La maldición del estadio Corregidora ha tomado con el paso de los años tintes de leyenda; dicen que el inmueble fue construido sobre un panteón, que los muertos no logran el descanso y en venganza impiden que los equipos alcancen el nivel óptimo de competencia

La maldición del estadio Corregidora

Jorge Guzmán, Daniel Blumrosen y Juan A. Dávalos
El Universal
Ciudad de México
Martes 24 de abril de 2007

00:00  La maldición del estadio Corregidora ha tomado con el paso de los años tintes de leyenda; dicen que el inmueble fue construido sobre un panteón, que los muertos no logran el descanso y en venganza impiden que los equipos alcancen el nivel óptimo de competencia. Jesús Galindo Zárate, presidente de la Segunda División en la Federación Mexicana de Futbol, relata algunas de las historias escuchadas durante siete años de permanencia en el mundialista estadio, que ha sido la tumba de cuatro equipos que se vieron condenados al descenso, que para efectos de los creyentes puede significar el castigo del infierno, el abismo.

"En verdad hay muchas teorías, algunas serias, otras dogmáticas y hasta patéticas", revela Galindo.

"Sin embargo -precisa- los orígenes datan de 1980, que es cuando el equipo Atletas Campesinos asciende y su propietario exige al gobernador Rafael Camacho Guzmán que le haga un estadio, pues de lo contrario dejaría la entidad. La negativa fue contundente y el equipo se vendió, pero en venganza, el gobernante decidió construir el estadio, y las malas lenguas dicen que lo hizo sobre un panteón y esa es la fuente del maleficio".

Cierto o no, el embrujo alcanzó ya a cuatro clubes en el estadio Corregidora: Cobras de Querétaro, que en 1987 descendió y desapareció; Atlante, que descendió en 1990; Querétaro, que descendió en 1994; y TM Gallos Blancos, que descendió y desapareció en 1995.

Además, se puede agregar al Querétaro que entre el 2002 y el 2003 acumuló nada menos que 21 partidos sin saborear las mieles del triunfo.

Sin embargo, el actual Querétaro, que preside Ulises Zurita Reyes y que dirige Salvador Reyes, está dispuesto a cambiar la historia el domingo entrante, cuando se defina el descenso en el cierre de la temporada regular correspondiente al Torneo de Clausura 2007.

"Esta afición, que ahora está entregadísima, muy involucrada y siente suyo al equipo, estaba muy golpeada antes. El estadio llegó a tener equipos sin identidad y se íban. Se decía que La Corregidora estaba maldita, pero se logró un ascenso", recuerda Reyes.

Y agrega: "También se hablaba de que la afición era fría, pero ya vimos que no; es muy entregada, de Primera División. Poco a poco, se han vencido esas situaciones de las que se hablaba y esperamos que se siga haciendo. El compromiso todavía es mayor con esta entrega de la gente, porque merecen que el equipo se quede".

Jesús Galindo Zárate retoma el tema de la maldición en el estadio Corregidora y asegura que ha sido mera casualidad al tratarse, en todos los casos, de equipos mal administrados.

Para lograr el cometido de mantenerse en el máximo circuito, el técnico del Querétaro habla de la necesidad de ofrecer un juego perfecto ante el Atlas, un cotejo en el que contarán con el apoyo incondicional de sus seguidores, que hasta el momento suman unos tres mil ya comprometidos a viajar a Jalisco.

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*cuando hay que justificar la pésima calidad del futbol mexicano, los pretextos sobran*