Segunda entrega de la serie basada en el folleto divulgativo Science, Evolution and Creationism, editado por la Academia Nacional de las Ciencias de los EE.UU.
Fuente: Astroseti.

La Teoría de la Evolución se ha probado y confirmado en repetidas ocasiones

Todos conocemos por experiencia que los caracteres biológicos se transmiten de padres a hijos. Ésta es la base de la evolución. A veces los caracteres cambian de una generación a la siguiente. Si un carácter hace que la descendencia se desenvuelva mejor en su ambiente natural y produzca más descendencia, que a su vez también herede el carácter, ese carácter se expandirá con el tiempo. Si el carácter hace que la descendencia tenga menos capacidad para sobrevivir y, por lo tanto, deje menos descendencia, el carácter tenderá a desaparecer. La selección natural es el proceso mediante el cual algunos caracteres tienen éxito y otros fracasan en el medio en el que vive el organismo. Por cada forma de vida que podemos ver hoy en día, hubo muchas otras que no tuvieron éxito y se extinguieron.

Los científicos ya no cuestionan los hechos básicos del proceso evolutivo. Este concepto ha superado pruebas exhaustivas realizadas por cientos de especialistas en biología, medicina, antropología, geología, química y otros campos. Los descubrimientos en diversos campos se han reforzado unos a otros, y las pruebas de la evolución han continuado acumulándose durante 150 años.

El Registro Fósil

El concepto de evolución está respaldado por el hallazgos de fósiles en capas de roca correspondientes a diferentes edades de la historia de la Tierra. En general, los fósiles que se más se parecen a los seres vivos actuales se encuentran en las capas de roca más jóvenes, mientras que muchos fósiles que aparecen en capas más viejas se asemejan sólo remotamente a las formas de vida presentes. Basándose en tales hallazgos, los naturalistas propusieron que las especies cambian, o evolucionan, con el transcurso del tiempo. Se ha identificado a la selección natural como una fuerza motriz de estos cambios. Desde entonces los científicos han hallado un abrumador número de fósiles en rocas de diferentes edades, que confirman una y otra vez los cambios en los seres vivos predichos por la teoría de la evolución.

Investigación sobre el ADN

La biología molecular y la genética han revelado cómo funciona la evolución a nivel molecular. La genética ha demostrado que los caracteres pasan de los padres a la descendencia a través del ADN, una molécula presente en todos los seres vivos que determina el crecimiento y la reproducción de las células, algo que se desconocía cuando la evolución y la selección natural se propusieron por primera vez en 1859. Los estudios del ADN respaldan los descubrimientos de otras ramas de la ciencia. Por ejemplo, especies que muestran un parentesco más lejano según su árbol filogenético, es decir, sus posiciones relativas con respecto al registro fósil, resultan tener muchas más diferencias en su ADN que especies que muestran un parentesco más cercano según este registro.

Ancestros Comunes

Hay estructuras y comportamientos comunes a muchas especies. Una persona escribe, una vaca camina, una ballena nada, y un murciélago vuela con estructuras que están formadas por huesos diferentes en los detalles, pero notablemente similares entre sí si se tiene en cuenta su estructura general.

Cuando se estudia un grupo de fósiles teniendo en cuenta su estructura y edad, resulta claro que una especie ancestral dio origen a un conjunto de especies sucesoras con la misma disposición básica de los huesos de las extremidades. Tal y como repetidamente ha demostrado cada nuevo descubrimiento, para cualquier par de especies que vivan hoy en día se pueden trazar líneas evolutivas que retrocedan en el tiempo hasta que ambas se intersecten en un ancestro común.

El registro fósil, la investigación con ADN, la evidencia de que las especies tienen ancestros comunes y otros descubrimientos se suman a la aplastante evidencia de que la vida en la Tierra surgió y se diversificó mediante evolución por selección natural.

Este texto está basado en el contenido del folleto informativo Science, Evolution and Creationism (2008), editado por el Instituto de Medicina y la Academia Nacional de las Ciencias de los EE.UU.