El Sexto Sol, de Amando Lacueva
- elsextosol
- Novato
- Mensajes: 20
- Registrado: Mié Nov 18, 2009 12:06 pm
El Sexto Sol, de Amando Lacueva
Hola amigos de lo sobrenatural. Deseo presentaros la nueva novela de Amando Lacueva, que lleva por título El Sexto Sol y tiene como telón de fondo las profecías maya.
[url=http://www.hiboox.es/go/imagenes/d ... .jpg[/img][/url]
Os dejo una sinopsis, no sin antes informaros que si visitáis el blog de la novela, podéis participar en un sorteo de varios ejemplares. A los que se decidan, !Suerte!
Sinopsis
En las inmediaciones de Copán, ciudad situada en Honduras, el antropólogo y arqueólogo Alfred Taylor dirige una excavación arqueológica financiada por el filántropo parisino Estefen Wilde en la que descubren siete rocas con glifos mayas que la catedrática de Antropología del Louvre, Diana Preston, logra descifrar.
Mientras tanto, en diciembre de 2012, la NASA y sus satélites y el Centro de Operaciones de Experimentadores de París, bajo la dirección del astrofísico y cosmólogo John Friedman, constatan los descubrimientos astrológicos que ya predecían hace mas de cinco mil años los glifos de las rocas encontradas.
La trama de la novela se complica con la existencia de una sociedad secreta, llamada La Cruz Parlante, formada por antiguos sacerdotes mayas, que tiene, entre otras, la suprema tarea de custodiar las rocas.
Las predicciones son inequívocas, pues el calendario de la milenaria cultura maya finaliza abruptamente el 23 de diciembre de 2012. ¿Se enfrentan los personajes al fin del mundo o simplemente a un salto evolutivo de la humanidad? Para descubrirlo tendrán que atravesar el salón de los espejos y enfrentarse a sus propios miedos y valores.
[url=http://www.hiboox.es/go/imagenes/d ... .jpg[/img][/url]
Os dejo una sinopsis, no sin antes informaros que si visitáis el blog de la novela, podéis participar en un sorteo de varios ejemplares. A los que se decidan, !Suerte!
Sinopsis
En las inmediaciones de Copán, ciudad situada en Honduras, el antropólogo y arqueólogo Alfred Taylor dirige una excavación arqueológica financiada por el filántropo parisino Estefen Wilde en la que descubren siete rocas con glifos mayas que la catedrática de Antropología del Louvre, Diana Preston, logra descifrar.
Mientras tanto, en diciembre de 2012, la NASA y sus satélites y el Centro de Operaciones de Experimentadores de París, bajo la dirección del astrofísico y cosmólogo John Friedman, constatan los descubrimientos astrológicos que ya predecían hace mas de cinco mil años los glifos de las rocas encontradas.
La trama de la novela se complica con la existencia de una sociedad secreta, llamada La Cruz Parlante, formada por antiguos sacerdotes mayas, que tiene, entre otras, la suprema tarea de custodiar las rocas.
Las predicciones son inequívocas, pues el calendario de la milenaria cultura maya finaliza abruptamente el 23 de diciembre de 2012. ¿Se enfrentan los personajes al fin del mundo o simplemente a un salto evolutivo de la humanidad? Para descubrirlo tendrán que atravesar el salón de los espejos y enfrentarse a sus propios miedos y valores.
Visita el blog de la novela.
http://bloguay.com/elsextosol/
http://bloguay.com/elsextosol/
- rcb64
- Master Gurú
- Mensajes: 1527
- Registrado: Mié Mar 07, 2007 10:00 pm
- Posición: Escéptico
- Ubicación: México
- Contactar:
Re: El Sexto Sol, de Amando Lacueva
¿Profecías Mayas?, Ya empezamos mal, la imagen de piedra en la portada del libro efectivamente es el dios del sol o "Tonatiuh", que es el centro del calendario "Azteca", no Maya.
http://www.samaelgnosis.net/calendario_ ... atiuh.html
Tonatiuh
http://www.samaelgnosis.net/calendario_ ... atiuh.html
Tonatiuh
"Existen dos maneras de asombrarse, descubriendo cómo funcionan las cosas, o....
aceptarlas como un misterio. ¿tú cual eliges?"
aceptarlas como un misterio. ¿tú cual eliges?"
- Roberto
- Moderador
- Mensajes: 2986
- Registrado: Lun Abr 19, 2004 9:00 pm
- Posición: Escéptico
- Ubicación: México
Re: El Sexto Sol, de Amando Lacueva
¿No será Spam?
"Todo aquel que crea en la telequinesis, que por favor levante mi mano.– James Randi."
- TruthSeeker
- Master Gurú
- Mensajes: 1223
- Registrado: Vie May 16, 2008 10:09 am
Re: El Sexto Sol, de Amando Lacueva
Este usuario en otro tema recomendó un libro de Zecharia Sitchin, un pseudohistoriador que dice haber "probado" que los sumerios tuvieron contacto con extraterrestres. Ese autor se caracteriza por hacer traducciones falsas de los textos sumerios y sacar conclusiones abusivas. Para más información se puede visitar este sitio web.
Creo que nuestro amigo elsextosol es aficionado a los textos pseudohistoricos, incluyendo por supuesto esos que relacionan a los mayas con el fin del mundo.
Creo que nuestro amigo elsextosol es aficionado a los textos pseudohistoricos, incluyendo por supuesto esos que relacionan a los mayas con el fin del mundo.
- elsextosol
- Novato
- Mensajes: 20
- Registrado: Mié Nov 18, 2009 12:06 pm
Re: El Sexto Sol, de Amando Lacueva
Hola amigos. No, no soy ningún Spam.
En cuanto a Zacarías, nada que objetar, mi recomendación fue algo totalmente literario.
Mi obra una obra de ficción, entretenida y de ágil lectura, por lo menos, eso dicen mis lectores.
Un abrazo a todos y gracias por visitar este hilo.
Saludos
En cuanto a Zacarías, nada que objetar, mi recomendación fue algo totalmente literario.
Mi obra una obra de ficción, entretenida y de ágil lectura, por lo menos, eso dicen mis lectores.
Un abrazo a todos y gracias por visitar este hilo.
Saludos
Visita el blog de la novela.
http://bloguay.com/elsextosol/
http://bloguay.com/elsextosol/
- elsextosol
- Novato
- Mensajes: 20
- Registrado: Mié Nov 18, 2009 12:06 pm
Re: El Sexto Sol, de Amando Lacueva
Os dejo el primer capítulo de la novela, por si os apetece leerlo y comentarlo.
Un saludo
Edificio Liberty
Centro de Operaciones de Experimentadores
París
Diciembre de 2012
59 h 55’ para el desenlace
En el edificio Liberty, un coloso de más de 300 metros de altura que forma un conjunto arquitectónico de más de cuatrocientos mil metros cuadrados, de los cuales ciento veinte mil corresponden a oficinas, propiedad de la ESA, tiene su oficinas el Centro de Operaciones de Experimentadores de París (EOF), inaugurado hacia apenas dos años y situado en la rue de Guynemer, esquina Vangirad, frente al jardín Du Luxenbourg, apenas a tres manzanas del Sena. Goza de la más alta tecnología y es obra de distintos arquitectos europeos. Fue construido con los materiales más sofisticados y dotado de un sistema inteligente de última generación.
Dicho sistema inteligente controla absolutamente todos los accesos. Cuenta con un circuito cerrado de televisión y monitoreo de los tanques de almacenamiento, alarmas y elevadores. Acciona y detiene equipos, enciende y apaga alumbrados y, además, modera el trabajo de la maquinaria en lo referente a su temperatura, así como los horarios e iluminación de áreas comunes. Cada uno de los espacios que se alquilan cuenta con las acometidas básicas de todas las instalaciones necesarias e imprescindibles, y pueden adaptarse a sistemas tan sofisticados como se requiera, puesto que el sistema central permite la integración de cualquier otro a los cerebros del edificio. Asimismo, el sistema goza de los más avanzados equipos en ahorro de energía, que se dispusieron en todas y cada una de la luminarias del edificio, tal como lámparas ahorradoras de vapor de sodio, focos tipo PL y lámparas dicroicas de bajo voltaje. En la fachada del edificio los arquitectos seleccionaron materiales que cumplieran con las normas internacionales de seguridad y riesgos y que, además, formaran parte de la modernidad de la arquitectura del mismo. La fachada del Liberty se copió del sistema antiseísmos del WTC, pues cada una de sus piezas se mueve por sí sola para absorber la oscilación provocada por cualquier movimiento telúrico.
El equipo de astrofísicos, que dirige John Friedman, estaba tremendamente preocupado. Había recibido informes contradictorios de diferentes observatorios solares, concretamente desde el Geotail, y otros como el Win y el Polar. El Geotail fue lanzado hacía ya una veintena de años y se encontraba a estas alturas dotado de una tecnología obsoleta, aunque la NASA se negaba a prescindir de sus servicios pese a los enormes problemas que ocasionaba, especialmente a John Friedman.
Hablamos ahora de un astrofísico brillante a quien apasionaba la Cosmología. Tenía cuarenta y pocos años y practicaba deporte con asiduidad, siempre que su trabajo se lo permitiera, últimamente casi nunca, de ahí su frecuente malhumor. John era una persona respetada, más que respetada, temida; sus broncas a sus subordinados eran cotidianas, constantes. Posiblemente la falta de tiempo libre y el suceso de su casi reciente separación, lo habían convertido en ese ser que todos unánimemente odiaban.
Hacía escasos minutos que se había puesto al habla con su amigo y colega el doctor Novikow, que estaba al mando del GSFC de la NASA, en Maryland, para que reajustaran los telescopios de Soho-V y los redirigieran unos grados hacia la corona solar. Naturalmente, Novikow no estaba por la labor; él tenía sus propios problemas, ya que llevaban horas estudiando las manchas solares. Éstas habían desaparecido casi repentinamente, y eso era objeto de preocupación para él y su grupo. Todos los estudios indicaban que la falta de manchas era el inicio de fuertes actividades solares, pero no perdería nada por escuchar, una vez más, a su amigo Friedman.
—John, ¿qué es eso tan importante que has descubierto? Aquí son las cinco de la mañana… ¡Maldita sea! —exclamó fastidiado—. He tenido que pedir un café doble europeo para poder levantarme de la cama. —Se quejaba con voz aún sonámbula Fiódor Novikow y con su marcado acento ruso—. Podías tener en cuenta la diferencia de horario… ¡Joder! Es que siempre me haces lo mismo… ¿Sabías que eres un capullo?
Friedman rió quedamente.
—Hola, Novi —saludó, jovial, desde el sillón anatómico de su enorme y espacioso despacho. Estaba en la quinta planta del complejo del Centro de Operaciones de los Experimentadores, en París. Se atusó su corta y rizada barba morena antes de continuar hablando— se trata otra vez de Geotail. Ha registrado unas lecturas de una enorme actividad solar. Si vieras las eyecciones solares tan terribles que estoy contemplando en la nueva pantalla de plasma de mi ordenador, te sorprenderías de veras.
—No será para tanto —gruñó Fiódor—. Además, tratándose de Geotail supongo que será una nueva falsa alarma ¿No me habrás despertado por unas lecturas de ese condenado observatorio? —preguntó con voz todavía adormilada, pero con manifiesto enfado.
John sacudió la cabeza con energía.
—La verdad es que sí, exclusivamente por eso —sonreía mordaz, sabiendo que eso molestaría a Novikow—. Las eyecciones van acompañadas por erupciones de protuberancias de grandes dimensiones y desearía que Soho lo comprobara. —Solicitó distraídamente—. Ya tengo confirmaciones de Win y estoy esperando la de Polar; pero ya conoces el aburrido protocolo… —musitó. Luego suspiró—. Son observatorios del milenio pasado —dijo con resabio—. Tengo que comunicártelo e insistirte en que modifiques los instrumentos. Es pura rutina, amigo —volvía a sonreír, sin dejar por ello de mirar su pantalla de plasma ni un solo instante.
—Ahora no es posible. Lo tengo atareado con las condenadas manchas… Sólo hacen que desaparecer y desaparecer. Ni ciclos, ni puñetas. Las manchas actúan como les da la gana —se quejó Novikow con aspereza—. Me tienen hasta la coronilla y sabes que esa afirmación es literal, así que no me vengas con tonterías de eyecciones —espetó furioso—. No hay ninguna prevista ni por asomo.
—¿Estás seguro de ello, amigo? —preguntó mordaz—. Porque yo, con tantos años de experiencia, dudo ya absolutamente de todo.
—Bueno… —Meditó un instante su respuesta antes de proseguir con lentitud—: Quizás la ausencia de las manchas pudieran ser el inicio de cualquier actividad. Sin embargo, todavía es pronto para que se produzcan. —Se tocó la frente—. Así que te las tendrás que apañar con el banco de datos y los observatorios que la NASA ha puesto a tu disposición. ¿Entendido…? Soho se queda donde está. —Su voz sonaba todavía más enérgica—. Y no vuelvas a llamarme nunca más a estas horas. Te lo digo en serio, John. No me tomes el pelo —concluyó, ceñudo.
El aludido lanzó una pequeña carcajada a través del hilo telefónico. Novikow podía presumir de tener muchas cosas, salvo precisamente de cabello en la cabeza.
—¿Es que en Maryland no habéis oído hablar del «mínimo de Maunder»? —Inquirió irónico— ¿Eh…? —Dijo interrogativamente, tras un largo silencio y al no obtener respuesta continuó—: De todas formas, no he de explicarte lo que significa la ausencia total de manchas. Tú ya lo has dicho. Esas manchas llevan apareciendo y desapareciendo cuatro mil quinientos millones de años, Novi; lo mío es diferente.
—¡Y un cuerno, maldita sea, John! —bramó indignado—. Nada es diferente.
—¿Estás seguro, Novi? Porque… si, posteriormente, se confirma por tu departamento del GSFC y por Soho lo que ha registrado Geotail, entonces empezaremos a sufrir las consecuencias y no quiero que nadie de ahí, desde Maryland, pida mi cabeza en una bandeja de plata por no haber dado tiempo la voz de alarma. —John Friedman se levantó del confortable sillón. Su metro ochenta y cinco de estatura proyectaba su sombra sobre el gran escritorio. Sus ojos marrones no dejaban de escrutar la pantalla del ordenador mientras paseaba nervioso alrededor de su mesa de trabajo, estirándose los pelos de su rizada barba. Era un claro síntoma de su incipiente malhumor.
Novikow bostezó dos veces antes de contestar.
—Sabes que no puedo hacer eso —le espetó con voz grave—. Tengo a treinta astrofísicos medio locos por la desaparición repentina de las manchas solares trabajando veinticuatro horas al día desde hace una semana… —Se interrumpió bruscamente—.No han visto a sus mujeres en todo este tiempo, ni a su familia, y están que trinan conmigo por…
—Que pena me dan… ¡Vamos, Novi! Son hombres, no niñatos de instituto —le interrumpió mordaz. Después añadió con rabia—: Que no nos toquen los cojones.
—Lo que tú digas, pero si ahora les digo que he de revisar los datos de Geotail por sus estúpidas lecturas, la cabeza que depositarán en un bandeja será la mía y no la tuya —empezaba a irritarse. Conocía perfectamente a John y sabía que no pararía hasta que le diera las instrucciones precisas para cambiar los telescopios de Soho. Su poder de persuasión era aplastante, igual que las artimañas que, en diversas ocasiones, utilizaba para conseguir sus propósitos.
Friedman pasó por alto la siniestra apreciación.
—Novi, tú mismo, amigo. Haz lo que puedas, hombre —calló un momento y luego añadió con tono un tanto desenfadado—. Siento tener que hacerte esto, pero he grabado la conversación para proteger mi valioso trasero. Podías imaginártelo.
—¿Qué dices? No entiendo… ¿Que has hecho qué? —preguntó distraído.
—Digo que si resultara que Geotail ofrece lecturas correctas y un viejo obstinado como tú no me deja comprobarlas, tal y como rige el protocolo, porque no tiene el carácter suficiente para enfrentarse a un par de astrofísicos imberbes a los que les pica el nabo y necesitan desahogarse con sus respectivas…
—Para, John…. Para y no te precipites en tus apreciaciones —argumentó el ruso—. Estás diciendo tonterías.
Friedman notó un tic nervioso en su mejilla izquierda.
—¿Tonterías dices? —le espetó, molesto—. Como tu digas, amigo, pero si a la postre resulta que tengo razón, les serviré tu coronilla en bandeja de argento —anunció, ahora con voz inexpresiva—. No me vengas luego con cuentos chinos, ni tampoco apeles a nuestra vieja amistad para que cubra tu apestoso culo lleno de pelos —dijo con marcada acritud—. Mira, Novi… Lo digo así porque el que ahora está a la vista de todos es el mío y esa postura me incomoda mucho.
—Buenoo… —El ruso arrastró las vocales con excesiva tolerancia—. Eres un cabrón —contestó, malhumorado—. Ya sabía yo que me guardabas alguna ¿Qué va a suceder, John? Ese observatorio es pura chatarra —confesó abiertamente—. Su tecnología, pese a que lleva veinte años en el espacio, data de cuando la NASA envió a Lance Armstrong a la Luna… ¡Joder! —exclamó, molesto.
—No me jodas, Novi, porque resulta que es lo único con lo que me permitís trabajar, chatarra espacial —se quejó, hastiado—. Me tenéis vetado a Soho y no imaginas lo complicada que es mi labor aquí.
—Pues no comprendo por qué nadie hace caso a los datos que sigue enviando esa mierda de observatorio. —Novikow elevaba el tono de voz, pues pese a su enorme amistad, empezaba a irritarse. Sabía que tan solo cerrar la comunicación abierta entre ellos, a hora tan intempestiva, Friedman hablaría con el director de la NASA y le enchufaría en el ano la grabación que estaban manteniendo.
—De acuerdo, entonces, Novi, si tú consideras eso… —convino su amigo, tras lanzar un prolongado suspiro— y no sopesas la posibilidad de que Geotail esté diciendo la verdad porque tus físicos van perdidos con las manchitas solares y hace una semana que no duermen con sus mujeres, es cosa tuya.
—Te estás pasando, amigo —le advirtió, crispado, su interlocutor.
—Pasando, claro, pues despierta, Novi, y atiende de una jodida vez porque cuando esas eyecciones solares, de enormes proporciones, que estoy contemplando —Una sonrisa orgullosa cruzó su rostro—, y que van acompañadas por erupciones de protuberancias, empiecen su trabajo y desorganicen los cascos coronales…
—Corta el rollo y no intentes darme lecciones a estas alturas —le interrumpió—. ¿Dónde diablos quieres ir a parar? —estalló, nervioso.
—Sólo te informo —indicó con voz serena—. No he de decirte que las erupciones pronto influirán en la actividad geomagnética del planeta… Perdona un instante… —Sorbió su humeante taza de café colombiano—. Decía que bien pudieran afectar, o incluso interrumpir las comunicaciones con los satélites, y eso es una jodienda de las malas. ¿Sabes…?
—Eso resulta bastante improbable —refunfuñó el otro a través de la línea.
—Pues estoy convencido que incluso pueden destruir la electrónica de los mismos —afirmó con absoluta convicción—. Novi, son enormes y esto va en serio. Pronto se empezarán a crear grandes tormentas geomagnéticas, auroras y posibles apagones, y entonces —elevó intencionadamente su tono de su voz—, yo iré hasta Maryland para ligarme a tu preciosa mujer rusa porque tú estarás acabado y en la puñetera calle.
El doctor Novikow resopló con desdén.
—¿Para qué leches has dicho que has grabado la conversación? —preguntó con voz ahora despierta y nerviosa. Su acento ruso se incrementaba por instantes. Llegó incluso a maldecir algo en su idioma natal que, obviamente, John no entendió, pero sabía que el tic nervioso de su ojo izquierdo le estaba empezando a hacer estragos. Cuando este eslavo blasfemaba en ruso, ello significaba que se consideraba atrapado.
—Te lo he dicho casi desde el instante que has descolgado tu teléfono —repuso Friedman. Su tono sonaba triunfante, con rezumado sarcasmo. Sabía que estaba a punto de ganar aquella partida verbal.
Fiódor torció el gesto.
—Maldito seas… Tenía ganas de decirte esto hace tiempo, John —afirmó cortante—. Desde lo de tu mujer, te has convertido en un enorme grano en el culo de cualquiera. Supéralo ya de una maldita vez y vuélvete más humano, o algún día tendrás serios problemas, amigo… Créeme —apostilló con firmeza.
El aludido volvió a tomar asiento en su confortabilísimo sillón y con sus pies tomó impulso para voltearlo con él encima, a modo de tiovivo. Era su forma de expresar, en silencio, el triunfo que estaba a punto de alcanzar. Sabía que se había comportado como un maldito hijo de puta, pero no le importaba en absoluto si conseguía su propósito. Novikow, su amigo, seguía todavía en silencio, sopesando sus palabras.
—¿Novi…? —Inquirió, frunciendo el entrecejo—. ¿Sigues al aparato, amigo?
—No me llames «amigo», que me estás poniendo en un serio aprieto. Me estás chantajeando. —El acento ruso era más que evidente, sobre todo porque, nervioso, mezclaba el inglés con series de improperios en su lengua natal.
—Diez minutos, sólo te pido diez minutos. Tú tienes visión veinticuatro horas al día. Los observatorios con los que yo cuento me dan apenas seis, joder. No tendrás que enviar a tus ayudantes a casa; diles que se tomen un café… —insistió con terquedad—. Será suficiente. —John, expectante, tenía el brazo en alto con su puño apretado. Era cuestión de segundos que su interlocutor del Este de Europa le diera el sí definitivo al fin y claudicara a sus exigencias. «Cinco, cuatro, tres, dos…», contaba para sus adentros el tiempo de respuesta de Fiódor, y finalmente ésta llegó tal como ansiosamente aguardaba.
—De acuerdo… Diez minutos, ni un segundo más te doy —concedió Novikow, ensimismado—. Pero que conste que únicamente lo hago porque eres capaz de venir a ligarte a mi mujer. —Se secaba ya unas gotas de sudor de su frente y despejada coronilla con un pañuelo que había encontrado a mano.
—¡Bien! —Un estentóreo grito de entusiasmo inundó el despacho de John y fue a incrustarse en los oídos, aún adormilados, de su resignado amigo y colega ruso.
Éste cerró un segundo los ojos. Después se quejó al otro lado de la línea telefónica.
—¡Joder! No es necesario que grites tan fuerte, y no se te ocurra mofarte —lo recriminó con aspereza—. Y quiero esa grabación en el cubo de la basura ya —le susurró, incómodo. Luego elevó el tono mientras esbozaba una maliciosa sonrisa—. Me debes una botella de champagne para el próximo día que nos reunamos en tu casa, y que, por cierto, creo que será pronto. Así que ya sabes, pon a enfriar un par de botellas del Moet & Chandon. —Esbozó una sonrisa radiante.
—¿Celebramos algo que no recuerde? —inquirió pensativo.
—Tú apunta en tu agenda, tenemos una convocatoria para dentro de una semana, en París, con todos los directores de los Centros de Operaciones de los Experimentadores.
John Friedman soltó un suave silbido.
—Sí, lo sé, pero dudo que pueda asistir… —murmuró con cautela, en un intento por disculparse.
—Y una leche, ya te saltaste la del trimestre pasado —expuso Novikow, sorprendido—. Mira que tienes cara, amigo… Si se te ocurre inventar una excusa tan poco convincente como que tu perro tenía el moquillo, te despido —le amenazó—. Y te juro que hablo en serio. Mando a freír espárragos nuestra amistad y luego te buscas trabajo por las alcantarillas de París.
—Era cierto Novi, mi terrier estaba delicado de las caderas y el veterinario le recomendó reposo absoluto. —Hablaba ahora con tono relajado y sarcástico mientras, aún nervioso, daba vueltas en su confortable sillón.
Fiódor no pudo menos que echarse a reír al recordar tan peregrina disculpa.
—Y un cuerno. Si te conoceré. Si el Sol tuviera dos tetas, no serían necesarios observatorios; estarías pegado a él las veinticuatro horas del día.
—Está bien. Me lo pensaré —repuso John con franqueza—. Descuida.
—Olvidas que estas grabando esta conversación. La utilizaré para despedirte si no asistes a la reunión.
—Novi, en serio, todavía no tengo lecturas de Soho… —Encogió brevemente los hombros—. ¿Has dado ya las órdenes o qué? —preguntó, desoyendo las amenazas de su amigo.
—Claro que sí —repuso el otro en tono de disgusto—. Tienes que tenerlas en tu pantalla… ¡Joder! —bramó, hastiado—. Pero todavía no me has confirmado tu asistencia —insistió impulsivamente—. Mira que los asuntos a tratar son de suma importancia. ¿Vendrás…? ¿O tendré que utilizar la grabación para enviarte a la calle? Tú eliges.
—Novi… —musitó John.
—¿Qué…? —contestó el ruso agriamente.
—Las grabaciones están prohibidas, ya deberías saberlo, necesitan un permiso especial —soltó un perspicaz gruñido—. Y sí, tengo las lecturas. Gracias, Novi. ¡Qué grande eres!
El doctor Novikow hizo una mueca burlona.
—¡Jódete! —espetó furioso—. No te creas que no me las pagarás… ¡Prepara las dos botellas de champagne!
Un saludo
Edificio Liberty
Centro de Operaciones de Experimentadores
París
Diciembre de 2012
59 h 55’ para el desenlace
En el edificio Liberty, un coloso de más de 300 metros de altura que forma un conjunto arquitectónico de más de cuatrocientos mil metros cuadrados, de los cuales ciento veinte mil corresponden a oficinas, propiedad de la ESA, tiene su oficinas el Centro de Operaciones de Experimentadores de París (EOF), inaugurado hacia apenas dos años y situado en la rue de Guynemer, esquina Vangirad, frente al jardín Du Luxenbourg, apenas a tres manzanas del Sena. Goza de la más alta tecnología y es obra de distintos arquitectos europeos. Fue construido con los materiales más sofisticados y dotado de un sistema inteligente de última generación.
Dicho sistema inteligente controla absolutamente todos los accesos. Cuenta con un circuito cerrado de televisión y monitoreo de los tanques de almacenamiento, alarmas y elevadores. Acciona y detiene equipos, enciende y apaga alumbrados y, además, modera el trabajo de la maquinaria en lo referente a su temperatura, así como los horarios e iluminación de áreas comunes. Cada uno de los espacios que se alquilan cuenta con las acometidas básicas de todas las instalaciones necesarias e imprescindibles, y pueden adaptarse a sistemas tan sofisticados como se requiera, puesto que el sistema central permite la integración de cualquier otro a los cerebros del edificio. Asimismo, el sistema goza de los más avanzados equipos en ahorro de energía, que se dispusieron en todas y cada una de la luminarias del edificio, tal como lámparas ahorradoras de vapor de sodio, focos tipo PL y lámparas dicroicas de bajo voltaje. En la fachada del edificio los arquitectos seleccionaron materiales que cumplieran con las normas internacionales de seguridad y riesgos y que, además, formaran parte de la modernidad de la arquitectura del mismo. La fachada del Liberty se copió del sistema antiseísmos del WTC, pues cada una de sus piezas se mueve por sí sola para absorber la oscilación provocada por cualquier movimiento telúrico.
El equipo de astrofísicos, que dirige John Friedman, estaba tremendamente preocupado. Había recibido informes contradictorios de diferentes observatorios solares, concretamente desde el Geotail, y otros como el Win y el Polar. El Geotail fue lanzado hacía ya una veintena de años y se encontraba a estas alturas dotado de una tecnología obsoleta, aunque la NASA se negaba a prescindir de sus servicios pese a los enormes problemas que ocasionaba, especialmente a John Friedman.
Hablamos ahora de un astrofísico brillante a quien apasionaba la Cosmología. Tenía cuarenta y pocos años y practicaba deporte con asiduidad, siempre que su trabajo se lo permitiera, últimamente casi nunca, de ahí su frecuente malhumor. John era una persona respetada, más que respetada, temida; sus broncas a sus subordinados eran cotidianas, constantes. Posiblemente la falta de tiempo libre y el suceso de su casi reciente separación, lo habían convertido en ese ser que todos unánimemente odiaban.
Hacía escasos minutos que se había puesto al habla con su amigo y colega el doctor Novikow, que estaba al mando del GSFC de la NASA, en Maryland, para que reajustaran los telescopios de Soho-V y los redirigieran unos grados hacia la corona solar. Naturalmente, Novikow no estaba por la labor; él tenía sus propios problemas, ya que llevaban horas estudiando las manchas solares. Éstas habían desaparecido casi repentinamente, y eso era objeto de preocupación para él y su grupo. Todos los estudios indicaban que la falta de manchas era el inicio de fuertes actividades solares, pero no perdería nada por escuchar, una vez más, a su amigo Friedman.
—John, ¿qué es eso tan importante que has descubierto? Aquí son las cinco de la mañana… ¡Maldita sea! —exclamó fastidiado—. He tenido que pedir un café doble europeo para poder levantarme de la cama. —Se quejaba con voz aún sonámbula Fiódor Novikow y con su marcado acento ruso—. Podías tener en cuenta la diferencia de horario… ¡Joder! Es que siempre me haces lo mismo… ¿Sabías que eres un capullo?
Friedman rió quedamente.
—Hola, Novi —saludó, jovial, desde el sillón anatómico de su enorme y espacioso despacho. Estaba en la quinta planta del complejo del Centro de Operaciones de los Experimentadores, en París. Se atusó su corta y rizada barba morena antes de continuar hablando— se trata otra vez de Geotail. Ha registrado unas lecturas de una enorme actividad solar. Si vieras las eyecciones solares tan terribles que estoy contemplando en la nueva pantalla de plasma de mi ordenador, te sorprenderías de veras.
—No será para tanto —gruñó Fiódor—. Además, tratándose de Geotail supongo que será una nueva falsa alarma ¿No me habrás despertado por unas lecturas de ese condenado observatorio? —preguntó con voz todavía adormilada, pero con manifiesto enfado.
John sacudió la cabeza con energía.
—La verdad es que sí, exclusivamente por eso —sonreía mordaz, sabiendo que eso molestaría a Novikow—. Las eyecciones van acompañadas por erupciones de protuberancias de grandes dimensiones y desearía que Soho lo comprobara. —Solicitó distraídamente—. Ya tengo confirmaciones de Win y estoy esperando la de Polar; pero ya conoces el aburrido protocolo… —musitó. Luego suspiró—. Son observatorios del milenio pasado —dijo con resabio—. Tengo que comunicártelo e insistirte en que modifiques los instrumentos. Es pura rutina, amigo —volvía a sonreír, sin dejar por ello de mirar su pantalla de plasma ni un solo instante.
—Ahora no es posible. Lo tengo atareado con las condenadas manchas… Sólo hacen que desaparecer y desaparecer. Ni ciclos, ni puñetas. Las manchas actúan como les da la gana —se quejó Novikow con aspereza—. Me tienen hasta la coronilla y sabes que esa afirmación es literal, así que no me vengas con tonterías de eyecciones —espetó furioso—. No hay ninguna prevista ni por asomo.
—¿Estás seguro de ello, amigo? —preguntó mordaz—. Porque yo, con tantos años de experiencia, dudo ya absolutamente de todo.
—Bueno… —Meditó un instante su respuesta antes de proseguir con lentitud—: Quizás la ausencia de las manchas pudieran ser el inicio de cualquier actividad. Sin embargo, todavía es pronto para que se produzcan. —Se tocó la frente—. Así que te las tendrás que apañar con el banco de datos y los observatorios que la NASA ha puesto a tu disposición. ¿Entendido…? Soho se queda donde está. —Su voz sonaba todavía más enérgica—. Y no vuelvas a llamarme nunca más a estas horas. Te lo digo en serio, John. No me tomes el pelo —concluyó, ceñudo.
El aludido lanzó una pequeña carcajada a través del hilo telefónico. Novikow podía presumir de tener muchas cosas, salvo precisamente de cabello en la cabeza.
—¿Es que en Maryland no habéis oído hablar del «mínimo de Maunder»? —Inquirió irónico— ¿Eh…? —Dijo interrogativamente, tras un largo silencio y al no obtener respuesta continuó—: De todas formas, no he de explicarte lo que significa la ausencia total de manchas. Tú ya lo has dicho. Esas manchas llevan apareciendo y desapareciendo cuatro mil quinientos millones de años, Novi; lo mío es diferente.
—¡Y un cuerno, maldita sea, John! —bramó indignado—. Nada es diferente.
—¿Estás seguro, Novi? Porque… si, posteriormente, se confirma por tu departamento del GSFC y por Soho lo que ha registrado Geotail, entonces empezaremos a sufrir las consecuencias y no quiero que nadie de ahí, desde Maryland, pida mi cabeza en una bandeja de plata por no haber dado tiempo la voz de alarma. —John Friedman se levantó del confortable sillón. Su metro ochenta y cinco de estatura proyectaba su sombra sobre el gran escritorio. Sus ojos marrones no dejaban de escrutar la pantalla del ordenador mientras paseaba nervioso alrededor de su mesa de trabajo, estirándose los pelos de su rizada barba. Era un claro síntoma de su incipiente malhumor.
Novikow bostezó dos veces antes de contestar.
—Sabes que no puedo hacer eso —le espetó con voz grave—. Tengo a treinta astrofísicos medio locos por la desaparición repentina de las manchas solares trabajando veinticuatro horas al día desde hace una semana… —Se interrumpió bruscamente—.No han visto a sus mujeres en todo este tiempo, ni a su familia, y están que trinan conmigo por…
—Que pena me dan… ¡Vamos, Novi! Son hombres, no niñatos de instituto —le interrumpió mordaz. Después añadió con rabia—: Que no nos toquen los cojones.
—Lo que tú digas, pero si ahora les digo que he de revisar los datos de Geotail por sus estúpidas lecturas, la cabeza que depositarán en un bandeja será la mía y no la tuya —empezaba a irritarse. Conocía perfectamente a John y sabía que no pararía hasta que le diera las instrucciones precisas para cambiar los telescopios de Soho. Su poder de persuasión era aplastante, igual que las artimañas que, en diversas ocasiones, utilizaba para conseguir sus propósitos.
Friedman pasó por alto la siniestra apreciación.
—Novi, tú mismo, amigo. Haz lo que puedas, hombre —calló un momento y luego añadió con tono un tanto desenfadado—. Siento tener que hacerte esto, pero he grabado la conversación para proteger mi valioso trasero. Podías imaginártelo.
—¿Qué dices? No entiendo… ¿Que has hecho qué? —preguntó distraído.
—Digo que si resultara que Geotail ofrece lecturas correctas y un viejo obstinado como tú no me deja comprobarlas, tal y como rige el protocolo, porque no tiene el carácter suficiente para enfrentarse a un par de astrofísicos imberbes a los que les pica el nabo y necesitan desahogarse con sus respectivas…
—Para, John…. Para y no te precipites en tus apreciaciones —argumentó el ruso—. Estás diciendo tonterías.
Friedman notó un tic nervioso en su mejilla izquierda.
—¿Tonterías dices? —le espetó, molesto—. Como tu digas, amigo, pero si a la postre resulta que tengo razón, les serviré tu coronilla en bandeja de argento —anunció, ahora con voz inexpresiva—. No me vengas luego con cuentos chinos, ni tampoco apeles a nuestra vieja amistad para que cubra tu apestoso culo lleno de pelos —dijo con marcada acritud—. Mira, Novi… Lo digo así porque el que ahora está a la vista de todos es el mío y esa postura me incomoda mucho.
—Buenoo… —El ruso arrastró las vocales con excesiva tolerancia—. Eres un cabrón —contestó, malhumorado—. Ya sabía yo que me guardabas alguna ¿Qué va a suceder, John? Ese observatorio es pura chatarra —confesó abiertamente—. Su tecnología, pese a que lleva veinte años en el espacio, data de cuando la NASA envió a Lance Armstrong a la Luna… ¡Joder! —exclamó, molesto.
—No me jodas, Novi, porque resulta que es lo único con lo que me permitís trabajar, chatarra espacial —se quejó, hastiado—. Me tenéis vetado a Soho y no imaginas lo complicada que es mi labor aquí.
—Pues no comprendo por qué nadie hace caso a los datos que sigue enviando esa mierda de observatorio. —Novikow elevaba el tono de voz, pues pese a su enorme amistad, empezaba a irritarse. Sabía que tan solo cerrar la comunicación abierta entre ellos, a hora tan intempestiva, Friedman hablaría con el director de la NASA y le enchufaría en el ano la grabación que estaban manteniendo.
—De acuerdo, entonces, Novi, si tú consideras eso… —convino su amigo, tras lanzar un prolongado suspiro— y no sopesas la posibilidad de que Geotail esté diciendo la verdad porque tus físicos van perdidos con las manchitas solares y hace una semana que no duermen con sus mujeres, es cosa tuya.
—Te estás pasando, amigo —le advirtió, crispado, su interlocutor.
—Pasando, claro, pues despierta, Novi, y atiende de una jodida vez porque cuando esas eyecciones solares, de enormes proporciones, que estoy contemplando —Una sonrisa orgullosa cruzó su rostro—, y que van acompañadas por erupciones de protuberancias, empiecen su trabajo y desorganicen los cascos coronales…
—Corta el rollo y no intentes darme lecciones a estas alturas —le interrumpió—. ¿Dónde diablos quieres ir a parar? —estalló, nervioso.
—Sólo te informo —indicó con voz serena—. No he de decirte que las erupciones pronto influirán en la actividad geomagnética del planeta… Perdona un instante… —Sorbió su humeante taza de café colombiano—. Decía que bien pudieran afectar, o incluso interrumpir las comunicaciones con los satélites, y eso es una jodienda de las malas. ¿Sabes…?
—Eso resulta bastante improbable —refunfuñó el otro a través de la línea.
—Pues estoy convencido que incluso pueden destruir la electrónica de los mismos —afirmó con absoluta convicción—. Novi, son enormes y esto va en serio. Pronto se empezarán a crear grandes tormentas geomagnéticas, auroras y posibles apagones, y entonces —elevó intencionadamente su tono de su voz—, yo iré hasta Maryland para ligarme a tu preciosa mujer rusa porque tú estarás acabado y en la puñetera calle.
El doctor Novikow resopló con desdén.
—¿Para qué leches has dicho que has grabado la conversación? —preguntó con voz ahora despierta y nerviosa. Su acento ruso se incrementaba por instantes. Llegó incluso a maldecir algo en su idioma natal que, obviamente, John no entendió, pero sabía que el tic nervioso de su ojo izquierdo le estaba empezando a hacer estragos. Cuando este eslavo blasfemaba en ruso, ello significaba que se consideraba atrapado.
—Te lo he dicho casi desde el instante que has descolgado tu teléfono —repuso Friedman. Su tono sonaba triunfante, con rezumado sarcasmo. Sabía que estaba a punto de ganar aquella partida verbal.
Fiódor torció el gesto.
—Maldito seas… Tenía ganas de decirte esto hace tiempo, John —afirmó cortante—. Desde lo de tu mujer, te has convertido en un enorme grano en el culo de cualquiera. Supéralo ya de una maldita vez y vuélvete más humano, o algún día tendrás serios problemas, amigo… Créeme —apostilló con firmeza.
El aludido volvió a tomar asiento en su confortabilísimo sillón y con sus pies tomó impulso para voltearlo con él encima, a modo de tiovivo. Era su forma de expresar, en silencio, el triunfo que estaba a punto de alcanzar. Sabía que se había comportado como un maldito hijo de puta, pero no le importaba en absoluto si conseguía su propósito. Novikow, su amigo, seguía todavía en silencio, sopesando sus palabras.
—¿Novi…? —Inquirió, frunciendo el entrecejo—. ¿Sigues al aparato, amigo?
—No me llames «amigo», que me estás poniendo en un serio aprieto. Me estás chantajeando. —El acento ruso era más que evidente, sobre todo porque, nervioso, mezclaba el inglés con series de improperios en su lengua natal.
—Diez minutos, sólo te pido diez minutos. Tú tienes visión veinticuatro horas al día. Los observatorios con los que yo cuento me dan apenas seis, joder. No tendrás que enviar a tus ayudantes a casa; diles que se tomen un café… —insistió con terquedad—. Será suficiente. —John, expectante, tenía el brazo en alto con su puño apretado. Era cuestión de segundos que su interlocutor del Este de Europa le diera el sí definitivo al fin y claudicara a sus exigencias. «Cinco, cuatro, tres, dos…», contaba para sus adentros el tiempo de respuesta de Fiódor, y finalmente ésta llegó tal como ansiosamente aguardaba.
—De acuerdo… Diez minutos, ni un segundo más te doy —concedió Novikow, ensimismado—. Pero que conste que únicamente lo hago porque eres capaz de venir a ligarte a mi mujer. —Se secaba ya unas gotas de sudor de su frente y despejada coronilla con un pañuelo que había encontrado a mano.
—¡Bien! —Un estentóreo grito de entusiasmo inundó el despacho de John y fue a incrustarse en los oídos, aún adormilados, de su resignado amigo y colega ruso.
Éste cerró un segundo los ojos. Después se quejó al otro lado de la línea telefónica.
—¡Joder! No es necesario que grites tan fuerte, y no se te ocurra mofarte —lo recriminó con aspereza—. Y quiero esa grabación en el cubo de la basura ya —le susurró, incómodo. Luego elevó el tono mientras esbozaba una maliciosa sonrisa—. Me debes una botella de champagne para el próximo día que nos reunamos en tu casa, y que, por cierto, creo que será pronto. Así que ya sabes, pon a enfriar un par de botellas del Moet & Chandon. —Esbozó una sonrisa radiante.
—¿Celebramos algo que no recuerde? —inquirió pensativo.
—Tú apunta en tu agenda, tenemos una convocatoria para dentro de una semana, en París, con todos los directores de los Centros de Operaciones de los Experimentadores.
John Friedman soltó un suave silbido.
—Sí, lo sé, pero dudo que pueda asistir… —murmuró con cautela, en un intento por disculparse.
—Y una leche, ya te saltaste la del trimestre pasado —expuso Novikow, sorprendido—. Mira que tienes cara, amigo… Si se te ocurre inventar una excusa tan poco convincente como que tu perro tenía el moquillo, te despido —le amenazó—. Y te juro que hablo en serio. Mando a freír espárragos nuestra amistad y luego te buscas trabajo por las alcantarillas de París.
—Era cierto Novi, mi terrier estaba delicado de las caderas y el veterinario le recomendó reposo absoluto. —Hablaba ahora con tono relajado y sarcástico mientras, aún nervioso, daba vueltas en su confortable sillón.
Fiódor no pudo menos que echarse a reír al recordar tan peregrina disculpa.
—Y un cuerno. Si te conoceré. Si el Sol tuviera dos tetas, no serían necesarios observatorios; estarías pegado a él las veinticuatro horas del día.
—Está bien. Me lo pensaré —repuso John con franqueza—. Descuida.
—Olvidas que estas grabando esta conversación. La utilizaré para despedirte si no asistes a la reunión.
—Novi, en serio, todavía no tengo lecturas de Soho… —Encogió brevemente los hombros—. ¿Has dado ya las órdenes o qué? —preguntó, desoyendo las amenazas de su amigo.
—Claro que sí —repuso el otro en tono de disgusto—. Tienes que tenerlas en tu pantalla… ¡Joder! —bramó, hastiado—. Pero todavía no me has confirmado tu asistencia —insistió impulsivamente—. Mira que los asuntos a tratar son de suma importancia. ¿Vendrás…? ¿O tendré que utilizar la grabación para enviarte a la calle? Tú eliges.
—Novi… —musitó John.
—¿Qué…? —contestó el ruso agriamente.
—Las grabaciones están prohibidas, ya deberías saberlo, necesitan un permiso especial —soltó un perspicaz gruñido—. Y sí, tengo las lecturas. Gracias, Novi. ¡Qué grande eres!
El doctor Novikow hizo una mueca burlona.
—¡Jódete! —espetó furioso—. No te creas que no me las pagarás… ¡Prepara las dos botellas de champagne!
Visita el blog de la novela.
http://bloguay.com/elsextosol/
http://bloguay.com/elsextosol/
- elsextosol
- Novato
- Mensajes: 20
- Registrado: Mié Nov 18, 2009 12:06 pm
Re: El Sexto Sol, de Amando Lacueva
Hola amigos:
Deseo presentaros poco a poco a los personajes de mi novela.
Sabéis que todos ellos los podéis encontrar en mi blog.
El primero de la lista es Alfred Taylor, el arqueólogo. Ya me contaréis qué os parece.
Alfred Taylor
Antropólogo. Desde joven es un apasionado de la arqueología, concretamente de las civilizaciones precolombinas. Es alto y bien parecido. Viste de forma informal y posee una sonrisa franca. Tiene un miedo espantoso a enamorarse de Susy, la secretaria del señor Wilde, o por lo menos, a declararse. Susy es algo mayor que él y teme un rechazo. Alfred es altruista y defensor de los inocentes, pese a que nunca ha movido un dedo por salvar a nadie, su miedo o su forma de vida, aventurera y despreocupada no le han dado oportunidad para demostrar su empatía con el mundo. Ahora, a pesar de que goza de fama de vividor, ha logrado localizar en Copán siete rocas con glifos maya. Es un increíble descubrimiento y debe viajar a Paris en compañía de Susy para entregar las piedras al señor Wilde para Diana Preston traduzca su contenido.
Ya antes de iniciar el viaje, junto a su inseparable amigo Felipe García, se ve envuelto en diversas situaciones que ponen en peligro su vida. Los miembros de la Cruz Parlante no permitirán que su viaje finalice con éxito. Sin embargo, la suerte está de su lado.
Vive situaciones arriesgadas, peligrosas, otras cómicas y otras, cargadas de fuerte erotismo, sin embargo, su fin, su meta, se encuentra junto a John Friedman, astrofísico de la ESA. Ambos personajes, tienen un reto por delante, intentar salvarse, pues el mundo, no tiene salvación. ¿O sí, la tiene?.
Deseo presentaros poco a poco a los personajes de mi novela.
Sabéis que todos ellos los podéis encontrar en mi blog.
El primero de la lista es Alfred Taylor, el arqueólogo. Ya me contaréis qué os parece.
Alfred Taylor
Antropólogo. Desde joven es un apasionado de la arqueología, concretamente de las civilizaciones precolombinas. Es alto y bien parecido. Viste de forma informal y posee una sonrisa franca. Tiene un miedo espantoso a enamorarse de Susy, la secretaria del señor Wilde, o por lo menos, a declararse. Susy es algo mayor que él y teme un rechazo. Alfred es altruista y defensor de los inocentes, pese a que nunca ha movido un dedo por salvar a nadie, su miedo o su forma de vida, aventurera y despreocupada no le han dado oportunidad para demostrar su empatía con el mundo. Ahora, a pesar de que goza de fama de vividor, ha logrado localizar en Copán siete rocas con glifos maya. Es un increíble descubrimiento y debe viajar a Paris en compañía de Susy para entregar las piedras al señor Wilde para Diana Preston traduzca su contenido.
Ya antes de iniciar el viaje, junto a su inseparable amigo Felipe García, se ve envuelto en diversas situaciones que ponen en peligro su vida. Los miembros de la Cruz Parlante no permitirán que su viaje finalice con éxito. Sin embargo, la suerte está de su lado.
Vive situaciones arriesgadas, peligrosas, otras cómicas y otras, cargadas de fuerte erotismo, sin embargo, su fin, su meta, se encuentra junto a John Friedman, astrofísico de la ESA. Ambos personajes, tienen un reto por delante, intentar salvarse, pues el mundo, no tiene salvación. ¿O sí, la tiene?.
Visita el blog de la novela.
http://bloguay.com/elsextosol/
http://bloguay.com/elsextosol/
- TruthSeeker
- Master Gurú
- Mensajes: 1223
- Registrado: Vie May 16, 2008 10:09 am
Re: El Sexto Sol, de Amando Lacueva
Elsextosol
Todas estas profecías del fin del mundo (o algo parecido a eso) en 2012, ¿usted las toma únicamente como medio para crear relatos literarios o cree que hay algo más serio en todo esto?
Todas estas profecías del fin del mundo (o algo parecido a eso) en 2012, ¿usted las toma únicamente como medio para crear relatos literarios o cree que hay algo más serio en todo esto?
Re: El Sexto Sol, de Amando Lacueva
NI IDEATIENES DE LO QUE ESCRIBES, explotan una profecia y cultura que ni siquiera les pertenece, el sexto sol lo confunden con quetzalcoatl, ce actl opiltzin quetzalcoatl, fue un lider religioso que se puso quetzalcoatl por ser del culto al quetzalcoatl, la serpiente emplumada es un linaje, y la leyenda tolteca habla del regreso de quetzalcoatl, la profecia del chilam balam de chumayel, habla del regreso del divino itzae, el vomito de fuego, que de nuevo vendra a devolverle la gloria a su pueblo.."""no mayas, ni toltecas, ni mexicas, ITZAES, ITZ'AE ROCIO DEL CIELO ""LOS HIJOS DEL ROCIO DEL CIELO...LOS HIJOS DE LA PROMESA, quetzalcoatl es serpeinte emplumada, el dios de los itzaes es SERPIENTE JAGUAR, los olmecas se dividieron en dos linajes, en san lorenzo y tres zapotes, san lorenzo fundo tehotihuacan, y tres zapotes LA VENTA TABASCO, LOS ITZAES PUTUNES, eran del sur de tabasco, EL RITUAL DE QUETZALCOATL ES ""la divinidad baja a la tierra, y entra por el chacra de sahasrara, o kheter en la cabala judia, y desciende como la serpiente kundalini, hasta los pies. LA SERPIENTE JAGUAR, el ritual es LUNAR, ES LA ENEGIA QUE DESCIENDE A LA TIERRA LA ENVUELVE, Y MEDIANTE UNOS RITUALES, QUE COMO DICE EL CHIALM BALAM """SOLO LOS DESCENDIENTES DEL LINAJE PODRAN DEVELAR LOS MISTERIOS DEL DESPERTAR, LA ENERGIA DE LA SERPEINTE SUBE DEL INFRAMUNDO POR LA PIERNA DERECHA, COMO EN TEZCATLIPOCA O EL DIOS TOHIL, EL MITO DICE QUE TEZCATLIPOCA OFRECE COMO SEÑUELO SU PIERNA AL MONSTRUO DE LA TIERRA (INFRAMUNDO EL JAGUAR DESCARNADO, Y ESTE SE LO COME, LA ENERGIA SUBE HASTA EL HEMISFERIO CEREBRAL IZQUIERDO (MASCULINO) LA ENERGIA QUE SUBE ES FEMENINA LUNAR EN CIERTAS FECHAS Y CON CIERTOS RITOS ADEMAS LOS NUEVE SEÑORES DE LA NOCHE, LOS NUEVE PASOS DEL BOLOM TIKU, AL LLEGAR AL HEMISFERIO CEREBRAL MASCULINO LE PROPORCIONA EL PODER DE LA INTUICION Y SE MEZCLAN HACIENDOSE EL DIVINO HERMARODITA O LA DIVINA DUALIDAD, COMO DICE LA BIBLIA CATOLICA,, ""Y DIOS FORMO AL HOMBRE A SU IMAGEN Y SEMEJANZA, HEMBRA Y MACHO LOS CREO,...Y DESPUES DICE ESTO EN EL CAPITULO DEL GENESIS...Y DIOS DURMIO AL HOMBRE Y DE SU COSTILLA FORMO A LA MUJER..¿¿ENTONCES PARA QUE HIZO A LA MUJER DOS VECES?? CLARAMENTE DICE SEPARO A LA MUJER DEL CUERPO DEL HOMBRE..EL DESPERTAR ES REGRESAR A LA CONDICION PRIMIGENIA ANGELICAL, DEL HOMBRE...ENTONCES ES COMO DECIAN LOS OLMECAS...""ESTAR EN CONTACTO CONSCIENTE CON DIOS....SER CAMINANTE DE DOS MUNDOS....cuando empiezen por entender esto...accederan a los misterios del hombre....que es el misterio de dios....viajerodelmilenio@hotmail.com...por eso losOLMECAS TIENEN UN NÑO ES SU BRAZOS SIMBOLIZA LA NUEVA CREACION, Y SUS ESCULTURAS NO TIENE SEXO, SON ASEXUADAS, POR QUE el sexo no importa, la generacion es hacia dentro de ellos mismos...el inframundo y las capas de la conciencia.
- elsextosol
- Novato
- Mensajes: 20
- Registrado: Mié Nov 18, 2009 12:06 pm
Re: El Sexto Sol, de Amando Lacueva
Pues mi novela es sencillamente una obra literaria ambientada en las profecías mayas y el mito escatológico que las envuelve sobre el fin del mundo.TruthSeeker escribió:Elsextosol
Todas estas profecías del fin del mundo (o algo parecido a eso) en 2012, ¿usted las toma únicamente como medio para crear relatos literarios o cree que hay algo más serio en todo esto?
Una obra de ciencia ficción y aventuras con la pretensión de distraer al lector.
Gracias por tu pregunta.
Visita el blog de la novela.
http://bloguay.com/elsextosol/
http://bloguay.com/elsextosol/
- elsextosol
- Novato
- Mensajes: 20
- Registrado: Mié Nov 18, 2009 12:06 pm
Re: El Sexto Sol, de Amando Lacueva
Gracias por sus apuntes, aunque observo que no ha leído mi novela.viajero escribió:NI IDEATIENES DE LO QUE ESCRIBES, explotan una profecia y cultura que ni siquiera les pertenece, el sexto sol lo confunden con quetzalcoatl, ce actl opiltzin quetzalcoatl, fue un lider religioso que se puso quetzalcoatl por ser del culto al quetzalcoatl, la serpiente emplumada es un linaje, y la leyenda tolteca habla del regreso de quetzalcoatl, la profecia del chilam balam de chumayel, habla del regreso del divino itzae, el vomito de fuego, que de nuevo vendra a devolverle la gloria a su pueblo.."""no mayas, ni toltecas, ni mexicas, ITZAES, ITZ'AE ROCIO DEL CIELO ""LOS HIJOS DEL ROCIO DEL CIELO...LOS HIJOS DE LA PROMESA, quetzalcoatl es serpeinte emplumada, el dios de los itzaes es SERPIENTE JAGUAR, los olmecas se dividieron en dos linajes, en san lorenzo y tres zapotes, san lorenzo fundo tehotihuacan, y tres zapotes LA VENTA TABASCO, LOS ITZAES PUTUNES, eran del sur de tabasco, EL RITUAL DE QUETZALCOATL ES ""la divinidad baja a la tierra, y entra por el chacra de sahasrara, o kheter en la cabala judia, y desciende como la serpiente kundalini, hasta los pies. LA SERPIENTE JAGUAR, el ritual es LUNAR, ES LA ENEGIA QUE DESCIENDE A LA TIERRA LA ENVUELVE, Y MEDIANTE UNOS RITUALES, QUE COMO DICE EL CHIALM BALAM """SOLO LOS DESCENDIENTES DEL LINAJE PODRAN DEVELAR LOS MISTERIOS DEL DESPERTAR, LA ENERGIA DE LA SERPEINTE SUBE DEL INFRAMUNDO POR LA PIERNA DERECHA, COMO EN TEZCATLIPOCA O EL DIOS TOHIL, EL MITO DICE QUE TEZCATLIPOCA OFRECE COMO SEÑUELO SU PIERNA AL MONSTRUO DE LA TIERRA (INFRAMUNDO EL JAGUAR DESCARNADO, Y ESTE SE LO COME, LA ENERGIA SUBE HASTA EL HEMISFERIO CEREBRAL IZQUIERDO (MASCULINO) LA ENERGIA QUE SUBE ES FEMENINA LUNAR EN CIERTAS FECHAS Y CON CIERTOS RITOS ADEMAS LOS NUEVE SEÑORES DE LA NOCHE, LOS NUEVE PASOS DEL BOLOM TIKU, AL LLEGAR AL HEMISFERIO CEREBRAL MASCULINO LE PROPORCIONA EL PODER DE LA INTUICION Y SE MEZCLAN HACIENDOSE EL DIVINO HERMARODITA O LA DIVINA DUALIDAD, COMO DICE LA BIBLIA CATOLICA,, ""Y DIOS FORMO AL HOMBRE A SU IMAGEN Y SEMEJANZA, HEMBRA Y MACHO LOS CREO,...Y DESPUES DICE ESTO EN EL CAPITULO DEL GENESIS...Y DIOS DURMIO AL HOMBRE Y DE SU COSTILLA FORMO A LA MUJER..¿¿ENTONCES PARA QUE HIZO A LA MUJER DOS VECES?? CLARAMENTE DICE SEPARO A LA MUJER DEL CUERPO DEL HOMBRE..EL DESPERTAR ES REGRESAR A LA CONDICION PRIMIGENIA ANGELICAL, DEL HOMBRE...ENTONCES ES COMO DECIAN LOS OLMECAS...""ESTAR EN CONTACTO CONSCIENTE CON DIOS....SER CAMINANTE DE DOS MUNDOS....cuando empiezen por entender esto...accederan a los misterios del hombre....que es el misterio de dios....viajerodelmilenio@hotmail.com...por eso losOLMECAS TIENEN UN NÑO ES SU BRAZOS SIMBOLIZA LA NUEVA CREACION, Y SUS ESCULTURAS NO TIENE SEXO, SON ASEXUADAS, POR QUE el sexo no importa, la generacion es hacia dentro de ellos mismos...el inframundo y las capas de la conciencia.
Un cordial saludo
Si lo desea, puede visitar el blog, estamos sorteando varios ejemplares de la obra.
http://bloguay.com/elsextosol/
Visita el blog de la novela.
http://bloguay.com/elsextosol/
http://bloguay.com/elsextosol/
- rcb64
- Master Gurú
- Mensajes: 1527
- Registrado: Mié Mar 07, 2007 10:00 pm
- Posición: Escéptico
- Ubicación: México
- Contactar:
Re: El Sexto Sol, de Amando Lacueva
viajero escribió:NI IDEATIENES DE LO QUE ESCRIBES, explotan una profecia y cultura que ni siquiera les pertenece,........EL RITUAL DE QUETZALCOATL ES ""la divinidad baja a la tierra, y entra por el chacra de sahasrara, o kheter en la cabala judia, y desciende como la serpiente kundalini, hasta los pies. ........ (INFRAMUNDO EL JAGUAR DESCARNADO, Y ESTE SE LO COME, LA ENERGIA SUBE HASTA EL HEMISFERIO CEREBRAL IZQUIERDO (MASCULINO) LA ENERGIA QUE SUBE ES FEMENINA LUNAR EN CIERTAS FECHAS Y CON CIERTOS RITOS ADEMAS LOS NUEVE SEÑORES DE LA NOCHE, LOS NUEVE PASOS DEL BOLOM TIKU, AL LLEGAR AL HEMISFERIO CEREBRAL MASCULINO........HACIENDOSE EL DIVINO HERMARODITA O LA DIVINA DUALIDAD, COMO DICE LA BIBLIA CATOLICA,, ""Y DIOS FORMO AL HOMBRE A SU IMAGEN Y SEMEJANZA, .......Y DESPUES DICE ESTO EN EL CAPITULO DEL GENESIS..........¿¿ENTONCES PARA QUE HIZO A LA MUJER DOS VECES?? CLARAMENTE DICE SEPARO A LA MUJER DEL CUERPO DEL HOMBRE..EL DESPERTAR ES REGRESAR A LA CONDICION PRIMIGENIA ANGELICAL, DEL HOMBRE...ENTONCES ES COMO DECIAN LOS OLMECAS...""ESTAR EN CONTACTO CONSCIENTE CON DIOS....SER CAMINANTE DE DOS MUNDOS....cuando empiezen por entender esto...accederan a los misterios del hombre....que es el misterio de dios....viajerodelmilenio@hotmail.com...por eso losOLMECAS TIENEN UN NÑO ES SU BRAZOS SIMBOLIZA LA NUEVA CREACION, Y SUS ESCULTURAS NO TIENE SEXO, SON ASEXUADAS, POR QUE el sexo no importa, la generacion es hacia dentro de ellos mismos...el inframundo y las capas de la conciencia.
¿Y tu si?
"Existen dos maneras de asombrarse, descubriendo cómo funcionan las cosas, o....
aceptarlas como un misterio. ¿tú cual eliges?"
aceptarlas como un misterio. ¿tú cual eliges?"
- elsextosol
- Novato
- Mensajes: 20
- Registrado: Mié Nov 18, 2009 12:06 pm
Re: El Sexto Sol, de Amando Lacueva
Bien, veo que el hilo de mi novela, puede llegar a levantar ampollas. No es necesaria la polémica, se trata de una obra de Ciencia Ficción y Fantasía. Que yo sepa, nedie preguntó a HG Wells ¿Dónde se informó cuando escribio la máquina del tiempo o la guerra de los mundos?, puedo seguir ofreciendo ejemplos.
Pero para tener una mejor base de diálogo, os recomiendo que adquiráis la novela en cualquiera de las librerias que cito al pie. Una vez leída, es normal que acepte cualquier crítica literaria, sea en el sentido que sea, pues ya he comentado que se trata de literatura de Ciencia Ficción, no un tratado de antropología o arqueología maya.
Gracias amigos por seguirme.
Un saludo
librerias Abacus.
Poseen establecimientos en:
A coruña, Alava, Alicante, Asturias, Ávila, Barcelona, Burgos, Cáceres, Cádiz, Castellón, Ciudad Real, Girona, Granada, Guipúzcoa, Huelva, Huesca, Illes Balears, Jaén, Las Palmas, León, Lleida, Lugo, Madrid, Málaga, Murcia, Navarra, Pontevedra, Salamanca, Santander, Sevilla, Soria, Tarragona, Toledo, Valencia, Valladolid, Vizcaya, Zaragoza
Pero para tener una mejor base de diálogo, os recomiendo que adquiráis la novela en cualquiera de las librerias que cito al pie. Una vez leída, es normal que acepte cualquier crítica literaria, sea en el sentido que sea, pues ya he comentado que se trata de literatura de Ciencia Ficción, no un tratado de antropología o arqueología maya.
Gracias amigos por seguirme.
Un saludo
librerias Abacus.
Poseen establecimientos en:
A coruña, Alava, Alicante, Asturias, Ávila, Barcelona, Burgos, Cáceres, Cádiz, Castellón, Ciudad Real, Girona, Granada, Guipúzcoa, Huelva, Huesca, Illes Balears, Jaén, Las Palmas, León, Lleida, Lugo, Madrid, Málaga, Murcia, Navarra, Pontevedra, Salamanca, Santander, Sevilla, Soria, Tarragona, Toledo, Valencia, Valladolid, Vizcaya, Zaragoza
Visita el blog de la novela.
http://bloguay.com/elsextosol/
http://bloguay.com/elsextosol/
- elsextosol
- Novato
- Mensajes: 20
- Registrado: Mié Nov 18, 2009 12:06 pm
Re: El Sexto Sol, de Amando Lacueva
Os dejo un nuevo personaje, espero que os guste.
Missha (El guerrero asesino maya)
Era hijo de un Nacom, un jefe militar maya llamado Chetumal de Halachninic. Entrenado siguiendo las antiguas costumbres de los guerreros asesinos, ya de joven se había juramentado para obedecer ciegamente al Gran Chilamoob y a La Cruz Parlante. Cuando era todavía un niño, el Gran Chilamoob descubrió su fuerte ascendencia guerrera y por eso fue separado de su familia para cultivarle en las artes asesinas. No conocía más padre y madre que al gran sacerdote. Durante largos años de entrenamiento su familia había sido él.
Missha es un ser solitario, introvertido, silencioso y un asesino frío y calculador. Nunca discute las decisiones de su Gran Chilamoob. Vive de una manera asceta y sobria. Siempre va con su macana telescópica, su arma asesina. Su aspecto, es inconfundible. Alto, delgado, tez pálida, cabellos largos hasta los hombros que cubre con un sombrero de ala ancha. Su mirada es penetrante, como la de un felino. Sus movimientos, rápidos, enérgicos y precisos, silenciosos. En sus manos, la macana, se convierte en una poderosa arma de ataque y defensa.
Missha cobrará un importante papel cuando visita la ciudad de Neo Galact, mientras, siguiendo las órdenes de la Cruz Parlante, intenta por todos los medios que nadie logre su cometido.
Missha (El guerrero asesino maya)
Era hijo de un Nacom, un jefe militar maya llamado Chetumal de Halachninic. Entrenado siguiendo las antiguas costumbres de los guerreros asesinos, ya de joven se había juramentado para obedecer ciegamente al Gran Chilamoob y a La Cruz Parlante. Cuando era todavía un niño, el Gran Chilamoob descubrió su fuerte ascendencia guerrera y por eso fue separado de su familia para cultivarle en las artes asesinas. No conocía más padre y madre que al gran sacerdote. Durante largos años de entrenamiento su familia había sido él.
Missha es un ser solitario, introvertido, silencioso y un asesino frío y calculador. Nunca discute las decisiones de su Gran Chilamoob. Vive de una manera asceta y sobria. Siempre va con su macana telescópica, su arma asesina. Su aspecto, es inconfundible. Alto, delgado, tez pálida, cabellos largos hasta los hombros que cubre con un sombrero de ala ancha. Su mirada es penetrante, como la de un felino. Sus movimientos, rápidos, enérgicos y precisos, silenciosos. En sus manos, la macana, se convierte en una poderosa arma de ataque y defensa.
Missha cobrará un importante papel cuando visita la ciudad de Neo Galact, mientras, siguiendo las órdenes de la Cruz Parlante, intenta por todos los medios que nadie logre su cometido.
Visita el blog de la novela.
http://bloguay.com/elsextosol/
http://bloguay.com/elsextosol/
- elsextosol
- Novato
- Mensajes: 20
- Registrado: Mié Nov 18, 2009 12:06 pm
Re: El Sexto Sol, de Amando Lacueva
Acabo de leer en internet que un reputado astrónomo ha sacado un libro sobre el fenómeno de 2012. Os dejo el enlace de la noticia.
http://es.noticias.yahoo.com/9/20091202 ... d3e4e.html
En otro orden de cosas, informaros que mi novela El Sexto Sol, se encuentra disponible en los establecimientos de El Corte Inglés.
http://es.noticias.yahoo.com/9/20091202 ... d3e4e.html
En otro orden de cosas, informaros que mi novela El Sexto Sol, se encuentra disponible en los establecimientos de El Corte Inglés.
Visita el blog de la novela.
http://bloguay.com/elsextosol/
http://bloguay.com/elsextosol/