equinoccio
Foto: J.L. Leal/Ical

La iglesia de la localidad zamorana de Santa Marta de Tera ha ofrecido un año más el fenómeno de la luz equinoccial, una de las curiosidades más llamativas del templo románico que atesora la imagen pétrea más antigua que se conoce de Santiago peregrino, acuñada en la moneda de cinco pesetas conmemorativa del año jubilar de 1993.

Dicho fenómeno, informa la agencia Ical, se produce dos veces al año, coincidiendo con los equinoccios de primavera y otoño: el sol penetra en la iglesia a primera hora de la mañana a través del óculo de la cabecera y el rayo ilumina durante unos minutos el capitel historiado situado a la izquierda del ábside.

El haz de luz incide primero sobre uno de los ángeles que sostienen la imagen de la Virgen en una mandorla; después ilumina la imagen central, posteriormente el otro de los ángeles y hacia las diez de la mañana, a las 7.55, hora solar, ilumina la totalidad del capitel, que simbólicamente representa a Santa Marta elevada al cielo por los ángeles.

El fenómeno de la luz equinoccial fue redescubierto hace doce años por el entonces párroco de la localidad, Julián Acedo. El sacerdote, fallecido hace un lustro, fue el principal divulgador de esta “maravilla”, como lo califican tanto fieles y peregrinos como simples curiosos y aficionados al románico que acuden a la localidad para observarlo en primera persona cada 21 de marzo y 23 de septiembre y tres días antes y después de estas fechas, desde hace más de una década.

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