Durante los decenios posteriores a su lanzamiento, la píldora estuvo envuelta en una nube de sospechas. Una serie de informes sugirió que el daño causado al incrementar el riesgo de trombos sanguíneos y de ciertos tipos de cáncer podría superar sus beneficios.

Ahora la dirección del viento ha cambiado. En septiembre pasado, un estudio sobre la píldora que abarcó 36 años, realizado por el Real Colegio de Médicos Generales de Gran Bretaña, mostró que redujo hasta por ocho años el riesgo de desarrollar cáncer de ovario, de matriz y de intestino.

El fármaco debe venderse sin receta, concluye informe

La píldora anticonceptiva reduce el riesgo de cáncer

Jeremy Laurance (The Independent)

La píldora anticonceptiva debe venderse a las mujeres sin necesidad de receta, concluyó el mayor estudio realizado a la fecha sobre el vínculo entre dicho fármaco y el cáncer de ovario.

Cincuenta años después del lanzamiento de la píldora, la revista médica The Lancet afirma que es tiempo de retirar el requisito de una receta médica y ofrecerla a las mujeres que la soliciten.

Fundamenta su llamado en los “dramáticos” hallazgos de un enorme estudio sobre el cáncer de ovario, publicado simultáneamente en el British Medical Journal, el cual combinó resultados de 45 estudios de menor monta realizados en 21 países. Los descubrimientos muestran que tomar la píldora reduce considerablemente el riesgo de desarrollar cáncer de ovario y que su efecto protector se incrementa con el uso prolongado.

Para la mujer individual la reducción es pequeña, pero, como se estima que 100 millones de mujeres en el mundo toman la píldora, el efecto es enorme.

Investigadores encabezados por la profesora Valerie Beral, directora de la unidad de epidemiología de la organización filantrópica Cancer Research UK, en la Universidad de Oxford, descubrieron que en países occidentales tomar la píldora durante 10 años redujo la incidencia de cáncer de ovario antes de los 75 años de edad, de 12 a ocho casos por cada mil mujeres. Las muertes disminuyeron de siete a cinco por cada mil.

El hallazgo más notable, según los investigadores, es que la protección duró más de 30 años después que se suspendió el uso del fármaco. Esto es importante porque el cáncer de ovario es más común en mujeres que han pasado la menopausia. “En todo el mundo –indica Beral–, la píldora ha evitado que 200 mil mujeres desarrollen cáncer de ovario y ha prevenido 100 mil decesos. Más de 100 millones de mujeres toman hoy la píldora, así que el número de casos de cáncer de ovario que se evitan se elevará a unos 30 mil al año en las próximas décadas”.

Durante los decenios posteriores a su lanzamiento, la píldora estuvo envuelta en una nube de sospechas. Una serie de informes sugirió que el daño causado al incrementar el riesgo de trombos sanguíneos y de ciertos tipos de cáncer podría superar sus beneficios.

Ahora la dirección del viento ha cambiado. En septiembre pasado, un estudio sobre la píldora que abarcó 36 años, realizado por el Real Colegio de Médicos Generales de Gran Bretaña, mostró que redujo hasta por ocho años el riesgo de desarrollar cáncer de ovario, de matriz y de intestino.

Ese hallazgo, publicado en el Bristish Medical Journal, ha sido confirmado y profundizado por el estudio más reciente reportado en The Lancet. El coautor, Richard Peto, profesor de epidemiología de la Universidad de Oxford, comentó: “Las mujeres jóvenes no deben preocuparse de desarrollar cáncer por tomar la píldora, ya que la eventual reducción del cáncer de ovario es mayor que cualquier incremento de otros tipos de cáncer causados por ella”.

El editorial de The Lancet asevera que los “dramáticos” hallazgos reabren la cuestión de si debe facilitarse el acceso a los anticonceptivos orales. “Respaldamos el acceso sin receta médica a un agente preventivo del que se ha demostrado que puede salvar la vida a miles de mujeres.”

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya

http://www.jornada.unam.mx/2008/02/07/index.php?section=ciencias&article=a03n1cie