El fósil de un cocodriloforme de unos 80 millones de años, descubierto en Brasil, fue presentado en Río de Janeiro como el “eslabón perdido” entre los cocodrilos de la prehistoria y los actuales. Era terrestre y veloz en comparación con los actuales. El descubrimiento permitirá estudiar actuales teorías que ubican su origen.
El 80 por ciento del esqueleto de ese especimen fue hallado en 2004 en Palo Alto. Según expertos de la Universidad Federal de Río de Janeiro, el animal tenía un largo de 1.5 a 1.7 metros, pesaba unos 40 kilos y era capaz de mantener su propio peso.

Denominado Montealtosuchus arrudacamposi, el ejemplar era un predador que se alimentaba especialmente de carroña durante el cretáceo superior, dijeron los investigadores.

“Tenía la nariz adelante. Si se metía en el agua debía mantener la cabeza erguida, lo que lo hubiera hecho presa de los otros predadores”, afirmó Felipe de Vasconcellos, paleontólogo que forma parte del estudio.

Según el investigador, en el fósil se encontraron características que están en medio de los cocodrilos prehistóricos y los actuales.

“Tal vez el origen de los cocodrilos que están distribuidos en el planeta entero esté en la parte del sur y no de América del Norte o de Europa como siempre se ha imaginado. Estas especies pudieron haber surgido en Sudamérica o África, que permanecieron unidas. Eso cambiaría la propagación de una especie entera”, subrayó Vasconcellos.

Fuente: http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=590845