El Abuso del Término “Alopatía”
Por William T. Jarvis, Ph.D
Fuente:http://www.ncahf.org/articles/a-b/allopathy.html
El término “alopatía” fue inventado por el médico alemán Samuel Hahnemann (1755-1843). Combinó allos “opuesto” y pathos “sufriendo” como un referente a las ásperas prácticas médicas de su era que incluían sangría, purga, vómito, y administración de drogas altamente tóxicas. Estas prácticas estaban basadas en la antigua Teoría Humoral Griega la cual atribuyó la enfermedad a un desbalance de cuatro humores (sangre, flema, bilis negra, y bilis amarilla) y cuatro condiciones corpóreas (caliente, frío, mojado, y seco) que correspondían a cuatro elementos (tierra, aire, fuego, y agua). Los médicos que siguieron la tradición Hippocrática intentaron balancear los humores tratando los síntomas con “opuestos”. Por ejemplo, la fiebre (caliente) se creía que era debida al exceso de sangre porque los pacientes estaban sonrojados; entonces, el balance era buscado con sangrías para “enfriar” al paciente. Hahneman buscó remplazar alopatía con su “ley de similares” que trataba “lo mismo con lo mismo”, una idea precientífica que había descubierto leyendo fuentes antiguas. Hahnemann había abandonado la práctica médica por su inhabilidad para aliviar a sus pacientes con los métodos de su era. Ganó dinero traduciendo trabajos clásicos al Alemán llevándolo a ideas médicas antiguas.
Aunque muchas terapias modernas pueden ser construidas para conformar a la racionalidad alopática (por ejemplo, usando un laxante para aliviar la constipación), la medicina estándar jamás ha pagado fidelidad a un principio alopático. La etiqueta “alópata” fue considerada altamente sarcástica por la medicina regular. Un libro de 1902 hecho expresamente para graduados de medicina revela qué tan vehementemente los Doctores Médicos una vez se opusieron y resintieron la etiqueta:
“Recuerden que el término “Alopatía” es un apodo falso que no fue escogido por los médicos regulares, sino arteramente acuñado, y puesto en perverso uso contra nosotros, en su venenosa cruzada contra la Medicina Regular por su enemigo, Hahnemann, y desde entonces aplicado a nosotros por nuestros enemigos con todas las insinuaciones y uso sarcástico que el término puede dar. Aplicar el término ‘Alopatía’ a la medicina regular es falso y ofensivo y no es aceptado por nosotros como el término “Herejes” tampoco es aceptado por los Protestantes, o ni ‘Niggers’ por los Negros (1). Los términos ‘alópata’ y ‘alopatía’ son utilizados frecuentemente en referencia a los Doctores Médicos y la medicina estándar por escritores médicos. Tal uso generalmente refleja una definición alterna de alopatía: ‘un sistema de práctica médica que hace uso de todas las medidas comprobadas de valor en el tratamiento de enfermedades’ (2). Esta definición describe exáctamente la medicina moderna basada en ciencia, pero es incosistente con sus palabras etimológicas “allos” y “pathos”. La duplicidad del término ayuda a aquellos quienes desean representar mal a la medicina como ideológicamente alopática (o sea, supresión de síntomas). La NCAHF recomienda que estos términos no sean utilizados en referencia a la medicina estándar o Doctores Médicos.”
La Importancia de un Mal Apodo
Aunque la medicina nunca aceptó la etiqueta de alopatía, los practicantes no médicos tales como los quiroprácticos, homeópatas, y naturópatas regularmente representan mal a los médicos como “alópatas”. Esto se hace usualmente para hacer diferencias entre su gremio y aparente tener conflictos filosóficos en vez de ideología contra ciencia. Los oponentes de la medicina afirman que ellos curan las causas subyacentes de las enfermedades, mientras los Doctores en Medicina tratan solo los síntomas. Además, ellos afirman que la medicina suprime los síntomas, interfiriendo así con el inherente proceso de curación del cuerpo. Un exámen más de cerca revela que esta línea de razonamiento es solo una retórica astuta. Cuando ellos dicen que están tratando las causas subyacentes, estos ideólogos vitalistas se refieren a una fuerza de vida metafísica en vez de a las causas reales de la enfermedad, como virus, bacteria, protozoos, defectos genéticos, radiación, insulto químico, y demás. En realidad, el valor real de la terapia manipulativa de la quiropráctica es el alivio sintomático del dolor de espalda. La homeopatía siempre ha estado basada en el alivio sintomático. Los remedios homeopáticos están basados en un proceso llamado “probación” que identifica los remedios prospectos comparando los síntomas que producen en altas dósis con los síntomas reportados por un paciente.
La naturopatía es ecléctica, pero ninguna de sus modalidades médicas no estándar está realmente dirigida a la causalidad. El descubrimiento de las verdaderas causas de la enfermedad puede ser atribuida a las ciencias básicas. Pasteur fue un químico que trató de comprender cómo estaba hecho el vino. La idea de una fuerza metafísica nunca ha sido verificada objetivamente, ni tampoco se requiere la teoría de su existencia para explicar ni un solo fenómeno biológico. El trabajo científico sobre las causas reales de la enfermedad continúa. Para darse cuenta se puede ver los estudios actuales del Proyecto Genoma Humano en los Institutos Nacionales de Salud.
Cuidado No-Científico Basado en el Vitalismo
Un número de sistemas de sanación están basados en el vitalismo: “una doctrina que las funciones de un organismo vivo son debidas a un principio vital distinto de las fuerzas fisioquímicas (3)”, o “la teoría que las actividades biológicas son dirigidas por una fuerza sobrenatural; opuesto al mecanismo”, (4) lo cual denota una “fuerza de vida” paranormal. Los vitalistas no solo no son científicos, sino que son anticientíficos porque aborrecen el reduccionismo (o sea, contra el holismo) de la cienca, el materialismo (contra el eterealismo) de la ciencia, y la el proceso causal mecanístico (contra el místico) de la ciencia. Ellos prefieren la experiencia subjetiva a la prueba objetiva, y colocan la intuitividad sobre la razón y la lógica. Los vitalistas están en sincronía con los académicos en humanidades de anticiencia postmodernista y reciben ayuda y consuelo de muchos de ellos quienes están en posiciones de influencia. El vitalismo es una poderosa fuerza motivadora porque está inseparablemente ligada al concepto de un alma humana inmortal – una pieza del Divino que es la escencia de la existencia. Esto conecta al vitalismo a ideologías religiosas y explica por qué Sarton dijo que “es imposible suprimir el punto de vista vitalista; esquiva cada golpe y reaparece bajo una nueva forma” (5). La siguiente tabla enlista los nombres dados a la supuesta “fuerza de vida” en los sistemas vitalistas comúnmente promovidos:
MEDICINA ANTROPOSÓFICA (inventor – Rudolph Steiner):
Elemento divino en la naturaleza, cuerpo astral, fuerza formativa, cuerpo etéreo.
MEDICINA AYURVÉDICA (inventor – medicina Hindú Tradicional):
Prana
QUIROPRÁCTICA (inventor – Daniel D. Palmer):
Innato
MEDICINA DE ENERGÍA:
Cuerpo de energía, aura, efecto Kirlian, etc.
HOMEOPATÍA (inventor – Sauel Hahnemann):
Energía vital
SANACIÓN MAGNÉTICA (inventor – Franz Anton Mesmer):
Magnetismo animal
NATUROPATÍA:
Vis Medicatrix Naturae
MEDICINA PRIMITIVA:
(Ver manifestaciones culturales arriba)
RADIESTECIA (RABDOMANCIA MÉDICA):
Radiación
PSICOTERAPIA REICHIAN (inventor – Wilhelm Reich):
Energía Orgone
TOQUE TERAPÉUTICO (inventor – Dolores Krieger):
Prana (o “sanación pránica” en la antigua religión tierra/fertilidad, Wicca)
MEDICINA TRADICIONAL CHINA (inventor – Taoismo):
Chi, Qi, Ki
Algunas citas de fuentes autoritativas sobre algunos de los sistemas de sanación arriba mencionados expresarán las naturalezas casi religiosas de las ideologías vitalísticas mucho mejor:
Quiropráctica.- “El fundador de…la quiropráctica apreció el funcionamiento de la Inteligencia Universal (Dios); la función de la Inteligencia Innata (Alma, Espíritu o Chispa de Vida) dentro de cada uno, que reconoció como un segmento minuto de Universal; y las causas fundamentales de interferencia para las expresiones planeadas de esa Inteligencia Innata en la forma de Estreses Mentales, Químicos y/o Mecánicos, que crean las distorciones estructurales que interfieren con el abastecimiento de nervios” (6).
Homeopatía.- “Hahnemann es un niño de la era moderna de la ciencia natural, un adepto en la química de su día. Pero todavía puede sostener la convicción de que una entidad vital inmaterial anima nuestro organismo hasta la muerte cuando las puras fuerzas químicas prevalecen y lo descomponen. Esta entidad vital que él caracteriza como inmaterial, tipo espíritu, y la cual mantiene en salud a la harmoniosa totalidad del organismo, es de hecho la totalidad de ella” (7).
Naturopatía.- “La medicina ortodoxa asume que el mundo es caótico, mecanístico. Nosotros creemos en la Fuerza Vital que tiene organización inherente, es inteligente y entendible. Los quiropráctios tienen ajustes, los acupunturistas tiene agujas, nosotros tenemos Vis Medicatrix Naturae. Nuestra manera de investigar el misterio y belleza de la fuerza de vida, en la que tenemos fe. Nuestro poder y nuestra responsabilidad es para llevar la fuerza de vida a la luz” (8).
Los naturópatas afirman ser los herederos de la tradición Hipocrática, y prometen de dientes para fuera a la Vis Medicatrix Naturae (9), pero sus crencias en la “fuerza de vida” revela que no comprenden el punto más importante de la revolucionaria proposición de Hippócrates de que el poder de sanación de la naturaleza no fue una fuerza sobrenatural.
Referencias:
1. Cathel DW and Cathel W. Book on the Physician Himself, Philadelphia: Davis, 1902, pp.300-301; in Stalker and Glymour. 2. Examining Holistic Medicine, Buffalo: Prometheus, 1985, p.34.
3. Webster’s New Collegiate Dictionary.
4. Webster’s New Collegiate Dictionary.
5. Dorland’s Illustrated Medical Dictionary, 25th Edition. WB Saunders Co. 1974.
6. Sarton. A History of Science, Volume I. W.W. Norton & Company, 1952, p.497.
7. Homewood. The Neurodynamics of the Vertebral Subluxation. Chiropractic Publishers, 1973.
8.- Twentyman. “The nature of homeopathy,” Royal Soc Hlth J, 1982;102:221-5.
9.- Pam Snider, ND, 1991 AANP Convention, Into the Light. Townsend Letter for Doctors, April, 1992, p.261.
10.- Statement of philosophy, Bulletin of the National College of Naturopathic Medicine, undated, circa 1993.
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