El Consejo de Europa pide a los Gobiernos que se opongan con firmeza a la enseñanza del creacionismo en la escuela

Los parlamentarios de los 47 países del Consejo de Europa instaron ayer a sus Gobiernos a "oponerse firmemente" a la enseñanza del creacionismo en la escuela como alternativa científica a la Teoría de la Evolución, objetivo que persiguen los integristas cristianos y musulmanes en medio mundo. La resolución, aprobada por 48 votos frente a 25, advierte de que, "si no tenemos cuidado, el creacionismo podría llegar a ser una amenaza para los derechos humanos".

El texto recuerda que el objetivo de los creacionistas es asaltar la escuela y que esta creencia "fue durante mucho tiempo un fenómeno casi exclusivamente estadounidense", pero ahora su expansión afecta ya a varios países del Consejo de Europa, entre los que se cita España. Los parlamentarios destacan que, si se abren las aulas al diseño inteligente, existe un serio riesgo de confundir a los niños entre lo que es ciencia y lo que es creencia. "La teoría de la evolución no tiene nada que ver con la revelación divina porque está construida sobre hechos", sentencian.

Hace unos días, comentaba con unos amigos que hay que empezar a prepararse en nuestro país para la embestida creacionista, liderada por clérigos islámicos y cristianos fundamentalistas que tienen su mercado espiritual en el creciente número de inmigrantes y las clases más desfavorecidas. Ahora, me preocupan más los 25 votos negativos contra una resolución del Consejo de Europa en la que se explica -a ver si lo escuchan nuestros dirigentes políticos- que "creer que todas las cosas son iguales puede parecer tolerante, pero de hecho es extremadamente dañino", según la BBC.