Los padres esbozan una sonrisa, llaman a todos sus amigos, conocidos, familiares y hasta enemigos, y llegan a llorar de alegría cuando sus hijos, esos pequeños bebés, dicen sus primeras palabras

Ahora, la pregunta es por qué dicen esas y no otras, quizás más complejas o menos significativas. Pues bien, la respuesta es sencilla, aunque llevó un tiempo descubrirla, y es que detectan sílabas repetidas.

Jacques Mehler, doctor en psicología, quien terminó su carrera como químico en la Universidad de Buenos Aires y dirigió una investigación en el Laboratorio del Lenguaje de la Escuela de Estudios Avanzados de Trieste, en Italia, descubrió que los bebés están preparados para reconocer algunos parámetros de repetición.

Para ser más exactos, hay que decir que cuando escuchan palabras que terminan repitiendo la misma sílaba se les activa la misma zona del cerebro que ponen en funcionamiento los adultos cuando aprenden un nuevo lenguaje.

Para llegar a esta conclusión, el doctor utilizó imágenes de resonancia magnética y se enfocó en dos grupos de bebés de dos o tres días de vida: el primero escuchó palabras inventadas como “namama” o “napapa”, mientras que el segundo tales como “napamo” o “mopama”.

“Encontramos una mayor respuesta en las áreas del lóbulo frontal izquierdo y temporal del cerebro ante las secuencias de palabras con sílabas repetidas. Esto indica que el cerebro del neonato distingue entre ambos modelos”, explican Mehler y Judit Gervain, doctora en neurociencia Judit Gervain.

Luego, agregaron que “el cerebro del neonato detecta la estructura del habla”.

“Nuestros hallazgos implican que el rol del sistema perceptivo en la adquisición de las regularidades de la estructura del habla podría ser mucho más importante de lo que hasta ahora se creía”, concluyeron, publicó el diario Clarín.

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