Es muy divertido saber que mi profesora de cuarto nivel de inglés señala de manera atinada los defectos en las creencias sobre fenómenos paranormales. Muchos de mis compañeros han puesto una carita de desconcierto que indica que nos les cae muy bien que alguien aplaste de golpe sus ideas acerca del mundo. Para serles sincero, mi maestra ha mostrado argumentos escépticos muy interesantes para mostrar la falsedad (o por lo menos los errores lógicos) de todo tipo de comentarios nacidos en el seno del pensamiento mágico. Hubo incluso una vez en que un compañero afirmaba ver a La llorona, aunque aclaraba que había hecho un descubrimiento interesante: Este fantasma en pena realmente no llora, solo grita ¡y no por sus hijos! En este caso, la profesora hablaba de la calidad tan endeble de la memoria o el desequilibrio que existe en los reportes sobre algún tipo de fenómeno sobrenatural por parte de los testigos.

   Todo parecería ser pan sobre hojuelas. Solamente hay un pequeño problema: my dear teacher concluye que si no hay pruebas contundentes para avalar algún fenómeno de corte paranormal, significa que nada de eso existe. El problema con todo lo expuesto con antelación radica en que nosotros los escépticos no podemos argumentar que algo no existe y no por que sea una falacia lógica decir: “Demuéstrame que no existen los fantasmas”, por citar un ejemplo. Lo que intento decir es que un escéptico pone en tela de juicio algún argumento de corte fantástico y/o de ultratumba y mientras no existan verdaderas pruebas que soporten la crítica, el asunto es desechado. No obstante, hay tantas cosas que desconocemos del mundo; en ese sentido, diría que en un futuro cercano podría presentarse algún hecho real sobre experiencias paranormales. No lo sé en realidad. Y por eso mismo no puedo afirmar que algo no existe… ¡Pero tampoco afirmarlo sin pruebas contundentes!

   Hay otro caso sobre escepticismo extremo que debe ser mencionado como muestra de lo que los escépticos no debemos hacer. Me refiero a los episodios de los magos escépticos Penn & Teller. Muchas veces sus posturas han sido bastante interesantes e ilustrativas; muchas veces, se han ido por los senderos más radicales.

   El programa Penn & Teller Bullshit! es una muestra clara de todo esto. Recuerdo que en uno de los tantos episodios de esta serie se criticaba duramente las posturas políticas del Dalai Lama, para ir (me parece) inmediatamente después a desprestigiar a todo el budismo y sus practicantes sin mayor tregua. Hay también otro episodio en donde se muestran a favor de los experimentos con animales. Es  cierto que no podemos detener los avances de la medicina a pesar de los conflictos bioéticos que imperan, pero podemos tomar medidas para sacrificar el menor número de animales y sacar el mejor provecho de la situación. Saco esto a colación porque en un episodio de la serie, Penn afirma que si por él fuera, mataría a todos los chimpancés del mundo con tal de salvar a un ser humano. Esto muestra una gran sensibilidad por los demás, pero creo que lo que dice intenta dar un triple knock out al debate sobre el uso de animales en la investigación científica y a la vez manifiesta el deseo de tener una frase de enormes proporciones para intentar callar a todos los que  tienen argumentos en contra de este asunto.

   Si bien es cierto que los escépticos exageramos en ocasiones, hay que recordar que somos humanos. Un servidor a veces ha hablado un poco de más sin saber las condiciones que imperan dentro del tema criticado mostrando una postura completamente radical y exagerada. Así pues, la pasada entrega sobre la Sociedad Mexicana de Escepticismo fue un texto plagado de presión juvenil con tintes de desesperación. Personalmente no tengo nada en contra de Mario Méndez Acosta y pido públicamente una disculpa por la ofensa que pudo haber representado la crítica que hacía a la Sociedad Mexicana para la Investigación Escéptica. Desconocía por completo la enorme carga que significa mantener una sociedad con cuotas de voluntarios y ahora sé que es todavía más difícil llevar al éxito a una organización como SOMIE con escasos recursos y no con un desinterés (como yo apuntaba), sino con la gran cantidad de obligaciones que tienen en la agenda sus miembros. Enhorabuena, yo espero que esos comentarios no vuelvan a afectar a nadie y que la pequeña pero ininterrumpida labor de Mario y sus contertulios siga siendo inspiración para Sobrenatural.net cuyos miembros son sin lugar a dudas aliados en esta batalla contra el pensamiento mágico, las supersticiones y la pseudociencia.