En Israel, un grupo de arqueólogos descubrió tres cráneos esculpidos de la Edad de Piedra con más de ocho mil años de antigüedad, hallazgo que pone en evidencia la importancia del culto a los antepasados en esa época.

Las piezas fueron encontradas en las excavaciones de Yiftah, en la Baja Galilea y pertenecen al Neolítico Precerámico Periodo B, según indica un comunicado difundido por la Autoridad Israelí de Antigüedades.

El director de la investigación, Hamoudi Jalaily, explicó que los cráneos están esculpidos, un fenómeno típico de la Nueva Edad de Piedra. Esa practica, agregó, incluye la reconstrucción de los rasgos faciales del muerto esculpidos con distintos materiales.

“En los que hemos encontrado la nariz aparece completamente reconstruida, la boca está acentuada y los ojos restaurados con tres conchas colocadas en cada una de las órbitas, mientras que el resto de rasgos faciales están recompuestos con una máscara de argamasa”, detalló Jalaily.

Para modelar las calaveras, los familiares de los fallecidos tomaban en cuenta la imagen que les quedaba en su conciencia. Los tres cráneos tienen entre ocho y nueve mil años y fueron encontrados en una fosa cercana a un edificio.

Los expertos indicaron que en la antigüedad, esas piezas se solían colocar en un banco de las viviendas y servían para inspirar a los jóvenes a seguir las enseñanzas y el camino de sus antecesores. Esta costumbre era propia también de otros países de la región como Siria, Turquía y Jordania.

Pasados los años, cuando el sucesor lograba establecer su estatus y era aceptado por la sociedad, la necesidad de la imagen de su padre disminuía y, en una ceremonia, se enterraban las calaveras en una fosa distinta a la que se habían sepultado el resto de los huesos.