Un satélite estadounidense y un satélite militar ruso chocaron en el mayor accidente de este tipo en el espacio, dejando dos nubes de escombros que están siendo evaluadas este jueves por expertos de la NASA, debido a los riesgos que podrían comportar sobre la ISS y otras naves.

Un satélite de comunicaciones de la compañía estadounidense Iridium chocó el martes con un satélite militar ruso en desuso, informaron funcionarios rusos.

“Hubo una colisión el 10 de febrero de 2009 (…) a unos 800 km de altitud entre un satélite Iridium-33 y un satélite militar ruso Kosmos-2251”, declaró el comandante de las fuerzas espaciales rusas, el general Alexander Yakushin, citado por la agencia Interfax.

Yakushin precisó que el satélite ruso había sido puesto en órbita en 1993, pero que el aparato “no era utilizado” desde 1995.

La agencia espacial estadounidense (NASA) seguía el rastro de cientos de escombros resultantes de la colisión e informó que hay pocos riesgos de que la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) impacte con alguna de las dos nubes de desechos, según reportó Space News.

En un comunicado, Iridium, con sede en Bethesda (Maryland, este), indicó que este tipo de colisión a cientos de kilómetros de la Tierra es “extremadamente inusual” y “muy poco probable”.

Iridium, que posee una flota de 66 satélites de telecomunicaciones, aseguró que el accidente no puede deberse a una falla de su satélite.

De acuerdo a Space News, la NASA emitió un alerta el martes señalando que el satélite ruso Kosmos-2251 de 900 Kg chocó con la nave de Iridium, de 560 Kg, a las 16H55 GMT, a 790 kilómetros de altura sobre Siberia.

Una nota de la NASA informó que los funcionarios “determinaron que el riesgo para la estación espacial es elevado, (aunque) estiman que está dentro de los límites aceptables”, informó el diario estadounidense The Washington Post.

Según la nota, si bien existe un pequeño riesgo de que la ISS ingrese en las nubes de escombros, la estación espacial orbita a 354 kilómetros sobre la Tierra, es decir 436 kilómetros por debajo de la órbita de la colisión.

Las colisiones cósmicas entre restos de naves o basura espacial no son nuevas, pero los funcionarios de la NASA señalan que éste es el primer accidente que involucra a dos satélites intactos, señaló el Washington Post.

El portavoz de la NASA John Yembrick señaló al diario que los escombros continuarán expandiéndose y que podrían forzar a la Estación Espacial Internacional a emprender alguna maniobra evasiva.

“La estación espacial tiene la capacidad de hacer maniobras para evitar escombros si es necesario” y lo ha hecho ya en ocho ocasiones, indicó.

Cerca de 6.000 satélites han sido enviados al espacio desde que la antigua Unión Soviética lanzó el primer orbitador habitado, el Sputnik 1, en 1957. De ellos, unos 3.000 satélites siguen operativos, según la NASA.

Los expertos están cada vez más preocupados por la basura orbital, que se ha acumulado rápidamente en las más de cinco décadas de actividad humana en el espacio.

Antes de este último accidente, había más de 300.000 objetos orbitando la Tierra de entre 1 y 10 cm de diámetro, y miles de millones de piezas más pequeñas, según un informe divulgado el año pasado por un grupo internacional de control llamado Space Security Index.

Estos mínimos escombros, a velocidades que pueden alcanzar miles de kilómetros por hora, pueden dañar o destruir una nave que vale miles de millones de dólares.

La ISS fue instalada hace poco más de 10 años en la órbita terrestre con el fin de facilitar la investigación científica y la exploración espacial. Se prevé que su construcción concluya en 2010 y es financiada por Estados Unidos y otros 15 países.

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