, dijo Meter Brugger, neurólogo en el Hospital Universitario en Zurich, Suiza. Luego de lesiones severas y repentinas, la gente frecuentemente reporta la sensación de flotar sobre su cuerpo, viendo hacia abajo, escuchar lo que se habla y luego, súbitamente encontrarse de nuevo en su cuepo.
Esta nueva investigación es un primer paso para descubrir cómo el cerebro crea esta sensación, dijo.
[…]
En Suiza, el Dr. Olaf Blanke, neurocientífico en la Escuela Politécnica Federal en Lausanne, le pidió a un grupo de voluntarios ponerse visores de realidad virtual mientras estaban parados en un cuarto vacío. Una cámara proyectaba una imagen de cada persona, tomada desde atrás y mostrada a una distancia de 6 pies de ellos. Los sujetos observaron una imagen creada de ellos parados a la distancia.
Luego, el Dr. Blanke tocó a cada persona en la espalda por un minuto con una vara, mientras se proyectaba al mismo tiempo la imagen de la vara en la imagen “ilusoria” de la persona
Cuando los toques estaban en sincronía, la gente reportaba la sensación de estar momentáneamente dentro del cuerpo “ilusorio”, cuando no eran sincronizados, la sensación no se presentaba.
En otra variación, el Dr. Blanke proyectaba un “cuerpo de plástico” – un maniquí vestido en las mismas ropas del sujeto – en los lentes de realidad virtual. Con toques sincronizados de la vara, las sensaciones corporales de la persona se desviaban hacia la imagen del maniquí.
Otro grupo de experimentos fueron realizados por el Dr. Hendrik Ehrsson, profesor de neurociencia en el Instituto Karolinska de Helsinki.
El año pasado, cuando el Dr. Ehrsson era, según dice “un estudiante de medicina aburrido en el University College de Londres”, se preguntó “¿qué pasaría si te ‘sacaras’ los ojos y los pusieras en una parte diferente de la habitación? ¿Te verías a ti mismo desde donde están tus ojos o desde donde se encuentra tu cuerpo?”.
Para averiguarlo, el Dr. Ehrsson solicitó a un grupo de voluntarios que se sentaran en una silla, usando visores conectados a dos videocámaras situadas 6 pies detrás de ellos. La cámara izquierda proyectaba al ojo izquierdo y la cámara derecha al derecho. Como resultado, la gente venía sus propias espaldas desde la perspectiva de una persona virtual sentada detrás de ellos.
Usando dos varas, el Dr. Ehrsson tocó el pecho de cada persona por dos minutos con una vara, mientras movía la segunda vara justo debajo de las cámaras – como si tocaran el cuerpo virtual.
De nuevo, cuando los toques eran sincronizados la gente reportaba la sensación de estar fuera de sus propios cuerpos – en este caso, viéndose a sí mismos desde la distancia donde sus “ojos” estaban colocados.
Luego, el Dr. Ehrsson tomó un martillo. Mientras la gente experimentaba la ilusión, pretendía golpear el cuerpo virtual agitando el martillo justo debajo de las cámaras. Inmediatamente los sujetos registraron una respuesta ante la amenaza, según lo midieron los sensores en su piel: se detectó sudoración y aceleración del pulso.
También reaccionaron emocionalmente, como si se estuvieran viendo a sí mismos ser lastimados, dijo el Dr. Ehrsson.
Los participantes en los experimentos dijeron que sintieron una sensación de vagar fuera de sus cuerpos, pero no una fuerte sensación de flotar o girar, como es común en las llamadas “experiencias extra-corporales”, dijeron los investigadores.
El próximo grupo de experimentos incluirá separar no sólo tacto y visión sino otros aspectos de la sensación de corporeidad, como la conciencia de la posición del cuerpo en el espacio y el equilibrio, dijeron.
Estos desajustes tienden a ocurrir naturalmente cuando regiones multi sensoriales del cerebro son privadas de oxígeno después de una lesión o trauma. O bien, pueden ser inducidos durante parálisis del sueño, ejecución de deportes extremos o prácticas de meditación que alteran el flujo de sangre a regiones específicas del cerebro.
http://www.nytimes.com/2007/08/23/science/23cnd-body.html?ex=1345521600&en=d0a606a987e89aa1&ei=5088&partner=rssnyt&emc=rss
(traducción I. López)
by José Luis Aguilar | Ago 23, 2007 | Noticias Paranormales y Curiosas
Una anciana mujer fue descubierta, la madrugada del sábado, tirada en el patio de su casa con mordeduras en diferentes partes del cuerpo. A metros de donde estaba ella encontraron un rosario. El hecho ocurrió en Guaype, en el Departamento Sarmiento. ¿Fue el ataque de un perro, o la intervención del “supay”?. Informe Noticiero 7.Guaype es una localidad a 15 kilómetros de Suncho Corral en el departamento Sarmiento. Allí vive Trinidad Agüero, una anciana mujer que supera los cien años de edad.
El pasado sábado a la madrugada, fue encontrada tirada en el patio de su casa, con lesiones en su cara y parte posterior de la oreja. A su lado estaba el perro que tiene como compañía.
Miriam Sayago, quien fue la que auxilio a la mujer, comentó a Noticiero 7, que encontró a Trinidad en medio del patio y a metros de ella un rosario que la tarde anterior le habían dejado debajo de la almohada de la señora. Mientras que en el interior de la casa, una imagen de la virgen de lujan tirada como a unos seis metros de la cama.
Según lo relatado por Sayago, en un recorrido alrededor de la casa no encontró rastros, cómo así tampoco señales que podrían haber andado animales. Ante este hecho aún no encuentran explicaciones de cómo pudo haber llegado hasta ese lugar la mujer, ni quien le produjo las heridas.
La víctima de este extraño suceso, al hablar casi totalmente en quichua, no pudo brindar demasiados detalles, solo que el “supay” (diablo), la habría atacado.
La centenaria mujer fue trasladada al hospital de Suncho corral, donde le prodigaron las atenciones correspondientes, entre ellas cuatro puntos de sutura en su mejilla, por el corte que tenía. Además presentaba lesiones detrás de su oreja izquierda, faltándole también el lóbulo.
Ante el asombro de los médicos, según lo afirmado por María Brandan, profesional de ese centro de salud, la mujer tiene a solo días del ataque, sus heridas cicatrizadas.
Fuente:
http://www.diariopanorama.com/diario/noticias/2007/08/22/a-8302.html
by Jorge Armando Romo Bonilla | Ago 22, 2007 | Opiniones, Sin Categoría
¿Cree usted en los OVNIs? Esta pregunta lleva intrínsecamente una marcada relación con la creencia (bastante extendida) de que somos visitados por seres
extraterrestres. Creo que la culpa se la lleva gente como
Jaime Maussán al gritar a los cuatro vientos que objetos extraños que surcan los cielos son prueba irrefutable de la presencia alienígena en la Tierra.
El primer problema que surge a la hora de entender los miles de reportes a lo largo y ancho del mundo, es la falta de fiabilidad por parte de los testigos. Tenemos siempre a gente hablando sobre extrañas luces en el cielo o extraños fenómenos atmosféricos que son interpretados de una manera equivocada y casi siempre son maquillados para darle más dotes de misterio.
Desde el punto de vista científico, no hay pruebas contundentes que nos hagan creer que somos visitados por seres de otros planetas. La mayoría de los reportes pecan de especulativos. Tenemos a ciertas personas que vieron algo. Muchas veces, fenómenos como rayos de bola, globos sonda, meteoritos, transbordadores espaciales, aviones, etc., vistos desde perspectivas y ángulos bastante incómodos, llevan a los testigos a dar sus reportes OVNI. Y eso es solo un aspecto del asunto: No sabemos el número de personas que realmente no han visto nada y se inventan una historia sobre avistamientos para ganarse sus minutos de fama.
Sin embargo, hay todavía algunos extraños fenómenos que no tienen una explicación inmediata. Hace años me tocó ver una especie de meteorito a plena luz del día. En las noticias hubo un reporte de este fenómeno, mas cuando se preguntó al Instituto de Astronomía de la UNAM sobre el asunto, la respuesta fue sencilla: No se tienen datos sobre la posible caída de algún meteorito sobre la ciudad de México. Este tipo de fenómenos tan extraños puede que valgan la pena estudiarse. Quizás hay aspectos de nuestra propia atmósfera que no entendemos o que la ciencia tiene ideas vagas al respecto. Es posible que los físicos tuvieran mucho que decirnos sobre estos nuevos y curiosos acontecimientos atmosféricos.
Siempre he insistido en que los OVNIs son un fenómeno que sí existe y que tiene sus orígenes en fenómenos naturales terrestres. Que todo tipo de gente explote estos temas bajo la falsa lupa de las visitas extraterrestres es una situación más relacionada con la pseudociencia. Hay personas que se hacen llamar “ufólogos”; por consiguiente, estudiarían los fenómenos anteriormente descritos. Este no es el caso. Vemos a estas personas aparecer en televisión malinterpretando (a propósito en la mayoría de los casos) las evidencias en vídeo o las anécdotas para asegurar categóricamente que los marcianos llegaron ya. Hay mucha gente que les cree, regularmente personas con una incultura científica bastante marcada al grado de que si alguien dice palabras que suenan científicas aunque no lo sean, éstas se creerán sin mayor discusión.
Algo muy divertido es cuando se escucha a los ufólogos decir que los vídeos y supuestos análisis de algún caso de OVNIs son pruebas irrefutables que amparan la visita extraterrestre. Lo curioso que si los conocimientos científicos no son irrefutables, menos lo será un vídeo (posiblemente trucado) de algún platillo volador.

¿Cómo trabajan estos “ufólogos”? Regularmente lo que hacen es mezclar palabras científicas con especulaciones para dar a entender que los E.T.s ya rondan por aquí. Muestran en programas de variedades que buscan tener raiting vídeos bastante dudosos sobre alguna supuesta nave espacial, fotografías ambiguas y algo borrosas que fácilmente pueden fabricarse por cualquier aficionado, casos de contactados que sólo platican su experiencia sin mayor prueba material que valga la pena ser estudiada, etc. Este tipo de personas nunca se acerca a la comunidad científica debido a lo endeble de las pruebas mostradas. Asimismo, manejan argumentos autoritarios al decir que si alguien no cree en lo que dicen, es una persona necia y cerrada (esta argumentación funciona muy bien para que el negocio no se les hunda) y gritan sin moderación que existen conspiraciones en cada esquina para ocultar lo que ellos llaman “la verdad”.
¿Por qué este tipo de personas se enriquece día con día con bastante éxito? Es muy sencillo. A mucha gente le atraen los temas acerca de la vida extraterrestre. Desean de corazón que seamos visitados por inteligencias superiores. Yo veo en estas personas un profundo interés por la ciencia, aunque buscan en el lugar equivocado. Asimismo, podría ser que tienen un gusto aún no descubierto por la ciencia-ficción y todavía no se han dado cuenta que este género literario les puede ofrecer historias mucho mejor construidas que las que pregonan los “ufólogos”.
Dice el psiquiatra y psicoanalista suizo Carl Gustav Jung que la creencia generalizada en los OVNIs traducidos como visitas extraterrestres son una inclinación de la sociedad hacia el pensamiento mágico e irracional. Y continua: El inconsciente colectivo contendría “arquetipos”, imágenes primitivas, primordiales, a las que se recurre en situaciones como la confrontación con la muerte, o la elección de una pareja, y que se manifiestan en los elementos culturales como la religión, los mitos, los cuentos de hadas, y otras leyendas populares.
Carl Sagan, en
El Mundo y sus Demonios nos habla sobre la transformación de las
creencias populares. Por ahí se menciona que la creencia en platillos voladores y seres alienígenas habitando entre nosotros es una especie de metamorfosis que sufrieron las creencias en fantasmas, vampiros, hombres lobo, brujas, etc. Con el avance de la astronomía y de las especulaciones de científicos sobre la posibilidad de vida en otros planetas, es posible que las creencias del siglo antepasado tomaran formas más acordes a las ideas científicas más interesantes y especulativas de nuestra época.
Es necesario educar a la población desde la perspectiva científica. La labor de los divulgadores es bastante valiosa, aunque insuficiente. Se necesita una alianza entre los escépticos y la gente de ciencia para educar todavía mejor a la sociedad. Es un hecho que todo ser humano tiene la chispa para maravillarse. Los creyentes la tienen por los temas pseudocientíficos. Es menester formatear y redireccionar esta chispa para que despierte maravilla por los temas verdaderamente científicos.
by Jorge Armando Romo Bonilla | Ago 22, 2007 | Opiniones
Echemos un vistazo a nuestro alrededor. Miembros de nuestra propia familia hablando sobre apariciones de fantasmas o leyendo su horóscopo en algún diario de circulación nacional. Encendamos el televisor: Los programas de variedades matutinos (cuyos productores solamente tienen el interés de tener mucho raiting mostrando al público lo que sea) invitan a supuestos psíquicos o señoras que leen el
tarot y se comunican con los muertos a dar una muestra de lo que ellos llaman
Fenómenos Paranormales. Pero la historia no termina aquí: un señor canoso aparece todos los domingos gritando a los cuatro vientos que somos visitados por presuntos seres
extraterrestres que tripulan naves interestelares con forma de platillo volador. ¿Cuáles son sus pruebas? Fotografías trucadas, vídeos hechos a computadora, dudosos testimonios de gente que no tiene algo más interesante que hacer con su vida, etc.
Como futuro científico y miembro de algunos grupos escépticos, no puedo quedarme callado ante tal panorama. Quizás algunas personas dirían que pierdo mi tiempo, mientras que otras digan que vale la pena luchar contra todo este tipo de desinformación. De lo que sí estoy seguro es de la enorme calidad de la ciencia y de las maravillas que día con día nos aporta. Por esta razón, deseo que las personas conozcan la ciencia y la disfruten; que acepten sus ventajas para la humanidad pero sobre todo, que la conozcan de cerca a tal grado de no caer en engaños.
En el mundo actual, existen multitud de charlatanes que aparecen por todos los medios masivos de comunicación vendiéndonos algo. Aunado a esto, mucha gente cree en la pseudociencia tildada como Parapsicología no porque esta aporte pruebas contundentes, sino porque la gente quiere creer. Pongamos un ejemplo que me sucedió hace tiempo.
En mi casa hay un pequeño cuarto con una cama con colchón ortopédico donde solía dormir. Un día uno de los miembros de mi familia sintió claramente en la noche que alguien se sentaba en la parte inferior derecha del colchón, mas cuando se asomaba para ver quien le hacía compañía, resultaba que no había nadie. Tiempo después, el resto de la familia me decían muy espantados que en las noches sentían a alguien sentarse en la cama cuando en realidad no había nadie. Entonces empezaron a decir que el espíritu de mi abuela materna rondaba todavía por la casa. A esto se le llama Pensamiento Mágico y es muy común en la mayoría de la población. Viendo que la paranoia aumentaba día con día, decidí dormir en la dichosa cama durante una semana para ver que demonios estaba ocurriendo. Fueron tres noches las que sentí como si alguien se sentara en la parte inferior derecha… Aunque tenían que darse ciertas condiciones. Primero, si uno se quedaba despierto durante gran parte de la madrugada, no se sentía nada. Segundo, la sensación llegaba cuando uno estaba conciliando el sueño y Tercero, si yo ponía los pies en la parte inferior derecha, la sensación se daba, pero si ponía las piernas en la parte inferior izquierda, no pasaba absolutamente nada. Ya en el día se me ocurrió brincar en la dichosa parte del colchón del terror y descubrí tranquilamente que esa región del mueble se inclina al menor contacto y que mi familia había olvidado el hecho de que habían puesto discos y libros viejos debajo de la cama al grado de saturar el poco espacio que había en una sola región y por consiguiente, hacer que la cama se inclinara. Cuando comenté esto en la mesa familiar, nadie me creyó: Decidieron quedarse con su historia de fantasmas.

¿Qué podemos aprender de lo anterior? En primer lugar que aunque a la gente le demuestres lo errado de sus creencias, ésta prefiere quedarse con sus ideas. Esta es una clara muestra de que la gente cree en cosas paranormales no porque haya evidencia sustentable, sino porque sencillamente desean creer que hay cosas más allá. En segundo lugar, los escépticos encontramos a veces dos explicaciones para un fenómeno: la fantasiosa (que maneja la mayoría de la gente) y la sencilla, que casi siempre en todos los casos tiende a ser la correcta.
¿Por qué charlatanes como Carlos Trejo, Walter Mercado, Amira, Jaime Maussán, etc., tienen tanta credibilidad? ¿Por qué las revistas de lo paranormal se venden tanto? La respuesta a estas interrogantes estriba en que la población se deja llevar por sus propias creencias. Esta gente cosigue jalar mucho público debido a que le llega directamente a los deseos de las personas; en otras palabras, dicen lo que la gente quiere escuchar.
Digamos que me quiero enriquecerme a costa de la credulidad de las personas. Mi tema para vender es la actividad paranormal en casas embrujadas. Lo primero que necesito es tener mucha imaginación y facilidad de choro (o sea, facilidad de palabra al por mayor). Me invento unos cuantos vídeos donde se vean sombras producidas por gente de mi equipo, digo que grabé voces de ultratumba cuando en realidad éstas son producto de las gargantas de mis secuaces, saco una revista con títulos como Ultratumba, Sobrenatural, Paranormal, Apariciones, etc., y finalmente, espero que los crédulos empiecen a llegar. Para poder engañarlos, arruinarles su vida intelectual y exprimirles sus carteras, éstos deben de tener un enorme grado de incultura científica, no deben haber tenido un curso de lógica y deben dejar llevarse por sus creencias y miedos al grado de que se les nuble la razón. Ya tengo todo listo: en un año tendré dinero suficiente para vacacionar, comprarme mi mansión y vivir con dos nenas de fábula. No me preocupo por los escépticos: son tan poquitos los que descubren mi negocio que no se verán afectadas mis finanzas.
¿Reconocen esta fórmula? ¿No? La usan mucho Víctor Camacho y Carlos Trejo. De ahí la necesidad de contar con un pensamiento racional y crítico independiente de nuestras más profundas creencias. ¿Qué cómo le hago para ser escéptico? Muy fácil, pero primero hay que quitarnos de la cabeza algunas falsas ideas.
La gente cree que un escéptico es una persona cerrada que no cree en lo sobrenatural y que se aferra a decir que no por sus puros gumaros. En realidad un escéptico es una persona con un pensamiento crítico que no acepta algún suceso de inmediato, sino que pone enfrente todas las explicaciones posibles, descarta las que no tienen sustento o caen en contradicción y acepta las que están amparadas por la experimentación y la evidencia sólida. ¿Les recuerda todo esto algo en particular? La ciencia trabaja así, por algo es la herramienta más efectiva que tenemos para arrancarle a la naturaleza sus secretos. Pongamos otro ejemplo.
Jaime Maussán nos muestra un vídeo espectacular donde se ve una nave espacial y un ser extraterrestre. La gente que le cree acepta de inmediato sus supuestas pruebas porque en el fondo quieren creer: Se sienten muy bien dejándose llevar por estos argumentos no importando lo huecos que estén. Si somos escépticos, hay que tener en cuenta que es posible que Maussán tenga razón o que en realidad nos está tomando el pelo. No podemos descartar ninguna de estas dos posibilidades, así que nos ponemos a investigar. Surgen varias preguntas: Si esto es un fraude, ¿la nave pudo haber sido hecha por computadora? ¿El extraterrestre que vemos es real o es un muñeco? ¿Hay evidencia material de la nave o del ser? Hasta donde los escépticos hemos averiguado, siempre es lo mismo con este señor: vídeos hechos por computadora, globos filmados de una manera borrosa, extraterrestres que al final resultaron ser personas disfrazadas o muñecos y palabra tras palabra que suena a ciencia pero que no lo es.
Regresando a lo paranormal, ya tenemos algunos elementos para decir por qué la gente cree en estas cosas: falta de pensamiento lógico y/o racional, incultura científica, deseos de seguir creyendo a pesar de que nos demuestren lo contrario. Hay algunos casos que me gustaría platicarles.
Tengo una amiga llamada Mónica que cree en energías superiores o algo por el estilo. Su argumento es el siguiente: “No podemos creer y aceptar todo lo que nos dice la ciencia: ¡debe haber algo más!”. Si bien es cierto que la ciencia no tiene la verdad absoluta, no hay otra herramienta racional que nos haya dado tanto el conocimiento que tenemos actualmente sobre el mundo como los avances tecnológicos que gozamos. Cuando mi amiga dice que debe existir algo más, se está dejando llevar no por las evidencias, sino por sus deseos de que existan cosas más allá de lo que conocemos. Si nosotros le pidiéramos evidencia sólida, dudo mucho que nos la pudiera brindar.

Algunas personas justifican su fe con las pequeñísimas pruebas que dicen encontrar, aunque ignoran la apabullante cantidad de pruebas en contra. Eso se llama hacer trampa. Regresando a mi familia, su sencilla y dudosa prueba de la existencia en fantasmas contrastada con la innumerable cantidad de estudios en los que nunca se ha encontrado una sola prueba sólida de actividad paranormal, nos demuestra que si bien hay cosas que aún no conocemos, no se vale especular y dar por hecho algo.
A estas alturas pensarán que mi postura es radical: No existe la actividad paranormal. Pues bien, se equivocan. Como escéptico estoy abierto a todas las posibilidades siempre y cuando se puedan demostrar, de otra manera, todo se quedará en fantasía personal.
Y me dirán: ¿Hasta este momento, no hay una sola prueba que valga la pena? Pues no. Hasta donde se ha investigado, no hay la menor evidencia de actividad paranormal y no hay ninguna prueba contundente que muestre que los fantasmas, OVNIs, Horóscopos, poderes psíquicos y demás cháchara comercial sean ya una realidad.
En Estados Unidos, el mago James Randi ofrece un millón de dólares a cualquier persona que tenga alguna prueba contundente que confirme la existencia de algún fenómeno paranormal u otra de las ideas descritas arriba. Hasta ahora, el dinero se está añejando y gente que juraba e hiper-juraba que veía fantasmas o que tenía algún poder extra-sensorial para comunicarse, no han pasado la prueba. ¿Será que nada de eso existe y como seres humanos nos gusta alucinarnos con ideas que rebasan nuestra monótona realidad?
Estamos en una facultad que se encarga de formar científicos. El deber de los profesores es enseñarnos a pensar, a tener un
pensamiento crítico. Asimismo, ustedes como futuros investigadores y educadores de la ciencia, están obligados a ser racionales, a manejar un pensamiento escéptico y crítico y a dejar a un lado sus creencias personales por más bellas y placenteras que sean. Esto va para todos y sobre todo para los chavos de primer ingreso que apenas se están sumergiendo en el fascinante mundo de la ciencia.
by Lalo Márquez | Ago 21, 2007 | Noticias interesantes
La medicina alternativa, como la homeopatía y la acupuntura, combinadas con la alopática han contribuido a mejorar la calidad de vida de pacientes con padecimientos como osteoartritis y diabetes. Inclusive, a obtener mejor respuesta a los tratamientos. Por ello es necesario promover su práctica en instituciones médicas, aseguró el director general de Medicina Tradicional y Desarrollo Intercultural de la Secretaría de Salud (Ssa), José Alejandro Almaguer González.
Hay mejor respuesta a tratamientos, asegura experto
La medicina alternativa, como la homeopatía y la acupuntura, combinadas con la alopática han contribuido a mejorar la calidad de vida de pacientes con padecimientos como osteoartritis y diabetes. Inclusive, a obtener mejor respuesta a los tratamientos. Por ello es necesario promover su práctica en instituciones médicas, aseguró el director general de Medicina Tradicional y Desarrollo Intercultural de la Secretaría de Salud (Ssa), José Alejandro Almaguer González.
En un comunicado de la institución, el especialista enfatizó que la homeopatía y la acupuntura están avaladas y certificadas por la Ssa, por lo que la población puede confiar en que recibirá tratamiento adecuado.
No obstante, pidió a los habitantes que verifiquen que la persona que los atiende esté certificada por la secretaría, ya que para ejercer se requieren título y cédula de médico general. De esta manera, añadió, se puede evitar caer en manos de charlatanes.
Durante un encuentro que se llevó a cabo en el auditorio Miguel E. Bustamante de la Ssa, se resaltó que hay una norma oficial mexicana para el ejercicio de la acupuntura (NOM 172-SSA-1998). Esta, abundó, es un método clínico-terapéutico no medicamentoso que consiste en introducir agujas metálicas en el cuerpo.
El especialista debe contar con agujas de acupuntura esterilizadas, láser de bajo poder, electroestimulador, magnetos, tachuelas, balines y lámpara de rayos infrarrojos, pues hay diversas técnicas para tratar los padecimientos.
Sobre la homeopatía, destacó que tiene amplia efectividad en la ginecología y la obstetricia, para tratar el síndrome del climaterio y la posmenopausia en pacientes en los que las terapias alopáticas están contraindicadas o tienen nula respuesta.
http://www.jornada.unam.mx/2007/08/21/index.php?section=sociedad&article=042n2soc