La pérdida de fe provoca, a juicio de algunos expertos, la proliferación de prácticas oscuras y que muchos católicos terminen endemoniados, fenómeno que tratan de combatir medio millar de exorcistas reunidos esta semana en la capital mexicana.

La lucha contra Satanás, a debate en México por el aumento de endemoniados

La lucha contra Satanás
México, 18 jul (EFE).- La pérdida de fe provoca, a juicio de algunos expertos, la proliferación de prácticas oscuras y que muchos católicos terminen endemoniados, fenómeno que tratan de combatir medio millar de exorcistas reunidos esta semana en la capital mexicana.

El III Congreso Nacional de Exorcistas y Auxiliares de Liberación enseña nuevas técnicas de evangelización y cómo prevenir al pueblo para que no caiga "en los terrenos de Satanás", explicó hoy a Efe el religioso Jesús Yáñez, auxiliar del sacerdote Pedro Mendoza Pantoja, coordinador general de exorcistas de la arquidiócesis de México.

Los exorcismos se practican sobre personas poseídas y endemoniadas, explicó Yáñez al recordar que, según la doctrina católica, en "la guerra que hubo en el Cielo" no sólo cayó Satanás, sino también demonios menores que le siguieron.

Por ello se denomina "endemoniado" al que ha sido supuestamente invadido por los demonios menores, y "poseído" únicamente al lo está por Satanás.

Yáñez aclaró que son raros los casos de posesión y que el papa Juan Pablo II solamente reconoció tres en su pontificado (1978-2005), pero no así los de endemoniados, que han proliferado "porque la gente ya no conoce a Dios, le da la espalda y recurre a prácticas prohibidas en busca de salud, de progreso material, de poder o de amor".

Estas prácticas prohibidas por la Iglesia católica incluyen pactos con Lucifer, consagraciones a Satanás, misas negras, hechicería, brujería, ocultismo, espiritismo o bautismos y bodas satánicas, dijo Yáñez.

Además, recordó, el demonio "se puede disfrazar" para engañar a su víctima.

"Es la gran mentira de Lucifer, parecer bueno, hermoso, cuando es todo mentira y falsedad", indicó.

El congreso, cuyo acceso está limitado a sacerdotes y laicos acreditados con una carta de un cura donde se indique que están capacitados para ejercer exorcismos, comenzó el lunes pasado con un curso sobre "los ángeles caídos" o, como dijo Yáñez, sobre "el demonio y sus secuaces".

Además, los participantes estudiaron los siete exorcismos realizados por Jesucristo, según los evangelios.

Hasta el viernes, cuando concluye el encuentro, el medio millar de asistentes aprenderá de los errores cometidos por la Iglesia en materia de exorcismos, no sólo en siglos pasados, sino también los más recientes, como la confusión con enfermedades mentales.

Para que esto no suceda, explicó Yáñez, ante un posible endemoniado lo primero que hay que hacer es llevarlo al médico, psicólogo o psiquiatra, y si este no lo cura, ver si cumple con los cuatro criterios de discernimiento de posesión demoniaca.

Uno es que el afectado tenga aberración a lo sagrado, ya sea a la Santísima Trinidad, a la Virgen, a los santos, a la cruz o al agua bendita, entre otros símbolos.

Otro, comprobar si se dan fenómenos paranormales "en grado sumo", indicó Yáñez, sin especificarlos.

Igualmente, se debería dar la llamada "revelación de cosas a distancia", donde el demonio cuenta algo del pasado del exorcista que el afectado no tendría modo de saber.

La última prueba es que el supuesto poseso hable lenguas que desconoce.

El papa Benedicto XVI, agregó Yáñez, avala la práctica de exorcismos y a la Asociación Internacional de Exorcistas -cuyos congresos suelen celebrarse en Roma-, como demuestra una carta pastoral que escribió en 2000 con la instrucción de las oraciones para obtener de Dios la curación.

Los cursos los dan expertos mundiales, como el presidente de la Asociación Internacional de Exorcistas, Giancarlo Gramolazzo, o Gabrielle Nanni, autor de "El exorcismo", de Editorial Vaticana, donde clasifica los tipos y técnicas de este ministerio.

Entre los expertos mexicanos se encuentra el padre Francisco López Sedano, exorcista emérito de la arquidiócesis de México, quien considera que "los exorcismos son signos sensibles del amor de Dios por la Humanidad doliente".

El arzobispado de la capital mexicana cuenta con siete exorcistas para atender a una población de casi ocho millones de fieles. EFE

MSN Noticias

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