Desde hace tiempo he estado sumergido en una tremenda decepción debido a la poca participación de Mario Méndez Acosta y el resto de SOMIE en el espacio que les hemos dado en sobrenatural.net. Una de las cosas que esperaba era que la Sociedad Mexicana para la Investigación Escéptica saliera del agujero en el que está y que se diera verdaderamente a conocer con una página web que pudiera estar repleta de información sobre el quehacer escéptico. Sin embargo, ha sucedido todo lo contrario.

   México necesita una verdadera organización escéptica por lo menos del estilo de CSICOP. La enorme cantidad de charlatanes y embusteros crece día con día en la televisión de nuestro país y no hay ni siquiera alguna voz escéptica que pudiera tener el suficiente peso para hacerse escuchar y funcionar como la contraparte racional que combatiría todo tipo charlatanerías: Desde los fraudes conspiranoicos de Jaime Maussán hasta las mentiras astrológicas de Walter Mercado.

   Hay que ser realistas: nuestro amigo Mario Méndez, una vez que presenta su sociedad, recibe un desconcierto por parte de todo tipo de interlocutor. Aunque es un organismo registrado y conocido solamente en los círculos escépticos, ha permanecido (y permanecerá) en silencio debido a su calidad endeble y a un verdadero desinterés por parte de todos sus miembros.

   Al inicio de este año, SOMIE no tenía ni siquiera una página web, y ahora que los miembros de escépticos.net liderados por Lalo Márquez hemos ofrecido un espacio en Internet bastante visitado a esta sociedad, únicamente hemos recibido como respuesta a lo largo del año cuatro textos de escepticismo. Creo que aquí está la verdadera razón por la que esta “agrupación” es prácticamente desconocida.

México necesita una revista de este tipo.

    Por eso propongo crear una verdadera sociedad que tenga presencia en los medios de comunicación y la población mexicana en general. Esta podría surgir desde sobrenatural.net y buscar apoyo en las universidades estatales, en la  Universidad Nacional Autónoma de México a través de su Dirección General de Divulgación de la Ciencia y en la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica (SOMEDICYT). Esta agrupación podría llamarse simplemente Sociedad Mexicana de Escepticismo. Entre varias de sus actividades, podría figurar la creación de una revista Marqueziana (palabra surgida del apellido de Lalo): este tipo de publicación podría hacer uso de frases amarillistas o simplemente traer como encabezado temas referentes a apariciones marianas, fantasmas, OVNIs, exorcismos, etc., similares a los de las revistas de lo “paranormal”, sólo que en este caso, cuando el lector tuviera un ejemplar en sus manos, encontraría artículos escépticos escritos por científicos, periodistas, filósofos, etc. Este tipo de trampa atrapa-crédulos podría funcionar y como prueba de esto en este mismo sitio, Lalo Márquez ha atraído a millones de visitantes con solo el hecho de nombrar a esta web escéptica como Sobrenatural.

   Otra de las funciones que podría tener este organismo sería ofrecer un premio en efectivo a toda aquella persona que afirmara tener alguna prueba de un fenómeno sobrenatural de alguna clase. El premio no ofrecería un millón de dólares como la Fundación Educacional James Randi, pero podría muy bien reunir  unos cuantos miles de pesos como premio atractivo para el público en general y  los mismos medios masivos de comunicación.

   Esta es mi propuesta. Si bien los divulgadores de la ciencia y los escépticos buscamos educar a la población y alejarla de ese terrible mal de corte mundial que llamamos Pseudociencia, es necesario crear estrategias que puedan atraer la atención de las personas creyentes, y que mejor que tomar prestadas las ideas que usan los magufos y los medios de comunicación para obtener nuestro cometido.