Un profesor de genética afirma que posiblemente el ser humano haya llegado al final de su evolución genética. Y es que, dice, los hombres de arriba de 60 años de edad son más aptos para pasar sus herencias genéticas a sus descendientes que tiempo atrás solían ser de media docena para arriba .

Pero hoy en día, la mayoría de los papás son jóvenes de entre 20 y 30 años que tienen entre uno y tres hijos, quienes además, tienen mayores oportunidades de superviviencia debido a los adelantos en la medicina moderna, y por lo tanto, son menos suceptibles a ser eliminados por selección natural.

Otro elemento más que podría evitar esta evolución, es que el mundo ahora es bastante móvil y elimina la presión de mutar debido a las condiciones de un solo lugar.

Sus conclusiones aún no han sido respaldadas por algún estudio científico, así que veremos en un futuro qué sucede con esta hipótesis suya. Por cierto, no estamos totalmente aislados de la evolución, porque quizá las mutaciones genéticas causadas por la siempre creciente exposición a los químicos y a la radiación de diferentes fuentes, pudiera continuar desde donde los papás antiguos se quedaron.