Mito:

Los ateos militantes son solo otro tipo de fundamentalistas, empujando rudamente su religión sobre todos los demás. Estos ateos fundamentalistas son tan peligrosos, intolerantes, y dogmáticos como cualquier fundamentalista Cristiano.

Respuesta:

Parece haber un creciente número de personas que responden a las críticas ateas sobre la religión o el teísmo etiquetando a la persona como un ateo “fundamentalista”. La etiqueta es problemática porque no existen creencias escenciales o “fundamentales” sobre el que un ateo pueda ser “fundamentalista”. ¿Entonces por qué la gente utiliza esta etiqueta? ¿Por qué tanta gente siente que la etiqueta es apropiada? Esto parece ser, en su mayor parte, debido al malentendido sobre y el prejuicio contra el fundamentalismo.

Muy frecuentemente, la palabra “fundamentalismo” es utilizada como abreviación para el dogmatismo incondicional e irreflexivo. La gente es considerada “fundamentalista” si son groseros, intransigentes, y dedicados a posiciones absolutistas. Este no es un entendimiento preciso ni justo del fundamentalismo: malinterpreta el fundamentalismo como una actitud o un tipo de personalidad en vez de un tipo de doctrina y no es justo para los fundamentalistas, porque no todos ellos caben dentro de la descripción de este tipo de actitud.

El término “fundamentalismo” se originó en el Cristianismo Americano cuando The Fundamentals: A Testimony of the Truth fue publicado entre 1910 y 1912. Esta serie de libros de 12 volúmenes delineaba las creencias “fundamentales” que supuestamente eran requeridas para todos los Cristianos:

  • La infalibilidad e inspiración de la Escritura
  • El nacimiento virginal de Cristo y la Deidad de Cristo
  • La muerte de Jesús Cristo por la substitución de los pecadores y la expiación de la sangre
  • La resurrección corporal de Cristo y Su visible regreso a la Tierra
  • Un juicio de los salvos y perdidos seguido por un cielo literal y un infierno literal.

Si el fundamentalismo es principalmente sobre la promoción de creencias “fundamentales”, no es posible que esto sea aplicado al ateísmo porque el ateísmo no tiene creencias, mucho menos creencias “fundamentales”. El Ateísmo es la ausencia de creencia en dioses, nada más y nada menos, no hay nada “fundamental” para a lo que los Ateos “regresen” para poder alcanzar un ateismo más puro u original.

Aunque originalmente se aplicó a una clase de Cristianos Protestantes, el término rápidamente adquirió un uso más amplio a movimientos en muchas otras religiones donde un enfoque era puesto en las creencias “fundamentales” así como en un número de otras posiciones. El Proyecto Fundamentalismo ofrecía estas “resemblanzas familiares” encontradas en la mayoría de los movimientos fundamentalistas:

  • el idealismo religioso es usado como una base para una identidad personal y comunitaria
  • la verdad es revelada y unificada
  • el fundamentalismo es intencionalmente “escandaloso”
  • los miembros son parte de una lucha cósmica
  • los eventos históricos son reinterpretados a la luz de su lucha cósmica
  • la oposición es demonizada (porque la oposición está en el lado opuesto de la lucha cósmica)
  • se escogen selectivamente partes de su tradición y herencia
  • los hombres casi siempre controlan posiciones de poder como parte de un grupo de doctrinas patriarcales e incluso misóginas
  • la hegemonía cultural modernista, y frecuentemente secular, es envidiada, incluso mientras tratan de derrocarla
  • la erosión de la religión y su rol apropiado en la sociedad es presentado normalmente como su preocupación primaria
  • algún tipo de Manicheanismo (dualismo) es utilizado
  • alguna forma de Milenialismo o Mesianismo es usado

Una persona o movimiento puede ser “fundamentalista” sin que todas estas categorías sean verdaderas – simplemente estas son las más comúnes que aparecen la mayor parte del tiempo. Entre más de estas características una persona o movimiento tiene, más “fundamentalistas” son. Incluso un examen superficial de ellas revela que solo una o dos posiblemente podrían ser aplicadas a los ateos – e incluso entonces, no más que la mayoría de las personas en el mundo. Los Ateos ciertamente pueden demonizar la oposición, por ejemplo, pero no lo hacen más que los liberales, los conservadores, etc.

Es posible ser un Ateo dogmático que no razona bien, no escucha los argumentos de otros, y no se ajusta a sus ideas cuando adquiere nueva información. Tales ateos pueden ser llamados “ateos fundamentalistas” y su ateísmo llamado “ateísmo fundamentalista” por algunos Cristianos. Algunas veces, la gente va más lejos y concluye que todos los ateos y todo el ateísmo es así, basado solo en algunas interacciones con algunas personas. Si esto es lo que la gente quiere decir ¿entonces por qué no decir simplemente “ateo dogmático” en vez de “ateo fundamentalista”? Es como si estuvieran tratando de dibujar un paralelo inapropiado con la religión – y este puede ser de hecho el punto.

Como noté anteriormente, esto también es muy injusto para los fundamentalistas. Algunos son arrogantes y dogmáticos, pero no todos. Muchos son “rígidos” cuando se trata de sus creencias religiosas, pero son bastante relajados fuera de su religión. Yo he recibido un número de emails de felicitación de fundamentalistas quienes están de acuerdo conmigo respecto a mis críticas de la religión y el Cristianismo. Algunos incluso acuerdan con mis argumentos sobre que la ley civil y el gobierno no deberían ser definidos de acuerdo a los estándares Cristianos – ni siquiera los suyos.

Los fundamentalistas como estos naturalmente estarían felices si otros estuvieran de acuerdo con ellos y vivieran acorde a su religión, pero solo si lo hicieran voluntariamente. No impondrían su estándares religiosos por vía de la fuerza legal – ni siquiera para prohibir el matrimonio entre homosexuales. Yo entiendo que puede ser difícil de creer, pero no todos los fundamentalistas son iguales y no todos son igual a esos que gritan en la plaza pública. De modo que la ecuación del fundamentalismo con rigidez y dogmatismo realmente es injusta para los mismos fundamentalistas y los Cristianos críticos del Ateísmo deberían saberlo mejor. Los fundamentalistas han hecho muchas cosas dignas de crítica, pero eso no es excusa para transformar la etiqueta en sinónimo de cosas que son malas.

Autor: Austin Cline
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