¿Quién más podía haberlo presagiado, si no el hábil ojo comercial de Steven Spielberg? La película “Actividad Paranormal” (Paranormal Activity, 2006), primer largometraje del director norteamericano Oren Peli, ha recaudado 66 millones de dólares en las salas de la Unión Americana. Toda una cátedra de marketing, si se considera que este filme costó apenas la risible suma de 11 mil dólares.

Esta cinta es un “falso documental”, similar a “El proyecto de la Bruja de Blair” (1999), que amenaza con emular el apoteósico éxito que esta tuvo en taquilla hace más de una década, aunque según algunos críticos, no alcanza a igualarla en calidad. De la misma manera que ocurrió en “El proyecto de la Bruja de Blair”, “Actividad Paranormal” fue filmada en apenas una semana. Dicha filmación se realizó en el año 2006, en la propia casa del director Oren Peli, y aunque este filme ya estaba listo a finales de 2007, no llegaría a las salas de cine sino hasta octubre de 2009.

El estilo de esta cinta, el de “falso documental”, ha sido siempre una eficaz forma de adicionarle una fuerte carga de realismo a las películas. Nos remonta a la antecesora inmediata, la ya mencionada “Proyecto de la Bruja de Blair”, pero la raíz más profunda de ambas realizaciones toca a la célebre y polémica “Holocausto Caníbal” (1980), que llegó a ser tan “realista” que sus creadores fueron detenidos e investigados, tras pensarse que algunos de los actores ciertamente habían perecido durante la filmación.

A “Actividad Paranormal” parecieran sobrarle los ingredientes para consumar su autenticidad: es la historia de un joven matrimonio, afincado en un suburbio de San Diego -en el estado norteamericano de California- que está siendo asediado por un ente desconocido. El esposo, en un acto desesperado, instala una cámara de video en el dormitorio para averiguar qué ocurre durante las noches. Las imágenes registradas por el video, nos muestran la presencia de algo que va más allá de un simple espectro, rayando en una auténtica encarnación del mal.

Este filme es producto de un miedo muy personal que el propio realizador Oren Peli ha sentido desde la infancia hacia los fantasmas. Para no darle vueltas a sus temores más profundos, preparó y remodeló su casa tanto como fuera necesario, para rodar ahí mismo este filme, que él mismo escribió, dirigió y produjo. Sin estudios formales de cine y con un escaso presupuesto, Oren Peli decidió realizar “Actividad Paranormal” con una cámara de video, para darle realismo y además poder prescindir de camarógrafos. En consecuencia –esperada o no- la película es verosímil y descomunalmente cruda.

No es una cinta en la que veremos litros de pintura roja. Tampoco hay grandes efectos especiales, ni seres animados por computadora. Es simple miedo a lo que no se ve, es el terror profundo que nos infringe lo inminente, cuando es imperceptible. Tal vez no sea del calado de cintas magistrales como “El Resplandor” o “El bebé de Rosemary”, pero es una propuesta que contrasta con algunas tendencias actuales, donde la animación por computadora tiende a caricaturizar al mal, antes que hacerlo más fidedigno.

En otro de los paralelismos que “Actividad Paranormal” guarda con “El proyecto de la Bruja de Blair”, su promoción por internet -en las hoy indispensables redes sociales- ha sido fundamental para garantizarle el éxito en taquilla, a un grado tal que las solicitudes para hacer que la cinta se exhibiera en determinados puntos de los Estados Unidos, eran recibidas a través de internet.

Autor: Rolando Lino Mina