Pues me alegro mucho de que os guste. La escritura es realmente bella y, aunque en manos de un profesional la tarea parece sencilla, sospecho que manejar con tanta soltura ese palito mojado en tinta debe requerir años de entrenamiento. Al contrario que el pincel (usado por los orientales) o la pluma de ave, el "palito" no tiene ninguna flexibilidad, por lo que la más mínima variación en el pulso y en la velocidad del trazo se ve reflejada con acumulaciones de tinta; interrupciones en la continuidad.
Espero que un día de estos visitéis Melilla y podáis disfrutar en persona de estos actos que, si bien no son nada del otro mundo, para una ciudad como la mía suponen todo un evento.
El año pasado trajeron una completa exposición de elementos de tortura (la mayoría auténticos) con carteles explicativos sobre cómo y quíenes los usaban. Fue muy interesante, aunque algo desagradable, pues uno no puede dejar de pensar en el sufrimiento que han generado esos mismos artilugios. Pero en relación con las torturas, lo que no faltó, ni en este año ni en anteriores, fue un menú de degustación gratuito y obligatorio consistente en pisotones, codazos, ...
"La realidad es aquello que, cuando dejas de creer en ella, no desaparece".
Philip K. Dick
