DIEGO FARTO Y RUBÉN BRUÑA
Los astrofísicos que están analizando este extraño caso creen que algún ciudadrealeño puede tener una imagen del trazo de la bola de fuego. Creen que hay muchas posibilidades de que alguien que sacase fotografías al aire libre durante ese tiempo tenga alguna imagen del fenómeno y no se haya dado cuenta. Josep María Trigo explica que «es muy complicado darse cuenta de el trazo de una bola de fuego en una foto ya que la gente puede pensar que se trata de alguna nube o el rastro que dejan los aviones».
investigación inconclusa.
Hasta la provincia se ha acercado un investigador del Instituto Astrofísico de Andalucia para entrevistarse con las personas que vieron la bola de fuego y recabar sus impresiones para un posterior estudio.
También hay indicios de que el meteorito acabó estrellándose en la sierra de Las Labores aunque estos datos todavía se tienen que verificar. La mayoría de las bolas de fuego se desintegran al incorporarse en la atmósfera de la Tierra; no obstante, se estima que 500 meteoritos de diverso tamaño (desde pequeños guijarros hasta grandes rocas del tamaño de una pelota de baloncesto) entran en la superficie terrestre cada año. Normalmente sólo 5 o 6 son recuperados y son descubiertos por científicos.
Pocos meteoritos son lo bastante grandes para crear cráteres que evidencian un impacto. En vez de esto, sólo llegan a la superficie a su velocidad terminal (caída libre), y la mayoría tan solo crea un hoyo pequeño. En los próximos días se conocerán más detalles del caso.
Fuente:
http://www.diariolatribuna.com/CiudadReal/secciones.cfm?secc=Local_TCR&id=464395