La Conferencia internacional sobre basura espacial inició hoy en la ciudad alemana de Darmstadt, donde 250 expertos analizarán el futuro de los desechos y el peligro que éstos representan para las naves y los satélites.
La discusiones partirán de la base de que en la actualidad hay unos 100 mil desechos de diferentes medidas que viajan en el espacio alrededor de la órbita terrestre y de que hasta ahora se carece de un método para retirar la basura en forma rápida y efectiva.

Algunos de esos objetos son de dimensiones pequeñas, como desarmadores o guantes que perdieron astronautas durante alguna labor fuera de la nave, pero viajan a tal velocidad -hasta 30 mil kilómetros por hora- que constituyen una fuente de peligro.

El director del Centro de Control Espacial Europeo, Heiner Klinkrad, declaró en Darmstadt que en los últimos años tuvieron que cambiarse por lo menos 80 ventanas de naves espaciales, que resultaron dañadas por colisiones con esos desechos.

Agregó que incluso los generadores de energía solar que utiliza el telescopio espacial Hubble y que han sido traídos a la Tierra, muestran las huellas de esos choques, algunas de ellas parecen orificios causados por una bala.

El Centro de Control indicó que en fecha reciente se emprendió una costosa maniobra para evitar que el satélite europeo Envisat, para cuya construcción se invirtieron dos mil 300 millones de euros (más de dos mil 986 millones de dólares), resultara dañado.

La basura procede de 180 satélites y explosiones de cohetes militares en las últimas cuatro décadas, además de partes que se desprendieron de las naves y de objetos que los astronautas perdieron en el espacio sideral, precisó el centro con sede en Darmstadt.

La institución parte de la base de que esos desechos que giran en torno a la Tierra resultan por su número cada vez más peligrosos, ya que algunos de ellos tienen sólo el tamaño de piedras pequeñas, pero la velocidad a la que viajan los convierte en un peligro.

Los desechos pequeños son el resultado de colisiones entre ellos mismos y durante el choque se producen porciones cada vez más pequeñas y numerosas, añadió en centro.

Reconoció que hasta ahora no hay forma de retirar la basura espacial en forma rápida y efectiva, por lo que se consideran posibilidades tales como equipar a los satélites de un mecanismo de auto incineración para que desaparezcan cuando termine su misión.

También sería factible enviar cohetes para que disparen contra los desechos y los retiren de esa forma a un sector de la órbita terrestre que podría ser utilizado como “basurero”, pero esa opción es muy costosa, afirman los expertos.

La Conferencia Internacional en Darmstadt, donde también tiene su sede la Agencia Espacial Europea, concluirá el próximo miércoles y los especialistas darán a conocer en conferencia de prensa los resultados de sus deliberaciones de tres días.

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