El 19 de Abril de 1897, el "Dallas Times Herald" publicó:
“Aurora, Condado de Wise, Texas, abril 19. Hacia las seis de la mañana (del 17 de abril) los habitantes de Aurora advirtieron con asombro la aparición de la misteriosa aeronave que desde hace algunas semanas se observa con cierta regularidad en el cielo de Texas. El aparato viajaba en dirección al norte y volaba más cerca del suelo que en ocasiones anteriores. Evidentemente, alguna parte de la compleja máquina debía de haber sufrido una avería, porque la nave no superaba la velocidad de diez o doce millas por hora y perdía progresivamente altura. Después de sobrevolar en diagonal la explanada donde habitualmente se celebraba la feria de ganado, y tras alcanzar el limite septentrional de la ciudad, el aparato cayó sobre el molino del juez Proctor. En la terrible explosión que siguió, todo saltó en pedazos. Los restos del vehículo aéreo quedaron esparcidos en un radio de dos o tres hectáreas, el molino del juez Proctor resultó completamente destruido y el deposito del agua saltó por los aires. Del jardín que había a su alrededor, no quedó nada. Parece ser que a bordo de la aeronave había un solo tripulante. Aunque sus restos quedaron horriblemente desfigurados, por lo que se pudo ver resultaba claro que no se trataba de un habitante de este mundo. El señor T. J. Weems, telegrafista del Gobierno de los estados Unidos destacado en esta localidad, ha declarado que en su opinión se trata de un habitante de Marte. Algunos documentos hallados en el lugar del accidente, probablemente los restos del diario de abordo, están llenos de jeroglíficos indescifrables. La enorme aeronave, como se ha dicho, ha quedado totalmente destruida y no ha sido posible formular ninguna teoría sobre su fabricación ni sobre el secreto de su fuerza propulsora. Parece ser que estaba hecha de una composición de aluminio y plata, y se piensa que debía pesar varias toneladas. Hoy el pueblo esta lleno de curiosos que han acudido de todas partes para ver el lugar del desastre. Los restos del piloto serán sepultados a mediodía en el cementerio de Aurora. S. E. Haydon”
Misterioso ¿Verdad? Pero... ¿Qué se sabe de este caso?
Sabemos que existían antecedentes, pues existió una oleada de objetos misteriosos por todos los Estados Unidos.
Como en noviembre de 1896, con el avistamiento de una enorme nave en forma de puro sobre Sacramento (California), que pudo ser observada por casi toda la población.
Días después desde diferentes estados se reportaron noticias similares que hablaban de unas estrafalarias naves aéreas que estaban surcando los cielos. Los cronistas de la época, describían a estos artefactos voladores, como parecidos a enormes globos, con cabina en su parte inferior y armados de potentes "reflectores" con los que gustaban asustar a la gente.
Todos estos avistamientos fueron bautizados como "Airships" y tuvieron lugar entre 1896 y 1898.
Los testigos, comprendidos entre 1896 y 1898 describían cosas tan peculiares como:
"Se acercó al tren y después de acompañarlo, le adelantó" (esto ocurrió en varias ocasiones)
"Se acercó al pueblo en la noche y encendió unos potentes reflectores, asustando a la población"
Y en avistamientos de naves aterrizadas:
"Aterrizada la nave, los tripulantes, vestidos de capitán de barco, decían llevar muchos años probando sus prototipos para patentarlos para grandeza de la Unión".
"El piloto de nombre "Smith" dijo: "necesito aceite lubricante, un par de cortafríos y algo de sulfato de cobre. Creo que en el molino cercano tendrá los dos primeros artículos y el operador de telégrafo tendrá el sulfato de cobre. Aquí tiene un billete de diez dólares, cójalo y cómpre estos artículos y guárdese el cambio por las molestias".
"En el lago nos pareció que era un barco de unos 40 pies de largo, con un dosel. Un hombre de unos 25 años, con chaqueta de cazador y gorra, estaba pescando desde el puente del objeto. A su lado vimos a una mujer y un niño de unos 10 años. Cuando nuestra barca se acercó mas al aparato, un enorme globo elevó el objeto, que a su vez remontó el vuelo con él hasta una altura de unos 450 pies y describió varios círculos antes de alejarse."
"Vimos una luz brillante en el cielo. Cosa de 3 millas mas adelante volvimos a ver la luz, que esta vez descendía hacia tierra. Media milla mas adelante, los caballos se negaron a avanzar. Como vimos a dos hombres provistos de lámparas, empuñamos los rifles, llamamos a los desconocidos y estos dijeron que viajaban por el país en un aparato volador. En el claro se distinguía la silueta de la maquina, de unos 300 pies de largo. Junto a ella estaba una mujer con un paraguas. Llovía mucho y el mas joven de los dos hombres se dedicaba a llenar de agua un enorme barril. El mayor que llevaba barba nos invitó a darnos una vuelta en su nave".
"Ese enorme globo en forma de puro con el tamaño de un campo de fútbol americano, tenía debajo una barca con ventanas de cristal, en la cual se veían seis personas. Descendió y con una lazada enganchó a una vaquilla que fue aprisionada contra la alambrada cercana. Cuando el objeto se elevó, tiró de la cría llevándosela con él y desapareció en la oscuridad dejando el resto del animal detrás. Al día siguiente encontramos mas restos del animal en una granja cercana: las piernas, la cabeza y la piel."
Esta ilustración, copiada de una fotografía de un "Airship" acompañó un articulo en un periódico de 1897, concretamente en el Chicago Times Herald del día 12 de Abril de ese año.
Aquí es donde entran los ufólogos notables, recordándonos que los caso OVNI, se remontan anteriormente al caso famoso de Kenneth Arnold o al más famoso de Roswell y que no se trata de un fenómeno actual, sino antiguo, incluso prehistórico.
Años más tarde, de que ocurriera esto en Aurora, el caso fue objeto de una curiosa reapertura por parte del Dr. Alfred Kraus, a la sazón Director del Kilgore Research Institute (Centro de Investigación perteneciente a la West Texas State) y asesor del polémico Informe Condon, que intentaba en la década de los sesenta "averiguar" si el fenómeno OVNI era real o no.
Por lo tanto, dentro de una investigación mucho más amplia, compleja, y burocrática, y que abarcaba el estudio de centenares de casos OVNI, el Dr. Kraus había decidido como parte de su aportación al Informe Condon, recabar información sobre una extraña aeronave que según la prensa de la época, se había estrellado en Texas en el lejano 1897.
Y es que, con los tiempos que corrían en los EE.UU. en la década de los 60 el suceso de Aurora fue releído como un posible accidente OVNI. El objetivo de su investigación, entre otras cosas, era intentar hallar posibles testigos del incidente que residieran por aquellas fechas en el pueblo de Aurora.
Por otro lado, el Dr. Kraus trató de encontrar pruebas físicas del accidente rastreando la zona del molino con un detector de metales. Los resultados de la búsqueda fueron al parecer negativos. Con la evidencia testimonial, parece ser que tampoco hubo mucha fortuna, y varios vecinos de la localidad negaban la existencia del hecho.
Uno de los entrevistados por el director del Kilgore Research Institute, Oscar Lowery (Newark, Nueva Jersey) afirmaba haber recibido tentativas de soborno por parte de varios periodistas para confirmar la historia del accidente descrito en el Dallas Times Herald.
Por tanto, el Dr. Kraus finalizó su investigación afirmando que el caso había sido un fraude perpetrado por el periodista S. E. Haydon amparándose en las historias fantásticas que circulaban por el sudoeste norteamericano sobre la hipotética existencia de una extraña nave aérea.
Años mas tarde, concretamente en 1973, el periodista italiano Duilio Pallottelli, enviado por la revista "L'Europeo", se propuso investigar a fondo, el caso Aurora, sin basarse en las primeras indagaciones del Dr. Kraus, en el que no confiaba, por que pensaba que estaba influenciado por los intereses gubernamentales.
Cuando llegó al lugar de los hechos, Pallottelli, logró 76 años después, entrevistarse con varios testigos claves del caso que evidenciaron lo erróneo de las "apresuradas" conclusiones del Dr. Kraus. Charlie Stevens contaba con tan solo 5 años de edad cuando todo sucedió. Recuerda que su padre le contó que aquella fatídica mañana de 1897, mientras se encontraba ordeñando las vacas, fue testigo de como un objeto alargado que emitía un fuerte silbido se precipitó violentamente contra el suelo.
Charlie asegura que "el cielo se incendió, todo se volvió rojo y se oyó un fuerte estruendo". El chico aunque estuvo en el aérea siniestrada, no pudo confirmar la presencia del cadáver del piloto. Cuando se realizó la entrevista el Sr. Stevens aun vivía y tenía 82 años. El sheriff de Aurora Harold Idell confirmó al periodista italiano su creencia particular en la autenticidad del incidente de Aurora y comentó a Pallottelli que su prima Frances le había hablado en numerosas ocasiones sobre el tema.
Por lo tanto las investigaciones del Dr. Kraus parecían desmoronarse por completo con el hallazgo de estos testimonios, aun cuando las investigaciones de Pallottelli le reservaban nuevos testigos y pruebas que apoyaban sin lugar a dudas que algo extraordinario había ocurrido en Aurora.
Broweley Oates, propietario de una estación de servicio, relató al intrépido periodista italiano que recordaba el suceso de 1897 vagamente, aunque dijo que algo se había estrellado en la zona y que después estalló. Oates indicó que el terreno donde cayó el objeto, fue adquirido por él años después, y aun se notaban las consecuencias del accidente. El molino estaba casi derruido, y los alrededores, incluyendo el pozo de abastecimiento de agua, conservaban las huellas del desastre, que había concluido tras la explosión de la aeronave, con un potente incendio. En 1945 Oates edificó sobre el pozo y construyo un gallinero, indicando al periodista que "debajo de ese hormigón (con el que cegó el pozo) debe de haber un montón de cosas que podrían servir para establecer la verdad".
Entonces todo parecía encajar. Si las pesquisas de Duilio Pallottelli no iban desencaminadas, la posible localización del supuesto cadáver extraterrestre podría estar cerca, aun más cuando tuvo la certeza de que el cementerio estaba prácticamente intacto desde 1897.
El periodista encontró nuevos datos reveladores sobre el destino del infortunado piloto por boca de Mary Evans (89 años), que en la época del siniestro contaba 13 años de edad. Según la testigo, hoy fallecida, la mañana del 17 de abril escuchó una fuerte explosión que sorprendió a toda su familia. Obligada a permanecer en su casa, la joven Mary Evans, observó al mismo tiempo que su padre salía de casa, un incendió que se estaba produciendo en la propiedad del juez Proctor. Posteriormente, su padre le comentaría que una aeronave se había estrellado sobre el molino y que el piloto había fallecido a consecuencia del trágico accidente.
"Todos comentaban que había caído una astronave de otro mundo con un piloto a bordo". Al día siguiente del suceso, Mary Evans en compañía de su madre visitó la tumba del piloto, que estaba siendo velada por varios vecinos. Así mismo la anciana comentó al periodista italiano que la propiedad del juez Proctor quedo prácticamente destruida a causa de la fuerte explosión y el incendio. "Aquí hemos vivido siempre con la convicción de que aquella fue una historia verdadera, un hecho real" comentó la Sra. Evans.
Solo quedaba comprobar si en el cementerio masón de Aurora reposaban los restos de un ser extraterrestre. En compañía del Sheriff Harold Idell, el periodista Duilio Pallottelli pidió al juez de Aurora una autorización para exhumar el cadáver del presunto piloto de la aeronave. Inexplicablemente, el juez negó la petición y prentedió dejar el asunto zanjado. Parece ser que las motivaciones del periodista italiano no eran suficientemente consistentes como para elevar la orden de exhumación. Aunque Pallottelli había logrado lo imposible, pues había sido capaz de armar un complicado rompecabezas, 76 años después del incidente, un "pequeño" problema burocrático frenaba de golpe su investigación.
Tiempo después, el “Internacional UFO Bureau”, una organización ufológica norteamericana para el estudio del fenómeno ufológico, emprendió un recurso legal similar para proceder a la exhumación del presunto cadáver extraterrestre.
Incluso llegó a oídos del famoso Dr. Hynek se interesó por el asunto, enviando a un cercano colaborador al pueblo con el ánimo de incluso correr con todos los gastos que se pudieran derivar de la exhumación del cadáver del extraterrestre, pero por segunda vez, el resultado de la apelación fue negativa.
En 1999, el MUFON, al estar en decadencia el fenómeno OVNI, intento reabrir el caso y actualizo y reunió los datos que se tenían hasta el momento de tan misterioso caso.
Incluso el ufólogo Bill Case, estuvo realizando una exhaustiva investigación que dio como resultado el hallazgo de trozos de la misteriosa aeronave.
Pero observemos un poco, tan curiosas investigaciones.
Empecemos con el Dr. Kraus.
¿Qué encontró? No encontró ni testigos ni trozos de aeronave, ni sepultura de un extraterrestre, pero si encontró intentos de soborno por parte de la prensa interesada en que pareciera extraterrestre.
Luego la conclusión del Dr. Kraus no debe ir muy desencaminada.
Pero sigamos...
Apareció en 1973 Duilio Pallottelli, que investigó la zona y después de no encontrar nada, publicó que se le había prohibido exhumar el cadáver ( y eso que se recorrió toda la zona buscando la supuesta sepultura acompañado del Sheriff y dos trabajadores armados de picos y palas).
Así que todo eso de que existe una tumba sin nombre en el cementerio de Aurora (Texas), que esconde un supuesto ser de otro mundo y que prohíben literalmente exhumar el cadáver es literalmente mentira.
Como es mentira que el Internacional UFO Bureau, pidiera una exhumación y que se le denegara, ni que hubiera apelación.
Literalmente mienten, solo hay que ir al juzgado de Aurora, donde amablemente dirán que si es capaz de encontrar la tumba susodicha, no solo le darán el permiso pertinente, sino que todo el personal del juzgado estaría dispuesto a ayudar en la excavación, aparte de que se toman un poco el tema a mofa en dicho juzgado. (Suelen comentar a demás en tono bajo y personal que a finales del siglo pasado no se enterraba cristianamente ni a los negros, debido al carácter racista de la zona).
Si en Aurora, Texas, (Sur de los EE.UU.) a finales de siglo XIX no enterraban cristianamente a los negros en el cementerio, ¿Como iban a enterrar a un ser no humano?
En el pueblo no saben nada sobre ese supuesto enterramiento, (aparte de lo divulgado en la prensa) ni existe nota de ello en el Registro de la ciudad, ni existen sepulturas sin nombre, ni extrañas en el cementerio masón, ni en el general de la localidad..
Ya algunos apuntaron (por consiguiente) que la sepultura debería estar en la finca que quedó destruida por el incendio del accidente, la cual pertenecía al juez del pueblo en esa época de 1897, (el juez Proctor), pero tampoco se encontró nada, después de revolver centenares de metros cuadrados de esa propiedad.
Así que todo eso de que existe una tumba sin nombre en el cementerio de Aurora (Texas) y que esconde un supuesto ser de otro mundo es literalmente mentira.
Pero algo ocurrió en Aurora y detrás existieron testigos y no uno, si no cientos de ellos, que forman un largo hilo y que nos lleva por guerras, pasando por novelistas prestigiosos.
Testigos del mismo Aurora, como esos vecinos que en su día narraron y así quedó registrado en el libro de la localidad:
"enorme objeto en forma de puro con enormes motores a cada lado, conectados con tres hélices".
Testimonio que los mas prestigiosos ufólogos omiten.
Puro enorme, tres hélices, esto junto con el resto de testimonios de los testigos de la época nos lleva a la clara sospecha de que se trataba de un dirigible.
Pero... ¿en 1897?
Veamos que nos dice la Wikipedia:
En 1878 C.E. Ritchell realizó un vuelo sobre Hartford (Connecticut), en un dirigible que utilizaba un motor de vapor. Es en 1898 cuando los aeróstatos se independizan totalmente de las corrientes atmosféricas cuando se comienzan a aplicar motores de gasolina, destacando el inventor brasileño Alberto Santos Dumont, en París, y el conde Ferdinand von Zeppelín, en Alemania.
http://es.wikipedia.org/wiki/Dirigible
Los primeros dirigibles los usaron en la Guerra de Secesión de EE.UU. (1861-1865) y aún hoy se usan:
“En la actualidad, hay tres aeronaves asignadas al Departamento de Seguridad Interna y al Comando Norteamericano para la Defensa Aeroespacial (NORAD, por sus siglas en inglés). La nueva flota de aviones más livianos que el aire adoptó los nombres de los primeros dirigibles militares estadounidenses utilizados durante la Guerra Civil: el Intrepid y el Washington que vuelan un patrón lento hacia arriba y hacia abajo de las costas este y oeste del territorio continental de EE.UU., y el Excelsior que vigila la frontera al sur del país. A medida que se integran aeronaves nuevas, serán una adición a las tareas de vigilancia costera, llenando las brechas que hay en la actualidad con sólo dos aeronaves. Los datos del conjunto de sus sensores a bordo van directamente a NORAD, quien los comparte con el Departamento de Seguridad Interna. Estos datos proporcionan una capacidad de cientos de millas, vigilando el tráfico aéreo, terrestre y marítimo que se aproxima a nuestras fronteras. Antes de que las aeronaves asumieran esta misión, la cobertura de las fronteras era irregular. Ahora, sin embargo, ha aumentado a casi el 100 por ciento del tiempo.”
(Datos de Flight Magazine)
En 1898, en plena guerra de España contra los EE.UU. por Cuba, la artillería española destrozó un dirigible de observación que sobrevolaba la bocana de la bahía de Santiago. (Primer derribo en la historia de un aeronauta en combate).
Todo ello, se reflejó en los diarios de la época y Julio Verne, que estaba ávido por tener noticias sobre la guerra de Cuba desde antes de que empezara para ver los adelantos técnico-militares, leía los artículos de la prensa estadounidense que reflejaban los avistamientos de las "Airship" por los testigos y reflejó en algunas de sus novelas exactamente lo narrado por los testigos.
Así que parece mas una prueba accidentada del ejercito norteamericano para un dirigible con fines militares y por lo tanto, aunque la prensa hablara hasta la saciedad de misteriosas naves, ellos no tenían por que revelar la verdad, sobre todo en vísperas de una guerra contra una nación europea.
“Poco después, William H. H. Hart, antiguo Fiscal General de California, proclamó que estaba en comunicación con un misterioso inventor, y que la aeronave sería utilizada para bombardear un fuerte español de La Habana en Cuba: "Por lo que tengo visto de ella no tengo la menor duda de que llevará cuatro hombres y mil libras de dinamita". Pero cuando fue preguntado para que diera más detalles o alguna prueba, Hart también se hecho atrás y dijo que le entendieron mal. “
Los informes fueron desapareciendo y la gente dejó de pensar en la famosa nave, pero el misterio estaba lejos de acabar. Desde enero hasta abril de 1897 una gran cantidad de avistamientos de aeronaves cruzó las Grandes Praderas de oeste a este. Como en California, los informes hablaban de una brillante luz de noche. El 2 de febrero de 1897, una "aeronave" sobrevoló la villa de Hastings, Nebraska. El 5 de febrero fue vista 40 millas más al sur cerca del pueblo de Invale. Los informes comenzaron a bullir por todo el Estado. El 16 de febrero fue vista sobre Omaha.
Aparecerían más historias. Un granjero afirmó que encontró la aeronave en el suelo, como si estuvieran reparándola. "Tiene forma de cigarro, unos 200 pies de largo y 50 pies de ancho, y se estrecha gradualmente a ambos lados", dijo el granjero.
Declarar lo que era la nave, al contrario si lo pueden ocultar y tergiversar en forma de marcianos mejor.
Recordemos la noticia:
“Mr. T. J. Weems, the U. S. Army Signal Services officer at this place and on astronomy gives it as his opinion that the pilot was an native of the planet Mars”.
” El señor T. J. Weems, telegrafista del Gobierno de los estados Unidos y entendido astrónomo, destacado en esta localidad, ha declarado que en su opinión se trata de un habitante de Marte”
Alguien me apunto esta posibilidad:
“Even simpler is to claim a false sighting. The two most amazing stories from the airship flap both appear to be straighforward lies. Alexander Hamilton's 'cownapping' tale and the Aurora crash were simply tall tales. In Hamilton's case it was nothing more than a bit of fun; years later, the editor of the paper in which the yarn first appeared recalled that Hamilton and a few others were joking around in the newspaper office one afternoon and came up with the cow story”.
The Aurora event got some scrutiny from UFO investigators in the 1970s, drawn by the possibility of finding alien remains in a small Texas town. But their researches only revealed that there was no crash and no buried alien. The whole thing was made up by the Dallas Morning News stringer in Aurora, possibly as a way of getting some free publicity for the town.”
De haber sido realidad lo de una nave extraterrestre la conmoción en la zona y la extensión de la noticia hubiese sido fabulosa.
Y lo fue, pero solo en la mente de algunos autodenominados ufólogos.
