Lulin, el cometa verde, llegó hoy a la madrugada a menos de medio año luz de la Tierra, y será visible con binoculares y telescopios de aficionados antes de volver a sumirse en su órbita.

El cometa no periódico, descubierto en 2007 por los astrónomos Ye Quanzhi, de China, y Lin Chi-Sheng, del Observatorio Lulin en Taiwan, puede verse a simple vista sólo desde áreas rurales oscuras.

Ye describió el cometa, que los científicos llaman C/2007 N3, como “una gran belleza verde”. Su afelio [el punto más alejado de su órbita] se calcula en 249.400 años luz.

El color verde de Lulin proviene de los gases que emergen del núcleo y forman su atmósfera, del tamaño de Júpiter. Incluyen cianógeno, un gas venenoso que se encuentra en muchos cometas, y carbono diatómico.

Ambas sustancias adquieren un resplandor verdoso cuando las ilumina la luz del Sol en el casi vacío del espacio, explicó la NASA.

Una de las peculiaridades de Lulin es una rara “anticola”, que parece brotar de la cabeza del cometa, una bola de hielo y polvo que queda de la formación del sistema solar exterior.

Las colas de los cometas consisten en hielo vaporizado a medida que se aproximan al Sol. Pero, a veces, la trayectoria del cometa tiene un ángulo tal que, visto desde la Tierra, se aprecia una segunda cola, más corta, que apunta hacia adelante como una aguja.

“El mejor momento para ver a Lulin es entre las tres y cuarto, y las tres y media de la madrugada, justo en dirección al Norte -explica Mariano Ribas, coordinador del área de astronomía del Planetario de la Ciudad de Buenos Aires-, a unos 50° de altura.”

Según explica Ribas, un rato antes de esa hora estará un poco más hacia el Este, y después, hacia el Oeste. “Se ve como un manchón difuso, como una nubecita”, agrega. EFE

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