Es claro que en nuestro país no existe una asociación escéptica que brinde de alguna manera un contrapeso en contra de todas las formas de pseudociencia localizadas en la televisión y las revistas de corte esotérico. Frente a tal vacío, el dispersionismo de la mayoría de los escépticos mexicanos y el desinterés por realizar las cosas en grupo trae como consecuencia un hueco en cuanto a pensamiento racional se refiere. Comparemos esta situación con la crisis de la ciencia-ficción en México.

 

   Casi al mismo tiempo que SOMIE (Sociedad Mexicana para la Investigación Escéptica) es creada, surge AMCyF (Asociación Mexicana de Ciencia-ficción y Fantasía) con el propósito de impulsar las diferentes expresiones cienciaficcioneras en nuestro país. Durante un buen tiempo la asociación (que en gran parte estaba constituida por los miembros de SOMIE) cumplió su cometido y no fue hasta que aparecieron toda suerte de encontronazos que los miembros se desinteresaron por completo del proyecto. Miguel Ángel Fernández Delgado fue hasta hace poco el último presidente de la asociación… Aunque hay algo todavía más triste: era ya el único miembro activo. A partir de ahí, la asociación se encuentra actualmente en animación suspendida y cada uno de sus ex-miembros prefiere llevar su interés por la ficción científica en solitario. Lo mismo ha ocurrido con SOMIE.

   Mario Méndez Acosta es actualmente el presidente y único miembro activo de la sociedad. El resto de los miembros se han desinteresado del proyecto al grado de mantener su escepticismo en solitario a través de distintos blogs perdidos en el ciberespacio. Hasta el mismo Mario (me parece) ha perdido también interés en su propia sociedad. Ante este panorama me vienen a la mente varias preguntas: ¿para ser escéptico en México uno mismo debe ser alguien extremadamente hermético y solitario? ¿Por qué los miembros de SOMIE perdieron todo el interés por la sociedad? Desgraciadamente no tengo una respuesta clara para estas interrogantes.

 

   Quienes parecen mantener un poquito la capa y espada en contra de la pseudociencia son los divulgadores científicos mexicanos. Entre los diferentes trabajos aparecidos entre otros medios, es en prensa escrita en donde estas personas muestran de vez en cuando algunos interesantes comentarios escépticos que pretenden llegar a mayores audiencias. Aunque los vientos no son muy alentadores: SOMEDICyT (Sociedad Mexicana de Divulgación de la Ciencia y la Técnica) presenta a mi parecer una severa crisis tanto económica como de disponibilidad de sus miembros. No existe una verdadera presencia de esta sociedad en México al grado de que la institución que posiblemente podría representar un contrapeso efectivo de escepticismo no tiene actualmente la infraestructura necesaria tan siquiera para mantenerse vigente.

 

   Ante tal panorama, Sobrenatural.net pretende ser el espacio más representativo con las versiones escépticas más variadas no solo para nuestro país, sino para el resto de países de habla hispana. No existe ningún compromiso u obligación para con sus miembros, lo cual trae como consecuencia que los escépticos que actualmente forman parte del portal realizan su labor y expresen sus opiniones sin ninguna presión. No sé si el mexicano trabajará mejor si no siente algún compromiso y/o obligación, pero lo que veo es que los humildes blogs y este sitio web  permanecen como el verdadero contrapeso frente al vació en cuanto a sociedades de escépticos se refiere. No se puede pedir más.