El 20 de julio de 1969, Neil Armstrong se convertía en el primer hombre en posar un pie en la Luna. Cuarenta años después, Estados Unidos y su presidente Barack Obama realizan un homenaje solemne a los héroes de la misión Apollo 11.

El presidente estadounidense revivió momentos de su infancia el lunes al rendir homenaje a los “héroes” Neil Armstrong, Edwin “Buzz” Aldrin y Michael Collins en la Casa Blanca.

“Creo que podemos decir que los hombres del Apollo 11 representarán para siempre la medida de la excelencia en materia de exploración y descubrimientos”, dijo Obama.

“Me crié en Hawai, como muchos de ustedes ya saben, y todavía me acuerdo de estar subido en los hombros de mi abuelo cuando las cápsulas que los traían de vuelta caían en medio del Pacífico. Fuimos al borde del agua y como si pudieran vernos hacíamos señales hacia esos chicos que volvían a casa”, relató el presidente estadounidense.

“Me acuerdo de que hacía ondear banderas estadounidenses y que mi abuelo me dijo que la misión Apollo era la prueba de que los estadounidenses eran capaces de todo cuando se lo proponían”.
Fue el 20 de julio a las 22H56 y 48 segundos (hora de Washington) que Neil Armstrong posó el pie en la Luna, pronunciando frente a millones de telespectadores las palabras que pasarían a la historia: “Es un pequeño paso para el hombre, un salto gigante para la humanidad”.

La conmemoración del lunes fue la ocasión para los astronautas de discutir el futuro de la exploración espacial y ambiciones de Estados Unidos.

“Debemos regresar a la Luna (…). Debemos aprender más, establecer bases, instalar nuevos telescopios sobre la Luna y prepararnos para ir a Marte, ya que el objetivo último es Marte”, declaró Eugene Cernan, de 75 años, último hombre en caminar sobre la Luna con el Apollo 17 en 1972, en una conferencia de prensa el lunes que reunió a siete ex astronautas.

Para celebrar el aniversario, la Nasa -que perdió una parte de la grabación original de la llegada a la Luna- difundió en su sitio internet videos restaurados de la misión Apollo 11 gracias a la cadena CBS que conservó en sus archivos las imágenes de la época, fundamentalmente los primeros pasos de Neil Armstrong.

También puso grabaciones de conversaciones entre los astronautas, nunca escuchadas por el público en general, e imágenes de cinco de los seis sitios de alunizaje de las misiones Apollo, tomadas por la nueva sonda lunar LRO (Lunar Reconnaissance Orbiter) lanzada el 18 de junio para preparar el regreso de los estadounidenses a la Luna, previsto para 2020.

Este programa bautizado Constellation, si es mantenido, sería el preludio de los vuelos habitados hacia Marte y más allá.

Pero el presidente Obama pidió realizar un estudio profundo de este proyecto lanzado por su predecesor George W. Bush en 2004. La comisión de expertos independientes nombrada por Obama y presidida por Norman Augustine, ex presidente del grupo de defensa estadounidense Lockheed Martin, debe presentar sus recomendaciones a finales de agosto.

Los astronautas, por su parte, son defensores de las misiones hacia el planeta rojo y aprovecharon la ocasión de una de sus raras apariciones públicas juntos para defender esa postura.

“Marte es la otra Luna. Necesitamos esta inspiración”, dijo James Lovell, de 81 años, comandante del Apollo 13.

“Nos hemos convertido en una sociedad que no quiere asumir riesgos”, estimó Walt Cunningham, miembro de Apollo 7.

“Eso se refleja en la Nasa y en todas las cosas que hacemos actualmente”, insistió.
Eugene Cernan lamentó por su parte que apenas “un centavo de cada dólar pagado en impuestos sea consagrado al espacio”.

Los estadounidenses son menos entusiastas y solo una escasa mayoría (51%) cree que Estados Unidos debería enviar astronautas a Marte, contra 43% que se opone, según un sondeo de CBS News publicado el lunes.

Para Charles Bolden, un ex astronauta que se convirtió en el primer negro en dirigir la agencia espacial, Estados Unidos debe tomar una decisión crucial: “o invertimos para sacar ventaja de nuestro liderazgo tecnológico mundial duramente ganado, o renunciamos para dejar a otros países (…) empujar las fronteras del espacio”, resumió la semana pasada el flamante director de la Nasa.