Un equipo de científicos del Laboratorio Rutherford Appleton está determinado a construir un escudo magnético experimental que protegería a los exploradores en sus viajes entre los planetas.Durante el año pasado las agencias espaciales de Estados Unidos, Europa, China, Japón y la India, anunciaron su intención de continuar con la exploración humana del Sistema Solar, comenzando con la Luna y tal vez finalmente progresando hacia Marte. Pero el viaje hacia la vecindad inmediata de la Tierra acarrea riesgos significativos para los astronautas, no el menor de ellos es la exposición a intervalos de radiación de alta energía. Ahora un equipo de científicos del Laboratorio Rutherford Appleton está determinado a construir un escudo magnético experimental que protegería a los exploradores en sus viajes entre los planetas. El Dr Ruth Bamford presentará esta idea el miércoles 18 de abril en la Reunión Astronómica Nacional de la Sociedad Astronómica Nacional en Preston.

Los rayos cósmicos y la radiación del Sol pueden causar enfermedades agudas de radiación en los astronautas e incluso la muerte. Entre 1968 y 1973, los astronautas de las naves Apolo que fueron a la Luna estuvieron en el espacio sólo durante unos 10 días de una vez y fue simple suerte que no hubiesen estado en el espacio durante una importante erupción solar que hubiese llenado la nave con radiación letal. En retrospectiva el pequeño paso de Neil Armstrong para un hombre se habría visto de forma muy distinta de haberla tenido.

En la Estación Espacial Internacional hay una sala con muros especialmente gruesos a la cual los astronautas tienen que retirarse durante las épocas en que se incrementa la radiación solar. Sin embargo, para misiones más largas los astronautas no pueden vivir en habitaciones reforzadas, dado que tal refuerzo añadiría un peso significativo a la masa de la nave, haciendo su lanzamiento mucho más caro y difícil. También es conocido que la filtración de la radiación de menor nivel puede ser tan peligroso como las graves explosiones solares.

En la superficie de la Tierra estamos protegidos de la radiación por las gruesas capas de la atmósfera. Y el campo magnético terrestre se extiende a lo lejos en el espacio, actuando como un “campo de fuerza” natural para proteger también a nuestro planeta y repeler las peores partículas energéticas del Sol, creando una “barrera de plasma”.

Ahora los científicos del Laboratorio Rutherford Appleton en Oxfordshire planean imitar a la naturaleza. Construirán una magnetosfera en miniatura en un laboratorio para ver si el escudo deflector puede usarse para proteger la vida humana es naves espaciales y en bases en la Luna y Marte.

Para que funcione una mini-magnetosfera artificial en una nave espacial necesitará del uso de muchas tecnologías punteras, tales como superconductores y las técnicas de confinamiento magnético usadas en la fusión nuclear.

De esta forma la ciencia sigue una vez más a la ciencia-ficción. Los escritores de Star Trek se dieron cuenta de que una nave espacial que contuviese humanos necesitaría de na protección de los peligrosos efectos de la radiación cósmica. Se imaginaron un “escudo deflector” que se dispersaba desde la Nave Entreprise en la que rebotaría la radiación. Estos experimentos ayudarán a establecer si esta idea podría algún día llevarse a cabo.

Traducido para Astroseti.org por
Manuel Hermán