Mutilaciones de animales: aseguran que son provocadas por experimentos bacteriológicos

El investigador Gustavo Fernández, dijo a Canal Once que “oleada de mutilaciones” responde a un estrategia de “servicios indefinidos de inteligencia” para “ensuciar consecuencias colaterales no deseadas de experimentos de guerra bacteriológica”. El licenciado en Parapsicología, Gustavo Fernández, señaló al programa Entrevistas de Canal Once que a esta altura “es innecesario proponer una inmediata investigación” de los casos de mutilaciones de animales, aparecidos en los departamentos Tala y Paraná, ya que “la escena está terriblemente contaminada, porque un montón de curiosos se han acercado al lugar y los restos han sido desplazados, por lo que una investigación de esta manera es imposible. Por ello, deberíamos estar preparados para futuros episodios”, acotó.
El investigador manifestó estar “convencido de la visita de inteligencia extraterrestre a nuestro planeta, pero no podemos meter todo en la misma bolsa”, aclaró.
En tal sentido, sostuvo que los testigos “carecen de la información y formación para distinguir si esto es producto de una operación de algún servicio de inteligencia para gubernamental o una operación extraterrestre”.
“Se invocan los cortes perfectos en la mandíbula y quemaduras en una de las patas del animal hasta la rodilla. Lo que la gente ignora es que hay una serie de herramientas para hacer esto”, expresó, al tiempo que admitió que existen “mutilaciones extrañas y exóticas en todo el mundo”, pero “lo que sucede en Argentina, parece tener otras razones de ser”.
“La explosión de mutilaciones, esconde otras cosas. Se están enmascarando algo”, adelantó, para luego exponer su hipótesis: “En el país, se han realizado desde 1985 experimentos de guerra bacteriológica, en contubernio con laboratorios extranjeros y con fuerzas militares norteamericanas. En el ’85 se comenzaron a experimentar los denominados virus recombinantes. Estas son combinaciones de dos virus distintos que si no matan por una sintomatología, matan por la otra. En 1987, los experimentos se suspenden porque se dice que se salieron de control, pero los animales fueron obsequiados a los peones de la zona, en Azul, provincia de Buenos Aires. Periódicamente, aproximadamente cada dos años, parece haber un rebrote de la cepa virósica que se manifiesta en lo que se conoce como el virus de Azul y provoca algunas muertes. Este virus afecta partes específicas de los organismos de los mamíferos: ojos, oídos, lengua, ano y genitales, que son las mismas partes de la anatomía de las vacas que son mutiladas”, explicó.
A partir de ello, Fernández resumió que “existen mutilaciones causadas por agentes extraños, pero no todas las ocurridas en Argentinas son provocadas por éstos”.
“Si los extraterrestres necesitan extraer partes de una vaca para experimentos, alimentación o lo que fuera, una inteligencia que tiene la capacidad de atravesar millones de kilómetros en el espacio no va a cortar una u otra feta del animal, sino que se lo va a llevar entero o secuestran una camada de animales vivos”, teorizó Fernández.
Consideró asimismo, que la “oleada de mutilaciones en el país es un embarramiento de la cancha que realizan periódicamente, servicios indefinidos de inteligencia, con el fin de ensuciar consecuencias colaterales no deseadas de experimentos de guerra bacteriológica”.
Recordó por otra parte, que después del atentado a las Torres Gemelas, en Estados Unidos, “hubo una paranoia mundial por el Ántrax. En Argentina no hubo ningún caso declarado. Sin embargo, entre 2003 y 2004, hubo 182 casos de Ántrax en el departamento Nogoyá y cinco de ellos fueron fatales”.
Remarcó entonces que “desde 2002 se detectó la presencia de marines en Islas del Ibicuy y hasta épocas muy recientes, se realizan en la zona del Delta del Paraná, las operaciones de los famosos helicópteros negros. Islas del Ibicuy, Nogoyá, Victoria; estamos hablando de una zona que ha sido laboratorio de pruebas clandestinas de fuerzas norteamericanas, y tal vez lo siga siendo porque hasta hace semanas se seguían viendo los helicópteros negros sin marcas de identificación que acompañan las operaciones clandestinas estadounidenses en distintas partes del mundo”.
Al responder los motivos por los cuales se vinculan los OVNIS con las mutilaciones, opinó que es “para que la gente se tome en broma el tema, porque de lo contrario el periodismo y los científicos se inquietarían. Pero cuando se mezclan los marcianos y los platos voladores, hay un segmento periodístico que se lo toma a la chacota y ningún investigador quiere quedar pegado a esto”. Incluso “cuando se intenta ahondar en el tema, aparece un organismo con el Senasa que inventa la explicación del ratón rojizo y pasa a ser historia olvidada, hasta que se da un rebrote”.
“Los extraterrestres tienen cosas más importantes que hacer que estar almorzándose las vacas de un vecino”, concluyó Fernández. El Once Digital

Fuente:

http://www.eloncedigital.com.ar/secciones/general/nota.asp?id=76798

Sucesos que se repiten y que no entrañan presencia extraterrestre ni guerra bacteriológica.

En Entre Ríos encontraron vacas extrañamente mutiladas, sin genitales, lenguas y con las ubres extirpadas con cortes que calificaron de "perfectos" y llamativas quemaduras.

Una síntesis de la noticia que provocó el interés de los medios locales y nacionales, información que se potenció con las horas con declaraciones de algunos productores ganaderos, que aventuraron una velada presencia extraterrestre tras los sucesos. Una bola de nieve que creció más a partir de audaces investigadores que fueron más allá y calificaron los hechos como "efectos colaterales de una guerra bacteriológica" imputando a un servicio de inteligencia no identificado de los experimentos en campos del departamento Paraná.

Con la intención de poner un poco de orden a tantas conjeturas, Campo en Acción dialogó con el medico veterinario Esteban Puntín, profesional de vasta experiencia en lucha sanitaria, y en aclarar desde un punto de vista científico hechos que ya han ocurrido, pero que algunos insisten en calificar de paranormal.

"Hace un par de años ocurrió algo similar. La curiosidad comenzó con mucha fuerza en el año 2002. Hubo relevamiento de muchos casos en la provincia", recordó el profesional.
Ante tanta visión cósmica sobre la muerte y mutilación de animales, Puntín aseguró que el escenario es más bien normal y más aún en la estación invernal.
"En esta época la vaca que está flaca se muere, o la vaca que está por parir, o aquella vaca gorda que consume demasiado. Es una época en que hay mortandad de hacienda" sostuvo.

Haciendo un análisis racional, el veterinario relacionó todo "con una situación agroécologica que ha cambiado sustancialmente en estos 15, 20 años, donde el horizonte agrícola creció en forma exponencial, arrojando a la fauna a los rincones del campo".

"El hábitat o reducto de la fauna silvestre se ha concentrado mucho más por la reducción espacios. Estos dos factores hacen que estemos teniendo una modificación de lo que se llama la cadena trófica, esto es la cadena de depredación".
Utilizando una vieja creencia rural, Puntín recordó que "como dicen en el campo la muerte de la vaca es la suerte del perro".

El profesional involucró además de los perros a zorros, zorrinos, hurones, peludos, caranchos, entre los más conocidos, "animales carroñeros en unos casos, o predadores o depredadores en otros", según precisó.

"El animal muere por causas naturales. En los casos a los que nos estamos refiriendo – denuncias de mutilaciones- todo es posmortem, no hay sangrado del animal", sostuvo
.
En ese hábitat reducido "hay una competencia entre esta fauna concentrada, mucho más despiadada, más rápida, que muestran sectores del animal comidos al mismo tiempo, en donde unos actúan o interactúan en el día, en la noche, provocando lesiones particulares, cortes que se observan muy rectos, ojos comidos hasta el periostio, que es la membrana que reviste el hueso" comentó.

"Esto es absolutamente normal", explica, asegurando que la ingesta se inicia "por los tejidos blandos, como la zona del perineo, la vulva o el ano, o por los carrillos, labios, encías, lenguas".

El efecto frío

Otro elemento que Esteban Puntín incluye en el análisis del fenómeno es el frío: "Hay que sumarle las heladas, tan pronunciadas en este tiempo. Este factor, el del frío sobre tejidos frescos, en animales muertos, generan un traumatismo térmico, una quemadura sobre estos tejidos por frío, provocando que estos tejidos se retraigan y que la membrana que recubre el hueso – el periostio – desaparezca por esta exposición térmica.

De allí, asegura el veterinario, "la impresión que se observa e cortes netos y huesos casi limpios, como si fuera un trabajo quirúrgico".

Por último, Puntín también ponderó el trabajo de los caranchos "y su particular manera de dejar limpio el ojo de un animal muerto" que hace su aporte a la fábula montada por estos días.

Fuente:

http://www.agrodiario.com.ar/despachos.asp?cod_des=7290&id_seccion=28