ufo mendoza
jueves, 03 de septiembre de 2009

Aunque el avistamiento de objetos no identificados llena muchos relatos de lugareños de El Nihuil, el sábado un hombre humilde que disfrutaba de una tarde junto al lago más grande de la provincia divisó y fotografió con su celular una figura que él define como un ovni (objeto volador no identificado).

Y fue Rafael Pino quien vivió la experiencia que ahora ni se anima a relatar “porque me van a tomar por loco, chanta, borracho o van a creer que me fumé algo”, bromeó. Luego de insistirle accedió a dar su nombre pero pidió no publicar su dirección particular.

Tiene 44 años y hace 43 que vive en ese pueblito de San Rafael ubicado a orillas de un lago artificial de alrededor de 9.600 hectáreas utilizado para generar energía eléctrica, regular caudales de riego agrícola y practicar deportes náuticos.

Precisamente trabaja en el Club de Pescadores, una de las primeras instituciones deportivas que se instalaron cuando se construyó la presa y es considerado por sus vecinos como un hombre muy serio y responsable.

El sábado cerca de las cinco de la tarde y como acostumbra a hacer los fines de semana salió del pueblito que alberga a unas 500 almas hacia el sur, donde la inmensidad del lago se une con el azul del cielo y la recortada silueta de la cadena montañosa de El Nevado. “Vengo aquí siempre porque disfruto del silencio y del lago. Me gusta observar a los cisnes cuello negro que nadan cómodos y libres”, señaló.

Siempre esquivo a hablar del tema Rafael relató muy brevemente su “encuentro cercano”. “Bajé de la camioneta y vi ahí, a unos 100 metros -señaló hacia el sureste-, algo que flotaba en el aire. No tenía forma de nada. Entonces corrí a buscar el celular y empecé a fotografiarlo. Se movió un poco y cuando logré sacarle una con zoom sentí un zumbido y desapareció rápidamente volando hacia el suroeste. Me quedé parado porque nunca había visto nada igual”.

“Siempre había sentido comentarios de platos voladores y cosas raras que sucedían por aquí pero es la primera vez que veo algo. Sólo lo comenté con algunos allegados y mostré las fotos. No quería que trascendiera”, dijo con una sonrisa de resignación.

Por su lado Lucas, que tiene un comercio en este pueblo turístico y que acompañó ayer en la tarde a Rafael aseguró creer en este tipo de fenómenos.

“Hace poco menos de dos meses y cuando regresaba desde San Rafael en mi auto al bajar la cuesta denominada ?caracoles’, que pasa por sobre el río Atuel, dos relámpagos muy blancos iluminaron todo. Detuve el motor, bajé pero no vi nada. Tampoco había nubes o posibilidades de una tormenta. Fue una luz muy parecida a un flash fotográfico. Cómo no voy a creer lo que cuenta Rafael”, dijo.

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