Redacción
El Universal
Viernes 06 de febrero de 2009
¿Alguna vez mientras está dormido ha experimentado la sensación de no poderse mover, acompañado con ansiedad, desesperación y siente una opresión sobre su pecho, tal como si alguien estuviera encima?

A estas sensaciones que también conlleva el tener trabajo para respirar y una palpitación rápida del corazón se le denomina parálisis del sueño.

De acuerdo con especialistas de Instituto Mexicano del Seguro Social, entre 30 y 50% de la población en México experimenta por lo menos una vez en su vida esta condición, pero si se registra en un lapso de dos o tres veces por semana podría considerarse como una situación patológica.

El doctor Carlos Cuauhtémoc Solís Pérez, comentó que la parálisis del sueño es una condición muscular producida por la falta de vigor que presenta el cuerpo al dormir y se observa principalmente en la fase del sueño previa a despertar, llamada MOR (movimientos oculares rápidos).

Indicó que esta alteración ha sido culturalmente asociada a eventos de tipo paranormal, y en nuestro país coloquialmente se le conoce con la frase “se me subió el muerto”, debido a la sensación de tener algo encima y a experimentar alucinaciones auditivas o visuales, ya sea de personas o animales.

De acuerdo con un comunicado, explicó que la parálisis del sueño se puede convertir en una situación persistente cuando los individuos enfrentan un incidente traumático, consumen excesivamente alcohol, tabaco o estupefacientes. Por ello, subrayó que en estos casos es recomendable la intervención de un neurólogo o neurofisiólogo.

Asimismo, agregó que se ha observado que la mayoría de las personas que presentan parálisis del sueño, duerme boca arriba; sin embargo, se puede presentar en cualquier tipo de posición, aunado al cansancio o alteraciones de tipo metabólico.

Indicó que se cuentan con seis clínicas del sueño en las que se realizan estudios como: electroencefalografía, polisomnografía o la neurofisiología clínica, a fin de detectar este trastorno y diagnosticar una posible alteración que afecte la calidad de vida de las personas.

En lo que respecta al tratamiento que brindan, Solís Pérez señaló que este tipo de perturbación se controla por medio de ansiolíticos o tranquilizantes, así como medicamentos inductores del sueño, no obstante, es importante que un especialista valore el estado físico y psicológico del individuo antes de aplicar un tratamiento específico.

En algunas ocasiones, este trastorno del dormir se asocia con la muerte súbita, episodio en el que la persona deja de respirar y fallece mientras esta dormida, aunque este tipo de decesos se observa principalmente en personas con problemas de hipertensión, diabetes o cardiacos.

El episodio, abundó, se presenta en esta fase del sueño (MOR), ya que el cerebro está activo, pero el tronco cerebral bloquea las neuronas motrices, de manera que impide los movimientos musculares.

“Ésta es la fase donde soñamos y captamos gran cantidad de información de nuestro entorno, debido a la alta actividad cerebral; aparentemente en la parálisis del sueño el cerebro está despierto, pero el cuerpo continúa dormido”, refirió.

El especialista recalcó que para prevenir este incidente es importante mantener una adecuada higiene del sueño; es decir, fomentar hábitos como: tener horarios fijos para dormir, evitar el sedentarismo, cenar de forma ligera, evitar abuso de alcohol, tabaco o drogas, hacer ejercicio y mantener un peso moderado.

Finalmente, exhortó a afrontar esta situación con calma y con las siguientes recomendaciones: cerrar los ojos, evitar la angustia, relajarse, tratar de mover zonas del cuerpo poco a poco, empezando por los dedos de las manos y pies, ya que generalmente el episodio pasa sin contratiempo.

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