Misteriosamente, cada una de las cinco naves espaciales que viajaron más allá de la Tierra mostró anomalías inesperadas en sus movimientos. Estos nuevos enigmas se unen a la así llamada "anomalía Pioneer" y sugiere que hay fuerzas inexplicables que pueden parecer actuar en las naves espaciales.Hace una década, después de análisis rigurosos, se vieron anomalías con las naves idénticas Pioneer 10 y  11 mientras salían fuera del sistema solar. Ambas parecieron experimentar una pequeña pero inexplicable constante aceleración hacia el Sol.

Se han sugerido muchas explicaciones sobre la anomalía Pioneer. A veces estas están basadas en ciencia convencional – quizá algunas fugas en la nave han afectado sus trayectorias. A veces estas han estado basadas en física más especulativa – quizá la ley de gravedad necesita ser modificada.

Ahora el astrónomo John Anderson de la Jet Propulsion Laboratory y sus colegas – quienes originalmente ayudaron a descubrir la anomalía Pioneer – han descubierto que cada una de las cinco naves aceleraron o desaceleraron más de lo esperado cuando pasaron la Tierra rumbo a otras partes del sistema solar.

Los investigadores examinaron seis sondas de espacio profundo – Galileo I y II a Júpiter, Cassini a Saturno, y la nave Messenger a Mercurio. Cada una ganó o perdió energía orbital.

El hecho que este efecto parece ser más evidente con vuelos más asimétricos con respecto al ecuador de la Tierra "sugiere que la anomalía está relacionada con la rotación de la Tierra", dijo Anderson.

Estas anomalías pueden ser efectos que vemos con objetos que poseen una masa similar a la de una nave espacial, entre 300 y 1,000 kilogramos, especuló Anderson.

Anderson y sus colegas detallarán sus últimos hallazgos en la próxima edición de Physical Review Letters.