Evangélicos no pudieron con los “demonios” de Marcela

Infructuosos resultaron todos los esfuerzos que realizaron unos pastores evangélicos que viajaron desde la zona norte con la intención de liberar de los espíritus malignos que supuestamente tiene adentro de su cuerpo la señora Marcela del Carmen Reyes.

Reyes, quien se dedicaba a lavar ajeno aduce que desde hace 11 años viene sufriendo de un maleficio que le hicieron dos mujeres supuestamente por problemas de celos.

Relató a LA TRIBUNA que todo  el problema obedece a un maleficio que le hizo la señora Damaris Vargas Amador, quien le pagó 500 lempiras a Virginia Martínez para que le realizara la brujería, ya que decidió hacer vida marital con su ex marido Gustavo Adolfo Cálix, quien falleció el 22 de enero del 2007.

La mujer asegura tener adentro de su barriga dos animales, uno de ellos se llama Tavo, su ex esposo, y el otro Freddy, quienes le hablan y le exigen que se coma hasta siete libras de carne al día.

Los vecinos de la comunidad de Jutiapa se muestran sorprendidos y alarmados por la situación que se está viviendo en ese lugar, pues nunca se había presentado un caso de tales magnitudes, al grado tal que muchas personas que viven cerca de la casa de Marcela prefieren mantener sus puertas cerradas, mientras que no faltan los curiosos que buscan observar cómo se encuentra ella.

Los pastores evangélicos que llegaron a la casa de Reyes se identificaron como miembros de la Iglesia Primitiva Apostólica de la Fe en Cristo Jesús Internacional.

Entre los religiosos estaban  César Armando Mejía Hernández, Brígido Mejía Hernández, Francisco Mejía Gavarrete, Roberto Mejía Gavarrete  y Carmen Marleny Mejía Hernández, miembros de iglesias de El Tablón, Santa Cruz de Yojoa y Choloma.

Los religiosos viajaron desde largo a la vivienda de Marcela del Carmen Reyes solicitando permiso a los familiares de la enferma para tratar de sacarle los supuestos “demonios”.

En un inicio, los parientes se negaban a dejarlos entrar al cuarto de la “hechizada” aduciendo que tenían que esperar la autorización del señor Orlando Gutiérrez, quien la ha estado tratando desde hace varias semanas.
A eso de las 7:30 de la noche los pastores ingresaron al cuarto de la enferma y comenzaron a orar y a pedirle a Dios que la liberara y le exigían a los supuestos “demonios” Freddy y Tavo que se salieran del cuerpo de esta mujer porque ella le pertenecía a Cristo.

Entre sus oraciones mencionaban frases como: “la sangre de Cristo tiene poder”,  “demonios mentirosos hoy (ayer) tienen que dejar libre a Marcela, ya que Jesucristo la liberó en la cruz del calvario pagando por los pecados del mundo y por tal razón tu no la puedes seguir martirizando, demonio mentiroso”.

“Sal de ese cuerpo, tu sabes que estás vencido”, “te aborrecemos, tu bien sabes que no puedes estar por encima de la voluntad de Dios, ya que la sangre de Cristo tiene poder y por esa razón ella (Marcela) debe ser liberada”.

Luego las personas que llegaron a orar por la señora hicieron un receso en sus plegarias, volviendo a ponerse frente a Marcela a eso de las 9:30 y nuevamente intentaron liberarla de los “malos espíritus” y continuaron orando, implorándole a Dios que la dejara libre.

Luego como a eso de las 12:00 de la noche los pastores se retiraron del lugar sin poder lograr su objetivo de liberar a Marcela de los “espíritus diabólicos”, quienes desde hace 11 años la tienen viviendo un calvario, al grado tal que no se puede levantar de su cama.

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Terminó sufrimiento de Marcela

“Se fue todo mi mal, ahora mi corazón está alegre porque Jesucristo me liberó”, fueron las primeras palabras de Marcela del Carmen Reyes, luego que asegura haber sido liberada de dos demonios que la atormentaban desde hace 11 años en la comunidad de Jutiapa, El Paraíso.

El apóstol Tito y la profeta Linda Morales llegaron a la pintoresca comunidad, procedentes desde Estados Unidos, según ellos, por un llamado de Dios para echar afuera en el nombre de Jesús a “Fredy” y “Tavo”, como la mujer llamaba a los malos espíritus que no dejaban en paz a la humilde mujer.

Durante el proceso, Marcela del Carmen vomitó una especie de masa blanca sobre una paila plástica en medio de las oraciones de los norteamericanos representantes del Ministerio Fuego de Jesús de los Estados Unidos.

Según el relato, esa “masa blanca” era lo que le brincaba constantemente en su vientre, exigiéndole que los alimentara varias veces al día con siete libras de carne fresca y semicruda en cada tanda.

Luego de lo que ella llama “liberación espiritual”, Marcela no paraba de agradecer lo que Dios había hecho en su vida y su semblante aparentaba estar lleno de vida, completamente diferente al que había mostrado semanas antes.

De acuerdo al apóstol Tito, para efectuar el proceso de liberación Marcela primero pidió perdón a Dios por su pasado y reconocer que el nombre de Jesucristo está por sobre todo nombre.

“Marcela había hecho un pacto con el enemigo (Satanás), debido a que pasó algo en su pasado”, dijo el evangélico estadounidense, sin ahondar en detalles.

“En este sentido, tenía que sacar todo su resentimiento y con la ayuda del Señor lo sacó, gracias a Dios”.

No obstante, recomendó que ahora Marcela del Carmen Reyes se debe congregar en una iglesia donde la alimenten con la palabra de Dios y sobre todo sus hermanos en Cristo le manifiesten el amor que viene de lo alto.

“A los demonios no se les grita y aquí les estaban gritando, sólo hay que tocarlos, hablarles la palabra de Dios y se irán de inmediato”, aseguró Tito.

“Cuando estábamos orando con autoridad, los demonios hablaban y salían uno a uno”, aseveró el evangélico.

CURIOSOS NO PODIAN CREER

Marcela oraba fervientemente diciendo: “Gracias, tú eres Santo, el único Dios, gracias por liberarme, proclamo en el nombre del Señor Jesucristo que estoy sana y salva”, “Me siento libre, todo sea para tu gloria”.

La madre de familia hizo un corto recorrido por el pueblo, rodeada de curiosos que no podían creer lo que había pasado en la comunidad.
“Me siento tranquila, ya no me brinca nada, gracias a su poder infinito”, agregaba la liberada en lenguaje sencillo.

Asimismo, fue llevada por la pareja de pastores hasta un restaurante de comidas rápidas a bordo de un microbús, donde se cantaban alabanzas al Creador del Universo.

Una vez en el local, Marcela se acercó a la dependienta y pidió una hamburguesa con papas y refrescos.

Al servirle el alimento se sentó para comer despacio, mientras era vista por decenas de personas en esa comunidad que se maravillaban de lo que estaban viendo y que era todo lo contrario a lo que había aparecido en periódicos y televisión.

El caso de Marcela se propagó por toda Honduras y a nivel internacional, debido a que medios de comunicación reportaban su triste situación y la forma en que era atormentada, frente a sus seres queridos por los demonios.

Pastores evangélicos y miembros de la comunidad de Jutiapa, El Paraíso,  lucharon para liberar a la señora que en su angustiado relato, sostenía que  la habían embrujado, supuestamente por celos.

Reyes dedicada a lavar ajeno permanecía postrada en una cama ubicada en una pequeña habitación, sufriendo lo que ella denominaba como maleficio.

La situación obedecía a un conjuro que hizo supuestamente una mujer de nombre Damaris Vargas Amador, quien pagó 500 lempiras a Virginia Martínez para que me realizara la brujería, se reportaba a través de los medios de comunicación.

De acuerdo a la creencia el demonio “Tavo”, era Gustavo Adolfo Cálix, su ex marido quien falleció el 22 de enero del 2007, sin embargo luego de la liberación se conoció que eran engaños de un demonio, dado que los muertos no tienen permiso de regresar.

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