Al contrario de lo que podría pensarse; este escrito no tiene que ver con los famosos hermanos gemelos Kaczynski, primer ministro y presidente polacos, que gobiernan o gobernaron la actual Polonia, sino, de con un movimiento conocido como  Socinianismo, tampoco lo escribí mal, no es socialismo; es socinianismo; del nombre del fundador de esta corriente teológica antitrinitaria; el italiano Fausto Socini o Sozzini, nacido a mitad del siglo XVI. También son conocidos como Hermanos Polacos, Antitrinitarios, Unitaristas o Arrianos.

Curiosidad histórica.

Resulta particularmente curioso, por lo menos para este servidor, informal fisgón de la historia, que actuales naciones predominantemente católicas o católicas por antonomasia se lo deban, según teorías históricas nada ilógicas,  a un pasado que es antagónico, de alguna manera, a ésta predominación teológica. En el caso de España, su pasado y largo periodo  arriano, se consideró; en el sentido teológico, conditio sine qua non, para la conquista musulmana, y por ende la religión católica vino a ser, aparte del factor unificador y la contrahierba  a la cultura musulmana; la “verdadera fe” en el sentido del logro de la expulsión de la dominación extranjera y consecuentemente su fervor y militancia  católica que la llevó a  liderar la contrarreforma. Su catolicismo a ultranza es, según esta teoría, una expiación por ser el ultimo país europeo occidental en volverse católico.

De igual manera yo nunca me podría haber imaginado que una nación tan católica como la polaca pudiese tener un pasado tan interesante con respecto a su pasado cultural religioso, y mucho menos que entre lo siglos XVI y XVII en plenas guerras religiosas, se creara un movimiento que asumiera la tolerancia religiosa y la separación del estado y la iglesia, como “dogmas de fe”.  Fue un periodo tan memorable en la historia polaca; que es reconocido como la libertad dorada de la cultura polaca.

Polonia.

Como toda historia hay que empezar por el principio y este siempre tiene que ver con una causal político económica. Como es sabido la Reforma empezó en el siglo XIV, pero a Polonia llego relativamente tarde.  No obstante de la masacre  que el Rey de Polonia Vladislav Jagiello efectuó en 1439 contra los  Husitas, así como las sangrientas represiones de 1526 en contra de los reformistas hechas por el Rey Segismundo Augusto I y las expulsiones que decreto contra los Anabaptistas la situación en Polonia maduro hacia la Reforma ya que era deseada por la alta burguesía que  se oponía al los señores feudales y la acumulación de poder en la monarquía, sin obviar lo asqueados que estaban de la corrupción moral del clero y la hipocresía de la iglesia católica. La educada burguesía veía en la Reforma una arma en contra de la extrema acumulación de riqueza y propiedades por parte del clero, en contra de su poder totalitario y el dominio de un soberano extranjero sobre su país: El Papa. Así como en el plano teológico, una arma en contra de la distorsionada, según ellos, interpretación de las escrituras por parte del depravado clero romano. En este sentido el parlamento polaco “El Sjem”, en 1501 y 1505 intentó acotar la jurisdicción eclesiástica sobre la nobleza con el propósito de evitar la perdida de los derechos civiles y propiedades cuando un noble era excomulgado por una corte eclesiástica.

Fue durante el reinado del  Rey Segismundo Augusto II donde se llegó a esta, conocida como: “la democracia de la nobleza” , debido a la creación, en 1569,  de  un curioso estado que, yo, en lo particular no conocía su existencia, no sé si ustedes, un país que fue una de las naciones más grandes y populosas en el siglo XVII, la llamada; “ Mancomunidad de Ambos Pueblos” o “Republica de Dos Naciones” o “La Mancomunidad Polaco-Lituana” o “La Primera República Polaca”. Que se formó por la unión de El Reino de Polonia y el Gran Ducado de Lituania, en una sola testa coronada. Y aunque era una monarquía, se caracterizaba porque el poder del soberano estaba restringido por leyes y por el poder legislativo (Sjem) controlado por la nobleza. Los propios protagonistas la definían como: “Nuestro estado es una republica  bajo la presidencia de un Rey”, su doctrina era “Rex regnat et non gubernat” (“El Rey reina, pero no gobierna”). Este sistema fue el precursor del concepto moderno de democracia y la monarquía constitucional.  Así mismo, aunque se clasificaba como una nación católica romana, la característica más loable de este estado era la practica de la tolerancia religiosa. Esta practica elevada a la categoría de ley, la cual  no cabe duda que fue una influencia de los Hermanos Polacos, que aunque no muy numerosos si tuvieron un significativo impacto político. Ellos  abogaban por la libertad del pensamiento  religioso y la absoluta tolerancia de todos los credos, y no solo eso, sino, también luchaban por una igualdad social entre las personas y la separación de la iglesia y el estado, conceptos verdaderamente inusuales, como, completamente originales, para esa época caracterizada por las luchas religiosas.

Su origen es evidentemente fruto de la Reforma religiosa, su movimiento se basaba en una visión racionalista del cristianismo,  no creían en doctrinas tradicionales como el infierno o la trinidad, por eso también son conocido como antitrinitaristas; tampoco creían en la propiedad privada y estaban en contra de la pena de muerte y rehusaban hacer el servicio militar, se oponían a los privilegios basados en al afiliación religiosa; sus ideas inspiraron la más avanzada legislatura de Europa de esos tiempos. Sin embargo tanto católicos como protestantes se oponían a sus doctrinas y para los dos se consideraban heréticos, los llamaban despectivamente arrianos, una de las primeras herejías cristianas que negaba la divinidad de Cristo, pero ellos se hacían llamar cristianos ya que decían que  su fe es “La religión de Jesús, no una religión sobre Jesús”, su antitrinitarismo  era similar a los puntos de vista de Miguel Servet, un teólogo y medico español, descubridor de la casi-circulación sanguínea, que tiene el horroroso honor de haber sido quemado vivo por los protestantes y en efigie por los católicos.

El más brillante periodo de los Hermanos Polacos fue entre 1585 y 1638 en la ciudad de Raków la cual ganó el honorable nombre de la Atenas de Sármata (En referencia a los antiguos pobladores de aquella región). Ellos fundaron una mundialmente reconocida escuela en 1602. Jan Crell, su rector desde 1621, codificó el sistema ético de los Hermanos. Su famosa prensa arriana inundo Europa con tratados en polaco, latín, holandés y alemán de este sistema ético y fueron reconocidos y leído por personas como John Locke, Jhon Stuart Mill e Isaac Newton. Los Hermanos Polacos estuvieron presentes en Polonia cerca de 100 años, desde la época que su principal pensador  Pedro de Goniadz  les entregó su credo en el sínodo calvinista de 1556 y fundó este grupo, hasta  la muerte de Samuel Przypkowski en 1670.

Potop.

Bueno, al contrario de los cuentos de hadas donde “…y vivieron por siempre felices” el infortunio asolo a la Mancomunidad Polaco-Lituana acabando con el estado donde se respetaba la libertad de culto, esta desgracia empezó con la rebelión cosaca en Ucrania de 1648 que en ese tiempo era territorio de la mancomunidad, esta rebelión culmino en la creación de un estado cosaco independiente con su capital en Kiev, y relacionado con la Rusia Zarista que aprovechó para incrementar su intervención en Ucrania y Bielorrusia, entonces territorio de la mancomunidad, lo que la debilitó, lo que aprovechó el Rey Carlos X de Suecia para invadir en 1655 a la mancomunidad poniéndola al borde la de disolución, estas guerras se le  se le conoce como “Potop” que en polaco significa “El Diluvio”, lo cual nos da una idea de la desgracia que significó para el pueblo Polaco esta serie de guerras que duraron casi veinte años.  Como Suecia era una nación protestante, las intrigas y obviamente la irracionalidad produjo un sentimiento adverso hacia todos aquellos credos afines al protestantismo y culminó en que estos fueran proscritos. En Abril de 1656 el entonces Rey electo polaco Jan Kazimierz Vasa, afligido por las guerras, imploró para  su reino y para si mismo, la protección de la Virgen, prometiéndole cambiar la tolerancia que le tenía a los “heréticos” que insultaban la sagrada trinidad y la divinidad de Jesús, pocos meses después, incluso prometió la expulsión de los protestantes de Polonia, especialmente de los socinistas, después de sus victorias militares, cumplió su juramento, el Sjem el 20 de julio de 1658 ordenó que los socinistas debían abandonar el país o ser ejecutados, dándoles tres años de gracia para abandonar Polonia. Dice un autor que en el mismo juramento también prometió remover las penurias de las clases bajas…”El Rey no hizo nada por ellos, pero si fue exitoso en acabar con los chivos expiatorios entre los protestantes: Los socinistas.”. Acabó   abdicando en 1668;  regresó a Francia y se unió a los jesuitas muriendo como un simple monje cuatro años después.

Influencia y legado de los Hermanos Polacos.

Después de su expulsión de Polonia en 1660 los antitrinitaristas se dispersaron por varios países europeos: Hungría, Alemania, Holanda e Inglaterra y eventualmente a América del Norte. Su influencia, tanto teológica como política se puede apreciar en el pensamiento europeo de la ilustración, a través de  pensadores ingleses  y de estos a Francia; incluso en los Padres Fundadores de Estados Unidos.

John Locke el filosofo ingles quien escribió sobre la tolerancia, fue precedido por unas décadas por el socinista Samuel Przypkowski, y por Andrzej Wiszowaty en “racionalismo religioso”. Isaac Newton conoció a Samuel Crell, hijo de Johannes Crellius que junto con Piotrz Goniadza (Gonesius) y Grzegorz Brzezin fueron los principales ideólogos de esta corriente arriana, otros ingleses como John Biddle tradujeron trabajos de Przypkowski  y desde 1662 la traducción del Catecismo Racoviano influyó en las concepciones ideológicas y teológicas de unitaristas y deístas tanto de ingleses como americanos, siendo el más notable  Joseph Priesley, quien emigró a los Estados Unidos y se hizo amigo de James Madison y Thomas Jefferson.

Aunque para ser justos, también debemos de considerar la influencia de los católicos en estas ideas democráticas, el principal fue Wawrzyniec Grzymala Goslicki (Laurentius Grimaldus Gosliscius) el creador del liberalismo católico, fue Obispo de Pozdnan, abogó por la tolerancia religiosa en Polonia, muchas de sus ideas se incluyeron en la Democracia de los Nobles de Polonia. Este pensador político y filosofo, fue muy conocido en esa época por su libro: De optimo senatore, de gran influencia, fue leído por la Reina Isabel I de Inglaterra y también fue conocido por Shakespeare, su representación de un senador incompetente es el modelo de Polonius en Hamlet, y sirvieron de asidero para la Revolución Inglesa de 1688 que produjo la democracia parlamentaria y la tolerancia religiosa en Inglaterra. El escribió “Algunas veces un pueblo, justamente provocados e irritados por la tiranía y usurpación de sus Reyes, toman sobre ellos mismos el indudable Derecho de reivindicar sus propias libertades”. Es imposible no apreciar palabras y conceptos equivalentes en la Declaración  de Independencia de los Estados Unidos.

El Final de la Mancomunidad.

Durante el siglo XVIII la corona polaca se convirtió en un sujeto de las manipulaciones de Rusia, Suecia, Prusia, Francia y Austria. La debilidad de Polonia fue exacerbada por una inejecutable constitución que permitía a cada noble o miembro de la alta burguesía representado en el Seljm, usar su poder de veto para parar al parlamento. Esto debilitó  enormemente la autoridad central de Polonia y pavimentó el camino de la destrucción.

Durante el transcurso de 100 años, la mancomunidad Polaco–Lituana fue virtualmente cesada su función de un estado genuinamente independiente. La mancomunidad tuvo su ultimo triunfo militar en 1683, donde el Rey Jan Sobiesky derrotó a los turcos en las puertas de Viena, con una carga de caballería pesada. No obstante este hecho aislado no se podía enmascarar la debilidad interna y la parálisis de su sistema político. Para los siguientes 25 años , Polonia fue un peón de en la campañas militares de Rusia contra otros estados. El sucesor de Jan Sobiesky, Augustus II de Sajonia, involucró a Polonia en una guerra de Pedro el Grande de Rusia contra Suecia, incurriendo en otra ronda de ocupación y devastación por parte de Suecia entre los años 1704 y 1710.

Debido a su posición geográfica Polonia acabo siendo un estado tapón bajo la dominación Rusa y donde el poder del Rey Polaco era solo teórico, aunque esto no importo para  que se generaran una guerra de sucesión que duro tres años.

Finalmente desde 1764 a 1795 durante el reinado del  ultimo Rey Polaco Estanislao II Augusto Poniatowsky la mancomunidad Polaco-Lituana se extinguió después tres particiones de su territorio. Durante el reinado de la Emperatriz Catalina la Grande, Rusia intensificó su manipulación en los asuntos Polacos. Prusia y Austria, los otros dos poderes alrededor de la republica, dividieron el país en tres diferentes etapas. Después de la dos primeras reparticiones, la tercera en 1795 eventualmente anuló  a Polonia-Lituania del mapa de Europa.

En 1764 Catalina dictó la elección del Rey polaco en un antiguo amante suyo, Poniatowsky, quien no salió un lacayo obediente como ella esperaba, Estanislao II alentó la modernización del destartalado sistema político de su reino, y alcanzó una moratoria temporal al uso del veto individual en el Sejm que tanto daño había hecho en el ultimo siglo y cuarto, y con el cual la zarina Catalina dominaba al parlamento a través de los nobles  polacos, incluso forzó una constitución el 1767, que abolió las reformas de Stanislaw II, y restauró el liberum veto. Polonia fue forzada a firmar un tratado de garantía con Rusia, donde Catalina fue impuesta como protectora del sistema político polaco. Después devino en un protectorado de facto. El poder real lo ejercía el embajador ruso y el Rey polaco solo era un ejecutor de su voluntad. Esta acción provocó una rebelión de los católicos en la llamada confederación de Bar, una liga de nobles polacos que lucharon en contra de la intervención rusa hasta 1772 para revocar el  mandato de Catalina.

La derrota de la Confederación de Bar dejo nuevamente a Polonia expuesta a la ambición de sus vecinos, y aunque inicialmente Catalina se opuso a la repartición, Federico el Grande de Prusia presionó posesionándose militarmente, Catalina se persuadió que Rusia no tenía los recursos para continuar su dominación unilateral de Polonia y accedió a la repartición en 1772 Rusia, Prusia y Austria forzaron los términos de una repartición sobre la desolada mancomunidad bajo el pretexto de restaurar el orden de las anárquicas condiciones en que se encontraba el país.

Curiosamente esta primera repartición de la mancomunidad desarrollo la vuelta de las ideas de los hermanos polacos, el trauma de las anexiones hicieron claro el peligro de la decadencia de  las instituciones de gobierno, creando un cuerpo de opinión favorable a las reformas alineadas a la ilustración europea, El Rey Estanislao II apoyó a elementos progresistas en su gobierno y promovió las ideas de figuras políticas extranjeras como Edmund Burke y George Washington. Al mismo tiempo, los intelectuales polacos debatían sobre los filósofos de la ilustración como Montesquieu y Rosseau. Durante este periodo, el concepto de instituciones democráticas para todas las clases fue aceptado en la sociedad polaca. La reforma educativa incluía el establecimiento del primer ministro de educación en Europa. Los impuestos y el ejercito también fueron reformados, y el gobierno otra vez fue centralizado en un consejo permanente. Los terratenientes emanciparon a numerosos campesinos, aunque no hubiera un decreto oficial del gobierno. Las ciudades, en declive durante décadas, fueron reanimadas por la influencia de la revolución industrial, especialmente en minería y textiles.

El Proceso de renovación de Estanislao II alcanzó su clímax el 3 de Mayo de 1791, cuando, después de tres años de un intenso debate, el parlamento polaco, produjo la primera constitución moderna de Europa, y la segunda mundial, después de la de Estados Unidos,  esta constitución, entre otras cosas, proveía una separación de poderes a través de las tres ramas de gobierno: legislativo, ejecutivo y judicial; y establecía la “soberanía del Pueblo” (para las clases burguesas y nobles) y abolía todas las viejas practicas  que hacían ineficiente al gobierno, como el veto individual.

Como es común, aunque tal vez no hubiera sido necesario, las clásicas clases privilegiadas  que perdían estatus con esta nueva constitución, apelaron a Rusia para restaurar el antiguo status quo. Catalina gustosamente aprovecho la oportunidad y apoyada  por Prusia invadió Polonia bajo el pretexto de defender las antiguas libertades polacas. Argumentando que Polonia había caído presa de un jacobinismo radical, entonces en auge en Francia, Rusia y Prusia abolieron la constitución del 3 de Mayo, realizando la segunda repartición de Polonia de áreas mucho más extensas en 1793 y dejando el resto del país bajo ocupación militar de tropas rusas.

En un gesto de desafió, una revuelta generaliza se inició en 1794 bajo el liderazgo de Tadeusz Kosciuszko, un oficial militar quien había rendido notables servicios en la guerra de independencia de USA, los insurgentes tuvieron unas victorias iniciales, pero, eventualmente fueron derrotados por la fuerzas superiores rusas. Con el debilitamiento de la insurrección de 1794, nuevamente Rusia, Prusia y Austria se repartieron Polonia- Lituania, en esta tercera repartición, borraron a la Mancomunidad de las Dos Naciones del mapa europeo.

Serendepias.

Espero sinceramente que en este nivel ya el lector se halla fastidiado y aburrido del extenso escrito, que expresamente la hice largo para que no llegaran a este párrafo, que lo escribo más bien para mí. La investigación que hice en Internet y que produjo más de 100 páginas impresas, fue motivada por la objeción de un amigo, cuando le hice la observación que la tolerancia religiosa occidental provenía de un teólogo francés; Sebastián Castellion, a lo cual me replicó que ésta tenía sus raíces en la masonería, lo cual debo admitir, que; efectivamente,  los precursores de las ideas republicanas tanto en Europa como América fueron los masones, sin embargo, el hilo conductor de las ideas de tolerancia y democracia me llevo de los masones americanos y europeos a los socinistas y estos a la historia de la mancomunidad, cuyas ideas las publicaron en libros, ellos fueron los verdaderos ideólogos y está documentado. Al contrario de la leyenda de los masones que  dado su “secretismo” (discreción; dicen ellos) le dan acta de paternidad a cualquier idea; así como, membresía a cualquier figura importante, y curiosamente, obvian a cualquier figura histórica negativa,  cómo si no existieran los malos masones. Bueno, hablando de masones, y aquí empiezan las serendepias, aunque me parece que el termino adecuado sería la teoría de los seis grados de separación, y el primer punto empieza con la historia del masón Francisco de Miranda, que nos hizo conocer el amigo de marras que vive en Melilla, una ciudad española ubicada en el norte de África,  cuando otro amigo virtual, que, por cierto, se llama como él, le externo su preocupación por las declaraciones del gobierno marroquí en sus pretensiones reinvindicadoras de las ciudades españolas en África: Ceuta y Melilla. Este héroe  venezolano, del cual próximamente saldrá una película, este protagonista de la independencia latinoamericana, este personaje trágico de la historia mundial que participó en la defensa de Melilla, la Revolución de Independencia de Estados Unidos, la Revolución Francesa y La Independencia de Venezuela y Colombia, conoció a la mayoría de los personajes históricos de esa época; incluido el ultimo Rey Polaco Poniatowsky, el cual tiene una directa relación con México. Si a algún mexicano se le preguntara el nombre de una intelectual mexicana, pocos de ellos dudarían en nombrar a Helena Poniatowska, que en efecto, sí es que ya no lo sabían con anticipación, es nieta de ese Rey Polaco. Nacida en Francia, esta autentica princesa polaca es la máxima representante de la intelectualidad femenina mexicana, he aquí una relación muy rebuscada, en más de un sentido, entre México y Melilla, en este entendimiento, la ultima serendepia o relación de esta investigación y que tiene que ver con la literatura, ese es el otro grado de relación, es que cuando buscaba información sobre el “diluvio polaco” en Internet constantemente salía el nombre del premio novel de literatura el polaco Henryk Sienkiewicz quien escribió una trilogía sobre este turbulento episodio de la  historia polaca, aunque supongo que sea más conocido por su novela cristiana Quo Vadis? Que se ha llevado incluso al cine, por cierto su novelas sobre el “diluvio” también están realizando, en Polonia, su versión fílmica, ¡otra serendepia!, pero bueno, también recientemente he tenido una “discusión” de forma más que de fondo con mi amigo español sobre Nerón, de lo cual estamos de acuerdo que muy posiblemente sea   el personaje más difamado de la historia; pero como a él le revienta todo lo que sea cristianismo también ve la martiriologia cristina de esa época como otro mito, y muy posiblemente guarde razón, pero, según mi punto de vista no deja ser una desgracia histórica la suerte de esos primeros cristianos en la roma de Nerón, que precisamente es el tema de la novela histórica de  Sienkiewicz, la cual se me hace extraordinaria y la recomendaría ampliamente de no ser porque estoy seguro que ningún joven esta leyendo este mamotreto, sin embargo, no obstante de ser una novela cristiana y sobre todo rosa, no deja de ser una soberbia novela que critica la situación opresiva en Polonia de los tiempos de Sienkiewicz. Lo que más me gusto de la novela fue el personaje de Petronio (Cayo o Tito Petronio Árbitro) el arbiter elegantiae (árbitro de la elegancia) en la corte de Nerón, este personaje histórico es el más delicioso cínico que algún escritor cristiano halla recreado, termina siendo más importante y ameno que el protagonista; el fastidioso Marco Vinicio. El  hipócrita libertino de Petronio roba la novela y su filosofía amoral no deja de ser “ejemplar”, sobre todo me encantó su definición de por qué el crimen es repulsivo: por antiestético, y lo demuestra diciendo que de ser algo estético; los criminales, como Nerón, no negarían sus fechorías, y su carta postuma para este,  que escribe antes de suicidarse, es una delicia, el ego del dictador es martirizado aun más que los cristianos y así mismo, no obstante de ser una obra cristiana, no deja de ridiculizar a los “fanáticos religiosos cristianos” en otro personaje bastante molesto.

Como conocía la obra de Quo Vadis? Me anime a buscar la trilogía de Sienkiewicz, que consta de “A sangre y fuego”, “El diluvio” (también traducida como “La inundación”) y “El Señor Wolodyjowki”, la compre de segunda mano por Internet, y la estoy disfrutando enormemente, sobre todo, porque me trae recuerdos de mis épocas que leía a los clásicos rusos, Gogol y Tolstoi, aunque a diferencia de la novela de Taras Bulba de Gogol, presenta el otro lado de la moneda, aunque en ambas las pasiones, las bellezas, la masculinidad, la villanía y el heroísmo son apoteóticos y aunque en estos tiempos resulte ingenuo, los clásicos son los clásicos.