Un extraño fenómeno paranormal que muchos relativizan y otros niegan con firmeza pero que también suma testimonios aterradores de parte de quienes lo percibieron, sacude la posibilidad de comprensión lógica de algunos jueces, fiscales, peritos, abogados y hasta de personal de maestranza y seguridad que se desempeñan en el denominado “viejo” edificio del Departamento Judicial de Morón, en el Oeste del Gran Buenos Aires.

Ocurre que el lugar, el primero de los dos edificios gemelos pero construidos en distintas etapas para concentrar la actividad judicial de la vasta jurisdicción, es epicentro de una serie de episodios difíciles de explicar y que quienes se animan a referir a esos casos inexplicables lo atribuyen a una presencia fantasmagórica.

El hecho que puso de nuevo sobre el tapete el misterio asentado en los tribunales moronenses, fue la reaparición en las últimas semanas de episodios que erizaron la piel de más de un funcionario judicial que percibió, con expresión desencajada, la presencia fantasmal que anida en el lugar y que aparentemente, decidió volver a asustar.

Algo serio

No es fácil recolectar las experiencias que acaban de suceder y que sin duda movilizaron de nuevo la preocupación que estos hechos generaron en magistrados que reconocen que los sucesos referidos por unos y negados por otros configuran “algo serio”.

Incluso el misterio de los Tribunales de Morón traspasó los límites de la jurisdicción y conforma una historia a la que suelen referir abogados de otros departamentos judiciales del Gran Buenos Aires que escucharon de boca los propios testigos relatos fieles de la anomalía.

Una jueza con larga actividad en los tribunales moronenses que no reveló su identidad, confirmó a los efectos de esta nota aquello que vivenció en el edificio y a lo que nunca logró encontrarle una explicación racional, como por ejemplo a los aterradores ruidos que se perciben por lo general en horas de la tarde, cuando la actividad tribunalicia comienza lentamente su letargo hasta la mañana siguiente.

Secreto a voces

No sólo fueron ruidos los que percibió esa jueza sino también figuras fantasmagóricas que aparecían y desaparecían en el acto, lo que se sumaba a otra manifestación bastante corriente para quienes aseguran haber sido testigos del fenómeno: la singular sensación de experimentar una presencia cercana allí donde no hay ninguna otra persona.

La magistrada que aportó esos datos focalizó que el suyo no fue el único caso de manifestación cercana del fantasma de los tribunales de Morón que, incluso, algunos abogados le dieron identidad para referir tanto a sus apariciones como a la leyenda que se iba generando en su entorno.

Al menos algunos trabajadores judiciales entienden rápidamente cuando se les pregunta si les consta la existencia de “Charly”, tal el nombre que se le ha dado al fenómeno paranormal que hasta generó que algunos fiscales proyectaran en su momento llevar a cabo una profunda investigación en procura de desentrañar el misterio.

Volvió con todo

Un profesional calificado de la justicia que se negó enfáticamente a revelar la situación especial que experimentó hace algunas semanas porque no tiene forma de explicar lo que vio, es aunque en forma parcial uno de los aportes más novedosos que revelan que el fenómeno existe.

Esa situación, que encuadraría en las características habituales de figuras fantasmagóricas y ruidos que no se saben de donde provienen y que fueron percibidas por funcionarios judiciales de alto rango, llevó incluso a que cuando se conoció ese caso algunos empleados del tribunal admitieran sin más la vuelta de Charly.

El retorno es una forma de decir porque la entidad paranormal que anima a las manifestaciones espectrales del edificio “viejo” del Tribunal de Morón, en rigor nunca se fue del ámbito que tomó como aposento y desde donde contempla por igual tanto a quienes la niegan como a aquellos que la perciben con temor, toda vez que su adrenalina se dispara cuando cruzan en el crepúsculo los pasillos vacíos y fríamente iluminados de la sede judicial.

Por SEBASTIAN ARANGUREN
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¿Broma convertida en aterradora pesadilla?

Una de las hipótesis sobre las que algunos tratan de justificar lo que sucede en los Tribunales de Morón escapa a todo perfil vinculado a lo paranormal: una broma que empezó a gestarse en los primeros años de funcionamiento del edificio para impresionar a jueces y fiscales que trabajaban hasta tarde.
La jugada armada por personal de maestranza y de seguridad tenía por objeto crear un clima de terror dentro del edificio, para lo cual solían dar portazos, dar alaridos desgarradores y hasta arrastrar cadenas en los pisos superiores al de las oficinas que se encontraban trabajando.

Una fuente calificada que habló con EXPEDIENTES SECRETOS reconoció ser, hace casi dos décadas, un activo promotor de este tipo de chicanas que llegaron a sumar la participación de fiscales y abogados que después escuchaban con singular cara de circunstancia, pero conteniendo la carcajada, la experiencia alucinante relatada por quienes habían sido blanco de la broma.

Según la fuente, la tarea apuntaba a asustar específicamente a aquellos que fueran más impresionables y esas chanzas que por años lograron poner blanco el semblante de los judiciales víctimas de la operación, cesaron en la medida que fueron perdiendo vigencia. Sin embargo, los ruidos y portazos no desaparecieron y hasta hoy ningún empelado gracioso se atribuyó las presencias fantasmagóricas que heló la sangre de más de un juez, fiscal y meritorio.

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El espectro tiene también detractores

El fantasma de los tribunales de Morón tiene sus detractores que consideran que los fenómenos paranormales que allí se registran no son tales, sino producto de la imaginación en algunos casos y la frondosa imaginación, en otros, de parte de quienes afirman que en ese edificio ocurren cosas sin explicación.

“Yo esto lo recorro de noche y hasta solo y jamás he visto nada extraño ni que se le parezca a un fantasma” aseguró uno de los responsables del edificio que consideró, además, que avanzar con este tipo de historias “abre la puerta a la psicosis” de los que trabajan en tribunales.

Cerca de la pecera donde se reúne el personal policial a cargo de la seguridad del establecimiento, en hall de entrada de los Tribunales, optó por dejar descortésmente con la palabra en la boca al cronista cuando fue consultado sobre si le constaba los fenómenos señalados.

Afuera del edificio, el diariero y un vendedor callejero que atienden sobre la calle Brown dijeron desconocer hechos extraños ocurridos en el lugar, en coincidencia con un veterano fiscal que hace más de 30 años presta servicios para la justicia.

Pero un abogado con años de litigios en sus espaldas se encargo de contrarrestar las anteriores posturas. “Lo que preguntás es algo serio que creó preocupación en jueces y fiscales al extremo que hasta hubo una investigación en torno a sucesos que siguen siendo inexplicables”, concluyó el letrado.

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