La polémica sigue viva. Más de un siglo después de Freud, el astrofísico y editor Javier Armentia insiste en poner a prueba los descubrimientos del médico de Viena y, “para invitar a reflexionar”, ha lanzado en su colección “¡Vaya timo!” un título dedicado al saber del diván.

“El psicoanálisis, ¡Vaya timo!” es el séptimo libro de la colección y sus autores son dos psicólogos del campo de las neurociencias: Carlos Santamaría y Ascensión Fumero, cognitivistas de la Universidad de La Laguna, que afirman que ni Freud ni sus seguidores demostraron suficientemente sus teorías.

“Muchas de las ideas de Freud -declara Santamaría en una entrevista con EFE- son meras fantasías que no han pasado la prueba científica de la comprobación”.

“Lo que hay de correcto en los descubrimientos freudianos lo han demostrado otras metodologías”, añade este psicólogo que se sitúa en lo estrictamente científico, consciente de desconocer la experiencia del psicoanálisis, clínica que impulsa la subjetividad humana, un espacio inalcanzable al conocimiento objetivo.

“Primero se limpia la casa y luego se saca a la venta”, argumenta por su parte el editor Armentia (Vitoria 1962) al explicar lo que persigue con este libro. Residente en Pamplona, el astrofísico dirige y edita los títulos de esta serie divulgativa (Ed. Laetoli) en colaboración con la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico a la que pertenece.

Su primer título “El creacionismo, ¡Vaya timo!” es el de más éxito de momento y estuvo seguido por Los ovnis, La sábana santa, El yeti y otros bichos, La parapsicología y Las abducciones, pero hasta ahora sus críticas no habían apuntado a un asunto de tanto calado intelectual como éste.

Armentia explica que primero pensó arremeter contra toda “la variedad de psicoterapias (humanísticas, gestalt etc..) igualmente criticables en cuanto a su falta de comprobación científica”, aunque al final fue el arraigo social del psicoanálisis lo que le hizo optar por las teorías que introdujo Sigmund Freud (1856-1939).

Unas formulaciones que pusieron patas arriba la forma de concebir al sujeto humano y que han impregnado el tejido social de términos como “Ego”, “Superyo” o “Complejo de Edipo”, empleados al margen de ignorar o conocer las concepciones freudianas.

Los psicoanalistas apuntan al conflicto psíquico -lo más íntimo, y singular, lo más propiamente humano- para que sea afrontado desde lo psíquico mismo de cada uno, indican expertos.

De ahí que la vigencia de su clínica vaya unida a la subjetividad, a su reforzamiento, y de ahí que sean instituciones y escuelas las que en todo caso puedan estar en crisis, pero no el abordaje del conflicto (Inconsciente) que es el motor de la vida humana, añaden.

Enemigo declarado de las “pseudociencias”, Javier Armentia reconoce que con este libro lo que intenta es “ofrecer alternativas a un cliché cultural adquirido por las películas Woody Allen o por el cine de Hollywood”.