El obispo se reunió con el consejero Tontxu Campos para transmitirle su malestar por las últimas decisiones

El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, ha decidido tomar cartas en el asunto ante el retroceso de la enseñanza de Religión en las escuelas e institutos vascos. Uriarte se ha entrevistado con el consejero de Educación, Tontxu Campos, para trasladarle su preocupación por la situación en la que se encuentra la religión Católica en el sistema educativo y poner encima de la mesa un documento con sus peticiones. A la jerarquía eclesiástica vasca le preocupa el decreto de Bachillerato que acaba de elaborar la consejería en el que la Religión queda fuera del horario lectivo; y el movimiento impulsado por agrupaciones de padres y directores de la escuela pública que apuestan por que sea materia extraescolar. El panorama con el que se ha encontrado la Iglesia en Euskadi es que sólo el 50% de los alumnos cursa Religión frente al 75% de la media española, y que un centenar de escuelas e institutos ya no la imparten.

El obispo de San Sebastián, que ha recogido el fuerte malestar de los delegados diocesanos de enseñanza, solicitó entrevistarse con Campos hace tres semanas y la reunión se celebró el pasado miércoles en el Gobierno Vasco. Según fuentes cercanas a las diócesis, el lehendakari Ibarretxe conocía el malestar de los obispos y avaló el encuentro. Portavoces del Departamento de Educación señalaron ayer que la reunión fue «cordial», y que «estudiarán» las peticiones de Uriarte. Los responsables del Obispado prefirieron no hacer comentario alguno sobre la cita.
Quejas
Una de las principales quejas que trasladó el obispo de San Sebastián al consejero se refiere al decreto elaborado por la consejería para el Bachillerato que desarrolla la Ley Orgánica de Educación (LOE). La LOE dicta que en esa etapa la Religión es de obligada oferta y de elección voluntaria, y elimina la materia alternativa. Esa normativa deja la Religión fuera del horario lectivo. Hasta ahora, los estudiantes que no cogían Religión debían cursar una asignatura similar a la Ética. A partir del próximo curso, el alumno que no dé Religión tiene una hora o dos menos de clase a la semana. Cada comunidad tenía la posibilidad de mantener el sistema actual, sin embargo el borrador de decreto vasco se ajusta a la LOE y elimina la materia alternativa. La mayoría de las autonomías españolas la mantienen.
Las autoridades religiosas vascas saben que, en la práctica, la nueva normativa supone firmar el acta de defunción de la Religión en esa etapa previa a la Universidad. Uriarte ha solicitado al consejero que modifique el decreto. Los responsables educativos dicen que la decisión final aún está «abierta», aunque defienden que en esta etapa no obligatoria que acoge a jóvenes de 16 a 18 años, tiene sentido el carácter voluntario de la materia. «En todo caso, garantizamos que se ofrezca Religión en todos los centros de enseñanza. Que todos los alumnos que quieran reciban clases», subrayaron. El movimiento liderado por las asociaciones de padres y directores de centros de la escuela pública para que la Religión salga del horario lectivo en todas las etapas educativas, no sólo en el Bachillerato, es otro de los frentes que tiene abiertos la Iglesia vasca y ante el que ha reaccionado el Obispado. Estos colectivos han propuesto que la asignatura se imparta después de las clases y que los alumnos que no se matriculen puedan hacer actividades extraescolares en esas horas.
La petición del obispo llega después de las irregularidades denunciadas ante el departamento por la asociación de defensa de la Religión Bagara en abril. Esta agrupación detallaba que algunos consejos escolares de institutos, principalmente en Gipuzkoa, habían votado por la eliminación de la asignatura, una decisión ilegal. Los delegados episcopales de enseñanza también denuncian irregularidades detectadas en la oferta de la Religión en los últimos cursos.