El Torito es inocente.
Publicado: Vie Mar 07, 2008 11:38 am
El Secretario de Gobernación de México, el encargado de la política interior del país, ha proclamado recientemente su inocencia. No negó la veracidad de la documentación presentada por el enemigo publico numero uno, el frustrado candidato presidencial y proclamado, por sus seguidores, presidente legitimo de México. Donde se puede ver su firma en un contrato celebrado con PEMEX, cuando él era asesor de la secretaria de energía. Dio una serie de justificaciones, que solo en este país, donde la impunidad es la norma, van a ser tomadas en cuenta y como a los hijos de la exprimera dama, el propio expresidente Fox, el gobernador de Puebla, el de Oaxaca o cualquier otro delincuente político no se le declarada inocente o no culpable, sino, simplemente se concluirá que “No hay delito que perseguir”. Ah me olvidaba de mencionar a Bejarano, siempre hay que nombrar a Bejarano, el de los video-escándalos, que se ha convertido en la divisa de aquello de que “el que este libre de pecado que arroje la primera piedra”, o “para rateros: Bejarano; los que están en el gobierno solo son practicantes de usos y costumbres que prevalecen desde tiempos coloniales.”
Como buen filosofo mi capacidad de asombro no ha menguado, y supongo que está característica es igual de ingenua o ridículamente proporcional a la credulidad de personas que pueden tragarse declaraciones como :
“Resulta inmoral y doloso, afirmar que las operaciones de la empresa de mi familia, son el producto de las responsabilidades públicas que yo he ocupado en el pasado reciente; cuando la empresa en cuestión estableció relación comercial con Pemex, yo tenía catorce años de edad”.
Pues no sabía que podían contratar menores de edad como asesores del secretario de energía. Me parece que el tema es la extraña coincidencia temporal entre un contrato otorgado a la empresa donde él es el apoderado legal y al mismo tiempo funcionario de una secretaria a la cual pertenece PEMEX. Me parece que para esos tiempos ya estaba bastante peludito.
“por ello, resulta mezquino que se me acuse de beneficiarme económicamente de la política, cuando fue justamente la política la que me motivó a renunciar a mi patrimonio legítimo, producto del esfuerzo personal y familiar”.
La única razón por la que no se ha arrojado desde el Castillo de Chapultepec envuelto en el lábaro patrio, es su confusión acerca de cual bandera usar, si la de México o la de España.
En entrevista televisiva, Mouriño Terrazo refirió que los contratos presentados para difamarlo son legales y auténticos, que fueron firmados cuando era apoderado de la empresa familiar, pero que no hubo ninguna actuación indebida de su parte pues verificó que esos documentos fueran legales, así como su participación.
El funcionario federal explicó que desde noviembre 2003 dejó de ser socio de la empresa familiar e inició los trámites para dejar de ser el apoderado legal, por tanto no era parte interesada en la firma de esos contratos.
Solo los firmó porque no estaba interesado, él ya iba de salida. Ser apoderado legal de una empresa no implica que seas socio, o que de alguna manera tenga interés en que la empresa de su familia tenga un contrato con una paraestatal perteneciente a la secretaria donde él labora.
En cuanto a sus funciones como subsecretario de Electricidad en la Secretaría de Energía o como diputado federal, detalló que nada tenía que ver con el tema de hidrocarburos o con Petróleos Mexicanos (Pemex).
Solo le falta declarar. “Es más, ahora como alto funcionario, el Presidente me encargo las negociaciones de la reforma energética...y ni caso le voy a hacer”.
Mouriño Terrazo hizo notar que quienes lo señalan de supuestamente violar la ley por conflicto de intereses no se han presentado ante las instancias pertinentes ni han presentado argumentos ni pruebas. Por ello, dijo, esperó hasta este momento para explicar esa situación ante la opinión pública.
"Ellos se han limitado al escándalo mediático", expuso el funcionario, quien manifestó su disposición de que las autoridades competentes lo investiguen para que no haya más dudas de su actuar.
No cabe duda que son unos cirqueros escandalosos esos señaladores y efectivamente deberían llevar sus argumentos y pruebas inválidas a las autoridades competentes. Como la Secretaría de la Función publica, como diría Jorge Zepeda Patterson, “una dependencia que forma parte del gabinete que él mismo coordina”, pero es que no se puede pedir competencia e independencia al mismo tiempo, ni que fueran funcionarios de la secretaria de energía y apoderados de empresas contratadas por ella. O mejor aun, que vayan a la Suprema Corte de Justicia, si ya falló a favor del gobernador Mario Marín ante tan flagrante delito, que les dura un pínche papel firmado.
"No tengo nada qué ocultar, nada de qué avergonzarme", declaró tras repetir que como servidor público ha actuado en estricto apego a la ley, que no pretende renunciar y que desde el cargo que tiene seguirá trabajando por el país para construir un mejor futuro.
Claro que no tiene nada que ocultar, para eso se cuenta con la rampante impunidad que impera en el país, y por supuesto que no tiene nada de que avergonzarse, para eso se cuenta con una buena dosis de cinismo, y no cabe duda que seguirá trabajando por el país, para construir un mejor futuro...para él y su familia.
El titulo tiene que ver con una frase emitida en una conocida y antigua película mexicana, donde acusaban injustamente al sufrido protagonista apodado “El Torito”.
Como buen filosofo mi capacidad de asombro no ha menguado, y supongo que está característica es igual de ingenua o ridículamente proporcional a la credulidad de personas que pueden tragarse declaraciones como :
“Resulta inmoral y doloso, afirmar que las operaciones de la empresa de mi familia, son el producto de las responsabilidades públicas que yo he ocupado en el pasado reciente; cuando la empresa en cuestión estableció relación comercial con Pemex, yo tenía catorce años de edad”.
Pues no sabía que podían contratar menores de edad como asesores del secretario de energía. Me parece que el tema es la extraña coincidencia temporal entre un contrato otorgado a la empresa donde él es el apoderado legal y al mismo tiempo funcionario de una secretaria a la cual pertenece PEMEX. Me parece que para esos tiempos ya estaba bastante peludito.
“por ello, resulta mezquino que se me acuse de beneficiarme económicamente de la política, cuando fue justamente la política la que me motivó a renunciar a mi patrimonio legítimo, producto del esfuerzo personal y familiar”.
La única razón por la que no se ha arrojado desde el Castillo de Chapultepec envuelto en el lábaro patrio, es su confusión acerca de cual bandera usar, si la de México o la de España.
En entrevista televisiva, Mouriño Terrazo refirió que los contratos presentados para difamarlo son legales y auténticos, que fueron firmados cuando era apoderado de la empresa familiar, pero que no hubo ninguna actuación indebida de su parte pues verificó que esos documentos fueran legales, así como su participación.
El funcionario federal explicó que desde noviembre 2003 dejó de ser socio de la empresa familiar e inició los trámites para dejar de ser el apoderado legal, por tanto no era parte interesada en la firma de esos contratos.
Solo los firmó porque no estaba interesado, él ya iba de salida. Ser apoderado legal de una empresa no implica que seas socio, o que de alguna manera tenga interés en que la empresa de su familia tenga un contrato con una paraestatal perteneciente a la secretaria donde él labora.
En cuanto a sus funciones como subsecretario de Electricidad en la Secretaría de Energía o como diputado federal, detalló que nada tenía que ver con el tema de hidrocarburos o con Petróleos Mexicanos (Pemex).
Solo le falta declarar. “Es más, ahora como alto funcionario, el Presidente me encargo las negociaciones de la reforma energética...y ni caso le voy a hacer”.
Mouriño Terrazo hizo notar que quienes lo señalan de supuestamente violar la ley por conflicto de intereses no se han presentado ante las instancias pertinentes ni han presentado argumentos ni pruebas. Por ello, dijo, esperó hasta este momento para explicar esa situación ante la opinión pública.
"Ellos se han limitado al escándalo mediático", expuso el funcionario, quien manifestó su disposición de que las autoridades competentes lo investiguen para que no haya más dudas de su actuar.
No cabe duda que son unos cirqueros escandalosos esos señaladores y efectivamente deberían llevar sus argumentos y pruebas inválidas a las autoridades competentes. Como la Secretaría de la Función publica, como diría Jorge Zepeda Patterson, “una dependencia que forma parte del gabinete que él mismo coordina”, pero es que no se puede pedir competencia e independencia al mismo tiempo, ni que fueran funcionarios de la secretaria de energía y apoderados de empresas contratadas por ella. O mejor aun, que vayan a la Suprema Corte de Justicia, si ya falló a favor del gobernador Mario Marín ante tan flagrante delito, que les dura un pínche papel firmado.
"No tengo nada qué ocultar, nada de qué avergonzarme", declaró tras repetir que como servidor público ha actuado en estricto apego a la ley, que no pretende renunciar y que desde el cargo que tiene seguirá trabajando por el país para construir un mejor futuro.
Claro que no tiene nada que ocultar, para eso se cuenta con la rampante impunidad que impera en el país, y por supuesto que no tiene nada de que avergonzarse, para eso se cuenta con una buena dosis de cinismo, y no cabe duda que seguirá trabajando por el país, para construir un mejor futuro...para él y su familia.
El titulo tiene que ver con una frase emitida en una conocida y antigua película mexicana, donde acusaban injustamente al sufrido protagonista apodado “El Torito”.