Hay quienes afirman que los pilotos de las aerolíneas frecuentemente veían Ovnis pero temían reportarlos por miedo al ridículo o a una acción disciplinaria por la gerencia de su aerolínea. Si esto alguna vez fue cierto, esa afirmación ya no es válida desde la formación de VFON porque Roth rigurosamente se adhiere a su política no-pública. Debido a que todas las aerolíneas principales alrededor del mundo son miembros de VFON, y a que sus plitoso se sienten con libertad para reportar todo lo que ven, es útil examinar el número de "no identificados" que Roth ha recibido. Durante los tres primeros años de la existencia de VFON (1963-1965), un total de 173 reportes de avistamientos por tripulantes aéreos fueron enviados de los cuales solo uno no pudo ser identificado como un satélite, meteoro, o globo. Esto corresponde a solo el 0.5 porciento del total. Durante estos mismos tres años, el interés del público en Ovnis era bastante bajo, durante el cual la USAF (Fuerza Aérea Estadounidense) recibía alrededor de cuarenta reportes Ovni por mes por parte del público en general.

Luego, a principios de 1966, los reportes Ovni de estudiantes de la Universidad de Michigan adquirieron fama nacional e incitaron a una breve investigación Congresional. La revista Look traía su sensacional serie a dos partes sobre la historia de abducción de Barney y Betty Hill por parte de los tripulantes de un platillo volador. En el Otoño de 1966 la USAF anunció que había seleccionado a la Universidad de Colorado para conducir un estudio científico independiente sobre el tema de los Ovnis. En ese año el número de reportes Ovni enviado a la USAF saltó a alrededor de noventa y tres por mes, más del doble que la media de los tres años anteriores. Por una curiosa coincidencia, también hubo un incremento dramático en el número de reportes VFON donde las descripciones de las tripulaciones no dejaban otra opción que clasificarlos como "no identificados". Las tripulaciones VFON enviados trece de esos "no identificados", que correspondían al 3.3 porciento de todos los reportes de tripulaciones en 1966, comparado con solo un "no identificado" durante los tres años anteriores de la operación VFON.

En 1967, el interés público todavía estaba alto y la USAF recibía un promedio de casi ocho reportes Ovni al mes. La misma situación prevaleció en VFON, donde los tripulantes de vuelo habían enviado catorce avistamientos que no podían ser explicados como satélites, meteoros, o globos. Esto representaba el 2.7 porciento del total de reportes VFON para 1967. Para 1968, la excitación pública sobre los Ovnis había comenzado a decaer, y el número de reportes enviados a la USAF cayó abruptamente a un promedio de treinta y tres por mes. VFON experimentó una caída similar. Del total de casi cuatrocientos reportes VFON, solo siete, o el 1.8 porciento, fueron clasificados como "no identificados". Para 1969, el reporte de la Universidad de Colorado había sido enviado a la USAF, y su conclusión de que no había evidencia de naves espaciales extraterrestres había recibido aprobación de la respetada Academia Nacional de Ciencias (NAS por sus siglas en inglés). En 1969, el número de reportes Ovni remitido a la USAF experimentó otra abrupta caída, a un promedio de menos de quince por mes. La misma caída abrupta ocurrió en los reportes VFON, donde solo había un "no identificado" de entre 550 reportes, que correspondía al 0.2 porciento del total.

La verdad es que uno puede llegar a cualquiera de dos posibles conclusiones de esta muy cercana correlación entre el interés Ovni por parte del público en general y la covertura de medios masivos y el número de reportes "no identificados" remitidos por los tripulantes aéreos de VFON. Uno pudiera concluir que los Ovnis estaban llegando en muy grandes números a mediados de los 1960s y que esto explicaría el gran número de reportes tanto del público en general como de los tripulantes de vuelo. Y que a finales de los 1960s, los Ovnis comenzaron a arrivar en menores cantidades -y por lo tanto hubieron menos reportes del público y de las tripulaciones de vuelo. La explicación alternativa es que los tripulantes de vuelo, a pesar de su entrenamiento especializado, son sujetos a la misma influencia de los medios masivos tanto como el público en general, y que ambos son igualmente vulnerables al Principio UFOlógico #1. Por eso en momentos de fuerte interés público en Ovnis y la especulación sobre que podrían ser naves espaciales de otros mundos, un piloto que avistara un meteoro un globo científico de gran altitud estaría más inclinado a dotar al objeto con cualidades inusuales que lo dejarían como "no identificado".

Traducción por Lalo Márquez del Capítulo 6 del libro UFOs Explained por Philip J. Klass