Por Marcos Fernando López / Especial para El Nuevo Día

  • Científicos se reúnen en la Isla para compartir sus hallazgos.

Unos 500 científicos discutirán interrogantes que el ser humano se ha planteado hace siglos en la conferencia “Bioastronomy 2007”.

Todos los días la comunidad científica se acerca un poco más a contestar una de las interrogantes que más ha inquietado a la humanidad: ¿existe vida extraterrestre? Pero lo que tal vez nunca anticiparán será la reacción del mundo si algún día se descubre alguna forma viviente más allá de nuestras estrellas.

Es una pregunta sin respuesta definitiva por el momento, pero amerita una discusión internacional entre las personas más destacadas en la astrobiología. Esta inquietud es la que razón de ser para que expertos en el tema celebren en la Isla la conferencia “Bioastronomy 2007”, la reunión más importante de esta rama de la ciencia que tiene lugar en un hotel de San Juan.


Señal

En la Tierra se han hallado organismos vivos en lugares que antes se creía imposible la vida. Lo mismo podría ocurrir en otras galaxias, aseguran los científicos. 

Unos 500 científicos discuten desde ayer las mismas interrogantes que el ser humano se ha planteado hace siglos: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Estamos solos en el universo? Pero estas no son personas que sólo esperan una respuesta, sino que la buscan por todo el universo. Diariamente escuchan los sonidos del espacio, envían satélites y pruebas espaciales a analizar otros planetas y tratan de especular qué es lo que se podrá encontrar algún día.

La astrobiología es una ciencia relativamente nueva, explicó Steve Dick, portavoz de la Administración Nacional del Espacio y Aeronáutica (NASA). La conferencia reúne cada tres años a estudiosos de diferentes campos de la ciencia para que compartan sus ideas y hallazgos. Algunos estudian la evolución de nuestra planeta, otros buscan vida extraterrestre y otros analizan los efectos sociales de lograr encontrar vida fuera de nuestro planeta.

Según Alan Boss, portavoz para la Institución Carnegie en Washington, D.C., encontrar vida extraterrestre sería como hallar el santo grial de Cristo. Sería como encontrar la llave para abrir una puerta que por milenios ha permanecido cerrada ocultando un gran misterio, dijo.

Un descubrimiento de vida extraterrestre no requiere de platillos voladores lanzando destellos de luces y haciendo maromas para aterrizar en Lajas, donde alguien ha propuesto un “ovnipuerto”. Tampoco se trata de descubrir seres color verde, de grandes ojos y baja estatura. Para la ciencia, es suficiente con hallar rastros de microbios en la Luna o algún planeta; o quizás huellas que evidencien la existencia actual o antigua de microorganismos, dijo Catharine Conley, portavoz para Protección Planetaria en la NASA.

Actualmente, uno de las lunas de Júpiter, llamada “Europa” y una de Saturno -“Titán”- parecen poseer las características mínimas para albergar algún tipo de vida. Sin embargo, Conley explicó que aún desconocen exactamente qué pudieran encontrar allí. Aunque en estos lugares existen condiciones que los humanos consideran extremas para la existencia de vida, Conley añadió que lo que pudiera hallarse en estas lunas echaría al suelo la percepción actual que se tiene sobre un ser viviente. En nuestro planeta ocurrió un descubrimiento similar hace unos 20 años, cuando se descubrieron unos organismos que viven en un hábitat que se creía imposible para sostener la vida. Dentro de los cañones que se forman en las profundidades del mar, sin luz solar y expuestas a las hirvientes temperaturas y a los gases que emana la corteza de la Tierra, existe todo un ecosistema lleno de vida. La científica explicó que encontrar vida en un hábitat como ése es un ejemplo de lo que se pudiera encontrar en otros planetas con condiciones aparentemente inhabitables.

El enfoque de la exploración espacial a nivel nacional ha cambiado en los últimos años, dijo Conley haciendo énfasis en la construcción de la estación espacial, la vuelta del hombre a la Luna y la llegada a Marte. Esto ha producido una rebaja en el financiamiento que reciben los programas dedicados a la búsqueda de vida extraterrestre.

Aún así, la comunidad científica continúa ganando terreno. Constantemente los científicos en el radar de Arecibo buscan un sonido inexplicable, una respuesta que nunca han recibido. O tal vez en algún lugar de la Tierra pudiera caer un meteorito con microorganismos de otros planetas. Los científicos Dick y Conley dijeron que sí es posible que algún día se encuentre esta prueba.

Aunque los estudios de la astrobiología pueden parecer irrelevantes a la vida en nuestro planeta, Boss señaló que no es así. Entender cómo funcionan y cómo se pudiera haber formado la vida en otros planetas ayudaría a descifrar nuestros propios orígenes.

De esta manera, según Boss, la astrobiología satisface la curiosidad humana al buscar respuestas a preguntas que siempre nos hemos hecho pero que no sabemos cómo contestar, ni cómo reaccionaremos cuando obtengamos alguna respuesta.

Fuente:

http://www.endi.com/noticia/ciencia/noticias/curiosidad_despierta/248020