Los misterios del universo son desentrañados lentamente. Una soledad insoportable se aferra a permanecer. Los astrónomos ven en las estrellas algo más que luz. Sin dejar de lado su estoicismo científico, en el fondo les piden un deseo: que les revelen sus secretos.

Un extraterrestre aterriza en la pantalla del auditorio del Museo del Desierto. Tiene esos ojos vistos únicamente en películas de ficción. Para tristeza de Jaime Maussan y demás pseudo periodistas, la imagen poco o nada tiene que ver con el espacio exterior: Es una mantarraya. Con este ejemplo de ilusión Eduardo Alamilla, miembro de la Sociedad Astronómica de Saltillo, inició el pasado sábado su conferencia “¿Estamos solos? El Estudio de la Vida Extraterrestre”.

Alamilla Esquivel dejó en claro que su exposición no incluiría nada que no estuviera seriamente fundamentado. Además hizo un llamado al escepticismo. Recordando que el escepticismo no significa “no creer”, sino “dudar e investigar”.

Llamó a los presentes a seleccionar mejor sus fuentes de información y les devolvió el aliento a quienes esperaban el fin del mundo por las profecías mayas. El 12 de diciembre de 2012 será un día cualquiera y Marte y la Luna serán del mismo tamaño en próximos días. Todo son mentiras creadas con afán de lucro por pseudoperiodistas.

“¿Estamos solos?”. Una sola pregunta logró reunir a un amplio número de personas ansiosas por conocer los últimos avances científicos de vida extraterrestre. Niños y adolescentes colmaron el lugar para entender los diferentes métodos con los que el ser humano intenta establecer vínculos más allá de la exosfera.

Cualquier respuesta sería igual de asombrosa. La conferencia impartida por Eduardo Alamilla presentó los últimos descubrimientos sobre la vida extraterrestre.

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