El enigma de las Pioneer

Las naves Pioneer 10 y 11, lanzadas hace cerca de 30 años, se alejan a una velocidad menor a la que correspondería según las leyes del movimiento, lo que sorprende a los científicos y plantea en los confines del sistema solar una intriga digna de una novela de ciencia ficción.(20/06/06 – CyTA-Instituto Leloir. Por Ricardo Gómez Vecchio) – Los confines de nuestro sistema solar no parecen el lugar ideal para una novela de suspenso, sin embargo, algo extraño está ocurriendo por allí que intriga a los científicos. Hace más de treinta años partieron en misiones a Júpiter y Saturno dos naves, las Pioneer 10 y 11. Su destino posterior era traspasar por primera vez los límites del sistema solar. En eso están, precisamente, luego de años de viaje. Pero lo curioso es que lo están haciendo a una velocidad menor a la que correspondería.

Este hecho ha merecido el nombre de La Anomalía de las Pioneer, encantador título para una novela de ciencia ficción. Sólo que en este caso no se trata de ficción; si bien el efecto de enlentecimiento de las naves no es muy grande, es medible, y hasta ahora inexplicable.

El enigma, como sucede en esto casos, ha despertado una serie de posibles explicaciones, entre las cuales la más atrevida habla de una nueva física. Para completar los elementos del misterio, se añade que sólo una fracción de los datos recogidos por las naves en todos estos años han sido analizados para estudiar esta anomalía.

Aquí es donde aparece otro protagonista de la trama, La Sociedad Planetaria – institución sin fines de lucro creada en los `80 por Carl Sagan, Bruce Murray y Louis Friedman para promover la exploración del sistema solar y la búsqueda de inteligencia extraterrestre- que al mejor estilo de Sherlock Holmes intenta colaborar en la solución del enigma.

Tan solo 11 años de los datos Doppler de las sondas Pioneer – que permiten calcular su velocidad – han sido analizados hasta hoy, sin que se haya encontrado ninguna solución para la ralentización de las sondas. Gran parte de los datos de la misión de ambas naves están en desorden, en soportes tecnológicos viejos y en peligro de ser destruidos, entre otras cosas, porque la NASA no disponía de fondos para analizarlos.

La Sociedad Planetaria, entonces, hizo un llamamiento a sus miembros en todo el mundo y juntó los fondos necesarios para recuperar y validar el tesoro que representa esta información.

“Estamos felices de acudir al rescate cuando nadie podía hacerlo”, expresa Bruce Bettys, Project Manager de la Sociedad Planetaria, en el sitio de esta institución. “Sea que los datos revelen que la anomalía está causada por algún efecto banal proveniente de las naves mismas, o que lleve a un nuevo entendimiento de la física, la Anomalía de las Pioneer ha sido un misterio que debe resolverse”, afirma con convicción.

Luego de que esta sociedad inició el proyecto, el Jet Propulsion Laboratory (JPL) también contribuyó con algunos fondos. Los datos están siendo ahora recolectados, ordenados, validados, traspasados a soportes más modernos y le serán entregados a un equipo de científicos para que los analicen.

El éxito de esta empresa se extendió más allá de los datos referido a la velocidad. El Master Data Records (MDR), que fue descubierto almacenado en el Ames Research Center de la NASA, contenía más información sobre las naves mismas y datos científicos. El plan original de este centro, que operaba las naves espaciales, era guardarlos por siete años. Afortunadamente, muchos registros fueron mantenidos y, gracias a Viktor Toth, un diseñador de software canadiense, los archivos de registros de telemetría también están siendo recolectados y ordenados.

Según la Sociedad Planetaria, los datos del MDR incluyen mediciones de temperatura de las naves durante el transcurso de las misiones. Lo que ellos añadirían a la resolución del misterio es poder modelar la radiación termal de las naves y su variación a lo largo del tiempo que, tal vez, ayudaría a explicar la anomalía.

La “novela” de las Anomalías de las Pioneer comenzó a escribirse cuando John D. Anderson y colegas del JPL se dieron cuenta de que las trayectorias de las dos naves se estaban desviando de las correspondientes según las leyes del movimiento.

Luego de 30 años de viaje por el espacio y de pasar cerca de Júpiter y Saturno, el resultado es que las Pioneer están a aproximadamente 240 mil millas más cerca del Sol de lo que deberían. Es decir, la distancia de la Tierra a la Luna, lo que, si se tiene en cuenta que viajan a 30 mil millas por hora y lo han hecho por tanto tiempo, parece una diferencia trivial. Pero no para los científicos, porque ningún factor conocido explica esta divergencia.

¿Qué explicaciones se proponen para la diferencia en la velocidad? Varias, pero por ahora son hipótesis que habrá que investigar. Podría ser el plasma interplanetario y el viento solar, quizás un retroceso termal debido al calor generado por las pilas atómicas de las sondas, tal vez la misteriosa Materia Oscura en la galaxia, o hasta la manifestación de una nueva física.

Con los datos actuales, ninguna hipótesis puede darse por válida. Tal vez, los datos salvados por el improvisado Holmes de esta historia, la Sociedad Planetaria, puedan brindarles a los científicos más información para resolver el enigma.

Mientras tanto, ambas naves se alejan. La Pioneer 10 se encontró con Júpiter en diciembre del `73 y su hermanita, la 11, pasó por Saturno en septiembre del ´79. Luego, ambas sondas se embarcaron en órbitas de escape hacia lados opuestos del sistema solar viajando a través de la eclíptica, el plano imaginario que describe la órbita de la Tierra alrededor del Sol.

Si nada interrumpe su camino, la Pioneer 10 viajará hacia Aldebarán, la estrella roja que forma el ojo del toro en la constelación de Tauro. Los memoriosos tal vez recuerden que lleva una placa diseñada por Carl Sagan, que explica la ubicación de la Tierra, la fecha en que la nave fue construida y un dibujo de un hombre y una mujer. Si alguna civilización la encuentra podrá saber algo de nosotros y dónde estamos.

Su compañera de misión, la Pioneer 11 va rumbo a Lamda Aquila, una estrella de magnitud 3.4 que senala la cola de la Constelación del Aguila, donde, si tiene suerte, llegará dentro de unos 4 millones de años. Ojalá que ya no lleve el misterio a cuestas.

Fuente:

http://www.diarioc.com.ar/tecnologia/id/88813

Avistamiento de un ovni cerca de un volcán peruano

¿Estamos solos? Nadie lo sabe con certeza. Una fotografía del volcán Ubinas tomada por Marco Antonio Zevallos, del Comité Regional de Defensa Civil, el 8 de junio, muestra la presencia de lo que sería un ovni. Expertos sostienen, preliminarmente, que la cámara captó un objeto anómalo que cruzó su campo de visualización a gran velocidad. Podría tratarse de un ave o insecto.

Anthony Choy, investigador de fenómenos aeroanómalos, refiere que existen muchos antecedentes ufológicos que se relacionan con catástrofes, naturales u ocasionados por la mano del hombre. Como ejemplo, mencionó la serie fotográfica de ovnis durante las innumerables erupciones del volcán Popocatépetl (México), durante el último tsunami en el Pacífico y el 11 de setiembre del 2001 en Nueva York.

Fuente:

http://www.correoperu.com.pe/paginas_nota.php?nota_id=28495&seccion_nota=5

Los misterios del cerebro

Por Agencias
OMAR SEGURA / JUNIO 17, 2006 (EFE).- Aunque todavía queda mucho por saber, en los últimos años la neurociencia ha experimentado grandes avances que nos ayudan a comprender cada vez más cómo se producen las distintas funciones y conexiones que ocurren dentro de nuestra cabeza.Para el doctor Francisco J. Rubia, experto español en fisiología del sistema nervioso, “temas como la conciencia, la comprensión de los demás, la libre voluntad o el concepto del yo, están siendo analizados desde las neurociencias, y ya están surgiendo resultados que van afianzando la convicción de que todas estas funciones son producto de la actividad cerebral”.

Según el autor de “¿Qué sabes de tu cerebro?”, aunque aún estemos muy lejos de comprender el funcionamiento de un órgano, con miles de millones de elementos y un número de conexiones entre ellos muy superior, lo que sabemos debería ser conocido ampliamente para prepararse para lo que se avecina.

Estas son algunas de las respuestas sobre ese prodigioso órgano y sus funciones, que han conseguido aportar los neurocientíficos:

El “séptimo sentido”, así se ha denominado al fenómeno de la telepatía, que se caracteriza por la presunta capacidad de algunas personas de leer los pensamientos de otras, no importa a qué distancia se encuentren.

Una de las personas que más han estudiado el tema es el científico británico Rupert Sheldrake, que está convencido de la existencia de los “campos morfogenéticos”, que unirían a unas personas con otras de forma desconocida e invisible.

La telepatía es quizá el fenómeno paranormal más aceptado, debido a la experiencia de muchas personas de haber tenido alguna vivencia que apuntaba en esa dirección. Según Sheldrake, todos tenemos esa capacidad, que podría entrenarse.

LA ILUSORIA REALIDAD

Puede afirmarse que el mundo visual es una ilusión. Piense que se generan dos imágenes en las dos retinas y que están distorsionadas, son muy pequeñas y además invertidas. Adicionalmente, el poder de resolución del ojo es limitado y no uniforme, ya que fuera del lugar de mayor agudeza visual, la fóvea, el poder de resolución es bajo; la retina es prácticamente ciega para los colores.

Además, el ojo se está moviendo constantemente de un punto a otro en el campo visual, entre tres y cuatro veces por segundo, lo que crea un montón de nuevas imágenes.

Por si fuera poco, si no se presta atención a algo no se lo ve, a veces se perciben cosas que no se ven, como un perro entero tras una valla aunque sólo veamos un trozo del animal, y muchas de las cosas que vemos son creaciones del cerebro o ilusiones ópticas. El cerebro ve lo que quiere ver, por lo que somos incapaces de captar lo que solemos llamar “la realidad”.

EL OLOR DE LOS COLORES

La palabra “sinestesia” significa juntar las sensaciones, y se puede definir como el fenómeno en el que un sujeto de forma involuntaria une dos sentidos. Así la información real de un sentido se acompaña por la percepción en otro o en varios sentidos, como por ejemplo personas que al escuchar la música ven colores. Hay personas, pues, que oyen colores, otras que los huelen y algunas que saborean las formas.

Se cree que este fenómeno, que posiblemente afecta a una de cada 2 mil personas, puede deberse a ciertas asociaciones de neuronas por medio de conexiones cerebrales de larga distancia, o a la activación de neuronas sobre las que convergen informaciones de varios sentidos.

EL TÓPICO DEL 10 POR CIENTO

La afirmación de que sólo utilizamos una décima parte de nuestra capacidad mental, es absolutamente falsa. Nunca se han podido observar con el electroencefalograma, el método que registra la actividad eléctrica de la corteza cerebral, zonas silentes.

Todas muestran actividad neuronal. Lo contrario supondría que esas células habrían muerto y dejado un hueco en esa región.

El que no seamos conscientes de muchas funciones cerebrales no significan que no estén ahí. El cerebro está creando continuamente imágenes en nuestra imaginación, recibiendo información de receptores internos del organismo e incluso durante el sueño sigue almacenando datos en la memoria.

Fuente:

http://srv2.vanguardia.com.mx/hub.cfm/FuseAction.Detalle/Nota.541705/SecID.38/index.sal

Experiencias cercanas a la muerte

MARSELLA, Francia (France Presse).— Al filo de la muerte, muchos pacientes en coma profundo cuentan, tras superarlo, que comprendían lo que se decía a alrededor o leían a veces el pensamiento de las personas que tenían cerca, experiencias que 1,500 especialistas y pacientes debaten en un coloquio sobre muerte inminente en Martigues.“Se trata de personas que han rozado la muerte, ya sea por accidente o tras ciertas operaciones, y que han relato de su coma una historia que sale de lo ordinario”, resume Sonia Barkallah, organizadora del evento sobre Experiencias de Muerte Inminente (EMI).

Los múltiples testimonios vividos por pacientes en coma empezaron a ser estudiados por los médicos hace una treintena de años, pero son aún considerados como un “ovni” científico.

Médico anestesista reanimador, el doctor Jean-Jacques Charbonnier, recogió personalmente numerosas experiencias de EMI vividas por sus pacientes.

“Son personas que están por encima de su cuerpo, entendían lo que los médicos decían de ellos, fueron absorbidos en un túnel oscuro en el que al final se encontraba una luz intensa, pero no cegadora”, explica Barkallah.

“Mientras que su encefalograma es plano, se pasean en el pensamiento, leen a veces el de los otros, y encuentran al final del túnel ‘seres de luz’ o difuntos cercanos que les dicen que no es todavía su momento”, prosigue la organizadora.

El doctor Charbonnier apunta que “aunque parece un poco extravagante, yo he tenido muchas veces una especie de vinculación telepática con comatosos”.

“Se imponía una idea obsesiva como por ejemplo con un enfermo de cáncer en fase terminal asistido con respiración artificial”, cuenta el especialista. “¡Era como si me hablara! Escuché: ‘¡Tienes que mirar en mi cartera’!”, prosigue Charbonnier. El médico finalmente encontró un manuscrito de su paciente en el que pedía que se le “desconectara” si algún día llegaba a esa situación.

Las personas salen bastante cambiadas tras una experiencia de muerte inminente, se convierten en “más altruistas y menos apegadas a los valores materiales”, aseguran los conocedores.

La experiencia, en más del 90% de los casos, es vivida de manera satisfactoria. “En coma avanzado, uno está bien”, según cuenta la gente que ha logrado superarlo. “No hay que abandonar a los pacientes o decir, como alguno de mis colegas, que son ‘vegetales’”, insiste Charbonnier.

“Hay que seguir viéndolos, hablarles”, explica, antes de citar el caso de un hombre que sufrió un accidente y con el que parecía que no habría esperanza.

“Contra todo pronóstico, fue mejor, empezó a moverse y salió del coma. Una vez que volvió en sí, le dijo a su madre: “Has hecho bien, entendía todo lo que me decías’”, relata el reanimador.

Fuente:

http://www.yucatan.com.mx/noticia.asp?cx=99$1000000000$3313053&f=20060618

La Paradoja de Fermi

Muchos científicos dicen que el número de civilizaciones avanzadas en nuestra galaxia podría llegar a millones. Sin embargo, si es así, ¿no deberíamos tener ya prueba de esto? Otros opinan que esta falta de pruebas es muy sospechosa y significa que tal vez no haya otras civilizaciones. Exploremos este misterio supremo con ayuda de la ciencia ficción.Un día de verano en 1950 estaba Enrico Fermi, Premio Nobel de Física, en el Laboratorio Nacional de Los Alamos (EUA), en compañía de otras eminencias: Edward Teller, Herbert York y Emil Konopinski. Iban para el almuerzo y conversaban animada e informalmente sobre relatos de platillos voladores, aparecidos en los medios. Fermi razonó usando el método científico. Primero, definió el problema: ¿Podría haber extraterrestres avanzados, y podrían llegar hasta aquí?

TEORIA DE FERMI

Fermi elaboró una teoría que decía que esto es posible, como en la película “Día de la Independencia”. Pero Fermi siguió adelante: su hipótesis experimental sería “hay un impacto directo y evidente en la historia de la Humanidad”; su hipótesis nula sería “no hay ningún impacto directo ni evidente en la historia de la Humanidad por invasión o colonización alienígena”. El experimento necesario sería estudiar registros históricos. Existen registros astronómicos desde hace al menos 3500 años, pero ni la historia reciente ni la distante registran una invasión de la Tierra por extraterrestres. Por tanto, la Tierra nunca fue invadida o colonizada por extraterrestres en tiempos históricos.

LA PARADOJA

Para los optimistas, debe haber civilizaciones avanzadas en la Galaxia y cuanto más tiempo pasa más aparecen; algunos hablan de entre 1 millón a 1.000 millones. Y mismo usando naves lentas, no muy superiores a las nuestras, una única especie podría haber poblado enteramente nuestra antigua Galaxia en apenas 1% de la edad actual de ella. Pero la Tierra nunca fue invadida ni colonizada en tiempos históricos. Por eso, cuando llegaron al restaurante y los cuatro se sentaron a la mesa, Fermi de repente hizo la pregunta que resumió el verdadero misterio de los E.T.s.: “¿dónde están todos?”.
Desde entonces mucha gente intentó encontrarle alguna explicación a esta paradoja. Veamos algunas, salidas de fértiles imaginaciones de Hollywood, pero que cuentan con el apoyo de científicos. En cursiva y entre corchetes [ ] se dan detalles de las películas.

TEORIA NUMERO 2

Los extraterrestres ya estuvieron aquí, como en “Cocoon” [estuvieron hace 12 000 años, en la Atlántida]. La arqueología, la antropología y el folclorismo ya estudiaron pirámides de 4.500 años y culturas que usaban la astronomía en esa época, y también la paleontología estudió las extinciones de especies dominantes como los dinosaurios, pero nada fue probado. Estas ciencias todavía tendrán mucho que hacer por varios siglos.

TEORIA NUMERO 3

Hay extraterrestres aquí, pero los gobiernos los están ocultando, como en “Hombres de negro”. Ya hubo inclusive demandas contra la NASA, por la ley llamada Acta de Libertad de Información. Hay una oficina de la ONU en Viena que vela por el Tratado del Espacio Exterior de 1966, que obliga a divulgar todos los descubrimientos espaciales. La Unión Astronómica Internacional no depende de ningún gobierno y sus afiliados tienen libertad de publicación. La Academia Internacional de Astronáutica mantiene un protocolo sobre Busca de Inteligencia Extraterrestre que obliga a compartir la información con el público, y en muchos observatorios flamea la llamada “bandera de la Tierra”, como compromiso con toda la Humanidad. Los documentos e instalaciones liberados hasta ahora fueron insuficientes y la conclusión puede tardar todavía décadas.

TEORIA NUMERO 4

Hay extraterrestres muy cerca e intentado hacer contacto, como en “Encuentros cercanos de tercer tipo”, [donde varios indicios llevan a una
reunión con E.T.s en una meseta]. Ya hubo estudios serios de Fenómenos Observacionales Anómalos, como las extrañas luces de Hessdalen, en Noruega, y experimentos donde se usaron señales luminosas e inclusive páginas en Internet para atraer E.T.s. Todo esto hasta ahora fue insuficiente y se podría trabajar todavía por décadas.

TEORIA NUMERO 5

Hay extraterrestres muy cerca, solo que no intentan hacer contacto, como en “2001: Una odisea espacial” [ellos nos estaban esperando pacientemente en la Luna]. Ya mapeamos la Tierra entera con resolución de 10 m, el espacio alrededor de ella con resolución de 1 m, y la Luna, Venus y Marte con resolución de 100 m. Pero los experimentos realizados hasta ahora fueron insuficientes. Puede tardar todavía siglos.

TEORIA NUMERO 6

Hay extraterrestres muy cerca, intentando evitar el contacto, como en “E.T.: el extraterrestre” [ellos recogen muestras botánicas pero huyen de los humanos]. No tenemos datos de lugares inaccesibles de la Tierra u otros cuerpos del Sistema Solar, y hasta ahora estamos esperando un error de ellos y nada. Una conclusión es totalmente imposible, puesto que sus hipótesis no pueden ser comprobadas experimentalmente.

TEORIA NUMERO 7

Hay extraterrestres muy cerca solo que no nos damos cuenta, como los Ewoks de “El regreso del Jedi” [una sociedad primitiva no sabe que hay una guerra interestelar y que su nueva “luna” es en realidad la gigantesca estación espacial “Estrella de la Muerte”]. Los astrónomos ya utilizan desde el Telescopio Espacial Hubble hasta el Super Kamiokande, que capta neutrinos, para explorar el Universo. Tenemos quizás millones de años de trabajo por delante.

TEORIA NUMERO 8

Hay extraterrestres que no quieren venir hasta aquí, pero aun así están interesados en entrar en contacto, como en la película “Contacto” [ellos envían señales de microondas cuando comienzan a recibir nuestras
transmisiones de televisión]. Desde 1960, se ha buscado con radiotelescopios y detectores de señales laser. Uno de los pocos proyectos, SETI@home, usa millones de computadoras de voluntarios, por Internet, para analizar datos del radiotelescopio de Arecibo, el mayor del mundo. En 1972 y 1973 las sondas Pioneer 10 y 11 partieron con placas identificando, en lenguaje científico, su planeta y época. Las siguieron las Voyager 1 y 2 en 1977, con discos con imágenes y sonidos. En 1974 el radiotelescopio de Arecibo transmitió un potente mensaje a un aglomerado de estrellas distante 25 000 años-luz. Una conclusión todavía tardaría miles de años más.

TEORIA NUMERO 9

Hay extraterrestres, pero no quieren venir hasta aquí ni entrar en contacto con nosotros, similar a lo que ocurre en “Matrix” [las avanzadas “máquinas” no se interesan en viajes espaciales y no buscan electricidad arriba de las nubes, con paneles solares en órbita, o migrando a la Luna. De hecho, el agente Smith critica a los seres humanos por su manera voraz de expandirse, como un virus]. Ya hemos enviado sondas hasta Neptuno, y telescopios como el infrarrojo IRAS han buscado fuentes de energía con características artificiales entre las estrellas. Podemos tardar millones de años para revisar todos los sistemas planetarios. Pero nuestros esfuerzos en el Sistema Solar sí fueron suficientes, por lo que estamos seguros de que no lo compartimos con otros seres de tecnología avanzada.

TEORIA NUMERO 10

Hay otras civilizaciones en la Galaxia solo que no tienen tecnologías avanzadas, como en el largometraje “Viaje a las estrellas: Insurrección”
[donde una sociedad ya no le encuentra ventajas a su avanzada tecnología y deciden vivir a lo hippie]. Podríamos tardar todavía millones de años para tener mapas de todos los planetas de la Galaxia, pero, aparte de Europa, satélite natural de Júpiter, y Titán, de Saturno, podemos afirmar con seguridad que en el Sistema Solar no hay civilizaciones no tecnológicas.

TEORIA NUMERO 11

Solo hay vida primitiva, si es que existe vida extraterrestre, como sucede en el planeta de “Alien II: el regreso” [plagado por bestias monstruosas]. Ya enviamos sondas con instrumentos biológicos para el planeta más parecido a la Tierra, Marte, y no tiene un ecosistema frondoso que pueda albergar seres inteligentes. Podrían pasar millones de años para tener datos del resto de la Galaxia, pero aparte de Europa y Titán, estamos seguros de que el homo sapiens es el ser biológico más avanzado de nuestro vecindario.
Finalmente, cada una de estas teorías podría aplicarse a una civilización específica, pero cuantas más civilizaciones existan, más posibilidades hay de llegar a la siguiente teoría:

TEORIA NUMERO N

Hay por lo menos una civilización extraterrestre que, independientemente de las excusas de las otras civilizaciones, está viniendo hacia la Tierra, y
más tarde o más temprano va a llegar, como en el “El Imperio contraataca” [donde los rebeldes se esconden en un oscuro rincón de la Galaxia, pero eventualmente son detectados por el Imperio]. Ya llegamos en persona hasta la Luna, nuestras sondas robóticas ya aterrizaron en Titán, satélite de Saturno y tenemos bases permanentes a 400 km de altura, en el espacio. Los extraterrestres todavía no llegaron, y nosotros todavía no colonizamos la Galaxia entera. Puede ser que el tiempo de espera haya sido insuficiente, y obviamente nuestros propios esfuerzos de colonizar la Galaxia también fueron insuficientes. Para tener una solución a la Paradoja de Fermi y confirmar definitivamente si estamos solos o no en la Galaxia, tal vez tardemos hasta 100 millones de años.

aldoloup@hotmail.com

Aldo Loup

Fuente:

http://www.abc.com.py/articulos.php?pid=259702